Haga hielo en su horno
- Creado por admin
- El 4 enero, 2011
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Las últimas andanadas de la artillería calentadora están dirigidas a crear la impresión de que el calentamiento global está produciendo los tres últimos inviernos consecutivos de fríos récord. Algo infantil.
De acuerdo a la tesis calentona, el calor produce frío. Bien, siempre les dije que si ello es así, traten de enfriar su cerveza en el horno de la cocina. Sin embargo, se puede producir hielo mediante el calor –pero sólo a través de un proceso mecánico que usa las leyes de la termodinámica: comprimir un gas y calentarlo. Luego dejarlo enfriar haciéndolo pasar por un radiador. Por último permitir que se descomprima súbitamente para que la física nos demuestre que un gas se enfría al reducir la presión a la que está sujeto. Así funcionan las heladeras y acondicionadores de aire.
Por ejemplo, dice un artículo en el Independent de Londres, que un estudio recién publicado muestra que el análisis hecho por los científicos evidencia que las altas temperaturas de las regiones libres de hielo del Ártico –deshielo causado por el calentamiento global- han paradójicamente aumentado las posibilidades de inviernos fríos en Gran Bretaña y el resto de la Europa oriental.
Las cosas comienzan a volverse sospechosas cuando siguen diciendo que “Los investigadores usaron un modelo computado para evaluar el impacto del helo Ártico que desaparece, particularmente en el área del Mar de Barents y Kara, al norte de Escandinavia y Rusia, que han experimentado pérdidas sin precedentes de hielo durante el verano”. Con el asunto del uso de “modelos computados,” quienes nos hemos quemado con lecha, y lloramos al ver una vaca, sabemos que cuando hay computadoras de por medio, los resultados siempre salen a gusto y placer de los programadores. Sabiendo que un resultado negativo será motivo de que no haya más dinero para seguir las investigaciones, los programadores se las arreglan para que los resultados de sus programas siempre apoyen sus conclusiones concebidas de antemano. Y la platita siga llegando puntualmente.
Lo que siguen diciendo los “científicos” es que la desaparición del hielo flotante del océano, permitió que el calor del agua de mar “relativamente más caliente” escapara a la atmósfera mucho más fría, creando un área de alta presión rodeada por vientos girando en sentido horario que barrieron hacia el sur desde las regiones polares sobre Europa e Inglaterra. Vladimir Petoukhov, que realizó el estudio em el Instituto Postdam para el Impacto del Cambio Climático e Alemania, dijo que “las simulaciones computadas mostraron que es probable que la desaparición del hielo tenga extendidos e impredecibles impactos sobre el clima del hemisferio norte.”
¿Cómo es que no saben cuáles serán los impactos? ¿Acaso sus modelos, tan cuidadosamente programados no se lo pueden mostrar? ¿O sus declaraciones son sólo para “asustar al burgués” y no dirigida al resto de los científicos que saben demasiado bien que es imposible modelar un sistema CAÓTICO como el clima?
Fallo GroseroStefan Rahmstorf, profesor de física de los océanos del Instituto Postadam, dijo que el hielo flotante en invierno aísla a las aguas del mar relativamente más cálidas de las mordientemente más frías temperaturas del aire por encima suyo, que pueden estar alrededor de -20 o -30ºC.”
“El hielo ártico está encogiéndose y en este momento está a un bajo récord para mediados a fines de diciembre, lo que provee una gran fuente de calor para la atmósfera,” dijo el profesor Rahmstorf. “El océanos abierto realmente calienta la atmósfera encima suyo porque el océano en el Ártico está a unos cero grados, que es mucho más caliente que la atmósfera por encima. Esto es un cambio masivo comparado con un océano cubierto de hielo, donde el hielo actúa como una tapa. No se obtiene calor desde abajo.”
Lo que no cuadra muy bien es la creación de un centro de alta presión creado por agua más caliente que ingresa a una atmósfera más fría. Porque todos los expertos en huracanes saben –y la física lo demuestra plenamente- las aguas más cálidas del Atlántico ingresan a una atmósfera más fría encima suyo y crean un centro de baja presión que se conoce como el ojo del huracán. La diferencia de temperaturas entre la superficie del mar, más cálida, y la menor temperatura de las capas superiores son el origen de tornados, tifones y huracanes.
Estos supuestos científicos se empeñan en ignorar la enorme labor del gran climatólogo francés Marcel Leroux, y sus trabajos mostrando la manera en que los frentes polares móviles, a los que Leroux llamó “Mobile Polar Highs”, o “Presiones Altas Móviles Polares,” actúan desplazándose en frentes de unos 2 a 3000 kilómetros de ancho y hasta una altura de 1500 metros, como verdaderas “lentejas móviles” que descienden desde ambos polos con una frecuencia que se ha incrementado en los últimos años.
El profesor Rahmstorf es la clase de jugadores que apuestan a todos los números de la ruleta creyendo que así podrán decir: “¿Vieron? Acerté!”. Termina diciendo, sin siquiera sonrojarse:
“El último invierno de 2009-10 terminó ajustándose muy bien a ese patrón, y quizás este invierno también, de manera que hay tres puntos de datos. Diría que no es una confirmación definitiva del mecanismo, pero por cierto se ajusta al patrón,” dijo.
El modelo computado usado por los científicos también predice que, a medida de que la cobertura de hielo se siga perdiendo el patrón del tiempo es probable que cambie y regrese a una fase de inviernos más cálidos que lo normal. El calentamiento global también continuará calentando la masa de aire del Ártico, dijo el profesor Rahmstorf.
“Si uno mira a 40 o 50 años en el futuro, estos inviernos fríos se volverían más cálidos porque, aun cuando se está recibiendo un flujo de aire frío polar, esa masa de aire se está calentando a causa del efecto invernadero,” dijo. “De manera que se trata de un fenómeno transitorio. A largo plazo, el calentamiento global ganará,”
Este profesor de física alemán debe ser muy amigo de nuestro viejo conocido, el profesor de física de la Universidad Alcalá de Henares, España, don Antonio Ruiz de Elvira, cariñosamente recordado como “el adoquín con pelos”. Tal para cual.
Rahmstorf mira a 50 años en el futuro usando la misma bola de cristal del adoquín. Es notable cómo dan vuelta las cosas y las ponen de manera de demostrar que tienen razón. No es que el clima se ajustó al patrón mostrado por el modelo sino que el modelo se ha diseñado para que se ajuste a lo que se viene observando. Es importante no olvidar lo que Albert Einstein decía, más o menos: “Pretender obtener resultados diferentes usando siempre los mismos métodos es estúpido.” Esto quiere decir que si la disminución del hielo ha causado un descenso de la temperatura, más pérdida de hielo causará una caída proporcional de las temperaturas. No nos explica Rahmstorf en qué punto la ecuación de la temperatura varía y sus valores dejan de ser negativos y comienzan a hacerse positivos, ni cuál es el mecanismo para esa cabriola matemática. Estoy seguro de no la sabe, y tampoco creo que la pueda explicar si se lo pedimos. Si lo supiese, ya habría alquilado un camión con altoparlantes para propalarlo por la ciudad.
El inefable New York Times
Siguiendo su invariable tónica de principal medio de promoción del cambio climático que habría sido causado por el hombre, el NYT hace un nuevo y muy infantil aporte a la Causa Sagrada.
Haga un paquete, es Calentamiento Global
Judah Cohen
Diciembre 25, 2010La Tierra sigue calentándose, aunque afuera se siente muy frío. Durante las pasadas semanas las temperaturas sub cero reclamaron 66 vidas en Polonia; la nieve llegó a Seattle mucho antes del solsticio de invierno, y nevó lo suficiente en Minneapolis para producir el colapso del techo del Metrodome; y la semana pasada las ventiscas cerraron todos los aeropuertos más activos de Europa en Londres y Fráncfort durante días, dejando varados a los pasajeros. La nieve y el frío récord invadieron el este de los Estados Unidos, con predicción de más mal tiempo.
Todo este frío coincidió con la cómica sincronización de la publicación de un informe de la Organización Meteorológica Internacional mostrando que 2010 estará probablemente entre los 3 años más calientes registrados, y de 2001 a 2010 la década más caliente en los registros.
¿Cómo podemos reconciliar esto con lo anterior? La no tan obvia breve respuesta es que el calentamiento general de la atmósfera está en realidad creando extremos de tiempo frío. El último invierno también fue excepcionalmente nevoso y frío a lo largo y ancho de los Estados Unidos y Eurasia, como también lo han sido siete de los previos nueve inviernos.
No, en realidad no se puede reconciliar. La teoría del “enfriamiento por calentamiento” que pretenden imponer ahora está definitivamente peleada con la realidad y con todos los postulados científicos conocidos. Y también, para peor, con toda la campaña de propaganda que estuvieron haciendo durante más de 30 años queriendo convencer a la gente que el planeta se calentará TODO (globalmente decían); los inviernos serían más calientes y la nieve en Inglaterra y Europa sería algo que los niños no conocerían. “La nieve será cosa del pasado,” decía el Met Office en el año 2000. Ahora los pronosticadores del Met Office –quienes hicieron esa predicción/promesa- están sepultados por una montaña de vergüenza, del mismo tamaño que las nevadas que siguen cayendo en Gran Bretaña, Estados Unidos, Europa, Asia –y hasta en Río Gallegos y Ushuaia, hace poco.
Dá el NYT una explicación para el fenómeno, que no tiene que ver con el hielo del Ártico, sino con la nieve en Siberia! Según el artículo:
Para una explicación más detallada debemos dirigir nuestra atención a la nieve en Siberia. Los ciclos anuales como El Niño/Oscilación del Sur, la variabilidad solar y las corrientes oceánicas globales no pueden tomar cuenta del reciente enfriamiento de los inviernos. Y aunque está muy bien documentado, el retroceso de las áreas congeladas de la Tierra, y la evidencia de adelgazamiento del hielo del Ártico no explica por qué las principales ciudades del mundo están teniendo inviernos fríos.
Ya vimos recién por qué la presunta disminución del hielo ártico, que la redactora del NYT da por hecho probado, no es la causa del frío polar en el Hemisferio Norte. Muy ingenuamente dice ni el Niño, ni la variabilidad del sol, ni el enfriamiento de los océanos (según lo demuestran las 2300 boyas del Programa Argo) son los causantes del frío. Cada vez que hubo un Niño de cierta importancia, en intensidad y duración, la tierra se calentó. El “Niño del Siglo” de 1998 causó el pico de temperatura más alto del registro; el Niño de 2005 también elevó la temperatura, el de 1983 también, y lo mismo hicieron todos los demás. Al revés, las Niñas enfrían al planeta. Querer negar ese hecho más que probado es una actitud infantil de redactores de periódicos que deberían ir a trabajar en la cosecha del algodón en sus países.
Pero la frutilla de la torta de la tontería periodística es negar la influencia del Sol sobre el clima. Y lo hacen diciendo que la variación en la entrega de energía en watts por metro cuadrado no ha variado de manera significativa en los últimos cientos de años. En realidad, la energía no es el único factor del sol que afecta al clima: la actividad magnética del sol varía muy ampliamente, atada al número de manchas de sol en su superficie. La energía es el factor menos importante ya que es prácticamente constante: por eso es precisamente llamada la constante solar!
Entonces desechan las variables poderosas del sol y se refugian en la que casi no varía; la más pequeña de todas. Y desechan todos los estudios de astrofísicos y astrónomos que muestran correlaciones con una significancia del 98% entre la variación de la actividad solar y el clima. Como ser, el análisis del astrónomo finlandés Timo Niroma de 2010 donde muestra una impresionante correlación de los números de Wolf con las temperaturas y el clima observado y registrado en la historia de los últimos 1000 años de la Tierra.
Explican los científicos, por boca de la redactora del NYT, que todo está relacionado con la topografía de la Tierra, especialmente en Siberia, donde la cobertura de nieve aumentó dramáticamente en los últimos años. Esto, a pesar de todos los mapas de anomalías de calor de James Hansen y su GISS donde Siberia aparece con un color rojo subido. Pero ya sabemos cómo las juega Hansen y su habilidad para “retocar datos”.
Dice el NYT que las temperaturas aumentaron y eso calentó los océanos alrededor de Siberia y evaporó más agua y proveyó mayor humedad que se transformó en nieve. Que la cobertura blanca de la nieve refleja la luz solar al espacio, reduciendo las temperaturas. El problema con esto es, como ya mencioné antes, el Programa Argo de 2300 boyas indica que los mares se han enfriado ligeramente desde 2003.
Esta es la razón de que el este de los Estados Unidos, el norte de Europa y Asia oriental han experimentado inviernos extraordinariamente fríos desde el comienzo de este siglo. La mayoría de los pronósticos han fallado en predecir estos inviernos fríos, sin embargo, porque los impulsores de sus modelos son los océanos, que estuvieron calentándose a medida de que los inviernos se hicieron más fríos. Han ignorado la nieve en Siberia.
La semana pasada el gobierno británico le pidió a su asesor en jefe en ciencia por una explicación. Mi consejo es que miren al este. Es todo un trabajo de la naturaleza. La realidad es, estamos congelándonos no a pesar del cambio climático, sino a causa de él.
Lo que el gobierno de la ciudad de Londres le pidió al Met Office fue la razón por haberse equivocado tres años consecutivos en sus predicciones, haciéndole creer al gobierno que no habría tanta nieve y eso hizo que no se preparasen de manera adecuada para enfrentar lo que fue –y sigue siendo- una emergencia nacional y continental, o más bien, hemisférica! Han gastado miles de millones de libras esterlinas para remediar la catástrofe que se pudo evitar -si las famosas computadoras del Met Office sirviesen para algo.
Por lo menos el artículo del NYT no hace mención –milagro!- al demonizado CO2 de las actividades humanas. Se concentró en una “causa natural”, cometiendo un pecado mortal imperdonable para el lobby del cambio climático. ¿Causa natural? Jamás! Toda la culpa es de los hombres y deben pagar por ella con los impuestos más altos que podamos ponerles.
Mientras tanto, cinco trenes en Alemania quedaron varados por el frío y hubo que remolcarlos con las viejas y obsoletas locomotoras Diesel, emisoras de CO2. Los aeropuertos del hemisferio norte siguen cerrándose y las aerolíneas cancelando miles de vuelos, dejando a decenas, cientos de miles pasajeros preguntándose por qué todo el CO2 que ya hemos emitido no alcanza para calentar al planeta –aunque más no sea un poquito…
Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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