Fertilizar eficientemente para reducir el riesgo ambiental: nitrógeno
- Creado por admin
- El 1 enero, 2000
- 0
Lograr una agricultura sustentable, plantea un dilema complejo en donde la meta de alcanzar altos rendimientos en los cultivos, contrasta con la necesidad de reducir el deterioro ambiental generado en el proceso productivo. Sin embargo, en lo que respecta a la utilización de fertilizantes, un manejo racional de los nutrientes agregados permite lograr óptimos niveles de productividad y al mismo tiempo minimizar el impacto ambiental.
Tradicionalmente, la investigación y desarrollo en el uso de fertilizantes estuvo concentrada en la maximización del beneficio económico generado a partir del agregado de un determinado nivel de nutrientes. En los últimos tiempos y sobre todo en los países desarrollados, se ha focalizado el interés en minimizar los efectos potencialmente adversos del uso de fertilizantes sobre el ambiente.
En la Argentina, si bien el uso de fertilizantes es relativamente reciente y se está aún muy lejos de alcanzar los niveles de polución y contaminación de Europa, hay que considerar que si se quiere desarrollar una agricultura sustentable, es necesario comenzar en el presente a prevenir los eventuales problemas de contaminación futuros. Recordemos que el concepto de sustentabilidad implica dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual sin perjudicar la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. Si se pretende alcanzar sistemas de producción sostenibles, en lo que respecta a la utilización de fertilizantes, adquiere vital importancia realizar un manejo racional de los nutrientes agregados.
La forma de lograr esta optimización es realizando un plan de fertilización (fuente de fertilizante, dosis, oportunidad de fertilización, tecnología de aplicación, etc.) que permita maximizar el aprovechamiento de los elementos esenciales y al mismo tiempo reduzca al mínimo las pérdidas de nutrientes fuera del sistemas suelo-planta. Para ello es fundamental conocer con la mayor precisión posible los factores que afectan cada mecanismo de pérdida de nutrientes, y a partir de ese conocimiento se deberían realizar estrategias de fertilización que propendan a minimizar la incidencia de los mismos. También es importante tener en cuenta que para que se exprese el efecto de la aplicación de nutrientes en el rendimiento de los cultivos, es necesario que se ajuste en forma integral todos los demás aspectos que hacen a un manejo agronómico eficiente: manejo del agua, control de plagas y enfermedades, eficiencia de siembra y cosecha, etc.
Nitrógeno, el más riesgoso.
El nitrógeno (N) es el macronutriente esencial que requiere la mayor atención en términos de la reducción de sus pérdidas del sistema suelo-planta. La reducida retención por parte de las arcillas predominantes de la Región Pampeana (illitas) hace que los nitratos sean susceptibles de ser transportados a través del agua de drenaje del suelo, incrementando el riesgo de lixiviación de los mismos fuera de la zona de aprovechamiento radical de los cultivos. El transporte de estos aniones fuera del sistema suelo-planta puede eventualmente contaminar acuíferos y otros cuerpos de agua.
La lixiviación de nitratos puede adquirir relevancia en situaciones en donde se combinan suelos de texturas gruesas con uso de riego o, en donde se presentan eventos de precipitación intensas (mayores a 30 mm/h). Asimismo, existen otros factores que inciden sobre esta vía de pérdida: tipo de cultivo (profundidad efectiva radical), dosis de fertilización y propiedades físicas del suelo.
Cuando se efectuan sobrefertilizaciones nitrogenadas, el N no aprovechado por el cultivo se acumula en el perfil y queda disponible para ser transportado por el agua percolante.
Otro mecanismo de pérdida asociada al agua del suelo es la desnitrificación. Se presenta en suelos anegados, en donde las condiciones de déficit de oxígeno, promueven la reducción microbiana de nitratos a formas reducidas de N (NO, N2O) e inclusive a N elemental (N2), que se elimina a la atmósfera. Los óxidos reducidos de N son los más importantes en cuanto a su efecto ambiental negativo, ya que sería deseable que se produzca el proceso completo, con liberación de N2 a la atmósfera, para que se cierre el ciclo del nitrógeno.
En cuanto a la volatilización del amoníaco, el proceso tiene lugar en suelos con pH elevados o en suelos agrícolas en donde se fertiliza con urea o fuentes que poseen este compuesto. Dentro de los factores que afectan el proceso, la temperatura del suelo es el principal factor a tener en consideración.
Cómo lograr una fertilización nitrogenado sustentable?
A continuación se enumeran una serie de recomendaciones para minimizar las pérdidas de nutrientes y por consiguiente su impacto ambiental:
1. Volatilización:
-
Utilizar fuentes que volatilizan menos (por ejemplo AN, CAN, UAN) o no volatilicen (fertilizantes amoniacales).
-
Evitar fertilizar en cobertura total en siembra directa con fuentes uréicas, sobre todo con altas temperaturas.
-
Considerar el efecto del pH, evitando fertilizar con urea en suelos con pH elevados. De hacerlo incorporarla.
2. Lixiviación de nitratos
-
Evitar realizar aplicaciones a la siembra de los cultivos cuando existe probabilidad de ocurrencia de precipitaciones posteriores a la misma (Ej: sudeste bonaerense, con trigo y maíz). Tener en cuenta que intensidades mayores a 30 mm/h pueden provocar lavado de nitratos.
-
Fertilizar con dosis acordes a rendimientos esperados realistas. Criterios de balance del N en el sistema suelo-planta pueden ser de utilidad.
3. Desnitrificación
-
Evitar fertilizar cuando el suelo se encuentra con elevados contenidos de humedad (por ejemplo a la siembra en sistemas de siembra directa). En términos generales, contenidos hídricos superiores al 60% del agua útil, predisponen este proceso.
-
De considerar necesaria la fertilización en la siembra, sobre todo en planteos de labrazana conservacionista, procurar fraccionar la dosis entre ese momento y en post-siembra.
Bibliografía Consultada
· Pierzynski, G.M, Thomas Sims, J., Vance, G.F. 1994. Soils and environmental quality. De. Lewis Publisher. 312 pp
· Wais de Badgen, I.R. 1998. Ecología de la contaminación ambiental. Ediciones Universo. 145 y 146.
· Isherwood, K.F.1998. Mineral fertilizer use and the environment. Internacional Fertilizer Industry Association. December.
· Rimski-Korsakov, H., Torres Duggan, M.,Lavado R. 2000. Influencia de la fertilización y el riego en la lixiviación de nitratos en un suelo franco arenoso. CD del XVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Mar del Plata, 11 al 14 de abril.
0 comentarios on Fertilizar eficientemente para reducir el riesgo ambiental: nitrógeno