La Gestión Ambiental. Un ámbito adecuado para el desarrollo y aplicación de técnicas multicriterio an la toma de decisiones

I. Introducción. II. El análisis costo-beneficio aplicado a la evaluación ambiental. III. La decisión multicriterio aplicada a la evaluación ambiental. IV. Comparación entre los enfoques multicriterio y costo-beneficio. V. Conclusiones. VI. Bibliografía.

La creciente preocupación por el medio ambiente ha influido en la necesidad cada vez más frecuente de tener en cuenta en la toma de decisiones criterios medioambientales junto con otros de distinta índole como los económicos, tecnológicos, etc. Esta combinación de factores de diversa naturaleza complica el análisis cuantitativo de las alternativas a las que se ha de enfrentar el decisor, más aún si se tiene en cuenta que típicamente suelen intervenir en la decisión muchos factores ambientales difíciles de comparar y en ocasiones también difíciles de cuantificar. El análisis coste-beneficio ha sido el método más utilizado en este tipo de valoraciones, sin embargo, cada vez están recibiendo mayor atención otro tipo de herramientas, las técnicas de decisión multicriterio. En este artículo se analizan los elementos básicos que caracterizan a ambos grupos de técnicas y se discute la idoneidad de cada uno de ellos aplicados a la evaluación ambiental.

I. Introducción

Desde hace ya unos años está teniendo lugar un proceso de cambio de dirección en los hábitos y medios de desarrollo que permita frenar y en lo posible invertir el acelerado deterioro ambiental provocado por un crecimiento de las sociedades a espaldas del medio ambiente. En efecto, la maximización de la eficiencia económica puede ser extremadamente agresiva con el entorno. Como reacción a esta tendencia surgió el concepto de desarrollo sostenible (Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo, ONU).

Un ingrediente fundamental en el avance hacia un desarrollo sostenible es contar con herramientas que faciliten los procesos de toma de decisiones. Estas herramientas, para ser efectivas, deben estar preparadas para incorporar en el análisis elementos en conflicto y de muy diversa naturaleza, como pueden ser, factores ambientales, tecnológicos, económicos, etc. En este documento nos ocuparemos precisamente del estudio de algunas de esas herramientas; en particular, nos centraremos en dos grupos de técnicas cuantitativas: el análisis coste-beneficio y la decisión multicriterio.

II. El análisis costo-beneficio aplicado a la evaluación ambiental

El análisis coste-beneficio se comenzó a utilizar, en los años treinta, en Estados Unidos para estudiar proyectos públicos de abastecimiento de aguas. Se pretendía obtener una valoración cuantitativa de la utilidad social de los citados proyectos. Más concretamente, se pretendía responder a preguntas como: ¿Hasta qué punto está justificada la inversión de fondos públicos en estos proyectos? ¿En cuántas localidades y en qué orden de prioridad se debería intervenir?.

A partir de entonces, y hasta el momento presente, sus aplicaciones no han hecho sino crecer y extenderse, lo cual, ha contribuido sin duda al desarrollo y sofisticación de la herramienta a medida que se acumulaba experiencia y se enfrentaba a nuevos entornos de decisión. Ejemplos de utilización de esta técnica los podemos encontrar en el análisis de la decisión de construir o no un nuevo aeropuerto, programas de protección de especies amenazadas o proyectos de control de la contaminación.

El objetivo de un análisis coste-beneficio es determinar una medida global de la utilidad social de un proyecto o política, para, en el caso de existir varias alternativas, elegir aquella que maximice este valor, teniendo en cuenta que la valoración de determinados efectos del proyecto no están sujetos a transacción mercantil

El objetivo de un análisis coste-beneficio es determinar una medida global de la utilidad social de un proyecto o política, para, en el caso de existir varias alternativas, elegir aquella que maximice este valor. El proceso seguido en un análisis coste-beneficio es el siguiente: elaboración de una lista de todas las partes afectadas por el proyecto y, a continuación, valoración del efecto del proyecto en el bienestar de las partes afectadas, como lo valorarían ellos mismos en términos monetarios. Puesto que los efectos del proyecto se distribuirán a lo largo de un período de tiempo, será necesario actualizar al momento presente las valoraciones correspondientes a cada año, para sumarlas y así obtener el valor neto actual como medida global del efecto del proyecto (Layard y Glaister).

Siempre que es posible, la valoración de los efectos del proyecto se hace según su valor de mercado. Sin embargo, existen aspectos relativos al medio ambiente, no están sujetos a transacción mercantil y, en estos casos, es necesario recurrir a otras formas de valoración. Destacan entre ellas la utilización de mercados indirectos o la creación de mercados hipotéticos. La utilización de mercados indirectos se basa en la asignación del valor de un bien mediante la observación de transacciones asociadas a él. Por ejemplo, para estimar el valor de un paraje natural se podría utilizar un indicador en el que se estableciera el coste que soportan los visitantes para acceder a él.

En el caso de que la valoración mediante mercados indirectos no sea satisfactoria, bien porque estos no existan o bien porque recojan el valor del bien sólo parcialmente, se recurre a mercados hipotéticos. En este caso se puede seleccionar un grupo representativo de afectados y enfrentarles a una hipotética situación de transacción comercial sobre bien objeto de la valoración. Si, por ejemplo, se tratase de estimar el valor de existencia de una especie en peligro de extinción, el analista, después de dar a la persona toda la información pertinente sobre la especie en peligro, formularía preguntas del tipo: Si pudiera pagar para que esa especie no desapareciese ¿cuál sería la cantidad máxima de dinero que invertiría en ello?. Se puede observar que este tipo de valoraciones llevan asociada ineludiblemente una carga de subjetividad.

Otros aspectos controvertidos de este análisis son: la estimación de la valoración de los efectos que harían generaciones futuras, la tasa de descuento adecuada para actualizar al momento presente los valores futuros y la inclusión de elementos de incertidumbre en términos de su valor medio esperado.

III. La decisión multicriterio aplicada a la evaluación ambiental

La teoría de la decisión multicriterio es mucho más reciente que el análisis coste-beneficio, puesto que hasta los años setenta no comenzó a ser considerada como una disciplina diferenciada. Según la definición que propone (Vincke): «La ayuda a la decisión multicriterio pretende, como su propio nombre indica, proporcionar al decisor herramientas efectivas que le permitan proceder en la resolución de un problema de decisión en el cual hay que tener en cuenta varios puntos de vista, con frecuencia contrapuestos». Se puede advertir que es una definición relativamente general, lo que pone de relieve la diversidad de técnicas que se incluyen bajo esta denominación.

Una primera clasificación de las técnicas multicriterio, según la naturaleza de las alternativas objeto de evaluación, las divide en: decisión multicriterio discreta (que trata con conjuntos numerables discretos y relativamente reducidos de alternativas) y decisión multicriterio continua (en los que el número de alternativas varía de forma continua. Por ejemplo, los litros de detergente utilizados para limpiar un río contaminado pueden ser variados entre determinados límites de forma continua). En este artículo únicamente nos ocupamos del primer grupo, por ser el que se aplica más directamente al caso de elección de proyectos mediambientales.

Una de las hipótesis centrales de la decisión multicriterio discreta es la existencia de un centro decisor que manifiesta su preferencia por una u otra alternativa en función de una serie de criterios de evaluación. La primera etapa en la construcción de un modelo de decisión multicriterio discreta es, por tanto, la identificación de las alternativas y de los criterios. La etapa siguiente requiere la puntuación de cada una de las alternativas con respecto de cada uno de los criterios. Con esto se obtiene una matriz de elementos [a_ij] , la matriz de decisión, que resume las valoraciones parciales. Cada alternativa no dominada será mejor con respecto a unos criterios y peor con respecto a otros. A partir de este punto, los diferentes métodos de decisión proponen formas distintas de agregar la información para: determinar la alternativa preferida, clasificar las alternativas en categorías, o establecer un orden entre ellas.

Según una clasificación basada en la forma de agregación de las puntuaciones en los diversos criterios para obtener una evaluación global de cada alternativa se pueden distinguir las siguientes categorías de métodos: métodos de ponderación, métodos multicriterio ordinales, funciones de utilidad aditivas, métodos de relaciones de superación y otros métodos de decisión multicriterio (Barba-Romero; Pomerol).

Las experiencias de aplicación a la gestión medioambiental son numerosas, a modo de ejemplo se pueden consultar las siguientes referencias: Joerin, donde se presenta un sistema de ayuda a la decisión multicriterio para la gestión territorial; Mladineo, que aborda el problema de selección del trazado de una carretera, y Maniezzo, que aplica una combinación de programación lineal y decisión multicriterio discreta para la localización de instalaciones para la gestión de residuos industriales.

IV. Comparación entre los enfoques multicriterio y costo-beneficio

En lo relativo a su ámbito de aplicación, la decisión multicriterio mantiene una perspectiva menos específica que el análisis coste-beneficio: en principio se puede aplicar a cualquier situación en la que el decisor perciba que no es adecuado reducir el examen de las alternativas a un solo criterio, mientras que el coste beneficio está enfocado principalmente al cálculo de la utilidad social de un proyecto o programa.

La siguiente divergencia se plantea en relación con la asunción presente en el análisis coste-beneficio de que los decisores, dentro de sus posibilidades, actúan guiados por la pretensión de maximizar su utilidad. Esta asunción ha sido puesta en duda ya desde finales de los años 50, cuando Herbert Simon (Simon) propuso un modelo alternativo de comportamiento, basado en el principio de racionalidad limitada, en el cual defiende el principio de satisfacción por encima del de optimización. Apoyada por esta hipótesis la teoría de la decisión multicriterio aborda los problemas de decisión identificando diversas aspiraciones en conflicto y eligiendo de entre las alternativas la que proporciona un mejor compromiso entre esas aspiraciones.

La decisión multicriterio permite medir cada criterio en la unidad más adecuada a su naturaleza. cuando se presentan factores difícilmente cuantificables, son interesantes las cifras ordinales y los pseudocriterios, como ocurre en los casos de valoración de determinados factores ambientales

La forma de cuantificar los diversos aspectos positivos y negativos de las alternativas es otro aspecto fundamental en el que difieren el análisis coste-beneficio y las técnicas multicriterio. Mientras que en el análisis coste-beneficio todos los efectos del proyecto evaluado han de traducirse a una unidad de medida común, la decisión multicriterio permite medir cada criterio en la unidad más adecuada a su naturaleza, en unidades monetarias, unidades físicas, cifras ordinales o pseudocriterios, basados en conjuntos difusos. Estas dos últimas posibilidades son especialmente interesantes cuando se presentan factores difícilmente cuantificables, como ocurre en los casos de valoración de determinados factores ambientales o cuando ésta se realiza en contextos de incertidumbre.

Las críticas a la valoración en unidades monetarias de determinados factores ambientales requerida en un análisis coste-beneficio, no se restringen únicamente a las dificultades que entraña obtener esas valoraciones por medio de consulta a los afectados por el proyecto, sino que, además, se pone en duda la utilidad de esa forma de valoración. En efecto, la estimación del valor de mercado de factores como la belleza de un hábitat, puede no ser una medida adecuada del valor que realmente se le atribuye. Sagoff (Sagoff), por ejemplo, afirma que lo que una persona haría como consumidor no es necesariamente lo mismo que lo que haría como ciudadano: el contexto político-ético-cultural influye en las decisiones de los individuos en su papel de ciudadanos probablemente en mayor medida que en su papel de consumidores. Más aún, la utilidad atribuida por un individuo es también dependiente de su nivel de bienestar económico, por lo que los valores atribuidos por él pueden no ser representativos de la opinión del conjunto de la sociedad.

Mientras el análisis coste-beneficio agrega en una sola cantidad todos los costos y beneficios sobre todos los afectados por el proyecto, en la decisión multicriterio se asume que el análisis lo realiza un solo centro decisor, y por tanto la evaluación representa un punto de vista concreto

Por último, el problema de la obtención de un juicio global sobre cada alternativa, se trata de forma muy diferente en los dos enfoques. El análisis coste-beneficio agrega en una sola cantidad todos los costes y beneficios sobre todos los afectados por el proyecto. En la decisión multicriterio se asume que el análisis lo realiza un solo centro decisor, y por tanto la evaluación representa un punto de vista concreto. Sin embargo, una de las mayores potencialidades de la decisión multicriterio es la construcción de varios modelos que representen los puntos de vista de los diversos implicados facilitando la negociación de una alternativa consensuada. Por otra parte, la decisión multicriterio ofrece alternativas a la simple agregación de factores que en muchos casos representan más fielmente el proceso real de toma de decisiones relativas al medio ambiente. Por ejemplo, los métodos lexicográficos (Barba-Romero; Pomerol,), establecen una jerarquía entre criterios que impiden la compensación de puntuaciones inaceptablemente bajas en unos criterios con puntuaciones muy favorables en otros.

V. Conclusiones

Se puede concluir que tanto el análisis costo-beneficio como las técnicas de decisión multicriterio son útiles para la toma de decisiones relativas al medio ambiente, puesto que proporcionan métodos y herramientas para analizar cuantitativamente decisiones por naturaleza complicadas.

La mejor solución sería la integración del análisis costo-beneficio con la decisión multicriterio

El análisis coste-beneficio tiene la virtud de ser sistemático, exhaustivo y consistente conceptualmente. Esto le confiere un valor indudable en la valoración de factores relacionados con la rentabilidad y la eficiencia. Los intentos de extender su ámbito de actuación a todo tipo de evaluaciones de proyectos con repercusión ambiental han tropezado con serias dificultades. En este terreno es en el que la decisión multicriterio puede aportar nuevas soluciones, fundamentalmente, facilitando la búsqueda de alternativas satisfactorias para los diversos implicados, facilitando la valoración de factores de decisión que no sean objeto de transacción comercial y ofreciendo formas de agregación entre factores más cercanas a los procesos reales de decisión que la adición lineal de los factores.

La mejor solución no creemos que esté en optar por una u otra técnica, sino en la integración de ambas. En todo caso, es de extrema importancia la utilización de cualquiera de ellas siendo consciente de las hipótesis que se están asumiendo, y haciendo uso de ella no como proveedora de la «solución» al problema de decisión, sino como herramienta de ayuda a la decisión. En este sentido, tendrá más importancia el proceso de análisis que el resultado del mismo

ECOIURIS
ISABEL GARCÍA GUTIÉRREZ y BERNARDO PRIDA ROMERO

VI. Bibliografía

-Joerin, F.: «Proposition d’une approche par utilisation de SIG el de méthodes d’analyse multicritère», Tesis presentada en Département de Genie Rural de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne.
-Layard, R., Glaister: «Cost-Benefit Analisys», Cambridge University Press.
-Maniezzo, V. y otros: «Decision support for siting problems», Decision Support Systems 23, pp. 273-284.
-Mladineo, I. y otros,: «An evaluation of multicriteria analysis for DDS in public policy decision», European Journal of Operational Research 61, pp. 219-229.
-Barba-Romero, S; Pomerol J.C: «Decisiones multicriterio: Fundamentos, técnicas y utilización práctica». Colección economía (Universidad de Alcalá). Madrid.
-Sagoff, M: «The Economy of the Earth» Cambridge: Cambridge University Press.
-Simon, H: «Models of Man. Social and Rational». Nueva York: Wiley
-Vincke, Ph.: «L’aide multicritère à la décision», Bruselas: Editions de l’Université de Bruxelles.