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Alumbrados especiales – Segunda Parte

Aplicación de los alumbrados especiales

Aparatos autónomos automáticos

Por lo general estos aparatos deberán conectarse siempre sobre la instalación del área en que se encuentran, con objeto de que respondan tanto para fallos de red como a disparos parciales de las protecciones. Únicamente podrán alimentarse desde el embarrado general del sector cuando el alumbrado normal de su misma área se alimente con dos o más circuitos y que el fallo de uno de ellos no implique zonas oscuras. (Fig. 7).

Fig. 7: Aparatos autónomos en instalación que siempre queda en tensión

Otro aspecto a considerar es si al término de la actividad del establecimiento la instalación va a quedar en tensión o no.

En el caso de que la instalación deba quedar sin tensión, deberán adoptarse medidas para bloquear la entrada en servicio de los aparatos autónomos durante esos períodos, puesto que entrarían en servicio innecesariamente agotando diariamente los acumuladores por lo que quedarían inservibles durante el siguiente período de carga, además de acortar considerablemente su vida. Esto puede conseguirse utilizando un telemando de bloqueo y aparatos autónomos adecuados (Fig. 8).

Fig. 8: Aparatos autónomos con telemando de bloqueo

El bloqueo telemandado a los aparatos autónomos debe quedar sin efecto automáticamente a la primera aparición de tensión en la instalación.

En los locales pequeños podrán utilizarse aparatos autónomos que lleven incorporado un interruptor de bloqueo.

La conexión de los aparatos a la red es conveniente que se efectúe mediante una caja de bornes o mediante tomas de corriente no accesibles a personal no autorizado.

Sistema centralizado con batería de acumuladores

La aplicación de este sistema obedece principalmente a criterios económicos que lo hacen de menor coste frente a los aparatos autónomos, cuando se trata de medianas o grandes instalaciones (Fig. 9).

Fig. 9: Sistema centralizado con baterías. Esquema general de alumbrado normal y alumbrado de emergencia. El alumbrado de señalización puede realizarse con equipos autónomos

Si se instala un equipo centralizado único, deberá disponerse un detector de mínima tensión y un elemento de conexión por cada área de entrada en servicio independiente (Fig. 10).

Fig. 10: Sistema centralizado con baterías, alumbrado de emergencia con equipo único por edificio. El alumbrado de señalización puede realizarse con equipos autónomos
(**) Min. – dos líneas por local o dependencia; Máx.- 12 puntos de luz por línea

En función del coste de los equipos y de las líneas de interconexión deberá decidirse el número de equipos centralizados, pudiendo incluso interesar la dotación de un equipo por área (Fig. 11).

Fig. 11: Sistema centralizado con baterías. Alumbrados de emergencia y señalización más emergencia. Un equipo por planta
(**) Min. – dos líneas por local o dependencia; Máx.- 12 puntos de luz por línea

En cualquier caso, debe prestarse especial atención a la selectividad del disparo de los dispositivos de protección con el fin de evitar que un cortocircuito lejano provoque el disparo del dispositivo general de la fuente.

Al igual que en instalaciones con aparatos autónomos, deberá preverse el caso de que deban dejarse las instalaciones de los alumbrados normales sin tensión, dotando al equipo de un dispositivo de bloqueo o de un bloqueo telemandado cuando existan varios equipos centralizados.

Instalación con grupo electrógeno

Este tipo de instalación requiere disponer de un grupo electrógeno con arranque automático a falta de tensión de red o cuando baja a un 70% de la tensión nominal y los correspondientes equipos de conmutación red-grupo.

Debe tenerse en cuenta que el tiempo de restablecimiento del servicio puede variar entre 5 y 20 segundos y se compone de:

  • Tiempo de detección.
  • Tiempo de arranque.
  • Tiempo de conmutación.

También existe la posibilidad de fallo en el arranque del motor del grupo. Esta posibilidad aumenta después de largos períodos de inactividad y en ausencia de entretenimiento de la instalación de arranque.

Para corregir el tiempo largo de entrada en servicio y la posibilidad de fallo en el arranque del grupo podrá optarse por un sistema mixto, instalando además aparatos autónomos o equipos centralizados con baterías en los lugares de mayor compromiso.

Con el grupo podrán alimentarse (además de los servicios esenciales de fuerza motriz):

· Los alumbrados especiales (Fig. 12).

Fig. 12: Grupo electrógeno para alumbrado de emergencia y servicios esenciales

· Los alumbrados normales (Fig. 13).

Fig. 13: Grupo electrógeno para alumbrados normales dispuestos en doble circuito

En el segundo caso, para que el conjunto tenga características de emergencia respondiendo tanto a fallos de red como a la actuación de algún dispositivo de protección, es preciso que cada área se alimente como mínimo por dos circuitos independientes no teniendo ningún dispositivo de protección común «aguas abajo» del sistema de conmutación red-grupo (Fig. 5 y Fig. 13).

Deberá realizarse un cuidadoso estudio de la selectividad de los dispositivos de protecciones con objeto de disipar los defectos antes de las barras generales.

Deberán evitarse las lámparas de vapor de mercurio por su largo tiempo de restablecimiento del flujo luminoso normal, después de un apagado.

Verificación

Una vez instalados los alumbrados especiales deberá efectuarse un ensayo de funcionamiento de los mismos en vista a su efectividad.

El ensayo consistirá en desconectar los alumbrados normales en todas y cada una de las zonas del establecimiento y comprobar que desde cualquier punto se pueden identificar y acceder a las vías de evacuación y que éstas permanecen en un nivel de iluminación suficiente para sortear los obstáculos que puedan dificultar el desplazamiento de las personas. Es evidente que cualquier anomalía observada (zonas oscuras, falta de continuidad en la señalización, etc.) deberá ser corregida.

INSHT. – El Ergonomista