Los Accidentes De Trabajo – Una Visión Integrada
- Creado por admin
- El 1 enero, 2000
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SALUD OCUPACIONAL-ÉTICAMENTE CORRECTA, ECONÓMICAMENTE ADECUADA (I)
Actualmente, cientos de millones de personas en todo el mundo trabajan bajo condiciones inseguras que ponen en riesgo su salud.
Cada año, 1,1 millones de personas en todo el mundo mueren a causa de lesiones y enfermedades ocupacionales, lo que equivale aproximadamente al número anual de defunciones por malaria en el mundo.
De 250 millones de accidentes que ocurren en el lugar de trabajo cada año, 300.000 son mortales. Muchos de esos accidentes producen incapacidad parcial o completa para trabajar y generar ingresos.
Cada año se presentan 160 millones de casos nuevos de enfermedades ocupacionales en todo el mundo, incluidas las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, cáncer, trastornos auditivos, trastornos oseomusculares y reproductivos, y enfermedades mentales y neurológicas.
Se calcula que solo 5 a 10% de los trabajadores en países en desarrollo y 20 a 50% en países industrializados (con pocas excepciones) tienen acceso a servicios adecuados de salud ocupacional. En los Estados Unidos, 40% de los 130 millones de trabajadores no tienen acceso a dichos servicios.
Trabajar bajo condiciones seguras y sanas (la razón de ser de la salud ocupacional) beneficiará a los trabajadores, empleadores y gobiernos, así como al público en general. Aunque parezca obvio y sencillo, este concepto aún no ha logrado la aceptación y el reconocimiento generalizado que debiera tener.
Las razones son numerosas y complejas e incluyen ideas como la de la abundancia de trabajadores jóvenes y fuertes para reemplazar a los de mayor edad, tanto en las líneas de producción como en la caja de pensiones. Sin embargo, es posible que en los próximos 30 a 40 años, la situación sea muy diferente.
La imagen actual de la Seguridad y Salud Ocupacional se basa en apreciaciones erróneas, como ser:
Subregistro de enfermedades ocupacionales: La información fiable para la mayoría de los países en desarrollo es escasa, principalmente debido a graves limitaciones en el diagnóstico de las enfermedades ocupacionales y en los sistemas de reporte. La OMS calcula que en América Latina, por ejemplo, sólo se reportan entre 1 y 4% de todas las enfermedades ocupacionales. Incluso en países industrializados, los sistemas de reporte se encuentran algunas veces fragmentados.
Hay dos problemas principales comunes en países desarrollados y en desarrollo: la renuencia para reconocer las causas de las lesiones o problemas de salud en el trabajo y el hecho de no reportarlos cuando se reconocen. La historia de la salud ocupacional es la de la lucha entre los trabajadores por obtener medidas de prevención y protección o compensaciones, y sus empleadores que buscan negar o reducir su responsabilidad frente a las enfermedades y lesiones ocupacionales. Este conflicto ha influido enormemente en el reporte estadístico. Como resultado, hay un alto subregistro de la carga de morbilidad debido a exposiciones ocupacionales.
Impacto económico: Las pérdidas económicas totales causadas por enfermedades y lesiones ocupacionales son cuantiosas. Esas pérdidas representan una pesada carga para el desarrollo económico. Por lo tanto, además de los aspectos de salud, el mejoramiento de las condiciones de trabajo se constituye en una inversión económica:
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha calculado que en 1997 las pérdidas económicas debido a enfermedades y lesiones ocupacionales, representaron aproximadamente 4% del producto bruto interno en el nivel mundial.
En 1992, en los países de la Unión Europea, el costo directo pagado en compensación por enfermedades y lesiones ocupacionales ascendió a 27.000 millones de euros.
En 1994, el costo general de todos los accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales para la economía británica se calculó entre £6.000 y £12.000 millones.
En 1992, los costos totales directos e indirectos asociados con lesiones y enfermedades ocupacionales se estimaron en US$ 171.000 millones, los que sobrepasan los del SIDA y son similares a los del cáncer y cardiopatías.
Envejecimiento de la población: En el próximo cuarto de siglo, en ciertos países industrializados, el envejecimiento de la población (con menos nacimientos y mayor expectativa de vida) cambiará considerablemente la proporción entre personas que trabajan y las jubiladas. Esto indudablemente aumentará la presión sobre la fuerza laboral y exigirá más productividad y mayores contribuciones a la caja de pensiones. Solo una fuerza laboral saludable podrá soportar esa presión.
Actualmente hay 590 millones de personas de 60 años y más, en el mundo. Para 2020, se calcula que habrá más de 1.000 millones. Para entonces, más de 700 millones de personas adultas vivirán en países en desarrollo.
En el próximo cuarto de siglo, se estima que Europa seguirá reteniendo su título de región “más vieja” del mundo (actualmente, los ancianos representan alrededor de 20% de la población total y representarán 25% en 2020).
Según un informe preparado por el Gobierno Francés en 1999, para 2040 se espera que Francia tenga 70 personas de más de 60 años por cada 100 de entre 20 y 59 años de edad, casi el doble de la proporción actual. Como resultado, se prevé que el sistema francés de seguridad social y pensiones tendrá un déficit de F800.000 millones (US$ 130.000 millones) para entonces.
Salud ocupacional y mujeres: Cada vez se suman más mujeres a la fuerza laboral en la agricultura, industria y el sector de servicios y constituyen cerca de 42% de la población activa mundial. Si bien contribuyen apreciablemente a las economías nacionales, sus necesidades especiales rara vez se satisfacen adecuadamente, aun cuando tienen acceso a algún servicio de salud ocupacional.
Cuando se exponen a riesgos ocupacionales, las mujeres en edad fértil son susceptibles a efectos adversos específicos sobre la reproducción, incluidos los abortos (agentes embriotóxicos) o malformaciones del feto (agentes teratogénicos).
Las trabajadoras a menudo sufren trastornos oseomusculares ya que ni las tareas ni el equipo que usan, que normalmente está diseñado para hombres, se adaptan a su contextura y fisiología.
Trabajo infantil: Según la OIT, de los 250 millones de niños entre 5 y 14 años que trabajan hoy en día en los países en desarrollo, casi 70% laboran en condiciones peligrosas. Asia tiene la mayor cantidad de trabajadores infantiles con 61% del total mundial, África tiene 32% y América Latina, 7%. Sin embargo, África lidera la proporción de niños trabajadores, donde alrededor de 41% tiene entre 5 y 14 años; la proporción en Asia es de 22%, y en América Latina de 17%.
[1] Artículo del Sr. Igor Rozov, OMS, Ginebra.
Néstor Botta
www.redproteger.com.ar
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