¿Conducta pro-social en los consultores?
- Creado por admin
- El 10 febrero, 2009
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Es a esta altura puede parecer redundante volver a explicar algunos conceptos básicos de la responsabilidad social en el contexto de la consultoría en las empresas, organizaciones públicas y académicas. Igualmente vamos a detenernos un momento en ello con el fin de terminar explicitando como se podría llevar a la práctica concreta estos conceptos de responsabilidad a la hora de la intervención institucional.
Berman (1997) es uno de los autores que con su trabajo da cimiento a la construcción conceptual entorno a la Responsabilidad Social (RS), la define como “la inversión personal en el bienestar de otros y del planeta” (Pág. 12), y agrega que es también “la forma como vivimos con los otros y tratamos a los otros” (Pág. 202). En este trabajo Berman sostiene que se presentan tres dimensiones:
a) Una que tiene que ver con la comprensión de las personas sobre la red que forman con el resto de las personas de su contexto inmediato y global, esta dimensión está relacionada con la identidad.
b) La número dos tiene que ver con las relaciones con los demás, con la sociedad en la que participamos, esta dimensión está relacionada con la ética y la preocupación por el otro.
c) Y otra que tiene que ver con actuar con integridad y en coherencia con los valores sociales e individuales.
Además este autor menciona algunas características que son claves en el desarrollo de la responsabilidad social, entre ellos destaca empatía, ética y ciudadanía.
Siguiendo esta línea de pensamiento es pertinente preguntarse. ¿Qué se entiende por un consultor responsable? ¿Ante quién se es responsable? Y por último ¿Cómo se es responsable cuando hablamos de la intervención organizacional de los consultores?
A estas preguntas le vamos a sumar esta realidad compleja y poco asumida que nos toca vivir a diario. Hoy un gran porcentaje de proyectos de innovación institucional fracasan en las organizaciones. Se gastan millones de dólares en proyectos que no se logran acometer, sin embargo se pagan a las consultoras, a pesar que el único producto resultante son las carpetas contenedoras de los proyectos que por supuesto ocupan un lugar de privilegio en las bibliotecas de las organizaciones.
Muchos de estos proyectos son impulsados por consultoras y consultores que llegan a las organizaciones vendiendo un proyecto que cambiará la organización, que dará las soluciones pretendidas y tantas otras promesas que sería poco funcional listar ahora.
Es aquí donde se vuelve interesante concretar y operativizar los conceptos de responsabilidad social y bajarlos a las personas, a nosotros mismos. También reflexionar sobre las posibles respuestas a las preguntas formuladas en este artículo sobre todo la que expresa ¿Cómo se es responsable cuando hablamos de la intervención organizacional de los consultores?
Todo esto podría tomar significado para las personas que trabajan en las organizaciones sólo si se comprende que la responsabilidad social o la responsabilidad social organizacional debe dejar de ser sólo discurso y convertirse en algo concreto en nuestra práctica profesional.
Comenzando por cultivar en nosotros la capacidad de llevar estos conceptos a la práctica cotidiana. Entre las capacidades podemos mencionar por ejemplo la de negociar teniendo como premisa que todos deben ganar y no sólo nosotros. Es tal vez una práctica concreta de lo más difícil de aprender pero necesaria para ser llevar a la práctica los conceptos de responsabilidad.
Decir la verdad es otro punto clave, aunque sea difícil, no es sencillo decirle a un cliente esto llevará tanto tiempo o la implementación será compleja para los empleados, esto nunca es simple de decir sobre todo cuando los clientes quieren escuchar que todo será fácil, rápido y económico.
Es cierto que muchas veces esto de llevar a la práctica estos conceptos, o el entender que la responsabilidad social, organizacional, empresaria o corporativa o como gusten llamarle los expertos no es otra cosa que muchas acciones de personas que comienzan a practicar las premisas de la RS en su comportamiento y eso se ve reflejado en el seno de las organizaciones.
Nunca será sencillo trabajar en forma ética, responsable y comprometida en las organizaciones actuales, pero de eso se trata, porque sabemos que sin duda, hablar, dar un discurso o escribir un artículo como este es simple, lo difícil es ser responsables allá afuera cuando vamos a trabajar y a concretar proyectos, ahí en el campo de acción, en el territorio, está el verdadero desafío.
La realidad organizacional y social es cambiante e incierta, pero como toda construcción colectiva puede ser transformada mediante la interacción de sus actores. Sólo tenemos que comprometernos y hacerlo.
Por: Lic. Claudio Gallardo
Comunicólogo (UMSA) especializado en procesos organizacionales de carácter instrumental. Auditor Líder de certificación de sistemas de gestión de calidad (IRCA) y sistemas de gestión ambiental (IRCA)
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