Los fabricantes de automóviles ante el cambio climático

I. Introducción

Como consecuencia del citado del Protocolo de Kyoto , la Unión Europea se comprometió a que en su territorio las emisiones del conjunto de los seis gases regulados (CO2, CH4, N2O, HFCs, PFCs y SF6) en el período 2008-2012 (se suele referir al año 2010) serían un 8% inferiores a las del año 1990.
Las emisiones de CO2 en el seno de la Unión Europea se reparten aproximadamente de la siguiente manera:

Según fuentes de la OCDE, la producción anual de CO2 alcanza los 800 billones de Tm, de las cuales un 96% corresponde a fuentes de origen natural y sólo un 4% a las de origen artificial. De estas últimas, como se ha indicado anteriormente, un 22% son atribuibles al transporte por carretera, por lo que las emisiones de CO2 debidas a los vehículos automóviles pueden estimarse en un 0,7% del total y se debe exclusivamente al consumo de combustible.

II. Compromisos de reducción

Durante los últimos años la industria del automóvil ha realizado enormes progresos para conseguir mejorar la eficiencia de sus productos y puede afirmarse que el consumo de un vehículo actual es un 30% inferior al de un modelo similar de los producidos en 1975.

A partir de 1995 la reducción del consumo de los vehículos y, por tanto, de sus emisiones de CO2 ha pasado a ser un objetivo prioritario para los fabricantes, no sólo por el aspecto comercial como argumento de venta, sino como una necesidad impuesta para respetar el medio ambiente. Como consecuencia de esta decisión, en 1995 la OICA (Organización Internacional de Constructores de Automóviles) firmó en Viena un Acuerdo con la Conferencia Europea de Ministros de Transporte, comprometiéndose a reducir de forma voluntaria el consumo de los nuevos modelos que se lanzasen al mercado.

Posteriormente a la firma de este Acuerdo se alcanzaron compromisos similares de reducción de consumo entre los Gobiernos de diversos países de la Unión Europea y los fabricantes instalados en su territorio.

III. Acuerdo ACEA/Comisión

Todos estos compromisos han motivado que en octubre de 1998 se firmase un Acuerdo entre la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) y la Comisión de la Unión Europea, con el visto bueno del Consejo de Ministros de Medio Ambiente. Este Acuerdo contiene, entre otras, las siguientes cláusulas:

En el análisis de los compromisos incluidos en este Acuerdo se puede afirmar lo siguiente:

1. La media de las emisiones de CO2 fijada para el año 2008 en 140 g/km supondrá una reducción del 25% del consumo de los vehículos con respecto al valor del año 1995.
2. Las emisiones de 140 g/km corresponden a una media de consumo de 6 litros por cada 100 km para los vehículos de gasolina y de 5 litros para los diesel.
3. La previsible reducción posterior a 120 g de CO2 por km corresponde a unos consumos de 5 y 4,5 litros cada 100 km para los vehículos de gasolina y diesel, respectivamente.

IV. Seguimiento del Acuerdo

Con el fin de realizar un seguimiento del cumplimiento del Acuerdo firmado entre ACEA y la Comisión, se ha preparado una Decisión del Consejo Europeo, cuyo texto final aún no ha sido publicado, que establecerá la obligación de evaluar año tras año las emisiones medias de los vehículos vendidos en la Unión Europea.

Para efectuar la citada evaluación, los fabricantes de automóviles, durante el proceso de homologación de sus diferentes modelos, deberán medir su emisión específica de CO2 según un método de ensayo que está definido en la Directiva 80/1268 de la Unión Europea (modificada mediante la Directiva 93/116).

Por su parte, cada Estado miembro de la UE deberá calcular anualmente, para cada tipo de combustible, para cada fabricante y para el total de éstos, entre otros, los siguientes valores:

V. Información al consumidor

Como complementos al compromiso adoptado por los fabricantes, la Unión Europea está preparando una Directiva referente a la información al consumidor sobre el consumo de combustible de los vehículos, con la intención de que este consumo se transforme en uno de los criterios a considerar por los usuarios en el momento de la adquisición de una automóvil.

Según la propuesta de Directiva sobre información del consumo de los vehículos, están previstos cuatro sistemas diferentes de información al consumidor que son los siguientes:

1. En los puntos de venta se colocará sobre cada vehículo nuevo una etiqueta que contenga el consumo oficial, medido según un ciclo en el momento de su homologación, así como una estimación del coste del combustible que deberá pagarse anualmente con un recorrido de 10.000 km con el combustible al precio del mercado.
2. Cada Estado miembro reunirá, como mínimo una vez al año, una guía del consumo de combustible de los vehículos nuevos que se comercialicen en su territorio, destacando las 10 versiones con mayor eficacia energética. Esta guía deberá facilitarse gratuitamente a los consumidores y será accesible por INTERNET.
3. Los concesionarios exhibirán en sus puntos de venta un cartel con los datos del consumo de los vehículos que vendan.
4. Cualquier material de promoción de los vehículos deberá incluir las cifras del consumo de combustible.

VI. Efectos negativos de otras medidas

En paralelo a estas exigencias de reducción del consumo, los fabricantes de vehículos se ven obligados a incluir en sus productos constantes mejoras para aumentar su seguridad o reducir sus emisiones, tanto sonoras como de gases contaminantes. En la mayoría de los casos estas mejoras implican la inclusión de nuevos dispositivos que originan un aumento del peso del vehículo y, consecuentemente, mayor consumo y emisiones de CO2 (por ejemplo la inclusión de air-bags o de catalizadores)

También es de destacar que los usuarios demandan cada vez mayor confort en los vehículos, como por ejemplo la climatización o los asientos más cómodos y regulables, medidas que contribuyen indirectamente a mejorar la seguridad facilitando la conducción, pero que también hacen aumentar el peso del vehículo.

Para contrarrestar el efecto negativo de estas incorporaciones de nuevos dispositivos de seguridad, protección medioambiental o confort los fabricantes se ven obligados a mejorar los diseños de los nuevos vehículos incorporando motores de mayor rendimiento, mejorando los coeficientes de penetración o utilizando materiales más ligeros.

Otro factor que puede tener efecto negativo para la reducción del consumo de los vehículos y de las emisiones de CO2 es la próxima entrada en vigor de la exigencia de una tasa mínima de reciclado de los vehículos al final de su vida, pues esta exigencia puede impedir en ciertos casos la utilización de materiales ligeros, como algún tipo de plástico.

VII. Conclusión

Antes de terminar con este artículo, desearía destacar que el Acuerdo voluntario firmado por los fabricantes europeos de automóviles representa la mayor contribución a la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero presentada por un sector industrial, y también desearía llamar la atención sobre la enorme inversión que los fabricantes van a tener que realizar para conseguir los objetivos marcados, destacando que de nada serviría este esfuerzo si los conductores no colaboran asegurando un correcto mantenimiento de sus vehículos y una utilización basada en una conducción eficiente.

Ecoiuris
CARLOS MATAIX KUBUSCH
Director Técnico de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).