Jugar Hockey Sobre Hielo en la Antártida
- Creado por admin
- El 27 enero, 2009
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La noticia corrió como un reguero de pólvora en los medios: la Antártida se estuvo calentando durante 50 años –y nadie se había dado cuenta! Las alternativas son dos: o los científicos que estuvieron ciegos al calentamiento antártico son unos papanatas, o los que lo anuncian con bombos y platillos son unos pícaros embarcados en la agresiva campaña iniciada hace un año para forzar la adopción definitiva del Tratado de Kioto.
Se pueden reproducir aquí extractos de los cientos de partes de prensa y noticias que inundaron los medios y miles de comentarios en la blogosfera, pero sería demasiado largo y aburrido. La repetición constante del mantra del calentamiento global es perjudicial para la salud mental. De modo que nos gustaría mostrar la cuidada redacción que hace una editora de la revista Newsweek, Sharon Begley, donde se comprueba que lo importante no es la información científica dura e inobjetable que ha pasado la prueba ácida de la observación y la replicación de las mediciones y los análisis de los datos, sino lo que se sugiere o se insinúa al deformar la información y dejar sin revelar los detalles que hacen al fondo de la cuestión:
El Calentamiento Global Va al Sur Por Sharon Begely
Fuente: Newseek
Y ahora el último bastión ha sucumbido: la Antártida había sido el único de los siete continentes donde las mediciones no mostraban calentamiento, pero un nuevo análisis de los últimos 50 años, usando registros más completos que nunca antes, muestran que el mercurio también estuvo subiendo en el continente del sur.
Hasta ahora, los científicos habían registrado un fuerte calentamiento en la Península Antártica, pero un ligero enfriamiento en el interior desde 1950. El supuesto enfriamiento ha deleitado a los contreras del Clima, tales como el prolífico vocero del Senador James Inhoffe, del Comité de Energía y Ambiente del Senado de los EEUU, Marc Morano , quien ha escrito, “Al contrario que la exageración de los medios, la vasta mayoría de la Antártida se ha enfriado durante los últimos 50 años.” Para desgracia de quienes aun abrigan la esperanza de que las leyes de la física atmosférica hayan sido abolidas, este no es el caso. Los previos registros de temperaturas han sido deformados por la escasez de estaciones meteorológicas en la Antártida (todas menos dos están en las costas en lugar de interior del continente) y la corta duración de las observaciones. El análisis más completo hecho hasta la fecha, usando datos de las estaciones en tierra suplementada por registros satelitales y modelos estadísticos, está siendo informado esta tarde en las revista Nature . El estudio encuentra que “un calentamiento significativo se extiende más allá de la Península Antártica hasta cubrir la mayor parte de la Antártida Occidental, un área de calentamiento mucho mayor que lo previamente reportado,” de acuerdo con los científicos Eric Steig, de la Universidad de Washington, y Drew Shindell, del Goddard Space Flight Center de la NASA. La Antártida Occidental se calentó 0,127º C por década desde 1957 –es decir 0,85º C en 50 años –la mayor parte en invierno y primavera. Aunque la Antártida Oriental se enfría en otoño comparado a las décadas pasadas, ellos encuentran que, “el promedio para todo el continente de la temperatura cercana a la superficie es positiva,” con un calentamiento de 0,12º C por década. Ansío escuchar los argumentos de los “contreras” del clima de que este calentamiento observado es una ocurrencia natural y no tiene nada que ver con los gases de invernadero producidos por el hombre. |
Este último párrafo contiene una grosera desinformación o error: el calentamiento no ha sido observado . Simplemente ha sido inventado . Cuando se estudia con mayor detenimiento este pseudo estudio, vemos con una agradable sorpresa que el científico de mayor renombre y con seguridad el Alma Mater en el equipo, es –suenen clarines, redoblen los tambores y timbales, canten los coros la Anunciación del Portador de la Verdad Revelada, nuestro viejo conocido Michael Mann, el autor del engendro fraudulento y mediático conocido como el infame Palo de Hockey hoy repudiado hasta por el mismo IPCC. ¿Recuerda usted cómo era?
Gráfico de MBH98 versus datos del Informe IPCC de 1995 Temperaturas de los últimos 600 años |
Entonces, ¿qué han hecho estos científicos para que los “calentones” estén tan alegres, como lo estuvieron cuando Mann publicó su Palo de Hockey en 1998? Básicamente hicieron lo mismo: diseñaron un modelo computarizado “á la Mann” , con algoritmos tan curiosos e inútiles como los del PdH para llegar a la verdad, los combinaron con datos de satélites sin relación con temperaturas, y con la ayuda de la computadora Mágica de Harry Potter han “deducido” temperaturas en regiones donde no existían datos. Algo insólito, que hizo que el mismísimo Kevin Trenberth, autor principal de capítulos en los informes del IPCC, haya dicho del estudio: “Permanezco escéptico… es difícil sacar datos de donde no hay ninguno.” La razón para el escepticismo de un notorio partidario del calentamiento global catastrófico surge de la metodología y diseño del estudio. Según explican Steig y Mann en su paper:
“Nostros usamos unas técnicas de reconstrucción estadística del campo climático para determinar las anomalías de temperatura cercanas a la superficie en la cobertura de hielo Antártico desde 1957. Se usan dos conjuntos de datos independientes para proveer estimaciones de los patrones de covariaciones espaciales dela temperatura: estaciones meteorológicas automáticas y observaciones térmicas infrarrojas satelitales. Para determinar la amplitud de los cambios en esos patrones de covariaciones a lo largo del tiempo usamos información de calidad controlada de instrumentos de las estaciones meteorológicas ocupadas. Usamos una técnica modificada de análisis del componente principal (Steig et al., en revisión, Nature) para optimizar la combinación de información espacial y temporal. La verificación de las estadísticas obtenidas de los subconjuntos de datos demuestra que la reconstrucción resultante representa mejoras relacionadas con los valores climatológicos medios.” |
Michael Mann no es el único inventor de su propio PCA o “ análisis del componente principal ”. Parece que Steig –un miembro del Equipo “Palo de Hockey” de Mann en el blog Real Climate- consiguió “librarse” del enfriamiento antártico de la misma manera en que Mann se “libró” del calentamiento medieval. ¿Por qué no fijarse simplemente en los datos de las estaciones en el polo sur en lugar de “ ajustarlas ” y luego ” deducirlas “? ¿Por qué se niegan a usar un método más confiable que sus modelos computarizados?: las cartas del Tarot! De acuerdo con el gráfico siguiente, los datos observados, medidos y registrados revelan que en la Antártida hubo un enfriamiento que lleva ya unos 50 años.
Temperaturas en varias bases de investigación en la Antártida |
Steig et al (2009) usan “una estructura de covariación espacial para el campo de la temperatura de superficie para guiar la interpolación de los escasos pero confiables registros de 50 años de longitud de la temperatura a los 2 metros de altura de las estaciones meteorológicas habitadas.” Por lo tanto, la información de Steig et al., es pseudo información extrapolada.
Turner et al (2002) argumentan que no es posible extrapolar de manera confiable a través de las “distancias irrealmente grandes” que separan las estaciones meteorológicas de superficie en la Antártida. Tampoco es posible obtener información de lugares donde no existe información genuina y concreta (así sea usando “análisis estadísticos” o cualquier otra técnica), y por cierto nada confiable para una tendencia de 0,1ºC por década como “ deducen ” Steig et al. (2009).
Steig y Mann afirman que la Antártida Oriental (el área que excluye a la Península Antártica9 se está calentando a razón de 0,10º C/década, con un margen de error estimado de 0,14º C, que es más grande que la tendencia! (nivel de confidencia de 95%; período 1957-2006).
Esta era la imagen clásica en el sitio de NASA/NOAA donde se ilustraba el calentamiento de la Península y el enfriamiento del resto del continente:
Temperaturas en la Antártida 1980-2004 |
Para el mismo período, los registros de alta calidad de la base Amundsen-Scot muestran muy claramente que hay una significativa tendencia al enfriamiento, a pesar de su cercanía al océano que actúa como moderador de la amplitud de las variaciones.
Temperaturas en la estación Amundsen-Scott. |
Ver: http://data.giss.nasa.gov/work/gistemp/STATIONS//tmp.700890090000.0.1/station.txt
La incongruencia de la “consistencia”
Los calentones aman el término “ consistencia ”. Lo usan para cualquier cosa y para demostrar lo que les parece conveniente, o no saben explicarlo de otro modo. Por ejemplo, en este estudio hablan de consistencia como sinónimo de evidencia. Dicen Steig y sus secuaces que el estudio no apunta al cambio climático causado por el hombre como la causa del calentamiento de la Antártida (hacerlo sería un proceso científico muy intrincado) pero otro estudio del año pasado, más pequeño y diferente, hizo esa conexión.
”No podemos afirmarlo con precisión, pero realmente es consistente con la influencia de los gases invernadero,” dijo Drew Shindell, otro coautor del estudio. “Algunos de los efectos podrían ser por variabilidad natural ,” dijo él. |
Hace poco nos enteramos en Real Climate que una Antártida que se enfría “es consistente” con el calentamiento del invernadero y que por ello los escépticos estamos equivocados.
“…a menudo escuchamos a gente destacar que partes de la Antártida se están enfriando, y en verdad la banquisa de hielo en el Mar del Sur alrededor de la Antártida se estuvo haciendo últimamente más extensa. ¿No contradice esto los cálculos de que los gases invernadero están calentando al globo? No, para nada, porque una Antártida fría es justo lo que los cálculos predicen … y han estado prediciendo durante el cuarto de siglo pasado.”
…los modelos computados han mejorado en varios órdenes de magnitud, pero ellos siguen mostrando que no se puede esperar que la Antártida se caliente de manera significativa hasta mucho después de que el clima del mundo haya realmente cambiado. La conclusión final: Una Antártida y un Mar del Sur fríos no contradicen a nuestros modelos de calentamiento global. Durante mucho tiempo nuestros modelos han predicho exactamente eso. |
De manera que una Antártida que se calienta y otra que se enfría son ambas “ consistentes con ” las proyecciones de los modelos computados. En los casinos de Las Vegas se conoce como apostar a los 38 números de la ruleta (en La Vegas hay Doble Cero). No hay manera de perder –pero tampoco de ganar.
Nuestra investigación en la torturada lógica del “consistente con” en la ciencia del clima, hace surgir una y otra vez la pregunta: ¿Cuáles observaciones del sistema climático serían “ inconsistentes ” con las predicciones de los modelos?
Primera Reacción Importante
Además de las distintas reacciones en los medios y entre los científicos que ven esto como un escándalo científico de la magnitud del viejo Palo de Hockey, una de las más notables fue el envío de una carta del meteorólogo Ross Hays, que trabaja en el Columbia Ballonn Facility de la NASA, en la Antártida. En ese puesto ha permanecido muchos años en el continente blanco. Obviamente no puede hablar en nombre de la NASA pero puede emitir su opinión personal que ha compartido con muchas personas, haciendo pública su posición frente al estudio de Stieg y Mann. Dice Ross Hays en su carta enviada a Eric Steig, responsable y aparente jefe del estudio algo que, al igual que Anthony Watts, opinamos que el parte de prensa que anunció a este estudio fue hecho exclusivamente para atraer la atención de los medios . El momento elegido para hacerlo es sospechoso visto el próximop discurso que dará Al Gore ante el Congreso de su país. Podrá Gore decir ahora: “Hemos comprobado que, como yo lo afirmaba, la Antártida ahora se está calentando.” La traducción al español de la carta de Eric Hays:
Eric,
Permítame decirle primero que esta es mi opinión personal y que no representa a la Agencia para la que trabajo. Siento que su estudio esta absolutamente errado. Sinceramente, |
Mayor información sobre este asunto que parece ya algo bastante ridículo lo encontrarán en los profundos análisis que hacen de lo diseñado por Michael Mann sus antiguos verdugos, Steve McIntyre y Ross McKitrick, en varios posts de su excelente blog: Climate Audit: AntarcticRegEM ; donde el análisis se hace sumamente técnico para la comprensión del lector común, análisis al que contribuyen numerosos lectores que no parecen ser aficionados sino expertos meteorólogos o físicos atmosféricos que aportan datos de registros de estaciones antárticas, mediciones de satélites usados por el estudio que muestran la existencia de una tendencia negativa pero que, al ser interpretadas por el algoritmo de Mann, resultan ser “aumentos de temperatura.” Magia de la computadora de Harry Potter.
Sospechas Incómodas o,
Jugar al Hockey en el Hielo de la Antártida
¿Qué nos recuerda este último producto del equipo de Hockey de Mann & Co.? El testimonio del climatólogo David Deming ante el Congreso de Estados Unidos, cuando se hizo la investigación que llevó a la comprobación de que Mann y sus coautores habían cometido algo demasiado cercano al fraude científico con su estudio sobre proxys de anillos de árboles para conseguir eliminar al Período Cálido Medieval de la historia climatológica. Dijo Deming ante la Comisión del Senado:
“Tuve otra interesante experiencia alrededor del tiempo en que mi paper era publicado en Science. Recibí un asombroso e-mail de un famoso investigador en el área del cambio climático. Me decía: “Tenemos que librarnos del Período Cálido Medieval.” […] La existencia del Período Cálido Medieval había sido reconocida en la literatura científica durante décadas. Pero ahora era un gran estorbo para quienes afirmaban que el calentamiento global del siglo 20 era realmente anómalo. Había que deshacerse del mismo, a cualquier precio.” |
Por un tiempo muy breve lo consiguieron, pero el costo pagado fue terriblemente elevado para la cofradía del calentamiento Algoreano: el descrédito generalizado por los estudios que se basan en proxys de cualquier tipo, y el descubrimiento de que los alarmistas estaban dispuestos a usar cualquier medio con tal de conseguir su fin último: la aceptación mundial total y absoluta del Tratado de Kioto.
A pesar del descrédito y bochorno sufrido por Michael Mann por su falso trabajo de reconstrucción de temperaturas del pasado usando técnicas estadísticas propias, vuelve ahora a la carga con una operatoria similar, con el mismo objetivo y con las mismas herramientas: 1) conseguir eliminar de la historia climática al notorio enfriamiento de la Antártida, 2) usando la misma herramienta de análisis estadísticos sui generis inventados por él, 3) sabiendo que contará con la indispensable ayuda de los medios de prensa al servicio del establishment científico, y 4) esperando que la alarma sirva para asustar a los políticos hasta noviembre 2009 cuando haya que tratar de revivir en Copenhague al cadáver recalentado en que se ha convertido Kioto, verdadero Zombi de la climatología.
Nos parece claro que habiendo analizado la situación actual, viendo cómo todas las señales que envía la naturaleza y el clima indican que su teoría del calentamiento global catastrófico está siguiendo la ruta del Dodo y los dinosaurios, Hansen, Gore, Mann y otros han llegado a la conclusión de que era necesario deshacerse de la noción de enfriamiento de la Antártida, y que podrían hacerlo como lo hicieron con el calentamiento medieval. También sabían que, tarde o temprano, volverían a ser desenmascarados y puesta en evidencia su ciencia fraudulenta. Sin embargo, decidieron correr el riesgo de que eso sucediese cuando todos los tratados y todos los impuestos hubiesen sido acordados en Poznan, o en Copenhague a más tardar. Cuando el control de la energía a nivel mundial estuviese en las manos de sus patrones, que les sabrían recompensar generosamente.
La preparación del estudio debe haber llevado un cierto tiempo, quizás un año o algo así, pero no contaban con que la naturaleza se mostraría muy poco dispuesta a colaborar con sus planes; contaban seguramente con que las predicciones de Hathaway sobre la actividad del Sol resultarían acertadas, y que los escépticos no tendrían razón en las suyas. En una palabra, los mató la confianza en sus propias fuerzas y sus pobres predicciones del clima futuro. La alarma prevista no ha durado tanto como calculaban –apenas si tres o cuatro días, antes de haber sido desmenuzada y reducida a añicos por los científicos en serio.
Afortunadamente, las consecuencias para la credibilidad futura del gremio de los modelistas y los climatólogos del calentamiento antrópico serán catastróficas. Mientras tanto, a pesar de Mann, Hansen y Pandilla, la Antártida, y el mundo, siguen enfriándose. Despacito por ahora, pero el ritmo se acelerará durante algunos años, volverá a estabilizarse en el mínimo otros pocos años, y volverá a iniciarse otro lento calentamiento. Sería bueno que la gente aprenda la lección y no se deje embaucar por las campañas alertando por este enfriamiento o por el futuro calentamiento, porque siempre habrá alguien sacando buen provecho económico o político de las alarmas.
Parafraseando a H.L. Mencken, “La misión de los políticos (y los científicos alquilados ad hoc) es mantener a la población alarmada y asustada por innumerables catástrofes, siempre imaginarias, nunca plasmadas en la realidad, para hacer que el populacho clamoroso y mendigante les imploren ser conducidos a la salvación inmediata.” No importa el precio que haya que pagar. Hasta la más elemental libertad personal será sacrificada en el altar de la desinformación y las campañas de propaganda del catastrofismo ambiental. Hoy más que nunca no hay que olvidar lo que Joseph Goebbels pensaba sobre “propaganda”:
“La propaganda es un medio para obtener un fin. Su propósito es llevar a la gente a una comprensión que les permitirá voluntariamente y sin ningún grado de resistencia interna entregarse a las tareas y metas de un liderazgo superior. Si la propaganda quiere tener éxito debe saber qué es lo que quiere. Debe mantener una meta clara y firme en mente y procurar los medios apropiados para alcanzar esa meta.” – Joseph Goebbels. |
Con la aceptación del Tratado de Kioto se estuvo a punto de alcanzar esa meta de control total de la generación de energía y producción de combustibles de todo tipo. Quizás lo consigan en el largo plazo, pero conociendo la gente lo que está detrás de todo este fraude gigantesco, hay esperanzas de que no lo consigan. Pero no se darán por vencidos ni nada parecido. Siempre volverán a la carga con nuevos miedos, nuevas alarmas, nuevo mitos y más fraudes pseudocientíficos hasta conseguir que, repitiendo una y mil veces una mentira consigan que se convierta en verdad. Es un riesgo que la humanidad no puede permitirse, si es que desea vivir en libertad y democracia.
Referencias:
- Eric J. Steig, David P. Schneider, Scott D. Rutherford, Michael E.Mann, Josefino C. Comiso & Drew T. Shindell. “Warming of the Antarctic icesheet surface since the 1957 International Geophysical Year”, Nature, Vol 457| 22 January 2009| doi:10.1038/nature07669. ( descargar paper: 1 megabyte PDF )
- Turner, J. et al., 2005. Antarctic climate change during the last 50 years. International Journal of Climatology, 25, 279–294.
- Turner J, King J.C., Lachlan-Cope T.A., Jones P.D., 2002. Recent temperature trends in the Antarctic. Nature, 418: 291–292.
Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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