Fukushima – distorsiones mal intencionadas
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- El 12 mayo, 2011
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EL POLITÓLOGO ALBERTO SILVA, EX DOCENTE EN UNIVERSIDADES DE JAPÓN, ADVIERTE QUE ESTADOS UNIDOS Y FRANCIA UTILIZAN LA CRISIS ATÓMICA DE TOKIO PARA SACAR PROVECHO EN LA CARRERA ENERGÉTICA.
Para Alberto Silva, Japón es un país cercano, un territorio para nada críptico. Es que Silva tiene un curriculum de vida en slave nipona: ejercía la docencia académica en Tokio y Kyoto, su cuerpo fue sacudido como una hoja durante el gran terremoto de Kobe de 1995, ama y traduce cotidianamente literatura japonesa –especialmente el genero poético haiku–, además de ser el creador del interesante blog Traducir Japón, donde advierte: “Japón es un archivo clave para pensar el siglo XXI en Occidente. Entenderlo supone traducirlo”. Y a la hora de traducir la catástrofe de Fukushima, Alberto Silva prologa que el dispositivo informativo de Occidente esta manipulando la cobertura de la tragedia japonesa: “¿Que ocurre si se instala en la opinión pública mundial que Japón no es una plaza nuclear segura? países que quieren importar tecnología nuclear para la medicina, para la física, la química o todo tipo de industria dependiente de la matriz nuclear, no le van a comprar al gobierno japonés sino que van a importar desde Washington o la Unión Europea”.
¿Por que sostiene que existe una distorsión en la cobertura informativa occidental sobre la crisis nuclear en Japón?
Observo comportamientos llamativos en el dispositivo informativo de Estados Unidos y Francia. Por ejemplo, los diarios galos hablaron de la existencia de cien mil desaparecidos sin especificar jamás la fuente y totalmente a contramano de la información oficial brindada por el gobierno japonés. Luego, autoridades diplomáticas europeas elevaron los niveles de alarma nuclear por el accidente de Fukushima pese al optimismo de Tokio en las tareas de enfriamiento de los reactores. Por otra parte, se ha dicho con insistencia que la administración japonesa oculta información a la población sobre el estado de la seguridad nuclear en el país cuando era imposible para el Estado prever que un tsunami con olas de diez metros iba a afectar sus plantas atómicas; porque, finalmente, fue un tsunami y no el terremoto el causante de la fisura en Fukushima. La misma distorsión informativa ocurre con la supuesta intoxicación de alimentos y agua en Japón. Según las autoridades medicas niponas, solo los bebes están en situación de riesgo y no toda la población como advertía la prensa norteamericana. Entonces, nadie niega que la situación sea delicada pero de ninguna manera se puede hablar de un apocalipsis nuclear en Japón.
¿Por que considera que Estados Unidos y Francia tienen esta actitud hostil hacia Tokio si, en definitiva, comparten la misma matriz energética?
Pero ese es el problema. No comparten nada, son archirrivales nucleares. Hay tres grandes potencias nucleares en el mundo: EE.UU. con un poco mas de cien centrales y luego están Francia y Japón con medio centenar de plantas atómicas en su haber. En el otro lado de la pirámide, países del Tercer Mundo como Cuba, que necesitan un patrón energético que los haga autónomos del petróleo y, a su vez, de los Estados Unidos, han estado en contacto con Japón desde hace años por el tema nuclear. Y lo mismo ocurre con otros países periféricos. El debate nuclear mueve muchos intereses y aspiraciones. Digo esto para subrayar como la matriz informativa occidental intenta demonizar, en este caso, a Japón para sacar tajada en la carrera energética.
¿El lobby petrolero no talla también en la guerra informativa contra Japón?
No lo se porque estoy hablando al limite de mi competencia en la parte científico- técnica del asunto pero si puedo advertir de la enorme discordancia informativa como ex ciudadano del Japón. Y no solo ocurre en Paris y Washington, también la Argentina replica la cobertura sensacionalista sobre el tema. Semanas atrás, hubo un simposio científico nuclear de urgencia en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (Cari, think tank vinculado a la Cancillería Argentina) donde se relativizó la supuesta catástrofe japonesa. ¿Dónde salió reflejada dicha actividad? Solo en un blog cordobés. El resto de los medios hizo silencio de radio. En definitiva, creo que los países de America Latina no deberían oficiar de comparsa mediática de las corporaciones occidentales. Y ya que se habla tanto de la sustitución de importaciones, se podría empezar sustituyendo información y no replicar la agenda de las grandes agencias internacionales.
A propósito, ya que es un gran conocedor de Japón. ¿La crisis de Fukushima no podría desdibujar el aura de esa nación como potencia tecnológica? –Indudablemente, hay un debate nuclear en Japón porque, sencillamente, implica un tercio de su mercado energético. Por ejemplo, se esta cuestionando hasta donde llega el rol de inspección de las autoridades centrales respecto de las compañías privadas. Y esto es un debate técnico-político puesto que se sospecha que la firma Tecpo –administradora de Fukushima– ocultó algunos riesgos de la planta. O también la prensa y la opinión pública se preguntan si las centrales atómicas no estaban demasiado cerca del mar. Pero por suerte entiendo que Japón afronta la viabilidad del modelo nuclear domestico sin estar intoxicado por la manipulación informativa de Occidente.
A ojos occidentales, es llamativo la ordenada y mesurada reacción de la sociedad. ¿Culturalmente, como se prepara Japón para afrontar este tipo de coyunturas extremas y al limite?
–La formación para actuar en casos de sismos comienza muy temprano en la vida de los japoneses. Por ejemplo, un aprendizaje escolar es el comportamiento en situaciones de emergencia. A tal punto que muchos de los refugios están ubicados en el patio de las instituciones educativas. Los colegios poseen predios amplios y tienen una especie de lugar central, del tamaño de una cancha de fútbol, donde rápidamente son todos evacuados porque es imposible que se desmorone alguna construcción sobre ellos. De todas maneras, las edificaciones escolares son bajas, aparte de ser antisísmicas. Por último, el nivel de confianza de la gente hacia la administración pública, que es bajo a nivel político, es muy alto en cuanto a cual es la real competencia gubernamental para superar los desastres naturales. En ese sentido, Japón es un pueblo difícil de derrotar.
Entrevista a Alberto Silva, por Emiliano Guido.
Fuente: Revista Caras y Caretas. Abril de 2011
Enviado Por: Carlos A. Ortiz
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