Gerencia efectiva y gestión medioambiental empresarial
- Creado por admin
- El 13 octubre, 2012
- 0
La empresa es uno de los medios más importantes en el desarrollo de una comunidad, no solo en el ámbito económico sino en el educativo. Así pues, el capital humano que la integran es un factor de gran relevancia; no solo porque de sus prácticas depende el funcionamiento de la misma, sino porque al crearse en ellos una conciencia de protección ambiental, estos se comportan como un factor multiplicador transmitiendo sus valores ambientalistas a sus respectivos hogares y entorno social, ayudando así a la educación ciudadana.
En este sentido, toda organización necesita estar a la par de los avances tecnológicos viéndolos como inversión, es decir, como un costo de la Calidad de sus procesos. En este sentido, las nuevas tecnologías, los sistemas de gestión y otras herramientas le permiten aparte de mejorar la calidad de sus productos, asiste la reducción o eliminación de los desechos y/o pasivos ambientales e inclusive generando un valor agregado mediante la reutilización de los mismos.
Por otra parte, las empresas de servicios no se encuentran al margen de esta situación; ya que cada día más consumidores se inclinan a la escogencia de aquellos que consideren “ambientalmente amigables”, por lo que un buen desempeño no es suficiente para ellos. Asimismo, los consumidores desean participar de forma activa y encuentran una forma de hacerlo, bien cuando solicitan el producto/servicio e incluso cuando lo promueven.
Por consiguiente, empresa y medio ambiente son definitivamente elementos complementarios de un sistema. Estos pueden actuar en beneficio mutuo para el desarrollo de cualquier comunidad y con ello el de un país. Una organización orientada a alcanzar sus objetivos sin atropellar a su medio circundante, no solo se gana el reconocimiento de sus clientes, además traduce sus esfuerzos en altos estándares de calidad en sus productos y servicios. Más aun, una empresa que fomenta y participa de manera activa en la protección de su entorno y en revertir las problemáticas existentes, se gana rápidamente el respeto y la confianza de su comunidad, lo que la hace destacar entre otras ofertas en el mercado.
Liderazgo medioambiental
Este tipo de estrategia se basa en que la gestión medioambiental es una práctica común del día a día. Con estas medidas, se busca minimizar los impactos nocivos al ambiente, antes que tener que corregirlos; es decir, se da preferencia a la inversión en tecnologías y/o procesos limpios, antes que la búsqueda de corregir defectos y/o tratar de desechos. Además, las empresas con estrategias de liderazgo se esmeran para que su capital humano se identifique con esta tendencia.
Es más, este tipo de empresas no implementan estrategias de mejoras porque “alguien más” lo está haciendo, aplican estrategias de liderazgo porque saben y sienten que es lo correcto y prefieren aprovechar la oportunidad, simplemente es parte de sus políticas organizacionales.
Esta estrategia consiste en definir claramente los objetivos ambientales para un periodo de tiempo – generalmente un año – basados en los requerimientos legales vigentes, así como en sus políticas internas y desde allí, planificar su gestión de modo tal de alcanzar no sólo los objetivos y metas trazadas, sino ir incluso más allá.
Auditorías medioambientales
Elemento fundamental de la Gestión
Las auditorias forman parte de las etapas de la Gestión de Mejora Continua; son sistemas de evaluación y control que se llevan a cabo para estudiar el comportamiento de la gestión medioambiental y, hacer las mejoras, correcciones necesarias y desarrollar hábitos de prevención.
En consecuencia, las auditorias permiten determinar si el sistema de gestión es adecuado a la organización, si se implementó de manera correcta y si se mantiene efectivamente, es decir, si han alcanzado los objetivos en los plazos acordados. Por otra parte, es una herramienta para medir el grado de compromiso así como las competencias adquiridas por el talento humano en beneficio de la protección ambiental en cada una de las actividades que desarrolla.
No obstante, tanto la Gerencia como los grupos auditores deben fomentar un clima de armonía y retroalimentación con el personal en relación a las actividades, controles, planes y otros elementos asociados al sistema; en vista que, es muy común ver evaluadores inquisitivos o bien demasiados rígidos al momento de desarrollar sus funciones lo cual resulta ser contraproducente.
Adicionalmente, en los tiempos de hoy, se hace necesario realizar un análisis previo al entorno socio-político y económico donde se lleva a cabo el proceso productivo así como indagar sobre el clima organizacional de quien va a ser auditado, con fin de comprender mucho mejor sus estrategias y resultados.
Ventajas competitivas de la gestión medioambiental
El medioambiente es una fuente de ventajas competitivas para una empresa por dos grandes razones:
Primeramente, por las mejoras en la calidad y productividad de la organización, parámetros asociados a la oferta de la misma. Cuando se invierte en adaptar el producto y todos aquellos factores que lo respaldan (procesos, marketing, entre otros.) en plazos de mediano a largo plazo en pro del ambiente; la inversión se amortigua a través del ahorro de costos de despilfarro, costos legales por incumplimiento o por daños, costos de pérdida de imagen, desmotivación del personal, entre otros.
En segundo lugar pero no menos importante, invertir en pro del ambiente le confiere el valor de la diferenciación del producto/servicio, referido a la demanda del mismo. Cuando se crea una imagen “producto/servicio verde”, se atienden las necesidades de un segmento con crecimiento exponencial en el mercado de consumidores ecológicos; así como la apreciación y/o preferencia de los llamados stakeholders, que son todos aquellos que se ven beneficiados o perjudicados por el producto: proveedores, empleados, inversores, entidades financieras, entre otros.
En cierto modo, es importante resaltar que estas ventajas son tangibles solo si la empresa adopta una actitud proactiva, de políticas y estrategias a mediano-largo plazo de gestión ambiental, con un compromiso sólido desde la alta directiva hasta el personal de base. Por su parte, la estrategia de negocio dependerá tanto de la forma en que el medioambiente afecte el entorno específico de la empresa como de sus propios recursos y capacidades; sin embargo debe ir orientada a implementar estrategias de liderazgo ambiental.
Sostenibilidad empresarial
Cuando una empresa toma la decisión de orientarse a ser una “empresa sostenible”, no solo consigue posicionarse y distinguirse de entre otros con una “etiqueta verde”, sino que se hace parte de un efecto dominó que repercute directamente en el desarrollo sostenible de su país y se hace partícipe de un movimiento global que beneficiará a todos los seres vivos y a las generaciones futuras.
El aporte de una persona es sumamente valioso y el aporte directo de una organización a la conservación y mejora del medioambiente es fundamental para la expansión de la concientización sobre los grandes agravios que nos afectan en la actualidad.
Las empresas pueden ser el medio sobre el cual se apoyen todos aquellos que deseen colaborar con las mejoras del ambiente, y de allí la importancia de los Programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), los cuales ofrecen oportunidades de mejorar la calidad de vida de las comunidades que conforman el entorno de cada empresa. Por consiguiente, las empresas sostenibles tienen la oportunidad de informar, sensibilizar y educar a su entorno para que estas a su vez sean entes multiplicadores y puedan colaborar en sus actividades cotidianas en pro del ambiente.
El rol de la gerencia
Una vez más se presenta un desafío para la Gerencia al tener que desarrollar las competencias técnicas y actitudinales requeridas para orientar a la organización en la estrategia de liderazgo medioambiental. Para ello, se recomienda entre otras cosas, lo siguiente:
- Estar actualizada en relación a las tendencias globales y en la factibilidad de aplicar y bien adecuar algunas de estas metodologías a su organización.
- Optimizar los canales de comunicación. Una gerencia comprometida se asegura que sus colaboradores comprenden los objetivos planteados y sobretodo cómo van a llevar a cabo sus actividades dentro del Sistema de Gestión.
- Detectar necesidades de adiestramiento en sus colaboradores y en sí mismos en pro del objetivo común; partiendo de ello, desarrollar programas de capacitación.
- Dedicar tiempo efectivo en participar de las actividades asociadas a los planes de trabajo, procurando ir más allá de la designación de responsabilidades.
- Fomentar climas organizacionales funcionales que permitan equipos de trabajo más eficientes.
- Establecer estrategias de reconocimiento en función al desempeño y otras que motiven a los involucrados.
Referencias bibliográficas
- Asociación de las Naciones Unidas en Venezuela – ANUV (2009). Diplomado en Gestión Ambiental Empresarial.
- Norma Internacional ISO 14.001(2004). Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso. Traducción certificada.
- Rivas (2012). Gestión de Ambiente y Responsabilidad Social empresarial. Documento en línea. Documento en línea. Disponible en: http://0800-focus.blogspot.com/
- Rivas (2008). Relación entre el reconocimiento y el desempeño organizacional. Documento en línea.
Por: Ariana Rivas
Ingeniero Químico. Especialista en Gerencias de la Calidad y productividad. Asesor en Sistemas de Gestión de Calidad, Ambiente, Salud y Seguridad Ocupacional & RSE
Fuente: gestiopolis
0 comentarios on Gerencia efectiva y gestión medioambiental empresarial