Iguazú: Sin energía no hay turismo, sin represas no hay energía

Puerto Iguazú y su zona de influencia están con serios problemas de abastecimiento de electricidad, nada nuevo para quienes vivimos en Misiones, y menos sorprendente aún para los que algo sabemos de energía eléctrica.

El problema es de vieja data, pero se va agravando con el transcurso del tiempo y los lógicos aumentos de la demanda de electricidad. Tampoco puede sorprender que ante los muy fuertes calores que son normales en Misiones en época veraniega, los picos de la demanda eléctrica se hayan incrementado, y que todo eso haya sumido a Puerto Iguazú en un caos energético, con prolongados y recurrentes cortes del servicio, de varias horas, y con “pronóstico reservado”.

Básicamente sería un problema de falta de imprescindibles inversiones en el Sistema de Transmisión, agravado por el hecho físico de ser Iguazú la “punta de línea”, y muy alejada de las fuentes de provisión principal, ubicadas al otro extremo de la provincia.

Es cierto que la Central Hidroeléctrica de Urugua-Í está cerca, lo mismo que la interconexión con ANDE (Paraguay) en Eldorado, pero ambas obras ya datan de muchos años, cumplen eficientemente sus funciones, pero por el transcurso de los años y el lógico crecimiento de la demanda hoy resultan insuficientes.

Para evitar las “confusiones” muchas veces expresadas con arteras motivaciones, que puedan decir que “esas obras no sirven”, es como comparar lo que sucede con una gran escuela –por ejemplo la Normal Mixta “EEUU del Brasil” de Posadas, en su momento una enorme escuela con gran capacidad, hecha cuando toda la ciudad tenía 5 escuelas secundarias. Hoy existe posiblemente una centena de escuelas secundarias en esta hoy una gran ciudad; la vieja Normal sigue funcionando y es útil, pero sola sería insuficiente para albergar a los miles de estudiantes secundarios de esta capital provincial.

Por su ubicación próxima al centro de la provincia, la Hidroeléctrica de Corpus será una obra que no solo proveerá mucha más energía que la que hoy necesita Misiones, sino que estando más cerca de Iguazú estabilizará el suministro, evitando las caídas de tensión y de voltaje, brindando la calidad que el servicio requiere. Por supuesto que deberá remodelarse y ampliarse la línea de alta tensión, posiblemente en el extenso tramo de Mineral a Iguazú, pero eso bien puede incluirse como parte del paquete de obras a ser financiadas por La Nación al concretarse la Hidroeléctrica de Corpus. ¡Incluir obras lógicas e imprescindibles como esa, solo depende de la coherencia que pueda exhibir la dirigencia misionera, que muchas veces se pierde en reclamos intrascendentes o en “la pesca de votos fáciles” sumándose al “no a todo” tan puesto en boga por los fundamentalistas del fanatismo ecologista! ¡Si la misma Presidente de la Nación dijo que Misiones ponga sus condiciones para concretar cuanto antes esas imprescindibles obras de infraestructura!

Pero volvamos a las muy interesantes conclusiones que pueden extraerse de la crisis eléctrica estructural y severa que padece Puerto Iguazú y adyacencias.

• Muestra lo absurdo de los postulados del “crecimiento cero” que promueven los figurones que se mueven en torno a Al Gore y otros alarmistas del calentamiento global. Eso es lo que mueve a los agresivos militantes del “no a todo” (hidroeléctricas, nucleares, mineras, pasteras, rutas, aeropuertos, etc). Pero corrijamos, es un “no a casi todo”, pues no se oponen a las petroleras y gasíferas ¿no es minería también?, ni a las usinas movidas a petróleo y gas. ¡Pero se entiende a “esos chicos”, como van a “escrachar” a sus esponsoreadores!
• Puerto Iguazú contrasta –muy desfavorablemente- con sus vecinas Foz Do Iguazú y Ciudad Del Este, ambas abastecidas ampliamente por la energía hidroeléctrica de Itaipú. ¡El mismo tipo de energía que acá atacan irracionalmente algunos políticos de baja estofa y un puñado de enceguecidos ecópatas y ultras, le permite vivir y crecer a paraguayos y brasileños.
• La Iguazú de heladeras paradas y calles oscuras, la misma de acondicionadores paralizados y broncas a flor de piel por mal vivir sin garantía del elemental servicio eléctrico, prueba la profunda irracionalidad de los que pregonan “la vuelta a lo natural” como forma de vida. ¡Pero claro, los ecópatas y ecologistas ultras pregonan lo que no cumplen, pues bien que usan celulares, computadoras, grandes motocicletas, automóviles (incluso grandes y caros si pueden), acondicionadores de aire, servicios médicos, etc! O sea que pregonan las bucólicas “bondades” de vivir como hace 200 años, o incluso en cavernas o en la selva…¡pero “los otros”, nunca “ellos”!
• Tal vez ahora los empresarios grandes y chicos, entiendan al sufrir en carne propia, la demencial irracionalidad de los planteos de los grupúsculos ultraecologistas, y de los politiqueros que les sirven de coro, que al oponerse a las hidroeléctricas promueven el atraso y el subdesarrollo crónico.
• Es incoherente y carece de sustento técnico pretender suplantar las grandes hidroeléctricas con eólicas (acá no hay vientos constantes, además de otras limitantes técnicas graves que impiden a esas usinas operar de base); o con solares, carísimas por KWh, de baja potencia y llenas de limitaciones para sistemas interconectados (¿qué se haría de noche y en días nublados), o con biomasa, que sería insuficiente además de cara, y difícilmente se podría contar con tantos volúmenes de madera para quemar, y por cierto contamina; y montar una gran usina termoeléctrica en base a petróleo o gas natural –muy contaminante-, en las cercanías de un parque nacional, sería una incoherencia ecológica; además de lo cara de esa energía.
• Resulta evidente que aún la actividad turística –basada eminentemente en lo paisajístico y ambiental- necesita contar con energía eléctrica abundante y de segura provisión.

Esperemos que los serios problemas que ocasiona la crisis eléctrica de Iguazú, al menos sirvan para hacer reflexionar al pueblo de Misiones, acerca de la necesidad imperiosa promover la utilización de nuestro enorme potencial hidroeléctrico, como poderosa herramienta para nuestro desarrollo socio económico.

Por: C.P.N.Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – F.I. UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – EN10
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – ICM

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