Bonos de carbono en América Latina
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- El 17 noviembre, 2005
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Antecedentes
El Protocolo de Kioto de 1997 formalizó un acuerdo internacional fundamentalmente destinado a reducir la dependencia de la economía mundial del consumo de combustibles fósiles: petróleo, gas y carbón. A través del Protocolo de Kioto, 39 países industrializados y de economías en transición se comprometen a reducir sus emisiones efectivas de gas carbónico (CO2) y otros gases del efecto invernadero, en 5.2% por debajo de los niveles registrados en 1990. Esta reducción debe hacerse efectiva, como promedio, para el quinquenio 2008 al 2012. El compromiso varía por país o región: La Unión Europea se compromete a que sus emisiones serán reducidas en al menos 8% como promedio para el quinquenio 2008, Estados Unidos en un 7%. Canadá y Japón 6%. Mientras que Rusia, Nueva Zelandia y Ucrania sólo deben estabilizar sus emisiones con relación a las de 1990. Algunos países pueden aumentarlas: Noruega hasta 1%, Australia hasta 8%, e Islandia hasta 10%. En estos casos se reconoce que su desarrollo depende de un mayor consumo de energía. El protocolo de Kioto incluye seis ases: gas carbónico (CO2), metano, óxidonitroso, hidro-fluoro-carbonos, per-fluoro-carbonos, y hexafluoruro de sulfuro.
Una de las consecuencias de las emisiones de gas carbónico, metano, óxidos nitrosos y otros gases, es el calentamiento global.
Las consecuencias no son potenciales, sino que ya se encuentran entre nosotros. Se reflejan en la intensidad y frecuencia de inundaciones, sequías, huracanes y otros desastres naturales, tanto en el trópico como en países de clima templado. En los últimos 20 años se registraron los 15 años más calurosos desde el año1900. Según la revista Science, muestras de hielo tomadas a mas de 5000metros de altura, en el Glaciar Dasuopu del Himalaya, indican que los últimos50 años fueron los más calurosos en la Planicie Tibetana en los últimos mil años. La década más calurosa fue la de los 90 (Science Sept 15, 2000). La capa de hielo del océano Ártico registra una reducción a casi la mitad desde1950. Los glaciares retroceden en Los Andes suramericanos, al igual que en el Himalaya asiático o en los Alpes europeos. Desde 1912 se ha perdido el 75% de la capa de hielo del Kilimanjaro en África (ENS Sept. 15, 00). El efecto invernadero ha sido reconocido por la mayor parte de las principales empresas petroleras del mundo. El presidente de British Petroleum, JohnBrowne, se expresaba de la siguiente manera en un discurso en la Universidad de Stanford el 19 de Mayo de 1987:
“El momento para considerar el cambio de política no es cuando seha probado de forma concluyente la relación entre los gases de invernadero y el cambio climático, sino cuando tal posibilidad no puede excluirse y sea tomado en serio por la sociedad de la que formamos parte. En British Petroleum hemos llegado a ese punto.”
British Petroleum ha anunciado el compromiso de reducir sus propias emisiones de los gases del efecto invernadero en un 10% con respecto a 1990,para el año 2010. Posiciones similares han sido asumidas por Shell, Ford, Toyota, Boeing y Dupont. Los bosques se han convertido en un importante componente de las negociaciones internacionales sobre cambios climáticos, debido a su habilidad para absorber dióxido carbono de la atmósfera, y convertirlo en madera y otros tejidos de biomasa.
También son fuentes de emisiones de gas carbónico y otros gases del efecto invernadero. Sólo entre 1980 y 1995, y sólo en los países tropicales, se han perdido en promedio 13 millones de hectáreas de bosques por año, durante los últimos 15 años (FAO – FOREST RESOURCE ASSESSMENT 1993, FAO – FOREST RESOURCE ASSESSMENT 1997).
La deforestación en el trópico le inyecta a la atmósfera aproximadamente 1.400 millones de toneladas de carbono por año, equivalente al 20% de las emisiones globales de carbono. El 75% de las emisiones de gases del efecto invernadero que se han acumulado en la atmósfera en los últimos 50 años se han generado en países industrializados, donde se encuentra el 20% de la población mundial. El 25% de las emisiones se ha generado en países en desarrollo, con el 80% de la población mundial.
El cumplimiento del Protocolo de Kioto reduciría las emisiones efectivas de los gases del efecto invernadero provenientes de los países industrializados en sólo un 5.2% como promedio para el quinquenio 2008- 2012, con respecto a1990. Sin embargo, sólo las emisiones de CO2 de Estados Unidos de Norteamérica son ya cerca de 20% superiores a las de 1990. De mantenerse las tendencias actuales, podrían superar en un 30% a las de 1990 para el año 2010.Los gobiernos de los países mayormente responsables del calentamiento global se han resistido a asumir medidas acordes con las conclusiones del Panel Intergubernamental de Expertos Sobre CambiosClimáticos, organismo asesor del Convenio Marco sobre Cambios Climáticos, sugiriendo reducciones de mas del 20% de las emisiones globales, antes del año 2000.
Las emisiones de los gases contemplados en el Protocolo de Kioto provenientes de Canadá fueron 13% superiores en 1998 con respecto a las de 1990 (Environment Canada, Ontario, Sept 6, 2000. ENS). Mientras que Alemania las redujo en un 15% y el Reino Unido en 12% (ENS 6-9- 2000).El Protocolo de Kioto contempla un sistema de comercialización de emisiones, con el fin de permitirle a quienes les sea más costoso reducir sus emisiones, comprarle bonos de carbono y otras licencias de contaminación a otros países, donde el costo de reducir emisiones sea menor.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto otorga la opción de canalizar asistencia de los países industrializados a las naciones en desarrollo, para facilitarles un desarrollo menos contaminante y evitar emisiones, incluyendo: La protección de bosques amenazados, con el fin de evitar la emisión del carbono que contienen. El establecimiento de nuevos bosques como vertederos de carbono. Los objetivos centrales del Mecanismo de Desarrollo Limpio son mitigar el cambio climático y contribuir al desarrollo limpio. Algunos países, como Estados Unidos, esperaban cumplir buena parte de su compromiso con el Protocolo de Kioto a través del comercio de bonos decarbono y la actividad agro-forestal, tanto doméstica como en países en desarrollo. Las negociaciones del Convenio Marco Sobre Cambios Climáticos en Noviembre del año 2000 en La Haya coincidieron con las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. El candidato vencedor, George W. Bush, ha declarado que considera al calentamiento global como un problema significativo, pero se opone a la ratificación del Protocolo de Kioto porque se convertiría en “…una carga injustificada para Estados Unidos”.El candidato demócrata, Al Gore, afirma que el calentamiento global es el mayor desafío que enfrenta la humanidad. El presidente y el Congreso de los Estados Unidos insisten en que los países en desarrollo deben participar significativamente en la reducción de emisiones, como condición para ratificar un posible acuerdo internacional sobre la materia. Los países en desarrollo sostienen que EUA, Europa y Japón deben sentar el ejemplo, por ser los emisores de la mayor proporción de los gases del calentamiento global ya acumulados en la atmósfera, por continuar siendo la fuente de la mayor proporción de las emisiones anuales, y por su mayor capacidad técnica y financiera para tomar medidas efectivas en este sentido. En el marco de las negociaciones hay una fuerte división entre países industrializados y naciones en desarrollo. Estas temen ver afectadas sus posibilidades de crecimiento.
Uno de los aspectos más controvertibles en la agenda de negociación del protocolo de Kioto es la forma en que será considerada la protección de bosques ya existentes, o el establecimiento de nuevos bosques como sumideros de carbono. Estados Unidos propone que el carbono extraído de la atmósfera a través de actividades agrícolas o forestales tenga el mismo valor, y cuente tanto, como el carbono que se deja de emitir a través de la reducción de emisiones de la actividad industrial. Esta posición es compartida por Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Rusia y otros, miembros del llamado “grupo paraguas”La Unión Europea no se opone. Pero sugiere que no mas del 50% de los compromisos asumidos a través del Protocolo de Kioto pueda asociarse al agregado de la protección de bosques amenazados, la captura de carbono a través de actividades agrícolas o forestales, y actividades de desarrollo limpio con países del “tercer mundo”.En una declaración conjunta de Septiembre 4, 2000, los ministros de ambiente de Alemania, Jürgen Trittin, y del Reino Unido, Michael Meacher, sostenían que para que el acuerdo tenga credibilidad se deben evitar vías de escape, que permitan evadir acciones domésticas para efectivamente reducir emisiones. Sugieren que la reducción efectiva de emisiones domésticas debe ser equivalente al 50%, o más, del compromiso asumido por cada país en Kioto. El Protocolo de Kioto no entra en vigencia hasta que no sea ratificado por al menos el 55% de los países que emitan al menos el 55% de los gases del efecto invernadero. Inicialmente había sido previsto que entraría en vigencia enel 2002, coincidiendo con el décimo aniversario de la Cumbre de Río (UNCED 92) donde inicialmente se firmó el Convenio Marco sobre Cambios Climáticos. Ninguno de los países industrializados ha ratificado el Protocolo de Kioto hasta la fecha. Sólo 30 países lo han hecho. Todos países en desarrollo.
Las emisiones de carbono de Venezuela
En las tres ultimas evaluaciones de la situación de los bosques del mundo, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación(FAO) ratifica que, entre 1980 y 1995, los bosques venezolanos fueron destruidos a una tasa de 500,000 hectáreas por año, una hectárea cada minuto. La mayor proporción se debe a la conversión de bosques a tierras de cultivo y potreros. Según la FAO, la tasa de deforestación en Venezuela desde 1980hasta 1995 (1.1%) fue equivalente al doble de la del Brasil, y tres veces superior a la del Perú. Una de las consecuencias es la escasez de agua que hoy afecta a una buena parte de la población venezolana, tanto para el consumo doméstico, como para la irrigación de tierras agrícolas o la producción de energía eléctrica. Otrasconsecuencias de la deforestación incluyen: la pérdida del patrimonio biológico del país; aumentos en la frecuencia e intensidad de sequías e inundaciones, con daños a la producción agrícola, represas hidroeléctricas, sistemas de irrigación, vías de comunicación, empresas y hogares; erosión y pérdida de la
fertilidad de los suelos; y crecientes dificultades en el suministro de leña, alimentos, medicinas, materiales de construcción y otros productos tradicionalmente suministrados por los bosques a comunidades indígenas ycampesinas. Las altas tasas de deforestación implican que Venezuela es también uno de los países con mayores emisiones de gas carbónico por habitante de América Latina. En 1995 Venezuela emitía aproximadamente 240 millones de toneladas de gas carbónico (CO2). La mitad por el consumo de energía, y la otra mitad por la destrucción de los bosques naturales del país. Las emisiones de gas carbónico por habitante son muy superiores a los de países en niveles similares de desarrollo. En 1995 eran equivalentes a las de Alemania, uno de los países más industrializados del planeta, y el triple de las emisiones por habitante de Colombia, Brasil o Argentina.
Consumo Nacional de Petróleo
El consumo de energía por habitante en Venezuela es superior al de otros países de la región en niveles similares de desarrollo. En el año 2000 fue de aproximadamente 56 millones de toneladas equivalentes de petróleo, con el petróleo cubriendo aproximadamente la mitad de la demanda. El consumo nacional de energía tiende a superar las 70 millones de toneladas equivalentes de petróleo por año, para el año 2020. Las emisiones acumuladas de carbono por concepto del consumo de energía fósil, tienden a superar las700 millones de toneladas métricas en los próximos 20 años. La mitigación parcial de estas emisiones podría lograrse a través de actividades de repoblación forestal de tierras degradadas, cuencas hidrográficas, o en actividades agroforestales. La repoblación forestal de 5 millones de hectáreas de tierras agrícolas abandonada o cuencas degradadas, podría captar mas 700 millones de toneladas de carbono en 40 años, con un valor actual de aproximadamente14.000 millones de dólares. El costo de la reforestación seria de aproximadamente 5,000 millones de dólares en 20 años.
Exportaciones de Orimulsión
La mitigación de las emisiones de carbono provenientes de la producción ,procesamiento, transporte y consumo de Orimulsión, es una conveniencia estratégica para facilitar y ampliar la comercialización de este recurso energético venezolano en los mercados internacionales. Venezuela cuenta con 40.000 millones de toneladas métricas de reservas probadas de Orimulsión. La producción del año 2000 fue de 6 millones de toneladas. Los planes de expansión de PDVSA-BITOR contemplan elevar la producción a 20 millones de toneladas por año para el 2006. Bajo este escenario, las emisiones acumuladas de carbono, provenientes del ciclo de vida de la Orimulsión, serían de aproximadamente 530 millones de toneladas métricas en los próximos 40 años. Para balancear o mitigar 530 millones de toneladas de carbono la alternativa más viable sería la protección de aproximadamente 3.5 millones de hectáreas de bosques naturales efectivamente amenazados, como los que hoy forman parte de algunas reservas forestales del país. Esta protección podría lograrse a través de la modificación de su figura jurídica actual (reserva forestal) a otra de mayor nivel de protección (ie. parque nacional).Alternativamente se podría optar por mitigar solo la diferencia en emisiones decarbono entre Orimulsión y gas natural, el combustible fósil menos contaminante por unidad de electricidad producida. Esto implica mitigar 130millones de toneladas de carbono en los próximos 40 años. En este caso, la compensación más efectiva podría lograrse a través de la protección de 1.2millones de hectáreas de bosques naturales amenazados. En ambos casos serían necesarias medidas compensatorias para balancear la pérdida de las oportunidades económicas que se habrían derivado de la producción de madera industrial a través de concesiones forestales en las zonas afectadas. El valor del carbono Entre las opciones establecidas en el Protocolo de Kyoto se encuentran medidas domésticas para reducir o mitigar las emisiones de carbono. En un estudio realizado por el MIT se concluye que el costo de reducir las emisiones de carbono a la atmósfera a través de medidas domésticas varia desde US$ 186 por tonelada en Estados Unidos de Norteamérica, hasta US$ 276 /tonelada en la Unión Europea o US$ 584 por tonelada en Japón. El Protocolo de Kyoto contempla mecanismos para la implementación conjunta y para el comercio de emisiones entre países industrializados. Por medio de estos mecanismos, se incentiva la reducción de emisiones en aquellos procesos o lugares en donde sea más económico y rentable. El comercio de emisiones también incentiva medidas que vayan mas allá del mínimo establecido en Kyoto como meta para reducir emisiones. El comercio de emisiones reduciría los costos de mitigación a US$ 127 por tonelada métrica de carbono, siempre que este comercio se limite a acciones emprendidas en alguno de los países comprometidos en el Protocolo de Kyoto (países industrializados).
El Mecanismo de Desarrollo Limpio facilita aún mas la reducción de emisiones netas, permitiendo el comercio de emisiones por acciones tomadas en países en desarrollo, ya sea mejorando la eficiencia en la producción, transporte o uso de energía en estos países, o mitigandoemisiones a través del establecimiento de plantaciones o la protección de bosques naturales amenazados. En este caso, el valor de mercado de la mitigación de emisiones se reduce a US$ 24 por tonelada métrica, según el análisis de MIT. El costo de establecer plantaciones de mezclas de especies tropicales para capturar carbono atmosférico oscila alrededor de US$ 800 por hectárea, equivalente a US$ 10 por tonelada de carbono capturado en los primeros 20años, o $ 4.4 por tonelada de carbono capturado en 40 años.
Por otra parte, el valor del carbono depositado en bosques naturales amenazados, como los de la porción concesionable de la cuenca del río Caura, en la Guayana Venezolana, puede valorarse en aproximadamente 5,000millones de dólares a precios actuales. Una negociación efectiva de estos depósitos de carbono, amenazados de ser liberados a la atmósfera, podría generar los recursos financieros necesarios para: Repoblar 5 millones de hectáreas de tierras agrícolas abandonadas y cuencas hidrográficas degradadas. Proteger efectivamente los recursos forestales y genéticos del Caura. Establecer plantaciones complementarias para producir una cantidad equivalente de madera comercial a la que se habría derivado de la entrega de la reserva forestal del Caura en concesiones forestales para la explotación industrial.
Objetivo
Se exploran opciones disponibles para negociar bonos de carbono en el contexto del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto, atados a proyectos de desarrollo sostenible.
Se analiza el potencial de mitigación de emisiones de carbono a través de actividades forestales en la región. Se cuantifica el valor, actual y potencial, del carbono en el mercado. Y se comparan los resultados con actividades económicas prioritarias, con el fin de diseñar programas de mitigación directamente relacionados con objetivos específicos de desarrollo sostenible.
Por: Julio César Centeno, PhD
Audubon de Venezuela
Fuente: Revista Forestal Iberoamericana
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