Contabilidad Ambiental – 14 – La valoración de la Contabilidad Ambiental
- Creado por admin
- El 23 octubre, 2006
- 0
VALORACIÓN
En los últimos años se han venido desarrollando diferentes metodologías que permiten un conocimiento exhaustivo y realista de los costos en los que incurren las empresas, las organizaciones, etc, al asumir o proveer sus servicios.
Anteriormente mencionamos varias metodologías, las cuales no haremos mención en este tema ya que en él trataremos los estándares de costos a aplicar, al decidir sobre la Valoración.
La Norma Internacional de Contabilidad, NIC 1, “Presentación de Estados Financieros”, considera que las bases de Valoración al preparar los estados financieros son el coste histórico, importe en libros, valor realizable, valor razonable o valor actual; conceptos a los cuales haremos una sucinta definición:
Costo Histórico
Son aquellos en los que se incurre al adquirir un bien. Son los más conocidos y estudiados al ser generadores de pérdidas puntuales tangibles, aunque hasta ahora diluidas o dispersas en diferentes partidas de contabilidad. Con adecuados sistemas de seguimiento y registro contable son fácilmente analizables. Ejem. Reparación de daños ocasionados por un accidente, tiempos perdidos en el proceso, etc.
Se determinan con base en información pasada, ya han tenido lugar en la empresa, son a posteriori.
Importe en Libros
Según la Norma Internacional de Contabilidad, N.I.C. 40 Inmuebles de Inversión, Importe en Libros es el importe por el que se reconoce un activo en el balance.
Según el método de la participación, la inversión se registra inicialmente al coste, incrementando posteriormente su importe en libros para reconocer la parte que le corresponde al inversor en las pérdidas o ganancias obtenidas por la empresa participada tras la fecha de adquisición.
Valor Realizable
Según la Norma Internacional de Contabilidad 2, N.I.C 2, Existencias, el valor realizable neto “es el precio estimado de venta de un activo en el curso normal de la exploraciónmenos los costes estimados para terminar su producción y los necesarios para llevar a cabo la venta.”
Es un precio potencial de venta, luego un precio hipotético de venta a diferencia del coste de reposición, que es un precio de entrada.
En el valor de realización la equivalencia se establece atendiendo al valor que podría obtenerse en el mercado por un activo concreto en la fecha en la que se establecen los estados contables.
Valor Razonable o Valor Actual
Es el mejor precio que razonablemente se pueda obtener por parte del vendedor y el más ventajoso precio que sea razonablemente posible para el comprador. El valor razonable de una propiedad de inversión es usualmente su valor de mercado. El valor razonable se mide como el precio más probable que se puede obtener en el mercado a la fecha del balance.
Se considera valor razonable el importe por el que puede ser intercambiado un activo, entre dos partes debidamente informadas, en una transacción libre.
Según el parágrafo 33 de la Norma Internacional de Contabilidad, N.I.C. 40, Inmuebles de Inversión: “El valor razonable de una propiedad de inversión refleja, entre otras cosas, el ingreso por rentas que se podría obtener de arrendamientos en las condiciones actuales, así como los supuestos razonables y defendibles que representan la visión del mercado que partes experimentadas e interesadas pudieran asumir acerca del ingreso que, por arrendamientos futuros, se pudiera conseguir a la luz de las condiciones actuales del mercado”.
Estas bases de valoración empleadas para la preparación de estados financieros pueden ser agrupadas y presentadas como un componente aparte de los estados financieros, según el parágrafo 96.
“La información acerca de las bases de valoración empleadas para la preparación de los estados financieros y las políticas contables específicas pueden ser agrupadas y presentadas como un componente separado de los estados financieros”.
En notas separadas se reflejarán las políticas contables específicas, incluyendo las bases de valoración utilizadas. Así lo determinan los parágrafos 97 y 98 de la Norma:
“La sección relativa a las políticas contables incluida entre las notas a los estados financieros debe contener las siguientes descripciones:
- la base o bases de valoración utilizadas al preparar los estados financieros; y
- cada una de las políticas contables específicas utilizadas, que resulten necesarias para una comprensión apropiada del contenido de los estados financieros.
“Además de las políticas específicas utilizadas al elaborar los estados financieros, es importante para los usuarios tomar conciencia de la base o bases de valoración utilizadas (coste histórico, importe en libros, valor realizable, valor razonable o valor actual), puesto que son el fundamento para la preparación de los estados financieros en su conjunto. Cuando se haya usado más de una base de valoración al preparar los estados financieros, por ejemplo si se han revalorizado ciertos activos no corrientes, será suficiente con suministrar una indicación respecto a las categorías de activos y pasivos a los cuales se ha aplicado esta otra base de valoración”.
Otros criterios de valoración, a juicio de Rueda 2002, son el precio del mercado, valor presente de la inversión y los ajustes integrales por inflación; que al ser aplicados pueden arrojar valores diferentes en los activos, pasivos y patrimonio.
Cuando no se está bien claro en el sistema de valoración a emplear, se generan ciertas incertidumbres sobre los usuarios ya que finalmente no se sabría que opción tomar para adoptar decisiones.
Análisis de la Valoración en la NIC 37
Al analizar los parágrafos inherentes a la Valoración destacados en la Norma Internacional de Contabilidad, N.I.C. 37, Provisiones, Activos Contingentes y Pasivos Contingentes, se reconoce que la cantidad contabilizada como provisión es la que hay que considerar a efectos de cancelar las obligaciones que de tal provisión se hayan derivado. Así lo determinan los parágrafos 36, 37, 38 y 39, que a su vez recomiendan el método estadístico de “Valor Esperado”, utilizado en aquellas situaciones donde surgen las incertidumbres que tienen que ver con los importes a reconocer como provisión y que se tratan de diferentes formas y de acuerdo a las circunstancias pertinentes de cada caso:
“El importe reconocido como provisión debe ser la mejor estimación, en la fecha del balance, del desembolso necesario para cancelar la obligación presente”.
“La mejor estimación del desembolso necesario para cancelar la obligación presente vendrá constituida por el importe, evaluado de forma racional, que la empresa tendría que pagar para cancelar la obligación en la fecha del balance o para transferirla a un tercero en esa fecha. Con frecuencia es imposible o muy caro, proceder a pagar o a transferir el importe de la obligación en la fecha del balance. No obstante, la estimación del importe que la empresa vaya a necesitar para hacer el pago o la transferencia citados, proporcionará la mejor evaluación del desembolso necesario para cancelar la obligación presente en la fecha del balance”.
“Las estimaciones de cada uno de los desenlaces posibles, así como de su efecto financiero, se determinarán por el juicio de la gerencia de la empresa, complementado por la experiencia que se tenga en operaciones similares y, en algunos casos, por informes de expertos. La evidencia a considerar también incluye cualquier dato suministrado por sucesos ocurridos tras la fecha de los estados financieros”.
“Las incertidumbres que rodean al importe a reconocer como provisión se tratan de diferentes formas, atendiendo a las circunstancias particulares de cada caso. En el caso de que la provisión que se está valorando, se refiera a una población importante de casos individuales, la obligación presente se estimará promediando todos los posibles desenlaces por sus probabilidades asociadas. El nombre de este método estadístico es el de «valor esperado». La provisión, por tanto, será diferente dependiendo de si la probabilidad de que se presente una pérdida es, por ejemplo, del 60 % o del 90 %. En el caso de que el rango de desenlaces posibles sea continuo y cada punto del mismo tenga la misma probabilidad que otro, se utilizará el valor medio del intervalo”.
En el parágrafo 40, las probabilidades tiene posibilidades valorativas por lo de las evaluaciones aisladas. Desde luego que se consideran otros desenlaces posibles:
“Cuando se esté evaluando una obligación aislada, la mejor estimación de la deuda puede venir constituida por el desenlace individual que resulte más probable. No obstante, también en este caso la empresa considerará otros desenlaces posibles. En el caso de que los otros desenlaces posibles sean, o bien mucho más caros, o mucho más baratos que el desenlace más probable, la mejor estimación puede ser por una cuantía mayor o menor, respectivamente, que la correspondiente a éste. Por ejemplo, si la empresa ha de corregir un defecto importante en una planta industrial de gran dimensión, construida para un determinado cliente, y el coste de conseguir la reparación del defecto al primer intento, que es el desenlace más probable, es de1 000, dotará una provisión de mayor cuantía para contemplar la posibilidad de que fueran necesarios intentos adicionales, siempre que la probabilidad de tener que realizarlos fuera significativa”.
Los sucesos y circunstancias concurrentes a la valoración, inevitablemente están revestidos de riesgos e incertidumbres, los cuales tienen que ser considerados al realizar la mejor estimación de la provisión:
“Para realizar la mejor estimación de la provisión, deben ser tenidos en cuenta los riesgos e incertidumbres que, inevitablemente, rodean a la mayoría de los sucesos y las circunstancias concurrentes a la valoración de la misma”.
“Con el término riesgo se describe la variación en los desenlaces posibles. Un ajuste por la existencia de riesgo puede aumentar el importe por el que se mide una obligación. Será preciso tener precaución, al realizar juicios valorativos en condiciones de incertidumbre, de manera que no se sobrevaloren los activos o los ingresos ordinarios y que no se infravaloren los pasivos o los gastos. No obstante, la incertidumbre no es una justificación para la creación de provisiones excesivas o para la sobrevaloración deliberada de los pasivos. Por ejemplo, si el coste estimado de un desenlace particularmente adverso se evalúa de forma prudente, entonces tal desenlace, de forma deliberada, se trata como más probable que lo que efectivamente es. Es preciso tener cuidado para evitar la duplicación de los ajustes por riesgo e incertidumbre, con la consiguiente sobrevaloración del importe de la provisión”.
“La información adicional acerca de las incertidumbres, que guardan relación con el importe final del desembolso, se realizará de acuerdo con lo establecido en el párrafo 85 (b)”.
A los efectos del valor actual, los parágrafos 45, 46 y 47 determinan:
“Cuando resulte importante el efecto financiero producido por el descuento, el importe de la provisión debe ser el valor actual de los desembolsos que se espera sean necesarios para cancelar la obligación”.
“Debido al valor temporal del dinero, una provisión que se refiere a salidas de efectivo cercanas a la fecha del balance, resulta más onerosa para la empresa que otra referida a salidas por igual importe pero en fechas más lejanas. El importe de las provisiones, por tanto, será objeto de descuento cuando el efecto de hacerlo resulte significativo”.
“El tipo o tipos de descuento deben ser considerados antes de impuestos y deben reflejar las evaluaciones correspondientes al valor temporal del dinero que el mercado esté haciendo en la fecha del balance, así como el riesgo específico del pasivo correspondiente. El tipo o tipos de descuento no deben reflejar los riesgos que hayan sido ya objeto de ajuste al hacer las estimaciones de los flujos de efectivo futuros relacionados con la provisión”.
Las expectativas que crean los sucesos futuros son bases para estimar cuantías para enfrentar el surgimiento de contingencias. Tales estimaciones son viables, siempre que hayan evidencias objetivas suficientes. Sobre los sucesos futuros tratan los parágrafos 48, 49 y 50:
“Los sucesos futuros que puedan afectar a la cuantía necesaria para cancelar la obligación, deben ser objeto de reflejo en la evaluación de la misma, siempre que haya una evidencia objetiva suficiente de que puedan aparecer efectivamente”.
“Las expectativas sobre sucesos futuros pueden ser particularmente importantes en la valoración de las provisiones. Por ejemplo, la empresa puede creer que el coste de limpiar un determinado emplazamiento industrial, al final de su vida útil, puede quedar reducido gracias a futuros cambios en la tecnología. El importe que se reconozca como provisión habrá de reflejar una expectativa razonable de observadores objetivos y técnicamente cualificados, teniendo en cuenta toda la experiencia disponible sobre la tecnología que será posible utilizar en el momento de proceder a la limpieza. De esta forma, resultará apropiado incluir, por ejemplo, las reducciones de coste relacionadas con el aumento de experiencia asociada, con la aplicación de la tecnología actual o el coste esperado de aplicar la tecnología actual en operaciones mayores o más complejas que se han llevado a cabo previamente. No obstante, la empresa no anticipará el desarrollo de una tecnología completamente nueva de limpieza al hacer las estimaciones, a menos que ello esté apoyado por una evidencia suficientemente objetiva”.
“El efecto de la posible nueva legislación será tomado en cuenta al valorar las obligaciones ya existentes, cuando haya suficiente evidencia objetiva de que la normativa conocida será la que se apruebe sin prácticamente ningún cambio. La variedad de circunstancias que surgen en la práctica hacen imposible especificar un solo suceso que, en todos los casos, produzca la evidencia objetiva suficiente. Por otra parte, la evidencia es necesaria tanto en lo que la legislación vaya a exigir, como en que será prácticamente seguro que se aprobará y se llevará a cabo siguiendo los procedimientos ordinarios. En muchos casos, no existirá evidencia objetiva suficiente hasta el momento en que se haya promulgado la legislación”.
En cuanto a las enajenaciones o abandonos esperados de activos, los parágrafos 51 y 52 despejan las expectativas que pueden surgir de las ganancias esperadas por enajenaciones o abandono que de tales activos se generan:
“Las ganancias esperadas por la enajenación o abandono de activos no deben ser tenidas en cuenta al evaluar el importe de la provisión”.
“Las ganancias esperadas por la enajenación o abandono de activos no se tomarán en cuenta al valorar el importe de la provisión, incluso en el caso de que la enajenación o abandono en cuestión esté ligado estrechamente al suceso que ha hecho surgir la provisión. Por el contrario, la empresa reconocerá las ganancias esperadas por la enajenación o abandono de activos en el momento que se especifica en la Norma Internacional de Contabilidad que se refiera al tipo de activo en cuestión”.
Túa 2001, aclara en relación a las recomendaciones que aconseja la NIC 37 “Por lo que respecta a la valoración de las provisiones, se establece que el importe reconocido como provisión debe ser la mejor estimación, en la fecha de cierre de balance de situación general, del desembolso necesario para cancelar la obligación presente. Para realizar la mejor estimación de la provisión, deben ser tenidos en cuenta los riesgos e incertidumbres que, inevitablemente, rodean a la mayoría de los sucesos y las circunstancias concurrentes a la valoración de la misma. Los sucesos que puedan afectar a la cuantía necesaria para cancelar la obligación, deben ser objeto de reflejo en la evaluación de la misma, siempre que haya una evidencia objetiva suficiente de que puedan aparecer efectivamente.”
“La Valoración implica la revisión y ajuste de métodos como el de mercado, valoración directa o indirecta que permitan reconocer o estimar el valor de lo ambiental dentro de la contabilidad de las empresas.”Rueda 2002.
En su estudio sobre el desarrollo alternativo y su vinculación con la contabilidad financiera en lo que tiene que ver con la valoración de los activos, pasivos y patrimonio, destaca Rueda,es que estas cuentas “reflejan la generación y acumulación de riqueza y a su vez permiten cuantificar la remuneración que se da entre empresas y a su vez permiten cuantificar la remuneración que se da entre empresas y diferentes agentes económicos como el Estado, trabajadores, proveedores, etc”.
Esta incidencia de desarrollo alternativo, se ve distorsionada porque la información que reflejan los estados financieros, depende del vinculo de las interpretaciones y las variables relacionadas con la acumulación, la tributación, la remuneración de los trabajadores, etc. Y Rueda, lo expone:
“La rentabilidad entendida como una relación entre utilidad y activos o inversión, puede verse afectada si el valor de los activos aumenta o disminuye o si se incluyen dentro de los activos mas o menos rubros contables”.
Serna y Tobón, destacan que “en materia de valoración no es posible asignar valor económico a bienes naturales con un valor intrínseco desconocido e incomparable con relación a los valores monetarios del mercado actual”.
Por: Lic. Sonmer Garrido Díaz
Chivacoa – Yaracuy – Venezuela
Contador Público Especialista en Auditoría
[email protected]
0 comentarios on Contabilidad Ambiental – 14 – La valoración de la Contabilidad Ambiental