La Ciencia Perdida de la Climatología
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- El 24 julio, 2009
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Lo absurdo de la visión políticamente correcta prevaleciente sobre el calentamiento global no se pudo revelar más claramente que en la declaración de los líderes de la cumbre del G8: “Reconocemos que el aumento de la temperatura media global por encima de los niveles preindustriales no debe exceder los 2 grados Celsius.”
Lo absurdo está en la creencia de que, A) el clima global puede ser controlado por los humanos, y B) un ligero aumento de la temperatura media global es algo malo.
Uno se pregunta sobre la calidad del asesoramiento sobre el que el G8 se apoya, y la cordura de los asesores científicos del clima cuya climatología se ha convertido en un chocante ejemplo de política usada para manejar la ciencia.
El asesoramiento emana de vociferantes miembros de la industria del calentamiento global lanzados a la promoción de conclusiones predeterminadas que no son apoyadas por datos empíricos u observaciones del mundo real. La ciencia sobre la ellos se apoyan se reduce al porcentaje de científicos que están de acuerdo con ellos y el deseo de usar afirmaciones de consenso para suprimir el control de calidad sobre la investigación del clima.
La climatología se ha convertido en un triste caso de una disciplina científica que en su gran mayoría ha dejado de ser científica.
Anticientífico
Hace treinta años las emisiones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles estaban aumentando a un ritmo de unas 400 millones de toneladas por año. Se asumía que esto era el principal contribuyente del aumento observado en las temperaturas globales. Sobre esta base la información del CO2 fue usada en las proyecciones de los modelos climáticos computados para el futuro calentamiento.
Hacia el año 2000 la tasa de emisiones de CO2 dio un salto a nuevas tasas de aumento de más de 1000 millones de toneladas anuales de CO2. De manera notable, este aumento de más de dos veces y media en las emisiones no tuvo un efecto identificable sobre la tasa de aumento en la concentración del CO2, que se mantuvo constante y apenas por debajo de las 2 partes por millón (ppm) anuales. En algunos momentos el aumento de la temperatura media global se frenó, y actualmente muestra señales de estar reduciéndose.
Algo similar ocurrió entre 1940 y 1980, durante el boom industrial de posguerra cuando el dióxido de carbono aumentó rápidamente, pero estuvo acompañado por 40 años de enfriamiento global. Por otra parte, hubo un bien nítido período cálido en los tiempos medievales cuando los niveles de dióxido de carbono eran muy inferiores a los actuales.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es actualmente más lata que en cualquier otro momento en los últimos 600.000 años, y sin embargo las temperaturas medias globales eran más mucho más elevadas durante todos los grandes períodos cálidos interglaciales que ocurrieron durante ese tiempo, a pesar de niveles de dióxido de carbono mucho más bajos.
Hechos sobre el CO2
De todo esto resulta claro que el calentamiento y el CO2 no se correlacionan bien. La información empírica falsifica completamente las expectativas de un crecimiento peligroso de las temperaturas globales por causa de un aumento de las emisiones de CO2. Mucho más importante es que está muy claro que las iniciativas para el control de las emisiones son un costoso ejercicio que no suministra un beneficio climático sino que daña a la economía global castigándola con precio más elevados de la energía y los alimentos.
Los líderes del G8 deberían haber escuchada ya que las bases para la vieja afirmación de que el CO2 es el principal impulsor del clima global está siendo cuestionada, junto con la consiguiente y supuesta necesidad de costosas medidas para restringir las emisiones de CO2.
Histeria del Calentamiento
Si no lo han escuchado, es por el barullo producido por la histeria del calentamiento que se apoya en la falacia lógica del “argumento desde la ignorancia” y predicciones de modelos computados.
Cerca de casa, la preocupación es la misma. Que aparentemente no hay ningún científico del gobierno de Nueva Zelanda asociado con asuntos del clima que esté dispuesto a hablar sobre el alarmismo del calentamiento global con algún sentido de equilibrio, o con apariencia de tener una mente abierta, dice mucho sobre la manera en Nueva Zelanda está gobernada.
Por: Dr. Chris de Freitas, PhD.
Climatólogo de la Universidad de Auckland, N. Zelanda
Fuente: Mitos y Fraudes
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