El Asalto de McCain Sobre la Razón. Otro Al Gore Para Presidente

El discurso de John McCain sobre el calentamiento global de este lunes hizo claro que no habrá este año un candidato presidencial que quiera cuestionar la afirmación de que el calentamiento global (alias “cambio Climático”) es producido por el hombre, o que es posible arreglar al calentamiento promulgando algunas leyes.

Junto a Clinton y Obama, la propuesta de McCain de atacar al calentamiento global les provee a los votantes tres opciones para el color del auto: siempre que sea negro. Lo mismo que Clinton y Obama, la propuesta de McCain involucra un mecanismo de “tope e intercambio” para limitar de manera legislativa a las emisiones de CO2 en los próximos años, creyendo que el mercado libre minimizará los daños al permitir el comercio de permisos de emisión entre las corporaciones. También incluye los permisos para compensaciones de carbono, aunque todo el mundo (excepto Al Gore) cree que esto es más “humo y espejos” que una estrategia racional para reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Lo que me preocupa es la extendida falsa percepción de que podemos hacer cualquier cosa sustancial acerca de las emisiones de carbono sin comprometer seriamente al crecimiento económico. Con segu-ridad, forzar una reducción de las emisiones de CO2 ayudará a espolear inversiones en nuevas tecnolo-gías de energía. Pero lo mismo lo hace un precio de $126 dólares el barril de petróleo. Hallar un reem-plazo para la energía basada en el carbono exigirá una inversión gigantesca de riqueza, y destruir la riqueza o es un buen primer paso en dirección a esa meta.

Cuando el público descubra cuánto le costará cualquier legislación castigando el uso de la energía, sin ninguna garantía de que cualquier cosa que hagamos tendrá un impacto mensurable sobre el clima futuro, se producirá una revuelta como la que actualmente se está materializando en la Gran Bretaña y la Unión europea. En algún punto, a medida de que la gente se enfrente con la cruda realidad de que los requerimientos de la humanidad para una abundante fuente de energía no pueden ser simplemente legislados fuera de existencia, el público comenzará a preguntarse: “¿Cuán seguros estamos de que los humanos estamos causando el calentamiento global.?”

Y es aquí donde, según mi opinión, el establishment científico ha traicionado la confianza de la gente.

Aún cuando jamás se ha publicado algún estudio científico que haya desestimado la variabilidad natural del clima para la mayor parte del calentamiento que hemos visto desde 1850, la Gran Ciencia ha conse-guido convencer a políticos y gran parte del público de que “la ciencia está establecida.” Aparentemen-te, nuestro agregado de nueve moléculas de CO2 por cada 100.000 moléculas de aire durante los últi-mos 150 años puede ser ahora culpado de todo y cualquier cosa que se nos ocurra. Huracanes, tornados, olas de calor, inundaciones, glaciares fluyendo hacia el mar… todo eso sucedía siempre de manera natural, pero parece que ahora no.

El calentamiento que hace 1000 años les permitió a los vikingos cultivar en Groenlandia era natural. Pero se nos dice ahora que el calentamiento en Groenlandia es seguramente causado por el hombre. Los glaciares que se retraen en el oeste de Canadá han revelado evidencia de antiguos bosques, demostrando que ciertamente ocurren ciclos de calentamiento y enfriamiento, aún sin los 4×4. Pero ahora los 4×4 son los chivos emisarios para los glaciares que se retraen.

McCain apuntó a la disminución del hielo del Ártico y el colapso de balcones de hielo en la Antártida como una evidencia obvia de que los humanos somos los culpables, aún cuando el hielo marino hizo exactamente lo mismo en las décadas del 1920 y 1930, y esos balcones de hielo eventualmente ten-drán que partirse a medida de que el nuevo hielo que fluye hacia el mar los empuja para ocupar su lugar.

Pero McCain he dejado claro que la ciencia realmente no tiene importancia, de todos modos, porque aún si los humanos no son los culpables del calentamiento, detener las emisiones de dióxido de carbono es lo correcto para hacer. Si tuviésemos otra opción para la mayor parte de nuestra necesidad de energía, yo estaría dispuesto a aceptar esa afirmación como bastante inofensiva.

Pero el dióxido de carbono es necesario para la vida sobre la Tierra, y tengo dificultad para llamar a algo tan fundamentalmente importante “un contaminante”. Quizás los niveles de CO2 en la atmósfera son ahora más altos que lo que fueron hace cientos o miles de años. ¿Y qué? Estoy cada vez más convencido de que su influencia sobre el clima palidece en comparación con la influencia que eventos climáticos naturales como El Niño y la Oscilación Decadal del Pacífico tienen sobre el clima regional. Por cierto, la mayor parte del calentamiento que hemos visto durante el siglo pasado muy bien podría deberse sólo a estos modos naturales de variabilidad del clima.

El problema es nadie ha sido financiado por el gobierno para investigar esa posibilidad, y el mandato del Panel Intergubernamental del Cambio climático (IPCC) es concentrarse sobre el cambio climático “cau-sado por el hombre” y no el cambio climático natural.

De modo que aquí estamos, con ciencia burda lista para apoyar malas decisiones políticas que nos llevarán a pésimos tiempos económicos en el futuro, y no hay un candidato presidencial que quiera hacer las preguntas duras. Si bien odiamos ser embaucados por los políticos, en este caso sólo puedo tener la esperanza de que ellos realmente nos están embaucando –que todo es nada más que aire caliente y no se convertirá en la futura política de pésimas leyes.

El Dr. Roy Spencer es el principal científico investigador en la Universidad de Alabama, en Huntsville. Es autor del nuevo libro “Confusión climática: Cómo la Histeria del Calentamiento Global conduce a Mala Ciencia, Políticos embaucadores, y Políticas Erradas que Hieren a los Pobres.

Por: Roy Spencer
Fuente: Mitos y Fraudes

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