La Política de Kioto y el Manejo entre Bambalinas
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- El 17 febrero, 2011
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INTRODUCCIÓN AL G300
El Grupo de los 300, o G300 (así lo he bautizado a falta de un nombre oficial más apropiado), es un grupo compuesto por unas 300 a 400 personas que se conocen entre ellas personalmente, y determinan mediante su enorme poder económico y financiero, sus influencias políticas a través de funcionarios, empleados y agentes ubicados en posiciones claves de los más importantes gobiernos del mundo, cuáles serán las políticas económicas, financieras y sociales que se implementarán cada año en el mundo.
Antes de seguir adelante, esto que acabo de enunciar arriba será tomado como mi creencia en una ‘conspiración’ mundial y encasillado dentro de los mitos urbanos o la llamada ‘conspiranoia’, neologismo que significa: ‘paranoia inducida por creencia en conspiraciones’. Este término, y la ridiculización de muchas teorías sobre conspiraciones son usados por quienes conspiran para lograr un objetivo y desestimar las acusaciones. No es misterio para nadie la existencia de cientos de sectas masónicas y de otro tipo que tienen una fuerte penetración e influencia en todos los niveles políticos y sociales de occidente. Nadie niega que los ‘padres fundadores’ de las democracias americanas de los siglos 18 y 19 eran miembros de la masonería, desde Hamilton y Franklin hasta Bolívar y San Martín.
Hasta lo enseñan en las escuelas primarias nombrando a la Logia Lautaro –una entre decenas de la época. Sin embargo, las sectas prefieren mantener sus actividades en secreto y realizan sus actividades con mucha discreción. Quienes se burlan y desestiman cualquier tipo de conspiración sufren de una ingenuidad candorosa nacida de un sentimiento de miedo a la inseguridad. Reconocer que las políticas del mundo están controladas y dictadas por grupos organizados que buscan imponer agendas en su propio beneficio, implica abandonar viejas creencias en que ‘es el pueblo quien decide su futuro.’ No quieren aceptar que las conspiraciones pueden también ser definidas como ‘un acuerdo entre caballeros’ algo que se practica en todos los Parlamentos del mundo y cuerpos donde hay que llegar a un acuerdo sobre cualquier asunto.
¿Cómo definirían entonces la presencia en el Congreso de los Estados Unidos de más de 1800 lobbistas cuya única misión es presionar, convencer o sobornar a senadores y representantes para que voten leyes que beneficiará a sus patrones?
Los historiadores no tienen ninguna duda de que la manera en que el mundo ha sido gobernado durante toda su historia ha sido mediante conspiraciones que tuvieron éxito, y quienes no lo tuvieron muchas veces pagaron con su vida, o la prisión, la osadía de conspirar contra otros grupos que detentaban el poder. La más influyente de las sectas u Órdenes es la de los Illuminatis, y aunque parezca increíble, siguen actuando como el primer día de su creación.
La Orden de los Iluminados de Baviera fue fundada el 1 de marzo de 1776 por Adam Weishaupt, un profesor de Derecho Canónico de la Universidad alemana de Ingolstadt. La expansión de la Orden se basaba en la premisa básica de conseguir la adhesión de elementos situados en posiciones sociales y económicas relevantes. Lógicamente no se traba de un club social para jugar a los naipes o practicar deportes. Los miembros de la secta recomendaban que se reclutase a alguien y ponían manos a la obra realizando discretas maniobras de aproximación al candidato.
En poco tiempo habían conseguido incorporar a personajes muy importantes como el Barón Adolf von Knigge, a los duques Luis Eduardo de SaxeGotha, al de Saxe Weiner, a los príncipes Ferdinand de Brunswick, a Karl de Hesse, al de Neiwud, a los condes von Papenheim y Stolberg, al barón de Dalberg, e incluso al escritor y poeta Wolfgang Goethe, cuyo nombre de guerra en la secta era Abaris.
Los Illuminati y los Francmasones impusieron el esquema de organización conformado por anillos concéntricos que caracteriza a las actuales agrupaciones financieras y tecnocráticas a nivel mundial.
Aunque hay muchos ingenuos que lo ignoran todo y dudan de la existencia de la masonería o sobre todo de los Illuminati, todo lo que se conoce sobre su origen proviene de la inmensa cantidad de documentación secuestrada por la policía de Baviera que finalmente detuvo y puso a disposición de la justicia a los miembros de los ‘Iluminados’, incluido Weishaupt. Las normas de la secta eran claras: ‘es en la intimidad de las sociedades secretas donde ha de saberse preparar la opinión,’ y ‘cada adepto debe llevar un diario donde anotará todas las particularidades concernientes a la persona con las que esté en relación’.
Los objetivos de la Orden de los Illuminati estaban también escritos muy claramente y no dejan dudas sobre su objetivo: lograr el Poder Total.
‘De lo que se trata es de infiltrar a los iniciados en la Administración del Estado, bajo la cobertura del secreto, al objeto de que llegue el día en que, aunque las apariencias sean las mismas, las cosas sean diferentes‘; ‘En una palabra, es preciso establecer un régimen de dominación universal, una forma de gobierno que se extienda por todo el planeta. Es preciso conjuntar una legión de hombres infatigables en torno a las potencias de la tierra, para que extiendan por todas partes su labor siguiendo el plan de la Orden’.
Como observé más arriba, es evidente que no se reunían para jugar a las cartas o comer asado. Se reunían para… conspirar. También es muy evidente que los objetivos de los Illuminati, el acceso al Poder Total para cambiar al mundo para que funcionase como a ellos les parecía que debería hacerlo, son los mismos objetivos de quienes emiten hoy opiniones relativas a la formación de ‘un gobierno único mundial’, la ‘desaparición de las soberanías nacionales’ o la del ‘estado nación’, que tienen el mismo sonido y sentido que estás pocas muestras que se remontan ya a la década de los 90 y de los 70!
- ‘La estructura que debe desaparecer es la nación,’ –Edmond de Rothschild, a la revista Enterprise en 1995.
- ‘La única interrogante de nuestro tiempo no es si el Gobierno Mundial será alcanzado o no, sino si será alcanzado pacíficamente o con violencia. Se quiera o no, tendremos un gobierno mundial. La única cuestión es saber si será por concesión o por imposición’. –James Paul Warburg, jefe del grupo financiero S.G. Warburg, miembro del CFR (Council of Foreign Relations) y la Round Table, a una comisión del Senado de los EEUU, en 1994.
- ‘El poder ha de ser inevitablemente transferido de las naciones soberanas a instituciones supranacionales’ Gianni de Michelis, exministro italiano de Asuntos Exteriores y presidente del Instituto Aspen (un apéndice de la Comisión Trilateral), en declaraciones efectuadas al diario El País el 4 de abril de 1990.
- ‘El socialismo moderno no dependerá de los teóricos o de los políticos, sino de los dirigentes de las empresas multinacionales’. –John Kennet Galbraith, socialista fabiano, profesor de la Universidad de Harvard (feudo académico del Council on Foreign Relations y de la Comisión Trilateral), en declaraciones publicadas el 9 de marzo de 1977 por el diario La Vanguardia de España.
En efecto, en 1786 vuelven a aparecer en una reunión que tuvo lugar en Frankfurt, casa matriz de los Rothschild, y en la que se gestaron los preparativos de la Revolución Francesa. Allí fue acordada la muerte de Luis XVI y la creación de la Guardia Nacional republicana, y desde allí se impartieron las correspondientes órdenes a las logias militares francesas para que, llegado el momento, no obstaculizaran el desarrollo del proceso revolucionario.
Sin embargo todavía hay personas que niegan la existencia de las conspiraciones, y que las relegan al terreno de las novelas tipo Alejandro Dumas o, más recientemente, Ian Fleming y su personaje James Bond. Para desestimar la posibilidad de una conspiración mundial por el calentamiento global y su invención como un medio de impulsar al Gobierno Único Mundial usan la palabra: conspiranoia. No conocen de historia, claro. En la revista Humanisme, mayo de 1975, el Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, M. Béhar, escribe:
‘En Francia, es en el seno de las logias masónicas donde se elaboraron las ideas que han sido en buena medida el motor de la revolución burguesa de 1789’; a lo que la propia revista añadía: ‘Es conveniente recordar que la francmasonería está en el origen de la Revolución Francesa … Durante los años que precedieron a la caída de la monarquía, la Declaración de los Derechos del Hombre y la Constitución fueron larga y minuciosamente elaboradas en las logias masónicas.Es decir, los masones no se reunían a beber champagne y jugar al bridge. Se reunían a… conspirar. Más concreto es un francmasón de renombre, el Dr. Encausse, que en su obra ‘Traité élémentaire d’occultisme’ nos deja esto:
‘Hay ingenuos que abren los libros de Historia donde se encuentra una idílica imagen representando a un señor que gesticula y que grita ¡A la Bastilla! Esos incautos se figuran simplemente que la toma de la Bastilla se efectuó gracias al furor popular desencadenado por el gesto soberbio del tribuno. Sin embargo, yo lamento decirles que se engañan grandemente, pues hicieron falta cuarenta y dos años para preparar el grito de Camille Desmoulins. Para tomar la Bastilla a la orden masónica; hizo falta asegurarse la complicidad de los más altos servidores del rey; y se necesitó que los cañones que sirvieron para la toma de la Bastilla fueran transportados a los Inválidos quince días antes por hombres entregados a la causa. En fin, fue preciso orquestar una revuelta y lanzar a los parisinos al asalto de la fortaleza del Estado’.¿Se trató de una conspiración? Nadie firmó en 1789 un recibo diciendo ‘nosotros conspiramos para derrocar al Rey’. No hacía falta. Saltaba a la vista –por lo menos de quienes no son de esos ciegos que se niegan a ver el tren que se les viene encima.
Pero, como se me ocurre a mí, la mayoría de las veces ni siquiera es necesario un complot con todas las de la ley, con reuniones secretas, espías, y pasadizos oscuros y siniestros. Todo lo que es necesario es ‘un acuerdo entre caballeros’. O el famoso inglés ‘A gentlemen agreement’. La idea es hacernos con el Poder, pero el Poder Total. Luego veremos cómo lo repartimos y qué recompensa le damos a los ‘idiotas útiles’ que nos ayudaron. Muchas veces será necesario eliminarlos de la manera que más nos convenga.
El asunto de las sectas, grupos, asociaciones, fundaciones, etc, que tienen influencia en el diseño de las políticas económicas y de todo tipo, es como un gigantesco rompecabezas que debemos ir armando con paciencia y usando diversas técnicas para reconocer, clasificar y ordenar las piezas para ubicarlas en su lugar adecuado. De tal forma podremos ir viendo si la imagen del rompecabezas que estamos armando corresponde a un jefe Sioux o a un barquito a vela en la Bahía de Nápoles. Las primeras piezas son siempre las más difíciles de hacer coincidir entre ellas.
Siempre se comienza identificando las piezas que constituyen las cuatro esquinas y todas las que forman los bordes. Luego se van ordenando por colores y tonos, las que corresponden al cielo, agua del mar, césped, paredes si las hay, flores, árboles, etc.
La clasificación de las piezas del rompecabezas G300 se hace ordenando noticias por fecha y lugar de ocurrencia, personajes que intervienen, y se buscan conexiones con personajes y sucesos ocurridos antes, durante y después del período que se analiza. Cuando muchas de estas noticias, y las conclusiones que se obtienen encajan con muchas otras, una imagen comienza a aparecer y facilita la subsiguiente identificación de otras piezas: noticias y sucesos que de otra manera hubiesen pasado desapercibidas para el ojo no entrenado del investigador de la historia. Y siempre aparece un ‘arrepentido’ o infiltrado en las filas de los conspiradores que provee información valiosa, de primera mano que ayuda a levantar el velo del secreto.
Un ejemplo clásico es el de ‘Deep throat’ en 1971, el informador secreto que suministró los detalles a los periodistas del Washington Post que terminó en el escándalo Watergate y la destitución del Presidente Richard Nixon.
El G300 tiene un poder que alcanza a infiltrar todos los servicios secretos y agencias de seguridad del planeta, ya sea la CIA, Mossad, MI6, KGB, y los gobiernos o personajes que resultan molestos o inconvenientes a sus planes son eliminados de la manera más eficiente conocida. ¿Quién podría tener, si no, interés en eliminar a John Kennedy, a Olof Plame, el primer ministro sueco cuando investigaba a los carteles de armas de Suecia; al presidente Torrijos de Panamá, el sospechoso accidente aéreo donde murió Enrico Mattei, presidente de AGIP luego de que hubiese concertado arreglos con Rusia para la explotación del petróleo de Bakú en clara afrenta a las famosas ‘Siete Hermanas’ el cartel petrolero de entonces, o el intento de asesinato al Papa Wojtila, y a cientos de asesinatos que han sido achacados a accidentes o ‘suicidios’?
Este grupo es el responsable del uso del movimiento ecologista internacional como herramienta geopolítica para consolidar el nuevo status neocolonial al que han sometido a los países menos desarrollados. Su esquema básico de operaciones es la conformación de un cartel de bancos, entre los que se incluyen a diversos bancos Centrales del mundo. No hay poder económico o financiero que se les pueda oponer. Este grupo tiene la facultad de ‘crear dinero de la nada’ (el llamado dinero ‘Mandrake’[1]) y corromper a cualquier persona que sea necesario.
No es tras el dinero que ellos van. Van en pos del PODER. Por el poder mismo. Su meta es el Poder Absoluto. Irrestricto. Dijo George Orwell en su libro 1984, ‘Las revoluciones no se hacen para alcanzar el Poder; se hacen para imponer la tiranía a través del Poder.’
Dado que sus miembros están imbuidos de la eugenésica y racista filosofía maltusiana, el principal enemigo que reconocen es la población en crecimiento en los países del Tercer Mundo. Entre sus acciones más notables para eliminar a este enemigo, se cuentan las campañas y subsiguientes prohibiciones de productos que eran ‘demasiado útiles a la humanidad’ y facilitaban su crecimiento, como el DDT, los CFC, diversas sustancias químicas fundamentales para el desarrollo industrial y la salubridad pública, y finalmente el diseño y puesta en práctica del Protocolo de Kioto tendiente a la reducción de la actividad industrial y comercial a nivel mundial mediante el control absoluto de la generación y venta de la energía.
Ordenando las piezas
Walter Rathenau, entonces Canciller Alemán durante la República de Weimar, escribió un artículo publicado el 24 de diciembre de 1921 en el Wiener Press, donde realizaba un sorprendente e indiscreto comentario que terminaría costándole la vida seis meses más tarde:
‘Solamente 300 hombres, cada uno de los cuales conoce personalmente a los otros, gobiernan de hecho a Europa. Ellos eligen a sus sucesores entre los miembros de su propio entorno. Esos hombres tienen en sus manos el poder para impedir o terminar con cualquier estado de cosas que consideran irracional.’[2]En abril de 1922 Rathenau firmó el Tratado de Rapallo, por el cual Rusia perdonaba a Alemania los pagos de reparación de guerra a cambio de tecnología industrial. Inglaterra protestó airadamente porque el tratado había sido elaborado a sus espaldas, y preveía el desarrollo de los campos petrolíferos de Bakú – sin intervención británica – lo que favorecía enormemente a Alemania y perjudicaría de manera especial al grupo de 300 hombres que Rathenau denunciaba, que otros analistas conocen como el ‘Comité de los 300’.
Walter Rathenau fue asesinado misteriosamente en junio de 1922, dos meses después de firmado el tratado con Rusia, y seis meses después de haber osado mencionar públicamente la existencia del misterioso grupo. Los asesinos de Rathenau fueron arrestados de inmediato pero, de manera significativa, la policía anunció más tarde que se habían ‘suicidado’, de modo que los móviles del asesinato y sus instigadores permanecerán para siempre en el misterio. A partir de este hecho se perdió toda posibilidad de recuperación económica de Alemania y se inicia de inmediato la declinación del valor del marco alemán: en diciembre de 1922 el marco cotizaba 7592 por Dólar, y en enero de 1923 Alemania se declaró en cesación de pago. Para noviembre de 1923, el Dólar cotizaba a 50 billones de Marcos. La primera y más grande hiperinflación de la historia se había desencadenado por obra y gracia del G300. La semejanza de este asesinato con otros asesinatos políticos famosos es impactante. John Kennedy, Indira Ghandi, Olof Palme (su asesino también se ‘suicidó’ en la celda), cuyos autores intelectuales permanecen en el anonimato, indica que no es necesario tener una imaginación afiebrada para relacionarlos con un poder oculto en las sombras, al que se puede identificar genéricamente como el G300.
Las personas molestas, que hacen declaraciones inoportunas, proponen políticas inconvenientes para el grupo, son peligrosas y deben ser eliminadas. La eliminación de estas personas son ‘medidas profilácticas’ necesarias para la supervivencia de un especial modo de vida de unas pocas personas que se han apoderado virtualmente del mundo.
Complots y Conspiraciones
El complot, la conspiración, han sido desde siempre el más eficaz método de acceder al poder y mantenerse en él, enriquecerse, y crear más poder todavía, y acumular más riquezas, en un círculo vicioso en donde las Revoluciones más famosas apenas si han sido cuartelazos con un cambio de funcionarios. La riqueza y el Poder siempre se han mantenido fuera del alcance de las clases menos favorecidas, es decir, la clase media y la proletaria.
Hay quienes creen aún que la Democracia tiene los mecanismos y las instituciones apropiadas para defenderse y evitar ser copada por grupos inescrupulosos como el G300, y que tienen la tendencia a creer que los gobiernos pueden, como ‘representantes’ del pueblo, controlar los precios y los salarios por medio de decretos y leyes; creen que las medidas de ‘corto plazo’ pueden tener éxito para contribuir a la salud económica de una nación, y que los gobiernos ‘democráticos’ tienen la capacidad y habilidad de manejar los parámetros de las economías nacionales y, en armonía con otros gobiernos, los parámetros de las economías del mundo entero. Funciona, pero nunca en beneficio del ciudadano común, el mismo que votó a esos políticos.
En esta tónica, esta gente un tanto ingenua, también parece creer que las previsiones y artículos del Tratado de Kioto pueden llegar a tener algún efecto sobre las emisiones de dióxido de carbono y los niveles de este gas en la atmósfera – y con ello detener un ‘noproblema‘ conocido como ‘calentamiento global’ y el ‘cambio climático catastrófico’. Todo parece indicar que esta gente tiene una fuerte tendencia a creer en los Reyes Magos. Sigamos ordenando las piezas del rompecabezas para ver si la imagen se trata de un barquito a vela o de un jefe Sioux.
Guerras y el Dinero Mandrake
Los miembros del G300 son dueños de cientos de fundaciones ‘filantrópicas’ y ‘sin fines de lucro’, que en realidad son una muy elegante manera de evitar pagar impuestos al gobierno y contribuir ese dinero a organizaciones que siguen sus precisas instrucciones para aumentar y consolidar su absoluto dominio de la economía mundial. También es el G300 el controlador del Cartel de Banqueros que a su vez controla las finanzas mundiales y dicta las políticas monetarias de los Bancos Centrales de cada nación del planeta, con excepción de algunos pequeños países fuera del sistema como Cuba, Laos, o que carecen de importancia en el concierto mundial.
El ‘Dinero Mandrake’ es el dinero que los banqueros, usando la magia del mago Mandrake, crean a partir de la nada. Esto va en contra de cualquiera de las leyes de la termodinámica, en cuanto a que ‘nada se crea, todo se transforma,’ por lo cual sería imposible crear riqueza de la nada. Equivocado: Los bancos sí pueden.
El mecanismo es muy sencillo, pero si lo hace la gente común dará con sus huesos en prisión. Desde hacen muchos siglos los prestamistas (eufemismo por ‘banquero’) se dieron cuenta que el peligro de ser robados en sus casas y castillos por bandas de forajidos, hizo que los poderosos y los ricos les confiaran sus monedas de oro y otras riquezas para ser guardadas en custodia en bóvedas a prueba de asaltos, y a cambio de ese servicio se les recompensaba con un cierto ‘interés’. Como la antigua religión Cristiana prohibía a los fieles prestar dinero a interés, ningún católico sentía deseos de prestar dinero y arriesgarse a que no se lo devolviesen, y que su ‘amor al prójimo’ les llevase a la ruina. Los cristianos no prestaban dinero, cosa que sí hacían los judíos ya que no tenían esa restricción religiosa, con lo que demostraron ser más prácticos y más inteligentes que los cristianos.
De allí que las dinastías banqueras tengan un reconocido origen judío. Nada tengo en contra de la religión ni la raza judía, por supuesto, pero hace mucho que he perdido mi ingenuidad.
También se dieron cuenta los banqueros de que sus clientes les pedían en devolución un promedio del 10% de las monedas de oro entregadas en depósito, de modo que comenzaron a prestar el 90% del capital entregado en custodia –sin conocimiento de sus patrocinadores. De esa forma, por ejemplo, prestaban esas 90 monedas de oro, sabiendo (o esperando) que se las devolverían en tiempo y forma, con un suculento interés que compensaba la angustia de correr el riesgo de que sus depositantes supiesen del juego, y realizaran ‘una corrida’ hasta su banco para exigir la devolución de las monedas.
Para minimizar el riesgo de no contar con las monedas suficientes para devolver en caso de un reclamo inesperado, rara vez hacían los préstamos en metálico –las monedas de oro en sí – sino que lo hacían en forma de ‘promesas de pago’ escritas sobre un papel vistoso, lo que hoy se conoce como ‘pagaré’, ‘cheque’, o más comúnmente ‘papel moneda’ o ‘billetes de banco’.
Todas esas formas financieras de pago no son sino ‘promesas de pagar una cierta cantidad de oro cuando sea reclamada’. Con ese mecanismo, los banqueros podían multiplicar su capital de manera virtual hasta el infinito porque esas 90 monedas de oro servían para ‘garantizar’ innumerables operaciones de 90 monedas, que sólo se les reclamarían 10 alguna vez –de acuerdo a la experiencia comprobada.
Así era frecuente que, de las originales 100 monedas de oro, el banquero hubiese realizado préstamos por un valor de mil o 10.000 o un millón de monedas. Lo importante era que el deudor pagase en término su préstamo para no correr el riesgo de no poder entregar el 10% del dinero que era reclamable por los depositantes. Se comprueba con claridad que en pocos años de ‘honesta’ actividad bancaria un capital inicial de 100 monedas de oro se podía convertir en un capital nominal de un millón de monedas – de las cuales 999.990 habían sido creadas de la nada, pero hechas realidad por los que habían pagado sus préstamos en tiempo y forma.
Es fácil imaginar que todo el sistema financiero es tan frágil como una pompa de jabón en donde está encerrada esa cosa tan volátil que se llama confianza, vigilada muy de cerca por esos hermanos que se llaman miedo y pánico. Normalmente, confianza mantiene a los hermanos ‘miedo y pánico’ a prudente distancia, pero si alguna noticia permite que ‘miedo y pánico’ salten sobre ‘confianza’, entonces el sistema financiero mundial, esa pompa de jabón que flota en una selva de alfileres, se desvanecerá en el aire dejando una hecatombe social en pleno desarrollo. El sistema bancario, se vendrá abajo como un castillo de naipes ante el paso del huracán Katrina.
Las técnicas financieras fueron variando y perfeccionándose hasta nuestros días, en que los banqueros hacen que los gobiernos afronten sus pérdidas. Los banqueros tienen ‘simpatizantes’ (comprados, alquilados o como socios) en los Congresos de todas partes del mundo que se ocuparon de emitir leyes que ‘protegerían’ a los depositantes de los desaciertos de los banqueros, haciendo que el Estado garantizara los fondos depositados en los bancos. Una clara estafa a la confianza de los ciudadanos.
Claro que para eso usan el dinero de los depositantes, que son quienes forman el Estado. Los banqueros jamás pierden. Se cobran del dinero de la gente. Toda la nación Argentina lo pudo comprobar como consecuencia de la crisis financiera de diciembre del 2001. Los bancos, avisados de antemano, se apoderaron de los depósitos de sus ingenuos clientes y los enviaron al exterior en efectivo. ‘Containers’ repletos de dólares en billetes. Cientos de toneladas de billetes. Millones de sueños argentinos perdidos para siempre. Robados con impunidad total. Cuando los jueces hicieron abrir las bóvedas de los bancos para embargar dinero en efectivo, no hallaron ni siquiera el queso para los ratones. Quienes tienen la mala suerte de ser asiduos concurrentes a los casinos lo tienen muy claro: la Banca jamás pierde!
Un ejemplo mucho más reciente es el salvataje financiero o bailout encarado por el gobierno de Barack Obama para salvar de la quiebra (fraudulenta, claro, si dejaban seguir las cosas) a las corporaciones bancarias y financieras de los Estados Unidos, como consecuencia de la hecatombe financiera causada por los mismos bancos y sus peculiares prácticas de prestar dinero a los desempleados insolventes, hacer hipotecas sobre esos préstamos y organizar paquetes de inversión con fantasiosos nombres y cargados de esas hipotecas incobrables que terminan reventando como pompas de jabón. Es lo que muchos economistas serios y juiciosos venían advirtiendo desde 1990 y que llamaban la ‘burbuja de los derivados financieros.’ ¿De dónde obtiene Barack Obama el dinero (trillones de dólares!)? Se los ‘presta’ la Reserva Federal de los EEUU, su banco central, que lo imprime alegremente sin ningún tipo de respaldo de oro, o cualquier otro activo o commodity! Dinero Mandrake. Y hemos dado una vuelta mortal hacia atrás y vuelto a caer en el punto de partida. Y los ciudadanos americanos todavía se preguntan por qué los precios del supermercado siguen subiendo, y subiendo…
Dinastías de banqueros
Todo comienza con la fundación de las dinastías de banqueros en Europa, en especial las dinastías Rothschild, Baring, Warburg, Lazard, Seligman, Schroder, Speyer, Morgan, etc. También forma parte de la historia del cartel de banqueros la creación del Banco de Inglaterra, que necesitaba canalizar las ganancias logradas por la Revolución Industrial y su incipiente Imperio Colonial, hacia actividades que consolidaran el Imperio y la dominación de mercados a escala mundial. El Banco de Inglaterra se creó para financiar las guerras coloniales de conquista de territorios, y más tarde para las guerras entre estados europeos, como las Napoleónicas, la Franco Prusiana de 1870, la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Los banqueros, reunidos en cartel financiero, decidían a quienes apoyar con sus préstamos y a quienes hundir negándoles su ayuda. Se recuerda que la viuda de Meyer Amschel Rothschild, el fundador de la dinastía Rothschild, escribió en 1847: ‘No se preocupe usted; no habrá guerra en Europa. Mis hijos no proveerán el dinero para ello.’
El historiador y analista W. Cleon Skousen describe en su libro ‘El Capitalista Desnudo’[3] el desarrollo de las dinastías financieras de J. P. Morgan y los Rockefeller en los Estados Unidos y la manera en que consiguen crear el sistema de la Reserva Federal de los EE.UU, y usarlo en su propio beneficio. Se pregunta el autor ‘¿Quién controla la Reserva Federal?, ¿Cuáles son las metas de la Reserva Federal y de los demás bancos centrales? ¿Cuáles son las metas de las familias de banqueros internacionales que controlan a los bancos centrales?’ Inquietantes preguntas, por cierto, pero mucho más lo son las respuestas. En cuanto a ‘quién controla a la Reserva Federal’, Skousen prefiere explicar primero quien no la controla: el gobierno de los EE.UU., y lo explica:
‘Según lo hemos señalado antes, en Inglaterra las dinastías de las ‘familias de banqueros’ establecieron su control monopólico sobre las finanzas cuando fundaron al Banco de Inglaterra como una institución privada con la apariencia de una institución gubernamental oficial. Se habían creado centros de control financiero similares en Francia, Alemania, Italia y Suiza.’Más tarde nos explica que el sistema de la Reserva Federal está compuesto de doce ‘Bancos Nacionales’ aunque el único que tiene alguna importancia es el de la ciudad de Nueva York. Según Skousen, ‘este banco fue siempre administrado por alguien que congeniara por entero con los intereses de los bancos internacionales’. Se refiere al primer presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Benjamín Strong, diciendo lo siguiente:
‘Strong debía su carrera a los favores del Banco Morgan… en 1914 fue designado presidente del banco Reserva Federal de Nueva York, nombrado conjuntamente por Morgan y por Kuhn, Loeb y Compañía. Dos años más tarde Strong conoció a Montagu Norman y en esa ocasión acordaron inmediatamente colaborar bajo prácticas financieras que ambos reverenciaban.’[4]Montagu Norman era entonces el presidente del banco de Inglaterra, y el mentor de J.P. Morgan, quien le reverenciaba por haber sido el promotor de su carrera como banquero. Pero lo inquietante eran las ‘prácticas financieras reverenciadas’ por la Reserva Federal y los demás bancos centrales. Los banqueros internacionales querían usar el poder financiero de Estados Unidos e Inglaterra para forzar a todos los otros países importantes a operar ‘a través de bancos centrales libres de todo control político, con capacidad para resolver todas las cuestiones financieras internacionales mediante mutuos convenios, sin interferencia alguna por parte de los gobiernos’.[5] Quigley describe las metas de más alto nivel de las dinastías de banqueros de la siguiente forma:
‘… nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar al SISTEMA POLÍTICO de cada país y la ECONOMÍA DEL MUNDO, entendido como un todo. Este sistema debía controlarse a la manera feudal, con los bancos centrales del mundo actuando en forma concertada mediante convenios secretos fijados a partir de reuniones y conferencias frecuentes y privadas.También se pregunta Skousen sobre las metas propias de las familias dinásticas de banqueros que han conformado el poderoso cartel mundial de banqueros que se ha adueñado de la economía del planeta. Nos asegura Skousen algo que eriza los cabellos de la nuca a cualquiera que creía vivir en un mundo donde ‘el pueblo elige sus representantes y es soberano en sus decisiones’:El eje del sistema sería el Banco de Pagos Internacionales (BIS) con sede en Basilea, Suiza, conformado por un banco privado propiedad de los bancos centrales del mundo y controlado por ellos, los que a su vez constituían sociedades privadas.
En manos de hombres del calibre de Montagu Norman del Banco de Inglaterra, Benjamín Strong de la Reserva Federal de Nueva York, Charles Brist del Banco de Francia, y Hjalmar Schacht del Reichsbank, cada banco central buscaba dominar a su gobierno mediante su habilidad de controlar los préstamos al Tesoro, manipular divisas, influir en el nivel de la actividad económica del país y actuar sobre los políticos dispuestos a colaborar por medio de recompensas en el mundo de los negocios’.[6]
‘Existe un creciente volumen de pruebas que corroboran que los altos centros de poder político y económico han estado forzando a toda la raza humana hacia una sociedad global, socialista, de orientación dictatorial. Lo más incomprensible es el hecho de que este desplazamiento hacia la dictadura, con su inevitable destrucción de mil años de luchas para lograr la libertad humana, está siendo tramada, promovida e implementada por los líderes y los ‘superricos’ de las naciones libres, cuyas posiciones de influencia los hacen aparecer como los principales beneficiarios de una sociedad de libre empresa, orientada hacia la propiedad, una sociedad abierta en la que se ha logrado tanto progreso. Sobre todo, ellos deberían saber que, para que este sistema sobreviva, deben preservarse la libertad de acción y la integridad del derecho de propiedad. ¿Por qué, entonces, los supercapitalistas intentan destruir estos derechos?’El Dr. Quigley, como iniciado y colaborador del G300 da una respuesta tan asombrosa que parece, a primera vista, virtualmente inconcebible. La lógica se hace evidente después que se reúnen y se integran todas las referencias dispersas que existen sobre el tema, es decir, cuando se comienza a distinguir la imagen siniestra que muestra el rompecabezas a medio armar: “Que la jerarquía mundial de la dinastía de banqueros y los superricos tienen como meta es apoderarse de todo el planeta, y que lo harían mediante una legislación socialista si viene al caso, pero sin rehuir a recurrir a una revolución comunista si fuera necesario.”
El Sr. Skousen dedica una gran porción de su libro describiendo la manera precisa en que las elites bancarias y financieras prepararon el terreno, y llevaron al poder y luego consolidaron a Stalin y Lenin, en Rusia, a Hitler en Alemania, y a Mao Tse Tung en China. ¿Qué podemos esperar de estas personas que llevaron al poder a los tres más sanguinarios tiranos del Siglo 20 y los hicieron confrontar entre ellos para beneficio de sus negocios y su poder universal. Hay que reconocer la razón que tenía Victor Hugo cuando exclamaba en el Siglo 19: ‘Pobre gente! Creen que mueren por la Patria, cuando en realidad mueren por unos pocos industriales.’ Que son parte del G300. Grupos de Influencia Nos proporciona W. Cleon Skousen una descripción de un grupo de inluencia conocido como el Grupo Bilderberg, según la información que se tenía en 1970. Nos cuenta que:
‘…sus conferencias se realizan todos los años con carácter de cónclave maestro de planificación internacional. Son secretas y la asistencia se limita a los huéspedes especialmente invitados. Estos resultan ser unas 100 personas del círculo interno más alto, que representan las cuatro principales dimensiones del poder, o sea: las dinastías internacionales de banqueros, sus sociedades involucradas en grandes emprendimientos internacionales, las fundaciones norteamericanas exentas de impuestos, y los representantes del establishment que han obtenido altos cargos de gobierno, especialmente en el de los EE.UU.Estas conferencias están siempre presididas por el Príncipe Bernardo de Holanda quien, junto con su familia, goza de una enorme fortuna en la Royal Dutch Shell Oil Corporation. Cerca de él se verá siempre a David Rockefeller, que representa a su familia y especialmente a la Standard Oil de Nueva Jersey, una de las más importantes estructuras societarias que existen. Resulta interesante y significativo observar que en las últimas tres décadas, mientras hubo revoluciones políticas en distintas partes del mundo, estas dos compañías terminan casi siempre recibiendo todas las concesiones de petróleo y gas natural. Esto vale especialmente para África, el Medio Oriente, América del Sur y el Lejano Oriente.
Además parece que las instalaciones de estas compañías figuran virtualmente fuera de los límites de los bombarderos de ambas partes de cualquiera de las guerras recientes. Mencionamos esto porque el Dr. Quigley parece estar en lo cierto cuando alega que las fuerzas políticas y económicas de la Tierra se están tejiendo para formar un gigantesco y monolítico poder global total.’[7]
El Club 1001
Además del Grupo Bilderberg, existe una sociedad muy real llamada el Club 1001, destinada a coordinar las acciones de los grupos ecologistas del mundo, fundado en 1971 por el príncipe Bernardo de Holanda, consorte de la Reina Juliana, de la Casa de Orange. El número de miembros está restringido a 1001 y sólo se ingresa por invitación. Todos los miembros pagan una inscripción de 10.000 dólares, los que se invierten en el fondo de $10 millones y sirve para financiar las operaciones de la agrupación ultraecologista multinacional Worldwide Fund for Nature, cuyas famosas siglas son WWF.[8] El Club 1001 donó un edificio de oficinas en Gland, Suiza, donde actualmente tiene su sede el WWF y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Los miembros fundadores del club fueron seleccionados por el príncipe Bernardo y su primo hermano, el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, consorte de la Reina Isabel II de Inglaterra. Entre los miembros se encuentran representantes de las casas reales de Europa, ejecutivos de corporaciones y bancos de la corona británica, etc. En el club, como no podía ser de otra forma, figuran también importantes personalidades del crimen organizado.
Fundado por el Príncipe Bernardo de Holanda, nacido en Alemania el 29 de junio de 1911, como Bernhard von Lippe Biesterfeld, es el primo político de la princesa Victoria de Hoehenzollern, hermana del emperador Guillermo. En 1933, Bernardo se afilió al NSDAP, o Partido Nazi de Adolfo Hitler, con ficha de ingreso número 0238 3009 y fecha 1º de mayo de 1933, con fecha de renuncia y egreso del partido el 8 de enero de 1937 –para contraer matrimonio con la entonces Princesa Juliana de Holanda. Su renuncia fue acompañada con una carta de despedida al Führer Adolfo donde estampó su firma después de escribir ‘Heil Hitler!’
Reclutado por la inteligencia del Tercer Reich fue parte de las famosas tropas de asalto SS, y enviado a trabajar en la compañía química alemana IG Farben (la productora del gas ZyklonB para las cámaras de exterminio, y que siguió manteniendo negocios con la compañía química inglesa ICI, Imperial Chemical Industries, durante la Segunda Guerra). En 1953, Bernardo fundó la Sociedad Bilderberg, la que auspicia reuniones secretas de las élites unimundistas americanas y europeas. En 1961 fue cofundador del WWF y nombrado su primer presidente porque la figura del príncipe Felipe se hubiese visto como ‘demasiado colonial’ para quienes tendrían que sufrir la imposición de parques nacionales que pusieran a salvo (para la corona) los recursos naturales de la mayoría de los países de África.
En 1976 Bernardo fue sorprendido cobrando un soborno (o ‘comisión’) de $1.100.000 dólares de la compañía de aviación Lockheed por sus ‘gestiones’ para la compra de los cazas F104 para la Real Fuerza Holandesa. Renunció a la presidencia de la Sociedad Bilderberg y al WWF, y al Club 1001, pero siguió cumpliendo funciones importantes tras bambalinas. Visto su ‘currículum’, (¿prontuario?) suena como algo hipócrita que cuando su nieto y heredero del trono se casó con la joven argentina Máxima Zorreguieta, se le prohibiese al padre de la novia asistir a la ceremonia por haber sido Ministro de Agricultura del gobierno de facto del General Jorge R. Videla, en la década del 70.
En los años 90, el WWF y una de las empresas que lo financian fuertemente, las Cervezas Heineken, de Holanda, realizaron una serie de estudios que proponen la desintegración de los Estados nacionales de Europa, como también cuadruplicar el número de reservas naturales, parques de fauna y flora y zonas protegidas en el territorio de la Europa continental. A. H. Heineken, presidente de la junta directiva de la empresa cervecera, es un viejo colaborador de los esfuerzos del WWF y la UNICN. Durante muchos años también figuró entre los directivos de la Heineken John Loudon, ex presidente de la Royal Dutch Shell, presidente del WWF de 1977 a 1981, y miembro del Club 1001.
El estudio preparado por Heineken propone dividir al mapa de Europa en 75 miniestados con población de no más de 10 millones cada uno. Cada miniestado sería gobernado por un integrante de alguna de las casas reales que existen en Europa. El plan recibió el apoyo de ‘Ecoropa‘, una de las filiales más importantes del WWF en Europa, fundado por el declarado ‘fascista universal’, el finado Dennis de Rougemont, junto con Teddy Goldsmith, fundador de la revista The Ecologist.
En 1994 el WWF y la UICN emitieron un estudio llamado ‘parques para la vida,’ que propone cuadruplicar la extensión de zonas protegidas en Europa. El plan eliminaría todos los actuales proyectos de construcción de ferrocarriles, sistemas hídricos y demás obras vitales de infraestructura para el desarrollo EsteOeste, porque todos serían interrumpidos por parques naturales. Este plan encaja con el plan Heineken, y llama a sustituir el sistema de Estados nacionales con una nueva geografía política basada en ‘biorregiones’.
Para garantizar el éxito de este esquema, miembros del Club 1001, y los patrocinadores más ricos del WWF han estado comprando grandes extensiones de tierras en las regiones identificadas para futuros parques y zonas protegidas. Si acaso hallaran resistencia a sus planes, el Club 1001 y el WWF cuentan con un creciente movimiento de partidos verdes por todo el continente, que pueden soltar contra sus opositores. El movimiento verde Europeo fue creado precisamente como un proyecto conjunto del WWF y las viejas policías secretas del bloque soviético, en especial la Stasi de la Alemania Oriental.
El Informe de La Montaña de Hierro
El Informe ‘Iron Mountain’ toma su nombre del último lugar donde se reunió una comisión elegida por ‘alguien’ en el gobierno de Estados Unidos, aunque no hay pruebas de que realmente hay sido una operación del gobierno, sino de los ‘topos’ del G300 infiltrados en el mismo. Se diferencia de otros informes similarmente solicitados por la Casa Blanca, y otras agencias del gobierno (como el reciente caso del informe ‘solicitado por el Pentágono’ advirtiendo sobre una inminente catástrofe climática –pero redactado por dos libretistas de ciencia ficción para la televisión), por no haber sido dado a publicidad por el gobierno que lo habría solicitado. El ‘Grupo de Estudio Especial’ comprendía 15 personas que demoraron unos dos años y medio en completarlo. El tema: ‘Factibilidad y Conveniencia de la Paz’[9]
El grupo representaba, de acuerdo al criterio del miembro del establishment que contrató al equipo de pensadores, los más altos niveles de erudición, experiencia, capacitación en todas las ciencias físicas y sociales. El contenido del informe, que pretendía ser ‘secreto’, se filtró al público gracias a uno de los miembros del grupo que no le parecieron correctas las conclusiones del informe. Contactó al editor del libro, el Sr. Leonard Lewin, presentándose con el seudónimo de John Doe (o Juan Pérez). John Doe creía que la gente tenía el derecho de conocer el contenido del informe y lo que se estaba preparando contra ella.
Iron Mountain es una localidad del estado de Nueva York donde estaba ubicado el famoso refugio nuclear subterráneo que algún día usaría el gobierno de los Estados Unidos para refugiarse en caso de un ataque nuclear. Fue sacado de servicio recientemente y convertido en museo de atracción turística. Cientos de compañías comerciales e industriales la utilizaban para poner a resguardo sus documentos críticos. Además, incluía sitio para las sedes alternativas de muchas compañías, entre las que se destacan famosas firmas del establishment como Standard Oil de New Jersey, Shell y Manufacturers Hannover Trust.
Uno de los miembros del grupo, que actuaba como ‘contacto del gobierno’ pagaba a los otros miembros todos sus gastos de traslado, viáticos, estadía, y otros gastos, con las instrucciones de que no debían informar al IRS (Departamento de Impuestos) de esos pagos, y que debían mantener secretas las deliberaciones del grupo y sus conclusiones. La primera reunión fue en agosto de 1963, pero había sido proyectada ya en 1961 por el equipo del gobierno entrante de Kennedy, de manera particular, por McNamara, Mc George Bundy, y Dean Rusk’. La última reunión ocurrió en marzo de 1966.
Lewin prologó la publicación del informe haciendo notar que contenía presunciones y recomendaciones escandalosas y ofensivas para el sentido común de la gente, en especial de los norteamericanos. El informe contiene nociones sobre que la pobreza no sólo es necesaria sino que es deseable; que la vuelta a la esclavitud como institución puede ser conveniente; y que sería necesario presupuestar el número óptimo de muertes anuales a ocurrir en las guerras. El informe dice que estas son prerrogativas legítimas de los gobiernos. Sin embargo, las verdaderas metas del informe no se detienen allí sino que se proyectan hacia la constitución de la sociedad en el futuro bajo un gobierno único mundial –algo que la actual Globalización está logrando a pasos acelerados.
La preocupación de los que encargaron el informe eran los problemas que debería encarar los Estados Unidos en caso de llegar a una época de no beligerancia, en donde las guerras ya no representarían el motivo del derroche de recursos que la banca internacional necesita para seguir al tope del mundo. El derroche es necesario para que los gobiernos necesiten dinero (que tomarán de los impuestos y de los bancos si el de los impuestos no alcanza), lo que hará que los bancos recurran a la mecánica del Dinero Mandrake, creado de la nada, sólo en base de promesas de pago que originan otras promesas de pago, hasta el infinito.
Era necesario saber lo que ocurriría si desaparecían las guerras, porque era vital para el ‘equilibrio social’, o la ‘estabilidad social.’ Lo que esta gente considera la estabilidad social, como claramente lo describe el informe, es ‘la existencia necesaria de clases, con una clase pobre siempre en lo más bajo, y una clase alta, siempre en lo más alto.’
¿Por qué se consideraba probable el advenimiento de una peligrosa época sin guerras, que habían sido a lo largo de toda la historia la causa del ascenso al poder del G300? Las guerras tienen sus funciones económicas, y a pesar de que implica un derroche extraordinario, este derroche había tenido una utilidad social en la medida que el mismo se encuentra fuera del control de las fuerzas del mercado, y que por el contrario, está sujeto a un ‘control central arbitrario.’ Ese control se usa, por supuesto para decidir las políticas económicas de los países proveedores de materias primas y recursos naturales. La preocupación del G300 era que las guerras se estaban haciendo muy impopulares en todo el mundo, en especial en los Estados Unidos.
La guerra de su independencia parecía haber dejado a los norteamericanos con un profundo desagrado por la guerra, y Washington recomendó a su pueblo (y sus políticos) que se mantuviesen apartados de las intrigas bélicas europeas, las que ‘no tienen lugar alguno en un país nuevo como el nuestro, que por primera vez en la historia de la humanidad fuera erigido para ser gobernado por el pueblo, para el beneficio del pueblo.’ Y se podría añadir no para el beneficio de aquellos momentáneamente poderosos que gobernaban y que, de hecho, serían reemplazados con frecuencia.
Claro que eso estaba escrito en la Constitución de los Estados Unidos, y ese era el espíritu con el que fue cuidadosamente redactada por los ‘Padres Fundadores’ de la patria americana, Hamilton, Jefferson, Franklin, etc. También la constitución Argentina contenía esos principios fundamentales de los Derechos Humanos recogidos por Alberdi y otros próceres (dado que fue copiada de la norteamericana) pero a lo largo de la historia fue también cuidadosamente reformada, mutilada y destrozada por los políticos de turno que no soportaban la idea de tener que ‘volver al llano’ con las manos vacías, y la reformaron a gusto y medida para aprovechar su ‘mandato popular’ y enriquecerse de la manera más vil y escandalosa que podamos concebir.
Por ello, el poder de entrar en guerra con alguien fue confiado al Congreso que representaba (entonces) a un electorado de muy variadas opiniones. La hecatombe de la Guerra Civil renovó el odio hacia la guerra de la gente común, para desazón de los poderosos que se habían enriquecido con los contratos de guerra para el gobierno. Así es que fueron necesarias muchas actividades conspirativas para lograr que los Estado Unidos entraran a la 1a Guerra Mundial, y esta guerra provocó un repudio mayor todavía que obligó a que los conspiradores tuviesen que trabajar más duro aún para conseguir el ingreso del país a la Segunda Guerra Mundial. Luego la guerra de Corea demostró que la gente común de los Estados Unidos no les convencía el asunto de ir a la guerra. No les convencía el argumento, irónicamente puesto por algunos pensadores sensatos, de que ‘la guerra es un buen negocio; invierta a su hijo’.
La guerra de Vietnam mostró muy claramente que en el pueblo americano estaba creciendo la convicción de que les estaban manipulando. Ello fue posible porque hubo una ganancia de conciencia histórica y un mayor acceso a la información y a la educación. La educación es un peligro enorme para el G300, sobre todo en los países que serán las víctimas del saqueo de sus recursos naturales.
Así es que se infiltraron en todos los niveles relacionados con la educación y la cultura, comenzando con la UNESCO, e impulsaron las ‘reformas educativas’ que llevaron a la destrucción del sistema educativo (efecto notable en Argentina) con programas de estudio que dificultan el aprendizaje de las materias básicas, útiles para el uso en actividades productivas, reemplazándolas con materias de ‘concientización ambiental,’ que están destinadas a allanar el camino a las propuestas anti desarrollo, anti industrialización, y anti progreso económico.
El pueblo de Estados Unidos estaba harto de la guerra cuando dio su apoyo para la creación de las Naciones Unidas, en la creencia de que serviría para detener las guerras en todo el mundo. Sin embargo, todos los pueblos del mundo fueron embaucados una vez más por los poderosos, dado que se reconoce con absoluta claridad que las Naciones Unidas no son una institución que busca asegurar la Paz y la Libertad, sino que está encargada de adquirir poder y control político y militar sobre los pueblos del mundo en beneficio de las elites de poder que la crearon. Es decir, los miembros del G300.
El analista político e historiador G. Edward Griffin, en su libro ‘The Creature of Jekyll Island,’ de 1994 [10], señala que:
‘La respuesta consiste en que El Informe Iron Mountain fue ejecutado por encargo, no de soñadores de torres de marfil, sino por gente con responsabilidad oficial. Es el hijo intelectual del Consejo de Relaciones Internacionales (el CFR, de Rockefeller, Kissinger, etc). Asimismo, es indudable que las maniobras perfiladas en el informe ya se están implementando. Con tomar al informe en una mano y el periódico del día en la otra se llega la conclusión de que cada tendencia importante de la vida de los Estados Unidos se alinea con las recomendaciones contenidas en el informe.’
‘Tantas cosas hasta ahora incomprensibles se vuelven claras como el agua; la ayuda externa, los derroches en materia de gastos, la destrucción de la industria norteamericana, un organismo para los empleos, el control de las armas de los civiles, una fuerza de policía nacional, la desaparición aparente del poderío soviético, un ejército de las Naciones Unidas, el desarme, un banco mundial, una moneda mundial, la entrega de la independencia nacional mediante tratados y la histeria ecológica. El Informe Iron Mountain ya ha creado nuestro presente. En este momento está modelando nuestro futuro.’
La Función Económica
Dice el Informe Iron Mountain en su página 167:
`La guerra les suministró muy bien a las sociedades ancianas como a las modernas de un medio seguro para realizar la estabilidad y el control de las economías nacionales. Ningún otro método de control se ha ensayado y que, para una economía moderna y compleja, se haya mostrado de lejos tan eficaz y de hecho tan grande.Más precisamente, desde la visión Keynesiana del informe:
‘…en el caso del ‘derroche’ militar, es evidente que la utilidad social es manifiesta. Ello proviene del hecho que el ‘derroche’ de la producción de guerra se cumple totalmente fuera de los marcos de la economía de la oferta y la demanda. En tanto así, este ‘derroche’ constituye el único sector importante de la economía global que está sujeto al control completo y discrecional por parte de la autoridad central. […] …los gastos militares pueden considerarse como el único volante de seguridad provisto de una inercia suficiente para estabilizar el progreso de sus economías. El hecho que la guerra sea un derroche es precisamente lo que la hace susceptible de reemplazar sus funciones.’Los creadores del Informe Iron Mountain creían imperativa la creación de un enemigo lo suficientemente poderoso y peligroso como para que la gente aceptara cualquier medida del gobierno para defenderlo de él. Había que inventar enemigos peores que las guerras.‘La eliminación de la guerra implica la eliminación inevitable de la soberanía nacional y del Estado en su concepción tradicional.’
‘El enemigo que define la causa debe parecer auténticamente aterrorizante. En términos sumarios, la potencia presumida del ‘enemigo’ suficiente para asegurar un sentimiento de obediencia a una sociedad, debe ser de una dimensión y complejidad proporcionales a las dimensiones y complejidad de la sociedad. Hoy, por cierto, esta potencia debe ser una fuerza aterrorizante y sin precedentes.’Es decir que, ‘para ser realmente tangible es necesario que esta amenaza implique un riesgo real de destrucción personal. La credibilidad es la clave.’ (p. 113). También insiste el informe en que las sociedades más brillantes del pasado ‘hicieron un uso muy extenso del sacrificio humano’ (p. 111). Las siguientes son algunas de las instituciones que deberían reemplazar las actuales en diversos campos de la economía, la política, las ciencias, la sociología, etc.:
- Economía: a) un programa de bienestar social que mejore las condiciones de la vida humana; b) un programa de investigaciones espaciales gigantesco y sin fin, dirigido a metas imposibles de alcanzar; un sistema de inspección para el desarme.
- Política: a) una fuerza internacional de policía omipresente, b) una amenaza extraterrestre conocida y admitida; c) la contaminación masiva del medio ambiente; d) enemigos de reemplazo ficticios.
- Sociología: a) proyectos copiados de una manera general de los Cuerpos de Paz; b) una forma moderna y evolucionada de la esclavitud. Función creativa movilizadora: a) intensificación de la contaminación del ambiente; b) nuevas religiones u otros mitologías; c) juegos sangrientos de utilidad social; d) formas combinadas de modelos precedentes.
- Ecología: Extenso programa de medidas eugenésicas.
- Cultura: No se proponen instituciones de reemplazo. Ciencias: necesidades secundarias presentadas para la investigación espacial, los programas de bienestar social y/o los programas de medidas de eugenesia.
Las reacciones a la publicación del Informe fueron dispares y ello nos da una idea de quiénes son los que siguen promoviendo las ideas del Informe que se siguen poniendo en práctica hasta el día de hoy. El ‘The Christian Century’ decía el 13 de diciembre de 1967, ‘La Montaña de hierro es el más negro de los humores negros, la más enferma de todas las bromas malsanas,’ mientras que el New York Times, siguió su tradicional línea de apoyo a sus controladores en el G300, y escribió el 20 de noviembre de 1967, ‘Con seguridad, se trata de una broma, pero qué broma, una parodia muy ingeniosa, tan original, perspicaz, interesante y aterrorizante que recibirá una gran atención sea cual fuere su origen.’[11]
Sin embargo, la reacción que provocó y sigue provocando el Informe, es prueba de que se trata de cualquier cosa menos de una broma. Los análisis y las recomendaciones del Informe de la Montaña de Hierro son de total actualidad. Se inscriben dentro de una perspectiva totalitaria, anticristiana, e inhumana. Se preocupa exclusivamente de un problema global, la supervivencia de la humanidad por medio del desarme, llega a negar todo lugar a las personas dentro de la sociedad que proyecta. Su marco político es el de la convergencia EsteOeste y el desarme; marco unimundista y globalizador por excelencia que parecía utópico en su momento pero que es el escenario geopolítico actual.
La única solución que el Informe propone es el de un Fascismo Ecológico que, como lo estamos comprobando hoy, está en vías de conseguir su objetivo. La socialización del mundo y la concentración del poder absoluto en un centro de planificación central tipo Soviet. Los medios para conseguirlo ha sido la creación de la red multinacional de Organizaciones NoGubernamentales de todo tipo, ecologistas, indigenistas, separatistas, etc.
La Función Ecológica
El Informe sostiene que la guerra permitiría controlar la sobrepoblación del planeta. ‘La guerra ha sido el principal factor de la evolución que permitió mantener el equilibrio ecológico entre las inmensas poblaciones humanas y los recursos que se encontraban a su disposición para asegurar su existencia.´ (p. 168). También insiste fuertemente el Informe sobre el rol eugenésico que deberá tener el sustituto de la guerra. Toda procreación se hará mediante la inseminación artificial. Así podrá controlarse la talla de la población y proceder a una ‘administración eugenésica’, y el uso de la píldora anticonceptiva deberá ser generalizado en el servicio de agua potable de las ciudades. (p. 155).
El Movimiento Ecologista
El movimiento ecologista no es nuevo, ni tiene sus orígenes en 1970 con la declaración del Día de la Tierra en Washington. Tampoco lo es el movimiento ‘conservacionista’ que se atribuye la intención de ‘preservar‘ a la naturaleza fuera del alcance de los seres humanos. Algunos creen que el asunto del conservacionismo se remonta al veneciano Giammaría Ortes, que escribió un ‘ensayo sobre la población’ del mismo tono sombrío que el de Thomas Malthus, quien lo plagió sin vergüenza alguna. También influyó Giammaría Ortes sobre el inglés Bernard Mandeville (1670-1733), quien afirmaba que ‘la bestialidad y el mal son el estado natural del hombre’ – quizás por su experiencia personal de convivir con la nobleza inglesa. Ese enfoque tan poco acertado sobre la naturaleza humana prendió en algunos pensadores ingleses como Adam Smith, Jeremy Bentham, Thomas Hobbes, John Locke, y por supuesto, en Thomas Malthus.
La filosofía Ortes-Mandeville-Malthus deviene la base del pensamiento y del accionar de la Corona Británica desde entonces. Esa filosofía es la que guía, como ser, a la Sociedad Mont Pelerin, (fundada por el economista austríaco Friedrich von Hayek), que se expresa a través de boca de uno de sus guías espirituales, el ‘católico conservador’ Michael Novak, cuando afirma que ‘Ningún orden humano inteligente… se puede administrar en base a los preceptos cristianos… Una economía libre… no puede ser una economía cristiana. La única posibilidad realista es construir una economía para pecadores: la única mayoría moral.’
Ni qué decir que este espíritu era el imperante entre las noblezas de Europa, desde la rusa, dando la vuelta por Grecia, Rumania, Austria Hungría, Italia, España, Francia, pasando por las casas menores hasta terminar en la británica. La elite real era la que por derecho divino era la dueña del mundo, y los vasallos apenas si tenían una ‘franquicia’ real para realizar sus actividades. Lo que conocemos hoy como el G300 ya se había comenzado a gestar cuando las familias banqueras se elevan a un nivel de poder igual al de los reyes y emperadores, puesto que sin sus préstamos, los reinados e imperios no podían financiar ejércitos ni guerras.
Inglaterra ha sido la pionera en el tema ‘conservación’, entendiendo a este término como el de conservar los recursos naturales y materias primas para uso exclusivo de la Corona Británica. Ya se vio la manera en que Inglaterra dominó a China a través de la introducción del opio en su población, haciendo adictos a millones de chinos que, con la voluntad quebrada y su resistencia desaparecida, se convirtieron en mano de obra esclava. En la India como en el resto de las colonias en el Sudeste Asiático, se trabajaba para recibir la ración de ‘ganja’, el producto de la cannabis sativa, la marihuana, o hachís, según su concentración.
Para asegurar que la población nativa no consumiese (comer, vestirse) recursos naturales que no les pertenecían por mandato divino (y decreto de la reina…), los colonizadores se preocuparon de que las poblaciones nativas de sus colonias no aumentaran en número.
En África comenzaron a crear ‘vedados’ o ‘cotos de caza’ privados a los que sólo los nobles ingleses y demás miembros de la raza blanca sajona podían ingresar. Sucedía que las poblaciones nativas habían adquirido a lo largo de miles de años, la pésima costumbre de querer alimentarse y mantenerse vivos. Para ello debían cazar o recolectar (quienes eran lo bastante atrasados para mantenerse en esa etapa del desarrollo cultural) o cazar, recolectar, sembrar y cosechar, y eso no se podía permitir.
Para asegurar el mantenimiento de esos ‘vedados’ se constituyó en la metrópoli una serie de organizaciones destinadas a explorar, y mantener sus territorios vedados. En 1826, cuando ya la teoría de Malthus era política oficial del Imperio y de la Compañía de las Indias Orientales, sir Stamford Raffles fundó a la Sociedad Zoológica de Londres. Raffles había sido virrey de la India y el fundador de Singapur. También inspiró la creación de la Sociedad Zoológica de Nueva York y Francfort. En 1830 se funda la Real Sociedad Geográfica, (Royal Geographic Society), que patrocinó importantes expediciones coloniales al África, como las de Livingstone y Sir Richard Burton. Las juntas directivas de ambas sociedades casi no se diferencian entre sí y están formadas con abrumadora mayoría de nobles ingleses. El príncipe Felipe de Edimburgo, dueño y señor del WWF fue presidente de la Sociedad Zoológica de Londres en los años 70.
Pocos saben, además, que Felipe nació en la Isla de Corfú, Grecia, en la familia de nobles alemanes Battenberg, que después de la Primera Guerra Mundial cambiaron su apellido a Mountbatten, traducción al inglés del apellido, porque los nombres alemanes eran mal vistos. Más tarde Felipe recibió educación en Francia y en su adolescencia estudió en el Schule Schloss Salem, en Alemania, donde recibió su reconocida educación en eugenesia y su pensamiento fundamentalista.
En 1903 se funda a la Sociedad de Conservación de la Fauna y la Flora, (su nombre original era Sociedad de Conservación de la Fauna Silvestre del Imperio) es la segunda en antigüedad entre las organizaciones conservacionistas del Imperio, después de la Real Sociedad para la Protección de las Aves, fundada en 1889. Su afición por la protección hacia las aves y otros bichitos no parece haberse extendido a la raza humana porque junto con la Real Sociedad Eugenésica (la que propugna la pureza racial y las limpiezas étnicas al estilo Nazi) apadrinaron la fundación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y al World Wildlife Fund. Desde su fundación su sede estuvo en el Zoológico de Londres y su patrona es la reina Isabel II.
El carácter político, lejos del afán conservacionista de estas organizaciones se manifiesta en sus jefes y directores: sus vicepresidentes fundadores, lores Milner, Grey, Cromer, Minto, y Curzon, fueron todos procónsules imperiales, en el África y la India. Sir Peter Scott, uno de los fundadores del WWF, y desde los años 60 hasta su muerte en 1989 fue presidente de Fauna y Flora, dijo una vez, ‘Ya que el Imperio en aquel entonces cubría cerca de una cuarta parte del globo, fue un buen punto de partida para internacionalizar al incipiente movimiento de conservación de la vida silvestre.’
El principal objetivo de Flora y Fauna era ampliar a todo el mundo el sistema de parques nacionales, para conseguir afianzar sus intenciones de dominar el territorio y preservar los recursos naturales para uso de la Corona. En 1933, 1938, y 1953 realizó conferencias para organizar nuevos parques. Su secretario, el coronel StevensonHamilton fue el creador del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
Más tarde, con licencia real se creó la organización llamada Conservación de la Naturaleza (Nature Conservancy), uno de los cuatro organismos de investigación del Consejo de la Reina. Esta organización fue una de las más poderosas operaciones encubiertas de pos guerra que hiciera la Corona. El secretario permanente del presidente del Consejo de la Reina, Max Nicholson, redactó la legislación constituyente del Nature Conservancy. Se encargó también de trazar las principales estrategias y tácticas del movimiento ecologista mundial para las décadas siguientes. Fue Nicholson quien inició la campaña contra el DDT que más tarde popularizara Rachel Carson; redactó la constitución del IUCN; organizó y presidió la comisión fundadora del WWF en 1961; y eligió como primer presidente del WWF a sir Peter Scott. En 1970 publicó un libro sobre los orígenes del movimiento ecologista de posguerra, cuyo subtítulo era muy sugestivo: ‘Guía para los nuevos amos de la Tierra’.
Todo esto está organizado en lo que se conoce como el Club de las Islas.
La IUCN, por sus siglas en inglés que significan Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, fue fundada en 1948 por Sir Julian Huxley, con una constitución redactada por el Ministerio de Relaciones Exteriores Británico (Foreign Office), está formalmente vinculada a las Naciones Unidas, pero sin veeduría de ésta. El WWF se fundó inicialmente para proveer la financiación del IUCN, y muchas de las comisiones de la IUCN están controladas por ‘Flora y Fauna’.
La IUCN considera que su misión principal es la conservación de la ‘biodiversidad’. Junto con el UNEP (Programa Ambiental de las Naciones Unidas) y el World Resources Institute, la IUCN emprendió una ‘estrategia global de la biodiversidad’, que inspira y dirige los planes de conservación y entorpecimiento del desarrollo de las naciones del Tercer Mundo o de las que son competidoras de Gran Bretaña.
Luego, será una sorpresa para muchos, pero la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que fue fundada en 1946 por Sir Julian Huxley, define en su documento de fundación la doble misión de la UNESCO: popularizar la necesidad de la eugenesia, y proteger la vida silvestre mediante la creación de parques nacionales, especialmente en África. Entre las organizaciones sospechosas de impulsar la eugenesia, el control de la natalidad obligatorio, la reducción de la población, y otras aberraciones viene a continuación el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP), formado en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente, de 1972, la nefasta Cumbre de Río, organizada por Maurice Strong, también miembro fundador del WWF.
La lista de organizaciones que fueron creadas para ‘proteger, defender, preservar, conservar’ al ambiente no tienen relación alguna con la intención o el propósito de ‘mejorar la condición humana’, sino con el definitivo propósito de deshacerse de la mayor cantidad posible de seres humanos, sobre todo de aquellos que no encuadran dentro de lo aceptable por la definición eugenésica de ‘ser humano’ de estas organizaciones. Las declaraciones de los miembros más conspicuos y respetados del movimiento ecologista a veces causan escalofríos, pero vale la pena recordar algunos ejemplos. Del Príncipe Felipe de Edimburgo se recuerda la frase: ‘Hay que ‘Podar’ la población,’ al recibir el título honorario de la Universidad de Ontario Occidental, Canadá, 1º de julio de 1983:
“Por ejemplo, el proyecto de la Organización Mundial de la Salud, para erradicar la malaria en Sri Lanka en los años de posguerra, consiguió ese objetivo. Pero ahora el problema es que Sri Lanka debe alimentar al triple de bocas, procurar el triple de empleos, y dar el triple de vivienda, energía educación, hospitales y tierra colonizable para poder mantener el mismo nivel de vida. Con razón ha sufrido el ambiente natural y la vida silvestre de Sri Lanka. El hecho es que los programas de auxilio con las mejores intenciones tienen culpa de esos problemas, al menos en parte.”De manera que, en la visión de Felipe, lo mejor no es realizar programas de ayuda bienintencionados, sino que lo ideal para el ambiente sería impulsar programas dedicados a la eliminación de la mayor cantidad posible de seres humanos. Imbuidos de ese espíritu es que se lanzaron a la espantosa campaña de prohibir al DDT que había casi conseguido erradicar la malaria en el mundo –a costa de tener que alimentar a más gente sana después. Pero, de dónde habré sacado yo esa idea tan maligna sobre el amor que Felipe le tiene a los seres humanos, en especial a los de piel marrón oscuro o negra?
‘En caso de reencarnar, me gustaría volver como un virus mortífero, a fin de ayudar en algo a aliviar la sobrepoblación.’ (Felipe de Edimburgo, en su prólogo a People As Animals, de Fleur Cowles, 1986.)¿Por qué este espíritu tan poco cristiano? ¿Cuál es la causa para esta ausencia absoluta de bondad? Bertrand Russell, filósofo inglés ganador una vez del premio Nobel de literatura y famoso ‘pacifista’ –casi enloqueció al pobre Winston Churchill con sus demandas para arrojar la Bomba Atómica sobre Moscú a poco de terminar la Segunda Guerra Mundial – en su libro, ‘The Impact of Science Upon Society, (El Impacto de la Ciencia Sobre la Sociedad) de 1953, pp. 102104, nos hace saber que:
‘Pero los malos tiempos, dice usted, son excepcionales y se los puede enfrentar con métodos excepcionales. Esto ha sido más o menos cierto durante la luna de miel del industrialismo, pero no seguirá siendo cierto a menos de que se disminuya enormemente el aumento de la población del mundo… La guerra, hasta ahora, no ha tenido un efecto muy grande en este aumento, que continuó a lo largo de las dos guerras mundiales. La guerra ha sido frustrante a este respecto… pero tal vez la guerra bacteriológica resulte más efectiva. Si una vez en cada generación se propagase por el mundo una Peste Negra, los sobrevivientes podrían procrear libremente sin llenar demasiado el mundo… Quizás el estado de cosas sea algo desagradable, pero ¿y qué? Las personas de veras nobles son indiferentes a la felicidad, especialmente la ajena.’
¿Será la ‘nobleza’ del Príncipe Felipe la que le hace tan indiferente a la felicidad ajena –pero le hace preocuparse por la felicidad de los animalitos de la selva? No creo que Felipe se preocupe por los animalitos de la selva, dado que nunca ha dado pruebas de hacerlo. El WWF que fundó en 1961 no llevaba la intención de salvar animales de la extinción. En enero de 1961, meses antes de fundar al WWF, el príncipe Felipe causó una conmoción en los medios conservacionistas al haber estado casando tigres de Bengala en la India, en una expedición del Rajá de Jaipur, y pocos días después, haber disparado sobre una rinoceronte con cría dejándola huérfana y destinada a morir de inanición. Para colmo, la mamá rinoceronte era de una muy extraña especie en peligro de extinción, con sólo 250 ejemplares en todo el mundo. La verdadera intención de la creación del WWF fue la de crear focos de desestabilización política en África, creando parque nacionales que sirvieran de refugio para las guerrillas de los diversos países Africanos. Precisamente, los guerrilleros Ruandeses que invadieron Ruanda causando la increíble y espantosa masacre de 1.500.000 tutsis, partieron de los Parques Nacionales de los Gorilas, en Uganda, Virunga, (Zaire) y de los Volcanes (Ruanda), donde gozaban de la protección del WWF y, según acusa el Congreso Nacional Africano, el WWF les proveyó de material paramilitar (bazookas, AK47s, munición, granadas, etc) que habían transportado allí ‘para combatir a los cazadores furtivos de elefantes’.
El Genocidio de Ruanda
Hasta abril de 1994, la población de Ruanda era de unos 7,2 millones de habitantes. Para septiembre habían muerto ya más de 1.000.000. La Agencia de Desarrollo Internacional de EEUU ha calculado que 2.576.000 ruandeses fueron desplazados dentro de Ruanda. En esa cifra se incluye a 1,3 millones que se trasladaron a la antigua zona francesa de seguridad ubicada al sudoeste del país. Otras 2.333.000 personas están refugiadas fuera de Ruanda: 1.542.000 en Zaire, 210.000 en Burundi, 460.000 en Tanzania, y 10.500 en Uganda. Es decir, 5.799.000 personas, el 80,6% de la población ha muerto o ha sido desarraigada.
Podríamos sospechar que el G300, Inglaterra y las Naciones Unidas tuvieron alguna responsabilidad en esta hecatombe? Si así no fuese, no se lo estaría contando.
Ruanda fue aniquilada, despedazada; su población casi exterminada (aquí hubo genocidio, pero del serio), y fue obra del dictador de Uganda, Yoweri Museveni y de la Ministra de Fomento de Ultramar Británica, Lady Lynda Chalker. La tragedia de Ruanda no comenzó con el asesinato del presidente Juvenal Habyarimana el 6 de abril de 1994, sino con la invasión de Ruanda que, con el respaldo británico, realizó el alto mando del ejército Ugandés en octubre de 1990.
Los Parques Nacionales: Vedados al Hombre
Examinar el mapa de sistemas parques naturales de África es una experiencia muy instructiva. El tamaño total de estos parques y reservas naturales es sorprendente. El parque Kruger de Sudáfrica, por ejemplo, tiene una superficie igual a la del estado de Massachussets en EEEUU, mientras que el descomunal complejo de parques de Zambia es más grande que Gran Bretaña. Pero lo significativo y alarmante es que los parques están situados en las fronteras entre dos y hasta tres naciones, que se juntan para formar parques bi y trinacionales que sobrepasan las fronteras.
Estos parques no están ubicados en esas regiones por cuestiones estéticas o de conveniencia ecológica o de conservación. A diferencia de Europa, donde las fronteras están generalmente demarcadas por bellas regiones montañosas y ríos, las fronteras de África fueron dibujadas arbitrariamente por las potencia Europeas en sus conferencias imperiales.
Inglaterra es conocida por su afición a crear naciones nuevas y hacer desaparecer las viejas, según su conveniencia. Dos casos paradigmáticos recientes fueron el Estado de Israel y Kuwait, mientras que permanece indiferente ante el despedazamiento de otras naciones y su reparto entre los vecinos, como en el caso de Armenia.
No hay nada especial en las fronteras de los países Africanos que no se pueda encontrar al interior de los mismos. La ubicación de los parques nacionales en las regiones de frontera tiene el propósito bien definido: practicar el genocidio y la desestabilización de África.
La creación de parques nacionales y reservas en África muestra dos fases distintas. La primera es la fase de la preservación, el acceso a la cacería se restringió para que sólo pudieran cazar los miembros de elite colonial blanca, supuestamente para preservar el linaje de las especies preferidas para sus cacerías de trofeos. Las autoridades coloniales desalojaban a las poblaciones nativas de extensas regiones que declaraban ‘vedadas a la caza’, y se impedía a la población nativa que cazara para su subsistencia. Es la herencia normanda de la realeza inglesa, que recuerda a los bosques vedados de Sherwood donde Robin Hood supuestamente robaba a los ricos para entregarles a los pobres. Cuentos para niños. Pero la costumbre existía, y se trasplantó a los nuevos dominios reales de África.
Después de la Segunda Guerra Mundial se inició la segunda fase: la conservación. La cacería se fue prohibiendo para todos y la obsesión ritual que tenía la elite colonial por la cacería se reemplazó gradualmente por una ‘conciencia ecológica’ de adoración a Gaia. Los ‘parques nacionales’ reemplazaron a las ‘reservas de caza,’ y las Leicas, Rolleiflex y Nikon reemplazaron a los Mauser, las Purdey y los Holland & Holland. El 600 Nitro Express y el 358 Magnum dejaron paso a las 36 exposiciones, 35 mm, 100 ASA/21 DIN.
Los acuerdos y conferencias internacionales (realizadas en Europa entre las potencias coloniales) llegaron a decidir la suerte de los nativos Africanos y su derecho a no cazar nada, ya que hasta se les prohibió el uso de redes y trampas tradicionales – aún fuera de los parques nacionales y ‘vedados’. Al mismo tiempo, se reafirmó el acuerdo conjunto previo entre las autoridades coloniales inglesas, alemanas, portuguesas, francesas, holandesas e italianas de prohibirles a los nativos el uso de las armas de fuego. Los parques y reservas naturales constituidas por los acuerdos de 1900 y 1933 establecieron legalmente fronteras internas dentro de las colonias, que los nativos no pueden cruzar, con el pretexto de la conservación de la vida silvestre. Estas fronteras internas, que forman enclaves coloniales, continúan funcionando aún después de que las colonias obtuvieron su independencia.
Para poder comprender a fondo la farsa – y el fraude al público que aportó su dinero – que ha significado la creación y accionar del World Wide Fund, más tarde Worldwide Fund for Nature, o WWF como protector y salvador de animales en peligro de extinción, deberá leer el Capítulo ‘WWF: ¿World Wide Fraud?’, disponible gratis online en http://www.mitosyfraudes.org/INDICE/Cap12-WWF.pdf donde se enterará sobre el Informe Marfil Negro, o del cazador contratado por el WWF en 1972 para analizar el estado de la fauna de caza en Kenia y que, una vez entregado le costó tres días de palizas y torturas en la famosa comisaría de Langatta Road, en Nairobi, porque había descubierto que la familia del presidente Jomo Kenyatta era la principal involucrada en la cacería ilegal y el tráfico de marfil y cuernos de rinoceronte a oriente. Conocerá que mientras Ian Parker recibía su paliza y amenazas de muerte para mantener la boca cerrada, el presidente internacional del WWF, Príncipe Bernardo de Holanda premiaba a Kenyatta con la Orden del Arca Dorada, especialmente creada para él, ‘por haber salvado al rinoceronte.’
Podrá leer las conclusiones del Informe del Profesor John Phillipson, de la Universidad de Oxford, cuando terminó una auditoría solicitada por el mismo WWF sobre la efectividad de la organización para desarrollar su misión ‘salvadora’. El informe Phillipson, un prolijo racconto de 252 páginas es cerrado con la conclusión de que lo menos que sabía y hacía el WWF era ‘salvar especies animales’.
También sabrá que en 1963, siete años antes de cambiar su informe por una paliza, el cazador profesional Ian Parker había recibido el encargo del WWF de eliminar a 2.500 elefantes de una región, y de paso liquidar a 4.000 hipopótamos en la misma operación. La excusa era la maltusiana de que ‘había que matar algunos para evitar que la sobrepoblación matase a toda la especie.’
Quizás no sabía usted que la African Wildlife Leadership Foundation, fundada por Russell Train, (ex administrador de la EPA –y siga uniendo los puntos de la imagen del rompecabezas), presidente del WWF de Estados Unidos, también contrató a Parker en 1975 (tres años después de la paliza histórica) para que matara prácticamente a todos los elefantes de Ruanda, con el argumento de que los ruandeses eran incapaces de proteger al mismo tiempo a los elefantes y a los gorilas de las montañas.
Y qué diría si usted fuese ecologista (o conservacionista) honesto y bien intencionado, y se enterase de que el príncipe Felipe y su WWF premiaron en 1986 con una medalla de oro al ex mercenario rhodesiano Clem Coetzee por supervisar con éxito total la matanza de 44 mil elefantes en Zimbabue, porque el WWF aducía que era necesario para proteger al ambiente. El director general del WWF, Dehaes, cuando entregó la medalla dijo que la ‘obra’ de Coetzee era ‘un modelo para toda África.’
La realidad, bien diferente, es que la matanza se hizo impulsada por un plan del FMI para liberar espacio para granjas que producirían carne para el mercado Común Europeo. En la primera feria, se descubrió que el ganado estaba enfermo de aftosa y los planes de la exportación de ganado se esfumaron para siempre. Pero Zimbabue se quedó cargando en sus espaldas la deuda con el FMI, la aftosa y sin ningún elefante.
De los 110 millones de dólares (libres de impuestos) que Felipe y su WWF habían recaudado hasta 1980 para ‘salvar al rinoceronte‘, se descubrió que sólo había invertido 118.533 francos suizos para hacerlo. En ese mismo lapso, la población de rinocerontes había declinado 95,5% gracias, en gran parte, a Jomo Kenyatta, su familia, y a los guardias del WWF del cráter del Ngorongoro. El WWF financió un programa de guardias en el cráter para proteger desde 1964 a los 108 rinocerontes que aún quedaban allí. Pero para 1981 sólo quedaban 20. Ninguna de las tres unidades de guardias militarizados había capturado a ningún cazador furtivo en años. Ese año de 1981, una testigo le dirigió una carta a la African Wildlife Leadership Foundation de Nairobi, que da algunas pistas sobre adonde fue a parar el dinero del WWF y qué pasó en realidad con los rinocerontes: La testigo informó en su carta que los guardias del WWF habían matado a dos mansos rinocerontes machos y malherido a una hembra, ‘todo a la luz del día’. Y concluyó: ‘¿No es bastante claro lo que está pasando en el cráter?’ También pregunto yo, ‘¿No es claro lo que está pasando con el WWF del príncipe Felipe, y el movimiento ecologista multinacional?
Porque este es el WWF que tanta figuración está teniendo en los medios con alarmantes informes sobre la inminente catástrofe climática que se avecina porque no se imponen los recortes de emisiones que los reales dueños del mundo quieren en su afán de apoderarse del Poder. Todo el Poder.
El Memorando NSSM200
Cabe ahora mencionar otra de las muy importantes piezas del rompecabezas G300: el Memorando Secreto de Seguridad Nacional No. 200, o MSSM200 emitido por Abraham ben Elazar, más conocido como Henry Kissinger [12] y su Consejo de Seguridad Nacional en 1974, titulado ‘Implicancias del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad y los Intereses de los Estados Unidos,’ que recomendaba dirigir un programa de reducción de la población de 13 países del Tercer Mundo productores de materia primas necesarias para los Estados Unidos. Ben Elazar (alias) Kissinger indicaba en su escrito que:
‘Cuánto más fácil serían los desembolsos para combatir la natalidad, que los destinados a incrementar la producción por medio de inversiones directas en irrigación, o proyectos para generar energía construir fábricas……que se requerirían si se permitiese el aumento de la población y un mayor nivel de vida en esos países. Las elites quieren reducir esas poblaciones del Tercer Mundo a un nivel de mera subsistencia, a fin de reducir al mínimo los costos de producir material primas en las tierras que intentan usurparles. En aras de la ecología global –por supuesto.
Maurice Strong y el Fin del Mundo
Larry Abraham, publicó en 1993 un libro titulado The Greening (El Verdecer), donde hace revelaciones esclarecedoras e impresionantes sobre el movimiento ecologista y la amenaza que representa para la humanidad e, irónicamente, para el ambiente.
Abraham nos habla de gente ‘peligrosa’. Naturalmente, todos los integrantes del G300 son peligrosos. No se detendrán ante nada. Jamás lo han hecho. Nos relata Abraham que Daniel Wood, de la revista West, entrevistó en mayo 1990 a Maurice Strong. El espítiru de lo dicho en la entrevista se puede resumir en la conclusión que hace el mismo Strong: ‘La única manera de salvar al planeta de la destrucción es que las civilizaciones industrializadas se derrumben.’
Dice Wood que Strong imagina una novela que le gustaría escribir y le describe su argumento. En la trama de la novela, el Foro Económico Mundial se reúne en Davos, Suiza. Más de mil jefes de estados, primeros ministros, ministros de economía, y académicos de avanzada edad se reúnen para asistir a reuniones y fijar agendas económicas para el año entrante. ‘¿Qué ocurriría,’ dice Strong, ‘si un pequeño grupo de estos líderes del mundo (funcionales al G300?) llegará a la conclusión de que el mayor riesgo que corre la Tierra proviene de las acciones de los países ricos? Y para que el mundo sobreviva, esos países deberán firmar un tratado que reduzca su impacto sobre el medio ambiente, ¿Lo harán?’
Esto nos hace parar la oreja porque nos suena muy similar a toda la atmósfera que rodea a las catástrofes anunciadas por la Letanía Verde; inminentes y espantosos Apocalipsis que exterminarán a la vida sobre la Tierra si la humanidad no hace lo que los políticos y científicos a sueldo del G300 dicen que tiene que hacer: derrumbar la civilización industrial. Firmar el Tratado de Kioto. Sigamos oyendo a Wood y su escalofríante entrevista con Maurice Strong.
Strong retoma su cuento. ‘La conclusión del grupo es ‘no’. Los países ricos no lo harán. No cambiarán. Así que para salvar al planeta, el grupo decide: ¿No es cierto que la única esperanza del mundo es que las civilizaciones industrializadas se derrumben? ¿No somos responsables de lograr que eso ocurra?
Esta frase no es una fantasía del momento. Esta idea la viene perfeccionando Strong desde hace 40 años! La pronunció en 1992 en su discurso de apertura de la Cumbre de la Tierra en Río 92. Forma parte de la política de las Naciones Unidas y está muy claramente delineada en el documento conocido como Agenda 21, y en la Carta de la Tierra. Esta gente no bromea. Debe notarse que todo lo que Strong dice en esa entrevista de 1990 HA SUCEDIDO tal como lo describe y culmina con la hecatombe financiera del año 2008! Lo han estado planeando y desarrollando hasta sus más mínimos detalles!
‘Este grupo de líderes del mundo,’ continúa Strong, ‘forma una sociedad secreta (el G300?) cuyo objeto es ocasionar un derrumbe económico… No son terroristas, son líderes mundiales. Se han ubicado en puestos claves de los mercados mundiales de productos y acciones de la bolsa… y maquinado una situación de pánico por medio de sus accesos a las bolsas de acciones, las computadoras y el abastecimiento del oro. Acto seguido, impiden que cierren los mercados de la bolsa del mundo. Atascan el engranaje. Contratan a mercenarios que toman como rehenes al resto de los líderes del mundo que se encuentran en Davos. El mercado no puede cerrar. Los países ricos…’ – Aquí Strong mueve sus dedos en el gesto de quien arroja por la ventana a una colilla de cigarrillo.
Wood permanece hipnotizado frente a Strong. Aquí no está frente a cualquier relator de cuentos. Es Maurice Strong. Él conoce a esos líderes mundiales. De hecho, es presidente adjunto del foro Económico Mundial. Se sienta en el centro mismo del poder. Está en condiciones de poder realizar lo que sueña. Es parte del G300 y puede convencer a sus amigos de hacerlo si así lo consideran necesario. Para peor, lo están haciendo. El Tratado de Kioto es sólo una de las muestras.
Abraham llega a la conclusión de que el carácter megalómano de las ensoñaciones de Strong habla por sí solo; que se ha rodeado de un grupo de gente que cree en un cercano Apocalipsis y que a su alrededor está apareciendo un culto a la personalidad. Strong, nos dice Abraham, ‘forma parte de un grupo de elitistas terriblemente peligrosos que realmente creen que son los reyes de los filósofos Platónicos. Sólo ellos son dignos de gobernar al mundo. Al fin y al cabo, sin su luz conductora ‘nada podrá salvar a la humanidad de sí misma.’
Algunas primeras conclusiones
Creo que el mundo podría sestar enfrentando de verdad a un Apocalipsis cercano, pero no de carácter ambiental, no por un cambio del clima debido a un levísimo calentamiento. Tampoco sería un Apocalipsis un enfriamiento como el pronosticado para el año 2030, similar al de la Pequeña Edad de Hielo porque el hombre ha desarrollado tecnologías que le permitirán salir adelante, alimentando a la población del mundo con menos tierras que las disponibles ahora, por las que se perderán en las latitudes altas por un avance de los hielos.
El posible Apocalipsis podría venir sólo si los países que ya ratificaron al Protocolo de Kioto implementan de verdad las reducciones de CO2 a las que se han comprometido. Pero el Apocalipsis no sería ‘global’ sino simplemente Europeo, porque los países del Tercer Mundo, esos llamados ahora ‘mercados emergentes’ no tendrán una elevación de sus costos en la producción y abastecimiento de energía, y no perderán competitividad internacional sino que la ganarán ante los países que hayan decidido suicidarse económicamente, o como dice Strong, ‘derrumben su civilización industrial.’
Un detalle interesante y significativo es que Strong vive hoy en China, como refugiado después de que la justicia norteamericana lo reclamase como imputado en el gran negociado y estafa cometida por el hijo del ex secretario de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el Programa Petróleo por Alimentos. Strong asesora a China en el campo de la energía y el desarrollo industrial. El colapso de la civilización industrial que promueve Strong mediante todas las exigencias del Tratado de Kioto, no afectará a China, India, Brasil, y demás países en vías de desarrollo porque ellos no están obligados por el tratado a reducir sus emisiones de CO2. Por su parte, Rusia sólo necesita denunciar al tratado y retirarse del mismo sin cumplir con la reducción de gases invernadero. Pondrá a estos países al frente del mundo. Strong asesora a China, y ésta da un ejemplo que siguen las demás naciones del Tercer Mundo. Occidente está condenado a la bancarrota si implementa al tratado de Kioto.
Mi opinión es: no lo harán. Pero el tiempo dirá qué sucederá –yo creo que no habrá ni un solo país que realmente reduzca sus emisiones y atente contra sus posibilidades de poder competir en los mercados del mundo. Nadie se pega un tiro en el pie antes de correr el Maratón – por lo menos si quiere ganarlo. Y los meses previos a la Conferencia del clima del IPCC, la COP15, realizada en Diciembre de 2009 en Copenhague, dieronn una clara muestra de no hay nadie que quiera hacer la punta reduciendo sus emisiones de CO2 y esperando que el resto lo sigan en su salto al abismo.
Pero la conclusión final es que el peligro proviene del G300, ese poder en las sombras que decide lo que comerá usted en el desayuno de la semana que viene – si es que ellos deciden que la semana que viene puede llegar, y que todavía podemos elegir con qué desayunar. Que no es poca cosa.
En el Capítulo 2 del libro de Alan B. Jones, ‘Cómo Funciona Realmente el Mundo’, se analiza el libro escrito por Carroll Quigley ‘Tragedy and Hope,’ donde afirma:
“El poder del capitalismo financiero tiene un objetivo trascendental, nada menos que crear un sistema de control financiero mundial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo como un todo.”Todo el problema se reduce nada más que a dos palabras: Dinero y Poder, y a las que la combinación de ellas dan origen, codicia, avaricia, corrupción… Aunque no soy católico y mi opinión sobre la Iglesia Católica bastante crítica, considero relevante escuchar lo que dijeron algunos Papas al respecto, en diversas encíclicas papales. Juan XXIII en su Mater et Magistra de 1961, cuando las cosas no habían llegado al punto actual:
‘A la libertad de mercado ha sucedido la hegemonía económica; a la avaricia de lucro ha seguido la desenfrenada codicia del predominio; así toda la economía ha ser llegado a ser horriblemente dura, inexorable, cruel, determinando el servilismo de los poderes públicos a los intereses de grupo, y desembocando en el imperialismo internacional del dinero.’Esto había sido ya descrito por el papa Pío XI en su dura encíclica Cuadragésimo Anno de 1931, que conmemoraba los 40 años de la famosa encíclica de León XIII, Rerum Novarum de 1891. En ambas encíclicas se dice que el capitalismo es un tipo de economía donde unos ponen el capital y otros el trabajo, y en las que ‘ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital,’ lo que no es condenable en sí, ni tampoco de naturaleza viciosa. Pero que el capitalismo es condenable,
‘…sólo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase proletaria con la finalidad y de tal forma que los negocios e incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad humana de los trabajadores, ni el carácter social de la economía, ni aún siquiera la justicia social y el bien común.’Pío XI define con claridad total lo que estaba sucediendo en 1931, y que había evolucionado desde la denuncia de León XIII hasta límites intolerables. Si era intolerable en 1931, ¿qué calificativo se debería usar para describir el estado actual de las cosas? Decía Pío XI:
…dueños absolutos del dinero, gobiernan el crédito y lo distribuyen a su gusto; diríase que administran la sangre de la cual vive toda la economía, y que de tal modo tienen en sus manos, por decirlo así, el alma de la vida económica, que nadie podría respirar contra su voluntad.’ …’La libre concurrencia se ha destruido a sí misma; la dictadura económica se ha adueñado del mercado libre; al deseo de lucro ha sucedido la desenfrenada ambición de poder; la economía toda se ha hecho horrendamente dura, cruel, atroz.’El dominio de las políticas de cada una de las naciones y su diseño en base a los intereses de la banca internacional se basa en la aplicación de la llamada ‘Fórmula Rothschild,‘ que se atribuye el fundador de esa dinastía de banqueros Meyer Amschel, ‘Permítanme emitir y controlar la moneda de una nación, y no me preocuparé por quien haga las leyes.’ También el papa Paulo VI se ocupa de este problema que tiende a agravarse con el tiempo. En su Populorum Progressio habla del capitalismo neoliberal diciendo:
‘Pero por desgracia, sobre estas nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un sistema que considera el lucro como el motor esencial del progreso económico; la competencia, como la ley suprema de la economía; la propiedad privada de los medios de producción, como un derecho absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes.’Alguien podría creer, equivocadamente, que estoy en contra del capitalismo. Nada de eso. Lo considero como el único sistema posible de generar riqueza y distribuirla. Para repartir de manera equitativa una torta hay que hornearla primero. El socialismo, como se dice acertadamente “es la mejor y más rápida manera de redistribuir la pobreza,” o “es fácil ser generoso con el dinero de los demás”. El socialismo basa sus ingresos en la recaudación de impuestos –el dinero de los demás y se asegura su perduración mediante la demagogia de darle al pueblo “pan y circo”, entregando limosnas a los clientes del circo –el dinero que les saca a los que trabajan.
El capitalismo no puede, de ninguna manera, generar esa riqueza si está profundamente regulado y limitado por los sistemas demagógicos que imperan en el mundo. No hay hoy ningún mercado que pueda ser llamado “libre”. Las restricciones que se imponen al capitalismo sólo hacen florecer los abusos que tan claramente se observan en el sistema financiero internacional, con una banca central que continúa generando con sus regulaciones una serie de crisis económicas y financieras cíclicas que no terminarán de producirse mientras el actual sistema financiero se mantenga en uso.
No es la herramienta la culpable de su mal uso, sino que es el usuario de esa herramienta quien comete los errores. No es el revólver el culpable de la muerte de una persona sino de quien oprimió el gatillo. Si se usa para reprimir al crimen es de una utilidad inmensa, pero si se usa para asaltar a los demás es contraproducente. Y no se resolverá la cuestión prohibiendo a los revólveres porque los asaltantes usarán entonces cuchillos, garrotes, sapadas o las punteras metálicas zapatos diseñados para matar de una patada.
No es el capitalismo el culpable de los abusos, sino de quienes usan al capitalismo y al dinero para especular y generar poder y desigualdades.
¿Qué podemos hacer para salvarnos del G300, su estructura dominante de las finanzas mundiales y sus agendas políticas? En verdad, poco y nada. Primero, porque resulta muy difícil convencer a la gente de la existencia del G300, por otra parte porque la gente todavía cree que podrá mejorar el nivel de vida de su familia, o la del país mediante un esperanzado voto que introduce en una urna. Sueños de niño! Como dice el tango, ‘Despertá, Pierrot’, porque las cosas que no consigamos nosotros, no nos la regalará ningún politicastro con la boca llena de truenos –que después resultan ser cuetes de pólvora mojada.
Pero sí podemos hacer que una de las más poderosas herramientas del G300 pierda su eficacia. Desconfíe del movimiento ecologista, en especial de las poderosas organizaciones que solicitan donaciones en efectivo para ‘salvar al mundo’ – de inexistentes peligros. Instruya y eduque a sus hijos en el cuidado del ambiente, en el cuidado y protección de los animales, en la limpieza del entorno familiar y del vecindario. En respetar a sus semejantes, en especial a las personas mayores, a los necesitados y los desposeídos. Pero no permita que le asusten con campañas alarmistas de horribles contaminantes en el aire, con espantosos cánceres que no tienen relación con los químicos que hay en el ambiente. En una palabra: desconfíe del ‘ecologismo de denuncia’. Algunos de ellos andan detrás de nuestras billeteras – los demás detrás del Poder Mundial Absoluto.
Apenas si hemos rozado aquí el aspecto político del calentamiento global. Cuando sepa todo lo que hay detrás ingresará a un mundo que hubiese preferido no conocer.
Pero antes de terminar este libro, déjenme volver brevemente sobre el tema “conspiración”. La reacción de muchas personas a la mención de ‘conspiración’ es desechar los argumentos con desdén, y con aire de superioridad dejar caer términos como ‘conspiranoicos’, lo cual no es un argumento que presente evidencias que apoyen su desprecio por la idea de una conspiración.
Cuando se revisan los textos de historia y muchas novelas del pasado, la palara ‘intriga’ se repite con una frecuencia notable. ‘Intriga palaciega’ es un clásico en la literatura. Y las intrigas no sólo se dan en los palacios sino también en los gobiernos, empresas, corporaciones, clubes de toda clase y hasta en cualquier familia.
¿Qué es una ‘intriga’? La Real Academia de la Lengua Española nos puede ayudar a comprender el asunto:
Intriga. (De intrigar). 1. f. Manejo cauteloso, acción que se ejecuta con astucia y ocultamente, para conseguir un fin.
Bien. Y ¿qué es conspirar?: Conspirar. (Del lat. conspirâre). 1. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra su superior o soberano. 2. intr. Dicho de varias personas: Unirse contra un particular para hacerle daño. 3. intr. Dicho de dos o más cosas: Concurrir a un mismo fin.
Pensando un poco nos damos cuenta de que ‘conspirar’ e ‘intrigar’ son la misma cosa. Se trata de la unión de dos o más personas con el objeto de lograr alguna cosa por medios discretos, ocultos o secretos –ya que si la intención se hace pública las probabilidades de éxito desaparecen. La intriga o conspiración para imponer en el público la idea de que el CO2 causa un calentamiento irreversible y catastrófico del clima tiene como objeto lograr que:
- La gente tenga miedo a la catástrofe y ruegue a las autoridades por su salvación,
- La salvación, claro, tiene un precio muy elevado. La gente debe aceptar ciegamente la imposición de toda clase de impuestos a la energía y el racionamiento de combustibles y la producción de energía por medio del carbón o el petróleo.
A mediados del siglo 20, el periodista y pensador norteamericano, H.L. Mencken, entre sus numerosas opiniones y dichos, nos dejó algo que describe con total precisión lo que es la política del cambio climático y el método de gobierno de los países atrasados: “Todo el objeto práctico de la política es mantener al populacho asustado –y de ahí implorante para ser conducido a la salvación mediante una serie inagotable de fantasmas, todos inventados.”
REFERENCIAS
- Adrián Salbuchi, “Argentina: ¿colonia financiera?”, Ediciones del copista, Córdoba. Argentina. (2000)
- John Coleman, 1997, “The Conspirators’ Hierarchy: The Commitee of 300,” Editorial WIR. Joseph Holding Corp., Carson City, pp. 637.
- W. Cleon Skousen, “The Naked Capitalist”, 1970, edición del autor.
- Carroll Quigley, 1966, Tragedy and Hope, Macmillan, NY. pág. 236
- Carroll Quigley, op. cit. pág. 326
- Carroll Quigley, op. cit. pág. 324
- W. Cleon Skousen, “The Naked Capitalist”, 1970, edición del autor.
- Scott Thompson, “El ‘Club 1001’: la elite que coordina al ecologismo internacional, Informe Especial, octubre-noviembre 1994 de Resumen Ejecutivo de EIR
- Leonard Lewin, 1967, “Report from Iron Mountain On the Possibility and Desirabilty of Peace”, Dial Press, NY.
- G. Edward Griffin “The Creature of Jekyll Island”, 1994, American Media, Westlake Village, Cal. USA.
- Pascal Bernardin, “L’Empire Ecologique, ou La subversion de l’ecologisme par le mondialisme,” 1998, Editions Notre Dame des Graces, Cannes, ISBN 2-9509570-1-3
- Entre los más destacados integrantes de la sección europea del Bilderberg Group es habitual la pertenencia simultánea a la Comisión Trilateral, pertenencia que se extiende al Consejo de Relaciones Exteriores en el caso de los miembros más relevantes de la sección norteamericana del Grupo. Una breve relación de nombres que militan en los tres organismos: David Rockefeller, George Bush, Zbigniew Brzezinski, Robert McNamara, Henry Kissinger, Caspar Weinberger, Bill Clinton, George Ball, de la banca Lehmann Brothers, Cyrus Sulzberger, editorialista del New York Times, y Heddy Donovan, redactor jefe de la revista Time –entre otros cientos de famosos personajes.
Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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