Cuidado con el sol, también en el trabajo…

El lento pero continuo deterioro de la capa de ozono registrado en latitudes medias y altas viene a agravar la situación ya que, como es ampliamente conocido, el ozono estratosférico es particularmente efectivo como absorbente de radiación ultravioleta (UV). Estas circunstancias hacen, en definitiva, que las personas y el medio ambiente nos encontremos hoy día expuestos a niveles más altos de radiación UV.

Sin embargo, su trabajo obliga a muchísimas personas a permanecer al sol de forma continuada (construcción, agricultura, jardinería, pesca, transporte marítimo, transporte por carretera, monitores deportivos, profesoras/es de gimnasia…) sin que esa cultura de prevención ante los efectos perniciosos de las radiaciones solares haya llegado al mundo del trabajo.

El machismo que todavía domina nuestra cultura considera que no es “cosa de hombres” andar dándose cremas para protegerse del sol. Incluso entre los prevencionistas hay quienes no consideran el riesgo que supone la exposición al sol y por tanto tampoco consideran las cremas de protección solar como un equipo de protección individual a sumunistrar a los trabajadores y trabajadoras, velando por que se lo den antes de empezar a trabajar y lo renueven una vez pasado su efecto.

Las consecuencias de esta no prevención son muy claras: esos cánceres de piel de los que nos hablan en estas fechas, afectan sobre todo a las personas que están expuestas al sol durante sui jornada laboral. Desde principios de los años 70 se viene observando un incremento importante de casos de cáncer de piel, sobre todo en aquellos lugares con mayoría de población de piel clara. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término de “epidemia” para calificar el significativo incremento del número de nuevos casos de cáncer cutáneo en los últimos años, una de las primeras causas de mortalidad a nivel mundial.

La preocupación por el medio ambiente en general ha hecho que sean cuestionados numerosos aspectos de la vida laboral. Lo que no se considera conveniente o aceptable en nuestra vida cotidiana, no puede pasar inadvertido en el mundo del trabajo. Por eso ha llegado el momento de cuestionarse seriamente la prevención del cáncer de piel en el trabajo y aplicar las medidas de prevención necesarias. 

A continuación os ofrecemos algunas fuentes de interés:

EL INDICE UV 

La necesidad de llegar al público con información fácilmente comprensible sobre la radiación UV y sus posibles efectos negativos ha llevado a los científicos a definir un parámetro que pueda ser usado como indicativo de las exposiciones UV. Este parámetro es el denominado Índice Ultravioleta o Índice UV (UVI). Está relacionado con los efectos eritematógenos de la radiación solar UV sobre la piel humana y ha sido definido y estandarizado bajo el amparo de varias instituciones internacionales como son WMO, WHO, UNEP y ICNIRP.

El UVI está siendo incorporado paulatinamente en las predicciones operativas de numerosos servicios meteorológicos. En Europa existen más de una docena de centros de predicción que calculan valores estimados del UVI para el día siguiente.

El Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS), que es el centro de tecnología ambiental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). nos ofrece una amplia información sobre los riesgos de las radiaciones solares ultravioleta y las formas para prevenirlas en esta dirección http://www.cepis.ops-oms.org/comun/gestcont/capi3.pdf.

Hay información sobre el cancer de piel, con fotografías de para identificar melanomas y diferenciarlos de otros tipos benignos de manchas en la piel, en esta dirección http://www.methodisthealth.com/spanish/dermo/cancer.htm.

Ruben Belandia
Universidad del Pais Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea

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