La historia pasada de “la huida de las especies”

blog de Donna Laframboise

foto de la página de Chris D. Thomas

A principios de 2004 la respetada revista de ciencias Nature (cada vez menos respetada…–nota de E.F.) publicó una historia de tapa titulada “Sintiendo el calor: pérdidas de biodiversidad debido al calentamiento global.” Un crítico observó más tarde, “Es raro que un estudio científico sea el ítem principal en las noticias de la noche, o llenar las páginas frontales de los diarios nacionales, pero [ese estudio en particular] recibió una excepcional atención de los medios mundiales.

El principal autor se llamaba Chris D. Thomas. Ahora está nuevamente en las noticias –esta vez a causa de un ‘paper‘ publicado en Science cuyo propio parte de prensa comienza diciendo:

Muchas especies diferentes de plantas y animales han estado moviéndose más hacia las alturas y alejándose del ecuador para escapar al clima en calentamiento de la Tierra.

 

Una vez más, los medios se lanzaron sobre toda la historia –y los titulares son dramáticos. La BBC declara que las especies están huyendo del clima más cálido más rápido de lo que antes se creía. La revista Time nos dice que el cambio climático están convirtiendo a plantas y animales en refugiados. La CNN asevera que los animales están siendo empujados a alturas mayores por el calor. (Muchas más noticias pueden verse en este link

Lo que nadie parece darse cuenta o recordar es que las cosas le salieron bastante mal la última vez que el trabajo de Thomas fue igualmente festejado por los periodistas. (Aunque el nombre de Thomas no está listado primero en el artículo de Science, tanto la BBC como la CNN dicen que él ha sido el autor principal).

Yo estoy familiarizada con el estudio de Thomas de 2004 porque el Panel Intergubernamental del Cambio Climático lo eligió para basar sus predicciones de 2007 sobre extinción de especies, a pesar de que su trabajo ya había sido convertido en basura por otros expertos.

Nature publicó tres críticas separadas del paper de Thomas de 2004 seis meses después. Éstas fueron seguidas por desafíos en otras publicaciones –incluyendo una evisceración de 6000 palabras hecha por un ecologista de conservación de la Universidad de Oxford. (Ver el post en mi blog aquí.

Daniel Botkin, que está descrito como “uno de los preeminentes ecologistas del Siglo 20” le dio una paliza al paper de Thomas de 2004 –tanto en la literatura con revisión de los pares como en su propio blog. Él llamó a ese estudio “el peor paper que haya leído en alguna revista científica importante.”

Botkin explica (ver el comentario de fecha Marzo 9, 2008):

Primero, el paper usa una teoría que es inapropiada e ilógica para la cuestión. Segundo, la informa-ción sobre las que basa los cálculos –las áreas de la biomasa del mundo- son crudas, carentes de estimación de los errores de medición. Mi libro de texto “Ciencia Ambiental: La tierra Como un Planeta Viviente” tiene un capítulo sobre el método científico donde declaro que “una medición sin una declaración sobre su grado de incerteza no tiene sentido.”

En otras palabras, los antecedentes de Thomas son, por decirlo con suavidad, problemáticos. Parecería ser que muchos de sus pares tienen a su trabajo en muy baja estima. En seis meses desde ahora podría ser que Science publique tres críticas de este nuevo paper.

Los periodistas ni siquiera lo notarán. De modo que no oiremos ni palabra sobre esto.

En este caso, Bryan Walsh extrañamente menciona en la revista Time “…un influyente paper en 2004 de Nature” en relación a especies en extinción. También menciona que las conclusiones están en disputa. Pero no les dice a sus lectores que Thomas es responsable por ambas piezas de científicas.

Hasta que pase algún tiempo no tenemos manera de saber si la calidad de este nuevo paper de Thomas es algo mejor que su anterior pobre esfuerzo.

Pero eso no impidió que Science emitiera un parte de prensa. Y, como ha sucedido tantas veces antes, los periodistas reportaron los nuevos descubrimientos de Thomas como si estuviesen bien establecidos. En realidad, esta investigación ni siquiera fue leída todavía por la comunidad científica –para no hablar de haber pasado por el escrutinio colectivo.

Por cierto, la historia de este investigador en particular dice que hay buena razón para estar preocupado por la calidad de este trabajo. Pero los medios no le han alertado sobre esto, no?