La planificación de emergencias en instalaciones industriales y edificios
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- El 1 enero, 2000
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1. Introducción
El funcionamiento de cualquier instalación (industrial o edificio) comporta, como toda actividad humana un determinado riesgo de accidente. De esta manera, se refleja en las estadísticas de accidentes, los cuales, desafortunadamente, suceden en instalaciones industriales y edificios de todo el mundo (incendios, fugas de producto, contaminaciones del medio ambiente, etc.).
Además, de estos accidentes de “origen interior”, hay que tener en cuenta que, en función de la ubicación de las instalaciones, hay que analizar los riesgos de “origen exterior” (riegos de origen natural, como inundaciones, nevadas, …, de origen antrópico, como los incendios forestales, amenazas de bomba, … y de origen tecnológico, como la presencia de instalaciones industriales de riesgo en las cercanías o la presencia de vías de comunicación por las que se lleva el cabo el transporte de mercancías peligrosas, etc.).
En realidad, aunque se pueden mejorar, y de hecho, con el transcurso del tiempo, se van mejorando la tecnología, la organización y la metodología del trabajo, es impensable reducir a cero la probabilidad de accidentes.
La clave para disminuir la probabilidad de ocurrencia de accidentes y, por lo tanto, obtener un mayor nivel de seguridad, es la gestión de los riesgos. Este concepto implica la necesidad de conocer dos aspectos básicos:
Los distintos tipos de riesgos existentes en las instalaciones (identificación de riesgos) o
El alcance de las consecuencias que pueden producirse cuando se desencadene un accidente (consecuencias previsibles).
De hecho, de modo de referencia y en relación con la prevención de los accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas: el nuevo RD 1254/99, de 16 de Julio (Seveso II, transpuesto en Catalunya por el Decret 174/2001), que deroga los conocidos RD 886/88 y 952/90 (Seveso I), recoge nuevos requisitos que no se contemplaban en sus predecesores:
La política de prevención de accidentes graves.
El sistema de gestión de seguridad.
Esto ha sido la consecuencia del resultado obtenido del estudio de un conjunto de accidentes ocurridos en la Unión Europea, que demuestra que han sido principalmente fallos de gestión” los que han contribuido a que muchos de ellos se hayan producido.
Tal y como cita la Directiva 96/82/CE: “… el análisis de los accidentes graves declarados en la Comunidad indica que en su mayoría son resultado de defectos de gestión o de organización; … conviene, por tanto, fijar a escala comunitaria los principios básicos para los sistemas de gestión, que deben permitir prevenir y/o controlar el peligro de accidentes graves, así como limitar sus consecuencias”.
Así pues, limitar las consecuencias de los accidentes previsibles en una instalación (industrial o edificio), es una de las finalidades de la gestión de los riesgos, junto con la prevención y control de los accidentes.
Uno de los aspectos básicos para abordar este objetivo, una vez conocidos los riesgos y las consecuencias de los accidentes que se derivan, es la definición e implantación de procedimientos de actuación frente a las consecuencias previsibles de los mismos, es decir, la necesidad de establecer una planificación de emergencias.
2. Marco legal
El conjunto de normativa que hace especial referencia a la planificación de emergencias en el ámbito territorial español (a nivel estatal, publicada en el Boletín Oficial del Estado – BOE) para las instalaciones industriales y edificios. se puede resumir en:
Ley 2/1985, de 21 de enero (BOE 25/01/85), en la que se establecen las disposiciones generales de protección civil, deberes y obligaciones y la obligatoriedad para determinadas actividades industriales de desarrollar sistemas de autoprotección, los cuales incluyen planes de emergencia para acciones de prevención de riesgos, alama, evacuación y socorro.
RD 1254/99, de 16 de julio (BOE 20/07/99), por el que se aprueban las medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas. Decret 174/2001, que transpone el anterior al ordenamiento jurídico de la Comunidad Autónoma de Catalunya.
En este RD se establece la necesidad de realizar un plan de emergencia a aquellos establecimientos afectados, con un contenido que determina la directriz básica del riesgo químico.
Resolución de 30 de enero de 1991 (BOE 06/02/91), por la que se aprueba la directriz básica para la elaboración y homologación de los planes especiales del sector químico.
El articulado de esta resolución establece la necesidad de los planes de emergencia exteriores y su integración con otros planes de emergencia (municipales, …). Para los mismos y para los planes de emergencia de los establecimientos afectados por el RD 1254/99, establece los contenidos de los planes.
Orden de 29 de noviembre de 1984, por la que se aprueba el manual de autoprotección para el desarrollo del plan de emergencia contra incendios y evacuación en locales y edificios.
Este manual constituye una guía para la elaboración de la documentación necesaria que integra el plan de emergencia de un local o edificio, conteniendo las directrices básicas para la organización de los medios humanos y materiales disponibles, así como para garantizar la evacuación e intervención inmediata.
Ley 31/95, de 8 de noviembre, sobre prevención de riesgos laborales, que establece la obligación a los empresarios de evaluar las situaciones potenciales de emergencia y adoptar las medidas necesarias para una correcta actuación en caso de emergencia.
Dentro del ámbito de la prevención de riesgos laborales, esta ley establece de forma explícita el derecho de los trabajadores a una protección eficaz frente a los riesgos que se deriven de una posible situación de emergencia en el centro de trabajo.
Es importante destacar que esta ley es aplicable a cualquier centro de trabajo.
3. Objetivo
La planificación de emergencias, aunque en instalaciones tan diversas y diferentes como pueden ser las industrias y los edificios (oficinas, hospitales, residencias, etc.), tiene, evidentemente, una columna vertebral común y perfectamente definida, cuya correcta definición, estructuración e implementación supone un importante porcentaje de éxito en cuanto a lograr limitar las consecuencias derivadas de la aparición de un accidente.
Dicha columna vertebral es también común al resto de instalaciones, territorios, zonas, áreas, … donde deban realizarse las tareas de planificación de emergencia. Es por ello que, con la debida cautela y adecuándose a cada caso, los conceptos reseñados en las siguientes líneas pueden ser extrapolados al resto de casos.
Es pues, el objetivo de estas páginas presentar lo que, a nuestro entender, debería conformar dicha columna vertebral, salvando las posibles diferencias que se dan entre la mayor o menor conciencia que en la actualidad existe sobre la planificación de las emergencias en las industrias y edificios y, por otro lado, teniendo en cuenta que se trata de un puntal básico para una correcta implantación de un sistema de gestión de los riesgos.
Dada la importancia, tal y como en sucesivos apartados se describe, del análisis previo de las instalaciones y su organización, es importante hacer cierto hincapié sobre los aspectos diferenciales determinantes entre industrias y edificios.
Es obvia la diferencia que existe entre llevar a cabo las tareas derivadas de la gestión de los riesgos y, dentro de éstas, de la planificación de emergencias para una industria o para un edificio. Así, es también evidente que ambos casos son diferentes de las tareas que corresponderían a la realización de la planificación de las emergencias potenciales en un determinado territorio (municipio, zona forestal, etc.), o bien, en un túnel de una vía de circulación de vehículos o en un centro comercial o para una empresa de transporte, como ejemplos significativos.
Asimismo, y dentro de las industrias (refino, textil, papel, metalúrgica, etc.) y edificios (oficinas, hospitales, hoteles, etc,), los abanicos son también inmensos, por lo que, para simplificar la exposición, se ha pretendido realizar una generalización en estos dos grupos principales.
En el caso que nos ocupa, entre los diversos aspectos diferenciales que evidentemente existen entre un edificio como tal y una instalación industrial, los que creemos marcadamente más significativos son los dos siguientes:
La diferente tipología de los riesgos existentes, que suelen ser más similares entre diferentes edificios y más variados en las instalaciones industriales.
La estructura jerárquica, organización, tipología de trabajo y características del personal que desarrolla su actividad en el centro industrial o en el edificio.
Aspectos que determinarán de una forma específica la identificación de los riesgos y el análisis de las consecuencias derivadas y, por lo tanto, las tareas a realizar para una correcta planificación de las emergencias.
4. Planificación de emergencias
La planificación de las emergencias, tanto en una industria como en un edificio, supone llevar a cabo un conjunto de tareas, estructuradas en diferentes etapas.
Para simplificar la exposición y aglutinar criterios, reducimos las etapas a tres. Estas son las que conforman la columna vertebral antes citada. Asimismo, cada una de las partes se compone de un determinado número de vértebras, que se corresponden con las diferentes etapas a desarrollar dentro de cada una.
El Plan de emergencia puede considerarse como la primera parte de la columna vertebral, si bien su desarrollo carecerá de sentido si no se completa con las dos restantes partes, para formar la columna completa, Estas dos partes restantes son:
La implantación del plan.
El resultado final y definitivo: su puesta en práctica mediante la realización de simulacros de emergencia.
Es evidente que carece de sentido no disponer de la columna vertebral completa.
El desarrollo e implementación de la planificación de emergencias supone, por lo tanto, la implantación en la instalación de una columna vertebral para actuación frente a emergencias que se ramifica abarcando a los diferentes departamentos y personal de las instalaciones. Esto implica desarrollar las diferentes partes expuestas anteriormente y las etapas que las componen.
Por otro lado. y antes de pasar a describir las diferentes partes y etapas, debe significarse que para garantizar un perfecto estado de salud de la columna es necesario, imprescindible, que se le procuren una serie de cuidados y atenciones periódicas, es decir. un mantenimiento y actualización constante de la documentación. información y formación (plan de mantenimiento).
4.1. Plan de emergencia
El alcance principal del plan de emergencia es establecer el procedimiento-guía de respuesta a la emergencia, que define las reglas, la estructura organizativa, las comunicaciones, las responsabilidades, los recursos. la integración de los servicios públicos y de las autoridades y los procedimientos de ejecución para cada una de las funciones, para afrontar de forma organizada el incidente con las siguientes finalidades:
Protegerla vida humana.
Contener y controlar el incidente que ha causado la emergencia.
Minimizar los daños al medio ambiente.
Minimizar los daños a la instalación.
Se trata de un documento escrito que establece la organización, los procedimientos y los medios necesarios para luchar contra los acontecimientos que pongan en peligro la vida y/o la propiedad, constituyendo un instrumento esencial a fin de contrarrestar un posible evento incidental.
En definitiva, organiza las acciones frente a Ias emergencias para que en ese momento puedan evitarse retrasos en la intervención, confusión, dispersión y mala utilización de los recursos disponibles (optimizar el aprovechamiento de los recursos disponibles, evitando de esta manera el despilfarro en medios sobreabundantes o innecesarios).
La elaboración del plan de emergencia supone desarrollar una serie de puntos o etapas, vértebras, que conforman su estructura (la definición de contenidos de los planes de emergencia para determinadas industrias y edificios son establecidos por la propia legislación aplicable o reglamentos del sector). A continuación. se recogen los principales:
4.1.1. Análisis y descripción de la industria o edificio
La primera etapa es, indiscutiblemente, el trabajo en campo y análisis de las instalaciones, para conocer las características constructivas, distribución, organización, personal, turnos, … y las actividades que se llevan a cabo.
Es básico conocer los medios de protección de los que disponen las instalaciones, así como la estructuración actual y formación del personal en materia de emergencias.
En esta primera etapa es importante estudiar la ubicación o emplazamiento de las instalaciones (zona urbana, polígono, aislada, …), así como la situación relativa de los equipos de actuación exteriores (bomberos, ambulancias, protección civil, …) y la existencia de centros de atención de heridos (ambulatorios, hospitales, …).
Para el caso de un edificio, y debido a la mayor simplicidad de las actividades que generalmente se llevan a cabo en su interior ya su estructura constructiva, este punto suele ser menos complejo que para una instalación industrial, donde la existencia de procesos y productos y el trabajo a turnos implican un mayor esfuerzo de análisis.
4.1.2. Identificación de riesgos. Accidentes y consecuencias
La identificación de los riesgos es un aspecto básico para el conocimiento de las diferentes tipologías de accidentes que pueden producirse en las instalaciones, y poder así conocer las consecuencias que pueden producir.
Las metodologías y criterios utilizados para la identificación de los riesgos son diversos, y deben adecuarse en cada caso al tipo de instalación.
4.1.3. definición de la organización en emergencia. las funciones y las responsabilidades.
La estructura organizativa establecida en el plan de emergencia debe ser acorde con las características de las instalaciones y. la organización, tipología, número y jerarquía del personal, siendo, a su vez, lo suficientemente flexible para permitir a los integrantes de los equipos de emergencia aplicar sus conocimientos, juicios y recursos para enfrentarse eficientemente con cualquier posible emergencia que pueda producirse.
Un aspecto básico de la organización entendemos que debe ser la simplicidad, no entrando en diagramas organizativos de emergencia complicados o extremadamente cargados de interrelaciones entre sus miembros y/o equipos, que puedan dar lugar a funciones o responsabilidades no concretas o difusas.
Las funciones y responsabilidades de cada una de las figuras y grupos directamente involucrados en las actuaciones frente a la emergencia deben quedar perfectamente definidas.
Asimismo, el personal no involucrado directamente en las actuaciones frente a la emergencia debe conocer también sus funciones y responsabilidades. Deben tenerse en cuenta todos aquellos aspectos relacionados con el personal externo que puede encontrarse presente en las instalaciones: contratas. conductores, visitas, etc. (aspecto generalmente más acentuado en el caso de industrias que en edificios).
Otro aspecto básico en la organización es la habitual presencia de personal de vigilancia perteneciente a empresas externas, que deben incorporarse dentro de la organización en emergencias, interconectando el plan con el que pueda tener la propia empresa de seguridad.
Dentro de la organización en emergencias, hay que tener en cuenta la interrelación con los servicios de actuación públicos y/o externos: bomberos, ambulancias. protección civil, etc.
En este apartado, y como conceptos generales se suelen englobar también todos aquellos aspectos que no hacen referencia explícita al personal, pero sí a la organización en caso de emergencia, como son, por ejemplo:
Los diferentes tipos de emergencia y toques de sirena u otros avisos definidos.
– Los puntos, zonas o áreas de reunión, encuentro o concentración del personal.
– Otros.
4.1.4. Procedimientos de activación del plan
Se trata de uno de los aspectos más básicos del plan de emergencia, su motor de arranque, y debe definir lo mejor posible qué situaciones y cuando activan el plan; ya que su activación implica poner en marcha toda la “maquinaria” de emergencia de las instalaciones.
Su definición clara y estructurada es un aspecto determinante para la posterior implantación del plan y su correcta asimilación por el personal.
4.1.5. Definición de los procedimientos de actuación. Operatividad
Definición de los diferentes procedimientos o actuaciones frente a los tipos de emergencias identificados. A modo de ejemplo:
Procedimiento de actuación en caso de fuga o derrame de producto tóxico.
Procedimiento de actuación en caso de incendio.
Procedimiento de actuación en caso de evacuación.
Procedimiento de actuación en caso de recepción de carta bomba o de amenaza de bomba.
Procedimiento de actuación en caso de contaminación medio ambiental.
Un aspecto importante a tener en cuenta en los procedimientos de actuación es la definición de un procedimiento específico en referencia con las relaciones a mantener con los medios de comunicación para canalizar correctamente la información, evitando así la distorsión de la misma y la desinformación.
Los procedimientos de actuación deben tener perfectamente definidos los protocolos, sistemas y canales de comunicación a utilizar, tanto para las comunicaciones internas como externas.
4.1.6. Definición del fin de emergencia
Además de los aspectos y responsabilidades a definir para decretar el fin de emergencia, existen una serie de tareas de post-emergencia que deben tenerse en cuenta y matizar, como es la revisión de daños, recogida de material, informes, análisis / investigación del accidente, etc.
En concreto, la investigación de accidentes proporciona una importante información sobre las causas del accidente y un interesante feedback para la gestión de los riesgos.
4.1.7. Estructuracion de anexos y demas informacion
Como etapa final del plan de emergencia, se adjunta toda aquella información necesaria a la que se hace referencia en el cuerpo del documento, así como aquellos datos que por su carácter vivo es más eficaz su presencia en los anexos (caso de los teléfonos y direcciones, por ejemplo).
Como anexos, destacamos principalmente el plano de emplazamiento, accesos y medios materiales contra incendios, los teléfonos de emergencia, el listado del personal de los grupos de actuación (turnos, horarios, fechas, etc.), el inventario de medios y recursos materiales, fichas de seguridad de productos, …
Dada la extrema importancia que supone la correcta presencia y ubicación de los medios y equipos de protección frente a las emergencias (recursos materiales), como etapa previa a las indicadas, y con el objetivo de garantizar la existencia de los adecuados equipos y medios de protección y, de acuerdo con el tipo y estado de las instalaciones, puede realizarse una auditoria previa de acuerdo con el cumplimiento de la legislación aplicable según el caso (NBE-CPI, reglamento de protección contra incendios en instalaciones industriales, reglamento de refinerías e instrucciones complementarias, …).
Asimismo, el plan de emergencia debe contener las directrices básicas de la información, formación y entrenamiento del personal de las instalaciones.
4.2. La implantación: información y formación
La segunda parte de la columna vertebral de la planificación de emergencias es la implantación del plan de emergencia.
La implantación supone llevar a cabo un gran número de tareas, de las que destacaremos las referidas a la información y formación del personal. Otros aspectos derivados son la elaboración de planos ‘Ud. está aquí”, la revisión de la señalización, el orden y la limpieza, la preparación de documentación de emergencia para las contratas, el control de entrada/salida de personas, …
Información: poner en conocimiento de todo el personal de las instalaciones la existencia del plan.
Formación: formar específicamente al personal de acuerdo con las tareas asignadas en la organización frente a emergencias. La formación será teórica y práctica.
En función del tamaño de la plantilla de la empresa y la estructura en emergencias definida, se establece un plan informativo/formativo que se extiende a todo el personal.
Este plan de información/formación debe contemplar la rotación del personal, para formar a los nuevos integrantes de la plantilla, al personal que cambia de puesto de trabajo, etc.
La información a todo el personal, podría, por ejemplo, contemplar los siguientes aspectos:
Por qué la realización de un plan de emergencia en la empresa.
Qué significa y supone la existencia de un plan de emergencia.
Cómo afecta al personal el plan.
Qué debe saberse.
En el caso de la formación, ésta será teórica y práctica, y ya no es tan generalista, sino que se orienta a cada caso en particular, centrada en las actuaciones que deberá realizar el personal en cada caso y las tipologías de emergencias previsibles:
Formar a los directivos, responsables de la instalación y de los diferentes departamentos.
Formar a los grupos de actuación (equipo de primera intervención, equipo de primeros auxilios, equipo de soporte logístico, …).
Formar a los responsables de evacuación.
Con ello se consigue dotar a las instalaciones de personal que conoce genérica y específicamente sus actuaciones frente a las situaciones de emergencia analizadas.
Aquellas personas que deban actuar directamente frente a la emergencia dispondrán de la correspondiente formación práctica:
Uso y manejo de equipos frente a las emergencias.
Uso de prendas y equipos de protección individual.
Primeros auxilios, etc.
La información/formación persigue además otros objetivos, como es mejorar la opinión y el ambiente de trabajo del personal de las instalaciones, debido al conocimiento del riesgo y de los medios de autoprotección adoptados por la empresa.
4.3. El examen final: el simulacro
El simulacro es la puesta en marcha de la organización implantada frente a las emergencias.
Persigue diferentes objetivos. como son:
Determinar la validez y acierto en la definición de la organización, comunicaciones, grupos, ….
Comprobar el grado de asimilación de la implantación por parte del personal.
Crear cierto “hábito” en relación con las actuaciones frente a las emergencias, de modo que vayan siendo recordadas y “aprendidas” por el personal.
Todo simulacro a realizar en unas instalaciones debe ser preparado con cierta antelación, y pensar si, sobre todo en los primeros casos, debe comunicarse dicha intención al personal.
Dentro de su preparación, y como aspectos básicos a resaltar, debe tenerse en cuenta que, generalmente para las instalaciones industriales, puede ser necesario (u obligatorio por normativa o protocolos internos) comunicar su desarrollo a núcleos de población vecinos, instalaciones del entorno, servicios públicos, etc. Ello suele ser debido a la utilización de sirenas cuya potencia podría ser causa de alerta innecesaria.
La periodicidad aconsejada de realización de estos ensayos suele ser anual. y es importante que queden reflejados en informes, fichas. vídeos, fotos, etc., con el objetivo de poder realizar un trabajo posterior de análisis y de comparación, y lograr una mayor efectividad y mejora del plan.
Fuente: MIDAT Mutua
Autor: Carles García Roca
Ingeniero Industrial
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales.
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