El desempleo y sus efectos sobre la salud
- Creado por admin
- El 1 enero, 2000
- 0
Si el estrés aumentó durante los 80 el número de enfermedades que afectaba a los trabajadores con sobrecarga de trabajo, en los recesivos años 90 se ha logrado constatar los peligros del desempleo.
En nuestros días, y cada vez con más claridad, se está poniendo en evidencia que encontrarse sin trabajo tiene efectos nocivos para la salud con consecuencias devastadoras.
Así, la depresión se ha convertido en un proceso común entre las personas en paro. El profesor Stuart Montgomery, presidente del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, afirma: «La incidencia de depresión no sólo está aumentando sino que, además, cada vez existen más casos de pacientes depresivos que están en la segunda y tercera década de su vida».
Aunque esta enfermedad se puede tratar con antidepresivos que no crean adicción, la realidad es que los pacientes son reacios a acudir al médico en busca de ayuda. «Los hombres, en particular, son muy lentos en dar el paso. Sienten que el acudir al especialista es como reconocer su propio fracaso»,
dice Montgomery.
Pero los efectos enfermizos del desempleo no son solamente psicológicos. Un estudio realizado entre trabajadores despedidos de una fábrica de sardinas en la costa norte de Noruega mostró un aumento de un 40% en las cifras de reclamo de subsidio por enfermedad en el año siguiente a la pérdida de sus empleos.
Aunque este hecho podría deberse a que en Noruega los desempleados pueden reclamar un subsidio de enfermedad, no explica el idéntico fenómeno que se produjo en Calne -una pequeña ciudad en el sur de Gran Bretaña- cuando se cerró una fábrica de productos cárnicos.
El número de visitas al médico aumentó en un 40%, y los ingresos en el hospital aumentaron hasta cuatro veces más que la media local en los siguientes años.
Pero las quejas de los parados no sólo se limitan a las que convencionalmente se catalogan como «enfermedades relacionadas con el estrés».
De hecho, los problemas cardiovasculares, musculoesqueléticos, respiratorios y digestivos han
aumentado notablemente entre las personas despedidas.
Asimismo, otro estudio llevado a cabo entre trabajadores daneses que fueron despedidos de una planta de fabricación, en Elsinore, reveló que los afectados padecían una elevada incidencia de diabetes, hipertensión arterial y dolor torácico.
Junto con la depresión, sus procesos se convirtieron en enfermedades más generalizadas. Así, entre ellos aumentó el número de personas que recibieron pensiones por incapacidad y los que fallecieron prematuramente.
Si se considera a Europa en conjunto, se estima que la mortalidad entre los desempleados es un 20% mayor que en el resto de la población. Parte de esta discrepancia en las cifras puede explicarse si se tiene en cuenta la tasa de suicidios, ya que ésta es hasta tres veces superior entre las personas
desempleadas.
Aunque el suicidio puede estar desencadenado por cualquier cosa, se ha producido un aumento exponencial en las cifras de suicidios en Irlanda, Escocia y España, ya que presentan las tasas más elevadas de desempleo.
En cambio, en Alemania, donde el desempleo se mantiene de una forma más estable, las cifras de suicidio siguen siendo moderadas.
Más suicidios
El número de suicidios, por tanto, ha aumentado y este aumento afecta fundamentalmente a los varones, ya que presentan una probabilidad de «autodestrucción» cuatro veces superior a la de las mujeres.
Según un informe de la Oficina de Economía Sanitaria de Londres, esto es debido a que el desempleo afecta en menor grado a las mujeres, puesto que sus responsabilidades en la vida diaria se encuentran más repartidas.
Este ciclo de destrucción no comienza, sin embargo, en el momento en el que se produce el despido. Al parecer, el simple riesgo de ser despedido podría disminuir la resistencia de la persona a padecer cualquier enfermedad.
«Existe una conexión entre el miedo y la enfermedad cardiaca», dice José María Prieto, profesor de Psicología industrial de la Universidad Complutense de Madrid. «Todo el mundo habla de estrés, pero el miedo y la ansiedad también pueden conducir a procesos psicosomáticos, desde el dolor de espalda a las alergias».
El año siguiente a los despidos en una fábrica de Nordhavn, Dinamarca, se produjeron casi el doble de casos de alteraciones mentales entre los trabajadores despedidos que entre los que seguían en sus trabajos.
Según la investigación realizada por el doctor Robert Kammerling en el Reino Unido, las zonas con elevadas tasas de desempleo registran hasta siete veces más ingresos psiquiátricos que la media general.
«Aunque es muy difícil demostrar que estos ingresos se producen como consecuencia del desempleo, la correlación es mucho mayor que la que se pensaba en un principio», asegura Kammerling.
Los resultados de las investigaciones sugieren que los procesos mentales y la incidencia de enfermedades empeora con el tiempo, duplicándose las consultas cuatro años después de producirse el despido.
Lo que todavía se desconoce es si estas personas estaban ya antes en peores condiciones físicas y mentales, lo que explicaría el porqué fueron designados para el despido.
Otros expertos, en cambio, hacen hincapié en los problemas sanitarios que se encuentran
«auto-alimentados» por el desempleo. Entre ellos destacan las enfermedades respiratorias debido a un mayor consumo de tabaco y la obesidad.
El consumo elevado de grasas y azúcares produce, con el tiempo, diabetes, enfermedades cardiacas e hipertensión, que «son las enfermedades más prevalentes entre las personas con escasos recursos que residen en el norte de Europa», afirma Lobstein.
«Europa afronta el elevado coste del desempleo, y tiene que tener también en cuenta que tendrá que asumir el elevado coste sanitario resultante».
En Gran Bretaña, por ejemplo, los costes sanitarios relacionados con el desempleo rondan los 1.400
millones de pesetas al año. «El desempleo nos debería preocupar lo mismo que la patología relacionada con las dietas deficitarias, los carcinógenos o el Virus de Inmunodeficiencia Humana».
Fuente: El Mundo Salud
Autora: Tessa Thomas
0 comentarios on El desempleo y sus efectos sobre la salud