Gestión de residuos: una mirada sobre la provincia de Buenos Aires (Parte I de III)
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- El 27 septiembre, 2013
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Los consorcios industriales nacen como resultado de la intervención extraordinaria en las regiones del sur de Italia (D.P.R. 06/03/1978 nro. 218), con el fin de fomentar la creación de nuevas iniciativas industriales en áreas específicas (y con infraestructuras específicas).
Para alcanzar el objetivo primario de crear estas nuevas infraestructuras e iniciar nuevas actividades industriales, los artículos D.P.R.218/78 (Art. 50 al 56) establecen las herramientas operativas que definen los Planes para el Ordenamiento Territorial de las áreas, los procedimientos para realizar trámites de expropiación, los beneficios fiscales para los entes y las intervenciones necesarias de realización a nivel infraestructural.
Los consorcios nacen como entes de derecho público en un contexto histórico, como es el caso de la “Cassa per il Mezzogiorno”, dedicada a la reindustrialización del sur de Italia a partir de la ejecución de obras de infraestructura necesarias para la instalación de empresas.
Con la Ley Nacional 317/91 (Art. 36), los consorcios industriales fueron transformados en Entes Públicos Económicos.
Sancionada el 24 diciembre de 2001 en la región de Calabria, la Ley 38 estipuló las estructuras de los consorcios industriales en la región, definiendo las estructuras administrativas y el funcionamiento interno en líneas generales, además de las funciones de los consorcios (Art. 12), del capital, de los medios de financiamiento (Art. 16) y de las funciones de las regiones (Art. 17).
Al día de hoy, la Ley 38/2001 se encarga de regular el funcionamiento de los consorcios en el ámbito regional y establece las relaciones con los entes asociados.
Con la sanción de la norma se establecieron las funciones de los consorcios en Calabria, y, en estos últimos años, buena parte de los mismos actuaron con el objetivo principal de urbanizar las áreas designadas y construir en los suelos no cultivados infraestructuras para iniciar actividades productivas.
Los recursos principales para financiarlos y sustentarlos derivan de actividades destinadas a la gestión de las áreas, por un lado, y de la proporción de los gastos técnicos y generales, por otro, constituyendo la base para la ejecución de los proyectos de infraestructuras previstos por el Decreto Provincial Regional 218/78.
Sin embargo, a través de los años cobra cada vez mayor importancia la necesidad de adaptar las actividades de los entes a las exigencias que presentan en la actualidad las empresas establecidas y su integración con los nuevos servicios con un alto valor agregado.
Caso ejemplar
Ante la ausencia de una verdadera política industrial, regional y nacional, y anticipándose a un periodo de crisis en los rubros productivos y manufactureros que se produciría en Italia como consecuencia del traslado descontrolado de empresas a países extranjeros, en algunos consorcios se han desarrollado y consolidado actividades relacionadas con la administración de servicios a las plantas industriales, centrándose -en mayor medida- en la gestión directa de firmas con un alto valor agregado, y no sólo organizaciones de similares aglomeraciones, sino también (y sobre todo) aquellas del entero territorio regional y extraregional.
En este caso, se privilegió integrar y adaptar los servicios requeridos a escala territorial en lugar de los requeridos por las empresas, lo que llevó a la necesidad de crear “cadenas productivas” según una organización industrial, incluso para los problemas cotidianos y aquellos heredados (como los de la gestión de residuos y el tratamiento de aguas residuales). Obrando en esta dirección, en uno de los consorcios industriales -en la provincia de Vibo Valentia- ha sido desarrollada una verdadera y propia actividad que ha contribuido a lo largo de los años para mejorar y garantizar el mantenimiento y desarrollo de diversas actividades. En la actualidad, el ente ha centrado parte de su accionar a sistemas y plantas para el tratamiento de desechos líquidos, contando con cinco importantes instalaciones.
En primer término, una plataforma depuradora en Porto Salvo. Con potencialidad para 50.000 habitantes, la misma dispone de cuatro líneas separadas para el tratamiento de residuos líquidos por cuenta de terceros. Posee una Autorización Íntegramente Ambiental, lanzada en 2010 por la región de Calabria, y está dotada de certificados ISO 14.001 -publicados por el organismo de certificados SGS. Su capacidad para el tratamiento de residuos (peligrosos y no peligrosos) es de 400 toneladas (Tn) diarias. Asimismo, cuenta con vínculo directo con recolectores industriales en los muelles del puerto de Vibo Marina para la recolección de aguas residuales provenientes de las embarcaciones y los desechos de combustible depositados en zonas costeras (ENI-Agip Oil y Meriodinali Petroli), en anexo con la línea de recuperación y reciclado de aguas industriales para utilizarse a nivel portuario. Dentro de la planta, además, funciona otra unidad de depuración y cogeneración a partir de biogas, con una potencia de 100 kilowatts (Kw).
En segundo lugar, una plataforma depuradora en Piscopio para la zona industrial del valle de Mesina, donde se encuentra en curso un proceso para liberar AIA y depurar 200 Tn por día de residuos por cuenta de terceros.
En tercera instancia, un centro para la recolección de residuos diferenciados en zonas industriales.
Cuarta mención para un proyecto en curso de una planta destinada al tratamiento de fango, aguas residuales y residuos industriales en las áreas industriales de la provincia de Vibo Valentia, por un importe de casi 5,3 millones de euros.
Por último, un proyecto de planta para el tratamiento y valorización de residuos sólidos urbanos (RSU) y especiales (indiferenciados y orgánicos), con producción de energía.
Planes ambiciosos
Además de lo mencionado, el consorcio tiene en marcha numerosas intervenciones en el campo de energías renovables, con particular atención en la recuperación de saltos hidráulicos provenientes de alcantarillas, combinando saneamiento ambiental y recuperación de energía. En sintonía con ello, se ha construido en la ciudad de Vibo Valentia una central hidroeléctrica para reutilizar el flujo hídrico existente en el colector, conectando la planta de depuración del municipio da Sílica con la plataforma de Porto Salvo y generando una potencia de 400 Kw. Por otra parte, se encuentran en curso la realización de otras tres plantas con una capacidad de potencia de aproximadamente 1 megawatt (Mw).
El consorcio también administra en forma directa plantas solares para terceros por una potencia de 1.5 Mw. Y con el fin de mejorar la red de transporte para las empresas de la zona y las áreas de logística, en una región marginal desde el punto de vista geográfico como lo es Calabria, planea poner en marcha la construcción de un centro intermodal orientado al intercambio de mercancías por carretera-ferrocarril en la zona industrial de Porto Salvo, cerca de las plantas preparadas para el tratamiento de residuos.
También ha desarrollado una red de fibra óptica de unos 40 kilómetros, conectada a una red de video-vigilancia para proteger las infraestructuras de los consorcios y las áreas industriales. La red se completará con la construcción de un edificio que albergará un data-center para la implementación del servicio de Cloud Computing para empresas establecidas y para la conectividad de los sistemas de video-vigilancia en los municipios vecinos. Con este fin, el ente está proyectando una red que conecta a todos los municipios costeros, posibilitando la comunicación de la totalidad de las actividades turísticas, desde Pizzo a Nicotera.
Vale destacar, asimismo, que el consorcio tiene a su disposición unos 20.000 metros cuadrados (m2) de galpones industriales que son de su propiedad.
Vínculo bonaerense
Consciente de lo importante que es expandir sus propias actividades y las de las empresas hacia mercados extranjeros -en general- y el Mediterráneo -en particular-, el ente hace uso de sinergias institucionales con sedes en la Cámara de Comercio Italiana en el exterior, a través del “Sportello Sprint Región Calabria”.
Es el caso de la red de “Empresas Calabresas en el Mundo”, que hace aproximadamente dos años viene impulsando una serie de actividades para la promoción y establecimiento de relaciones comerciales con países de América del Sur y del norte de África.
La actividad en Sudamérica, especialmente en la Argentina (y en la provincia de Buenos Aires), se encuentra en una instancia avanzada, ya que fueron presentados distintos proyectos que se encuentran en instancias preliminares, entre los que figuran sistemas integrados para la recuperación de residuos sólidos y plantas para el tratamiento y valorización de residuos.
Como apoyo a la acción del Consorcio se está fomentando una red de empresas italianas, líderes en la construcción de plantas y componentes, para la realización de plantas dedicadas al tratamiento de residuos sólidos que puedan producir energía eléctrica y térmica.
La acción del Consorcio tiene como objeto propiciar sinergias necesarias para la cooperación tecnológica y la transferencia de know how en sus campos de acción,con el fin de encontrar nuevos mercados emergentes que necesiten desarrollar el sector, a través de una adecuada y correcta gestión de los residuos.
Gestión de residuos: una mirada sobre la provincia de Buenos Aires (Parte II de III)
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