¿Con qué cara?
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- El 19 agosto, 2008
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Los que estuvimos en el 7o Congreso Forestal Mundial realizado en Buenos Aires en 1972, hace ya más de 35 años, hemos sido testigos de la evolución que han tenido en el sector forestal los distintos países del MERCOSUR, y las nuevas generaciones forestales merecen conocer y/o refrescar lo que pasó.
Uno se pregunta con qué cara los representantes del Gobierno van a recibir al Mundo Forestal y cómo van a hacer para explicar el enorme fracaso, especialmente el de estos últimos seis años, que ha tenido el desarrollo forestal argentino.
En 1972 Argentina seguía a la distancia la dinámica brasilera, estaba en un plano de igualdad al desarrollo chileno, con muchas más posibilidades futuras, y superaba largamente a Uruguay, que en ese entonces, forestalmente no existía.
Brasil, con altibajos, siguió su camino. Se transformó en un importante productor mueblero, creció en todos sus sectores, y especialmente en el sector celulósico y se encamina a lograr ser el principal productor de celulosa del mundo. Una sola de sus empresas: Aracruz, ya produce tres veces más celulosa que toda la República Argentina, y para el 2015, si seguimos en esta parálisis, producirá siete veces más. Brasil realiza unas 640.000 has. por año de nuevas plantaciones, y tiene muy en claro las enormes ventajas que le confiere el desarrollo integral de su sector foresto – industrial.
Chile tenia para 1972 un poco más de 400.000 has. forestadas, un nivel parecido al que tenia la República Argentina. Desde entonces se encaminó a desarrollar al máximo sus posibilidades, y hoy es una potencia intermedia en el contexto forestal mundial, y sus principales empresas se han expandido por otros países de la región para lograr sus objetivos de ser fuertes jugadores en el mundo. Han sextuplicado sus plantaciones, ocupando casi toda su superficie aprovechable, más que doblan la superficie argentina en lo que se refiere a plantaciones y la cuadriplican en su desarrollo foresto – industrial.
Uruguay no existía, forestalmente hablando, hasta 1987. Allí comenzó un incipiente desarrollo y hoy es la sorpresa de América Latina. Porque son serios, porque respetan las leyes y los contratos, han conseguido potenciar al máximo sus posibilidades. Hoy cuentan con más de 800.000 hectáreas forestadas, la última y más moderna fábrica funcionando de celulosa en el mundo: Botnia, y ya ha comenzado a ejecutarse una nueva fábrica, la de ENCE, en Conchillas, sobre el Río de la Plata.
Mediante una inversión estimada de unos 1.200 millones de dólares, para producir un millón de tn. de celulosa, y teniendo programado a corto plazo la posibilidad de llevarla a 1,5 millones; ella sola más que toda la República Argentina, fábrica que va a estar funcionando en junio de 2010.
A su vez, porque son creíbles, han atraído en los últimos años a muchos inversores forestales que huyendo de la imprevisible política argentina y de la insensatez que ha demostrado en los últimos años, decidieron potenciar el desarrollo forestal uruguayo. Botnia, Eufores, Cofusa, Forestal Atlántico Sur, Centro Forestal Chileno, Forestal Cono Sur (Arauco), Forestal Tecoayhu, Foresur, GMO, Grupo Forestal, RMK, Stora Enzo, Urupanel, Weyerhaeuser Uruguay, y muchos otros han llevado a que Uruguay, con muchos menos incentivos y a pesar de tener sólo el 6% de la superficie argentina, plante más de 70.000 has. netas por año, cuando nosotros no sé si llegamos a las 40.000 has.
- ¿Qué podemos decir nosotros? Si somos honestos deberíamos contar lo siguiente:
- Que durante las décadas del 70 y 80 la altísima inflación conspiró contra las inversiones de largo plazo y que por gruesos errores dejamos a medio hacer, y se perdió, un proyecto como el de Puerto Piray que hubiera potenciado toda la forestación misionera.
- Que así y todo se logró terminar Alto Paraná S.A. en 1982, y llegamos a alcanzar unas 700.000 has. plantadas.
- Que en la década del 90 se controló la inflación, y que sólo para 1997 se comenzó a reaccionar y encontrar el camino correcto.
- Que en 1999 se aprobó por fin la Ley 25.080, y que entre 1999 y 2001 se plantaron más de 100.000 has. por año en promedio, y que ya teníamos muy cerca el comienzo de dos nuevas y modernas fábricas de celulosa, duplicando Alto Paraná, y construyendo en Corrientes la de Bosques del Plata, aprovechando que ya estábamos cerca del 1200.000 has., dos sueños al alcance de la mano.
- Que el golpe de estado de diciembre de 2001, además de llevar la República Argentina al default y al descrédito internacional, logró que rápidamente las dos empresas de capitales chilenos archivaran sus proyectos en la República Argentina y comenzaran sendos nuevos proyectos en Chile, que ya están funcionando.
- Que los inversores de entonces y futuros prendieran una luz de alerta y frenaran sus proyectos, lo que se vio rápidamente agravado por la paupérrima dirigencia que a partir de entonces se ocupó de la política forestal, la que cual patos criollos no dejaron……. macana por hacer.
- Que todo llevó a que nuevamente cayera rápidamente la superficie forestada, desaparecieran el entusiasmo, y la mayoría de los inversores.
- Que para frutilla del postre nuestra dirigencia no encontró mejor idea, para supuestamente ganar unos pocos votos, que pelearse con la hermana República del Uruguay y con su necia e ignorante postura ahuyentar a todos los inversores interesados en poner fábricas de celulosa.
Los que estamos en el sector desde hace casi cuarenta años sabemos que nunca existió una época como los últimos cinco años, donde tantas empresas mundiales del sector quisieran trasladarse a América del Sur para realizar gigantescas inversiones. La explicación es sencilla; el crecimiento mundial de los últimos cinco años a partir de las muy bajas tasas de interés, llevó a un gran aumento del transporte de mercaderías y con ello al alza enorme de los fletes marítimos por la escasez de bodegas y los aumentos del combustible.
Al subir tanto los fletes una tonelada de madera Argentina–Japón puede costar U$S 110 – U$S 125 de flete solamente, lo cual hace que las fábricas no se puedan abastecer desde tan lejos y que tengan que trasladarse, hacia donde está la madera, para seguir siendo competitivas. Por eso, las nuevas fábricas, cada vez más grandes, van a Brasil y como no las dejamos venir a la República Argentina, tratan de ubicarse en Uruguay.
Ya en junio de 2006, la Academia Nacional de Ingeniería le había advertido al ex Presidente Kirchner que no podía considerarse como contaminación visual del lado argentino. Como muestra basta un botón; en el viaje a Europa para buscar inversiones el ex presidente junto a su comitiva llegaron a Portugal. En las reuniones el principal grupo portugués ofreció invertir 2000 millones de dólares en una gran fábrica de celulosa, acompañada por una gran fabrica de papel. La respuesta de nuestro canciller fue: «no es el momento de hablar de estos temas», dado que estaban embarcados en su batalla personal con Botnia. Todavía hoy se preguntan los portugueses a qué fueron a Europa.
Lo cierto es que por ignorancia, dejadez, necedad, el sector ha perdido no menos de cinco grandes fábricas, unos 6.000 millones de dólares de inversión, en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, y Buenos Aires, lo que representa en el tiempo por lo menos unos 100.000 puestos genuinos de trabajo para la atención de todo el proceso que permite una masa forestal como la que se necesita para abastecer esas fabricas.
Al perder esas inversiones, por supuesto no se planta y además se frustra toda una generación de forestales que se deben conformar con el pichuleo de pequeños proyectos y a la larga con el descrédito de su profesión.
Pensar que en 1972 teníamos presidiendo el Congreso a Cozzo, Tortorelli, Tacakcs, etc. y en el 2009 vamos a tener …. , bueno, las comparaciones son odiosas.
Resumiendo: por más que nuestro inimputable Secretario de Agricultura ya ha dado muestras de poder defender lo indefendible, que nuestra Secretaria de Medio Ambiente y familiares no aprueben lo mínimo indispensable para ocupar el puesto y nuestro Canciller piquetero ya ha dado muestras de extravío delante del mundo entero, yo todavía me pregunto: ¿tendrán cara para enfrentar al Mundo Forestal y tratar de explicar lo inexplicable?
Por: Ing. Agr. José E. Crotto
Fuente: Revista NOTI FORESTAL
Extraido de Mitos y Fraudes
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