La pastera UPB/Botnia. ¡Otra vez sopa!
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- El 18 octubre, 2013
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Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Esa conocida queja de la inefable Mafalda de Quino, es la que seguiremos haciendo en las próximas generaciones de argentinos, o por lo menos hasta que el uso de la razón y un poco de vergüenza retornen a este lado del Río Uruguay.
Tenemos tres vertientes para analizar lo que pasa en este asunto que ya resulta increíblemente estúpido. Uno es el aspecto técnico y científico. El segundo es el caso psiquiátrico que parece afectar a una gran porción de la población argentina, pero que se mani-fiesta con mayor severidad en Gualeguaychú, y en las regiones mineras del país: se denomina "paranoia verde". Y el tercero, y más grave de todos, es el lado político: la corrupcion rampante ha contaminado a la sociedad argentina mucho más que las 15 pasteras que hay de nuestro lado del río Uruguay.
Después de su humillante derrota en el enfrentamiento anterior, derrota propinada por el Tribunal de La Haya, los asambleístas quedaron con mucha “sangre en el ojo”. Sobre todo sus dirigentes, habían avizorado un brillante futuro en política –las dietas y jubilaciones en ese campo son un tentación imposible de resistir– y el Tribunal de La Haya (adonde dicen querer volver para recibir más de lo mismo), y la dura realidad terminaron por destrozar esos sueños de poder y riqueza mal habidos.
Pero el mal de la paranoia verde, cuando se mezcla con la dosis adecuada de un nacionalismo mal entendido, gene-ralmente lleva a consecuencias catastróficas. La única cura para este mal radica en una vuelta al colegio primario y un duro entrenamiento en comprensión de textos, lógica y procesos de razonamientos adecuados, historia de la humanidad, y cursos intensos de introducción a la ciencia y comprensión de los textos científicos y de estudios epidemiológicos.
Conclusión: eso jamás sucederá por lo tanto esta enfermedad endémica seguirá extendiéndose hasta alcanza la categoría de pandemia.
El lado técnico y científico
Este es el lado más aburrido de todos. Porque a la gente enferma de paranoia verde los números, los datos, los porcentajes, le aburren horriblemente. Sólo quieren escuchar la parte catastrófica y el mensaje Apocalíptico. Con un cartelito en la mano salen a unirse a manifestaciones, bloqueos y piquetes con la convicción –equivocada, por cierto- de que no sólo están “salvando al mundo”, sino que finalmente son alguien que sale (al fin!) de un anonima-to degradante y pasan a ser una parte “gestáltica” de un gran monstruo que tiene un poder omnímodo. No hay nada como creerse dueño del poder –aunque ese poder lo ejerzan otros sobre los que no tiene ninguna influencia.
Entonces, a riesgo de aburrir al lector, hay algunos datos y razonamientos que deberé presentar para quienes no han perdido su capacidad de análisis y comprensión.
Razonamiento Uno:
Hasta la fecha no se había publicado en ninguna parte un informe con análisis confiables, de laboratorios indepen-dientes, de países no comprometidos con las partes, de que la pastera Botina (hoy UPM) contaminase el río o la atmósfera de la región. Sí se sabe, y nadie lo niega, que las 13 pasteras argentinas contaminan gravemente sin que Greenpeace o los asambleístas de Gualeguaychú hayan hecho el menor comentario. Si hubiese existido el menor indicio de que UPM/Botnia contamina, ¿cuánto hubiese demorado el Canciller Timmerman en recibir la orden de divulgar esos resultados en lugar de ocultar los que realmente dispone el gobierno argentino?
Y si UPM/Botnia no contamina, ¿por qué no puede aumentar su producción un 10% o un 30%, o un 100%? Si la contaminación es CERO, el 30% de CERO sigue siendo CERO.
Entonces el asunto gira alrededor de si el reclamo argentino es serio y fundamentado o sólo es una expresión de paranoia verde, deseos de revancha por tanta “sangre en el ojo”, ¿O es una movida política del gobierno que mezcla un falso nacionalismo con gruesas dosis de datos falsos y distorsiones de la realidad para recuperar la simpatía de algunos votantes en tiempos donde su credibilidad ha caído a niveles de varios subsuelos?
Entonces se hace obligada una comparación entre los datos de contaminación entre las fuentes argentinas y las fuentes uruguayas, datos que son incontrovertibles, imposibles de refutar:
Compare niveles de contaminación del río Gualeguaychú y UPM
Según indicó la ministra interina de Vivienda uruguaya Lejtreger, los datos responden a estándares establecidos en el acuerdo realizado en Olivos en julio de 2010 que le dan marco a los controles y que refieren a comparación entre vertidos de UPM y el aporte de la desembocadura del río Gualeguaychú tomados mediante muestras gemelas. Explicó que se hace un monitoreo conjunto de 12 controles anuales realizados en base a tomas sorpresivas que se envían a laboratorios en Argentina, Uruguay el exterior. Así, confirmó que ambos gobiernos cuentan con la misma información de base.
- Fósforo
Respecto al fósforo, cuyo nivel fue “denunciado” por Timeman, afirmó que la concentración estándar de ver-tido es de 5 miligramos por litro y que los resultados de los análisis han dado un promedio de 0.86 miligramos por litro, habiéndose registrado un máximo de 2,6 mg por litro. Asimismo, en cuanto a la carga que se vierte al río, aseguró que el ministerio autoriza un promedio mensual de 74 kilos por día, y el promedio de vertido de UPM es de 47 kilos diarios. En este mismo punto, se subrayó que en la desembocadura del río Gualeguaychú el promedio de vertido diario es de 5.108 kilos diarios, lo que supera en 1800% el vertido de la planta. - Caudal de vertido
Según el Comité Científico de la CARU es de 690 litros por segundo, lo que está por debajo de los 846 litros por segundo autorizados por la DINAMA. Asimismo, aseguró que la temperatura “cumple con los estándares de la resolución ministerial de 2011” y que debe tenerse en cuenta que en el propio río a la altura de UPM el caudal promedio es de 5 millones de litros por segundo. - Endosulfán
Por resolución del presidente José Mujica el endosulfán es un compuesto prohibido en el país, pero sucede que las trazas que se han encontrado responden a que “es un compuesto orgánico persistente”. Sobre estándares, la concentración para efluentes industriales es de 2.000 nanogramos por litro, y los resultados para este período, hasta julio de 2013 era de 1,07 nano gramos por litro en UPM, y de 14,2 nano gramos en el río Gualeguaychú“En función de acuerdos internacionales, que tienen establecidos como valor de referencia 2.000 nano gramos por litro, UPM se encuentra en un 55.300% por debajo del estándar”. - Carga orgánica
La carga orgánica responde a la demanda química de oxígeno de la planta, que es de 14.700 litros por día, en tanto el tope es de 55.000 kilos diarios, lo que implica una demanda del 380% menor a lo establecido. - Nitrógeno
En referencia al nitrógeno, los muestreos de UPM están en una carga de 102 kilogramos diarios, habiendo un máximo de 284, pero por debajo de un tope de 740 kg diarios dictaminados. Paralelamente, en el río Gualeguaychú se advierte un promedio de 11.750 kilos diarios, cifra 115 veces superior al aporte de UPM al caudal. La planta de UPM está posicionada dentro de las mejores del mundo por sus estándares ambientales.
En la mañana de hoy, el Gobernador de Entre Ríos, Jorge P. Busti, informó desde su despacho en la Casa de Gobierno en Paraná que se ha confirmado un adelanto sobre la instalación de la industria de pasta celulósica en Entre Ríos. Pregunta el periodista: “¿Dónde se instalará la fábrica?”. Responde el Gobernador: “En una zona del río Uruguay que los inversores han evaluado, ubicada entre Concepción del Uruguay, Colón y Concordia”.
En el 2004, el presidente Kirchner fue más contundente aún ya que entregaba al Congreso Nacional la Memo-ria Detallada del Estado de la Nación Argentina año 2004, un documento de 527 páginas que incluye el capí-tulo Uruguay, expresando entre los logros, en la página 107, que en junio del 2004, “Argentina dio el aval para la construcción de las Plantas de Celulosa, y que en el mismo mes, ambos países firmaron un acuerdo bilateral, poniendo fin a la controversia por la instalación de una planta de celulosa en Fray Bentos. Este acuerdo respeta, por un lado, el carácter nacional uruguayo de la obra, que nunca estuvo puesto en entre-dicho y, por otro lado, la normativa vigente que regula las aguas del Río Uruguay a través de la CARU”. Cuando en marzo del 2006, el presidente Vázquez apoyó y acompañó el proyecto Botnia, Argentina comenzó a protestar por la instalación de la “pastera” en Uruguay. En todos mis artículos, de esa fecha en adelante, afirmé que el conflicto no se solucionaba mientras Vázquez y Kirchner estuvieran en el gobierno. Por desgra-cia, no me equivoqué: es que todos los analistas estudiaban el conflicto sin poner dentro del “paquete” lo que se habían perdido por las groseras exigencias de Busti, las cuales fueron la causa del enfrentamiento de los presidentes.
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La historia del conflicto la conocemos todos y sería pesado volver a repetirla pero, lamentablemente, la historia vuelve a repetirse en el gobierno del presidente Mujica. Otra vez, la coima aleja a los gobiernos.
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Nadie sabía, hasta ahora, que hace mas de un año Uruguay le hizo caer el gran negociado del dragado del Canal de Martín García al denunciar un “intento” (llamémoslo así) de soborno para aceptar un mayor precio en la continuidad del actual dragado y un precio a acordar en la licitación de la profundización del Canal, sobre precio que igual se aceptó y nadie sabe, después que se retiró el Embajador Bustillo… en qué bolsillo aterrizó el millón de dólares que estaba en la elegante mesa del salón del Jockey Club Argentino. Porque que estuvo, estuvo.
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El tema es que, a partir del momento en que salieron a luz las versiones desmentidas y luego confirmadas, comenzaron las represalias contra el Uruguay y las relaciones se agriaron. Tal como en su oportunidad le sucedió al Dr. Vázquez, lo propio le va a pasar al presidente Mujica, es decir, que mientras él y la Señora de Kirchner sean presidentes, jamás se concretará la profundización del Canal de Martín García. ¿Acaso las coimas, los sobornos, las “atenciones”, los sobreprecios, etcétera, serán en el futuro quienes regulen las relaciones entre Argentina y Uruguay?
El manejo que si hizo con nuestra amiga y hermana república de Uruguay ha sido a todas luces malintencionado. Ninguna de las promesas y acuerdos se convirtió en realidad. Allí siguen trancados los proyectos para el dragado de Martín García y el río Uruguay; allí siguen trancados los esfuerzos inversionistas para ampliar el puerto de Nueva Palmira; allí siguen trancadas las negociaciones para atemperar el efecto de las trabas a la importación de productos uruguayos; allí siguen amenazantes los piquetes sobre el puente San Martín para impedir el tránsito de turistas. Y aparecen proyectos de modificación del Río de la Plata que harían inoperable al puerto de Montevideo. ¿Por qué tendría algún gobierno uruguayo sentir respeto –para no hablar de cariño o amistad- por los que vienen gobernando a la Argentina en los últimos 10 años? No creo que tarde demasiado para que Uruguay levante la prohibición que puso al ingreso de barcos y aviones que viajan o comercian con las Islas Malvinas. Todo esto es de no creerse! Ni siquiera Gabriel García Márquez podría haber imaginado personajes tan estrambóticos como los que manejan hoy a la otrora “República” Argentina.
Entonces, viendo todo esto y sabiendo que son verdades de hierro, todo lo relacionado a la técnica, la ciencia y cuidado del medio ambiente pierde toda relevancia y que queda reducido al “cuidado del bolsillo y el negociado”, un mal que viene azotando a nuestra castigada patria desde hace demasiado tiempo.
Por eso es que Mafalda se queja con toda razón! ¿Otra vez sopa?!! Más corrupción, más piquetes de desequilibra-dos mentales, más mensajes mentirosos desde las altas esferas del gobierno…? Es hora de que la gente común haga escuchar su voz y grite: Basta! no queremos más sopa!
Fuente: Mitos y Fraudes
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