Al Gore se saca la careta: ahora viene el Gobierno Mundial
Mr. Algo-Re-Pug-Nante declaró que la ley del clima que trata el Congreso de su país ayudará a imponer la «gobernancia mundial,» un eufemismo usado en lugar de Gobierno Único Mundial controlado por la elite financiera y corporativa del Grupo Bilderberg. «Les traigo buenas noticias desde los Estados Unidos,» dijo Gore el 7 de julio pasado durante el Foro Mundial de Emprendimientos y el Ambiente, de la Smith School, patrocinado por el diario The Times UK.
               Todo el CO2 emitido por el avión que lo llevó a Londres y del   que lo llevará de regreso a su casa en Nashville (la misma que consume 20 veces   más electricidad que la del americano de a pie), ha dejado una “huella de   carbono” importante, pero ha sido seguramente compensada mediante la compra de   “bonos de carbono” -esas Indulgencias que vende la Iglesia del Calentamiento   para tranquilizar esas conciencias verdes que han pecado. También es seguro que   las compró a su compañía Generation Investment Management (GIM) PLC,   radicada en Londres. Es decir, sacó dinero de su bolsillo derecho y lo pasó al   izquierdo. Pero ante el mundo queda como un esforzado “salvador del   planeta”. (¡Qué caradura increíble!)
               
               “Hace dos semanas la Casa de   Representantes (o Cámara de Diputados en USA) pasó la ley del clima   Waxman-Markey,” dijo Gore, notando que “se trata de un paso en la   dirección correcta.” También afirmó que la “ley del clima aumentará   dramáticamente las probabilidades de éxito” para combatir lo que él ve como   la “crisis del calentamiento global causada por el hombre.”
               
               
               Algo raro está pasando
               
               James Hansen es   asesor de Al Gore en materia del clima. Está bien que ninguno de los dos sabe   nada del asunto, pero por lo menos se dice que Hansen sabe hacer números y   conseguir que sus computadoras muestren unos gráficos terribles que,   increíblemente, son tomados como EVIDENCIA de que la Tierra se ha   calentado peligrosamente. Con esos complicados jueguitos de video han conseguido   que los políticos y el resto de la población del planeta sean víctimas de una   psicosis galopante. Y que el miedo imperante, sumado a la ignorancia, hace que   la gente esté dispuesta a meter la cabeza en la guillotina y permitir que se   aprueben toda clase de leyes, regulaciones, prohibiciones y suba en los   impuestos que terminarán haciendo que la actual crisis financiera parezca un   picnic en la playa.
               
               El asunto es que Gore y Hansen no parecen haberse   puesto de acuerdo en las últimas semanas, porque Gore alaba a la ley   Waxman-Markey (Cap and Trade) como lo mejor de lo mejorcito, mientras que Hansen   acaba de pronunciarse en varios artículos y entrevistas afirmando que esta   ley es la porquería más grande que se haya visto sobre la faz del planeta.   Gore la ve muy bonita porque será una ayuda invalorable para sus negocios (curro   alevoso!) vendiendo las Indulgencias Plenarias Carbonosas, pero a Hansen le   parece horrible porque no producirá ningún efecto sobre las emisiones de CO2, no   hará nada para erradicar al carbón de piedra, hulla, turba y otros tipos de   combustibles “sucios”. Hansen odia al carbón. Lo considera un arma mortal, peor   que un Scud o un misil balístico. Hansen está loco, ¿no se habían dado   cuenta?
               
             O está loco, o es un pícaro como pocas veces se ha visto. Cada   vez que James Hansen abre la boca para opinar, o escribe un artículo en algún   diario en su irracional campaña para prohibir al carbón, lo hace diciendo que   “hablo en mi condición de ciudadano privado” –pero que curioso! a continuación   exhibe sus credenciales como director del GISS/NASA y todos sus pergaminos como   científico del clima, como se ve en su artículo en el Huffington Post:
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Debajo de su nombre como autor del artículo les recuerda a los lectores que él es una verdadera autoridad en el tema, nada menos que el “Director del NASA Goddard Institute of Space Flight, y no se olviden: “Soy un Capo en esto! Dueño de la Verdad Revelada”·
Por supuesto, si no fuese por esas credenciales nadie le pediría su opinión. Hansen no puede despegarse de su función como el charlatán máximo de la NASA. No puede hablar como “ciudadano privado” como dice en su artículo: “Jim Hansen es director del NASA Goddard Institute for Space Studies, pero escribe en este tópico relacionado con la política como un ciudadano privado”. Mentira, y muy burda! Hace esa advertencia porque como empleado del gobierno no puede hacer declaraciones públicas en nombre de la Agencia NASA/GISS, sino que los comunicados oficiales los hace el Jefe del Departamento. Precisamente, el que acaba de renunciar hace dos meses dice que, en su opinión, Hansen ha cubierto de vergüenza a la NASA por sus incursiones en la política apoyándose en su posición dentro de la NASA. Podría haberlo despedido por violar de manera sistemática los reglamentos de la NASA. Pero dada la influencia que Hansen tiene hubiese sido como presentar su renuncia indeclinable al cargo. «Mejor me callo la boca y espero a jubilarme -después hablo…» Todos los burócratas son iguales.
Pero volviendo al otro loco, al no menos peligroso Al Gore, se confesó diciendo “Pero es la toma de conciencia la que impulsará el cambio y una de las maneras en que lo hará será a través de la ‘gobernancia mundial’ y los acuerdos globales». [Gore hace la referencia a la gobierno mundial en la marca de 1 minuto 10 segundos en este video del Times UK].
           Quienes tienen ese precioso, pero tan   escaso don de la naturaleza que se llama “memoria”, recordarán que menciones al   Gobierno Mundial ya lo hacía el presidente Jacques Chirac en el 2000. En   noviembre 20 de ese año, Chirac dijo durante un discurso en La Haya que el   Protocolo de Kioto de las Naciones Unidas representaba “el primer componente   de una auténtica ‘gobernancia’ mundial”. Chirac se extendió más: “Por   primera vez la humanidad está instituyendo un instrumento genuino de gobierno   mundial. Desde la edad más temprana deberíamos hacer la concientización   ambiental un tema primordial de la educación y un tema mayor de debate político,   hasta que el respeto por el ambiente sea tan fundamental como el salvaguardar   nuestros derechos y libertades.”
           
           Pero la verdad quizás ande por   otros carriles, como dijo la ex Ministro del Ambiente de la Unión Europea   Margot Wallstrom, “Kioto se trata de la economía; de allanar el campo de   juego para los grandes negocios a escala mundial.” Y una vez el Primer   Ministro Canadiense Stephem Harper descalificó al Protocolo de Kioto como “un   esquema socialista.” También se recuerdan las declaraciones de la Academia de   Ciencias de Rusia, pocos meses antes de la COP-10 de 2004 en Buenos Aires,   cuando sus miembros dijeron que todo lo que contenía el Tratado de Kioto, carecía de toda base científica comprobada.   Sin embargo, Vladimir Putin ratificó el tratado porque así se aseguraba el   ingreso a la OECD en condiciones privilegiadas. El precio del soborno ofrecido   es el precio de una traición a la verdad. Por otro lado, una vieja y larga   tradición rusa.
           
           
           Hay que Pagar Los Costos de   la Fiesta
           
           “Finalmente alguien pagará por estos costos [relacionados con el clima],” dijo Tomar Schwank, un propulsor de un impuesto   global al carbono, en una conferencia de las Naciones Unidas en 2007 en un panel   llamado Un Impuesto Global al CO2. Adivine   quiénes serán los idiotas que lo terminarán   pagando. Así es, además de usted, lo harán sus hijos y sus nietos, si es que una   nueva glaciación no los ha congelado hasta el pelo.
           
           Los costos se vienen   al galope, y no hay manera de hacerse a un lado. De nada vale decir, “Oiga!   Pare en la esquina, me quiero bajar!”. Vienen degollando y cobrando por cada   cabeza que cortan. La cantidad de dinero que comenzarán a “administrar” está   fuera de la más alocada imaginación. Y allí estará Al Gore, con su socio Maurice   Strong y el resto de la pandilla Bilderberg con palas mecánicas para juntar los   billetes.
           
           La Conferencia del IPCC de Bali 2007 urgió la adopción de un   impuesto global al CO2 que representa “un sistema global de compartir las   cargas, justo, con solidaridad, y legalmente obligatorio para todas las   naciones.” Bajo el Gobierno Único Mundial de la ONU, impulsado por los   Bilderberg, y su legión de calentadores, eso será posible. Adiós soberanías   nacionales. ¿Para qué votar nuevos legisladores, gobernadores, presidentes? Si   todas las leyes, las órdenes y los reglamentos vendrán del norte, y serán   impuestos y su cumplimiento forzado por el Virrey que hayan nombrado al efecto.   Tendrá un sombrerito adornado con plumas de faisán, y quizá un escudito de los   Gordon Highlanders… 
           
           Schwank remarcó que las naciones ricas como los   Estados Unidos cargarán con el peso mayor basado en el principio de “los   contaminadores pagan” Los Estados Unidos y los demás países ricos “necesitan   contribuir significativamente más a este Fondo Global,” explicó Schwank   (refregándose las manos, claro.) Añadió: “Es muy   esencial ponerle impuestos al carbón”. Esto incluye el informe de   la Oficina Federal Suiza para el Ambiente, titulado “Solidaridad Global en Adaptación Financiera”. No   podemos quejarnos de que la palabra «global» sea escasa en este tema. Desde la   temperatura, el cambio de clima, los tratados y protocolos, la solidaridad, los   robos, los fraudes, las pizzas, y los piojos, todo se   hizo global. Hasta la indfierencia que la gente está comenzando a   demostrar por el cambio de clima.
           
           El informe decía que “hay una   necesidad urgente de un impuesto global para impedir que los daños [a causa   del cambio climático] crezcan a niveles catastróficos, especialmente en los   países vulnerables del mundo en desarrollo.” Las centenas de miles de   millones de dólares generadas por un impuesto global al CO2 “fluirían a un Fondo Multilateral de Adaptación Global”   para ayudar a las naciones pobres a resistir el calentamiento global, de acuerdo   con el informe.
           
           
           Esperando a la   Carroza
           
           La carroza que trae el dinero para la “redistribución   de la riqueza”, claro. ¿Quiénes serán los encargados de redistribuir esos   cientos de miles de millones? Por ejemplo, el grupo ecologista Amigos de la   Tierra, por qué no? O Greenpeace, o el WWF, o también Oxfam. Emma   Brindal, una campañista pro-justicia en este asunto de la riqueza y pobreza   mal distribuida dijo en Bali, “Una respuesta al cambio climático tiene que   tener en su corazón la redistribución de la riqueza y los recursos”.   ¿Cuántos años hace que venimos escuchando hablar de este «caballito de batalla»   de los demagogos sin que nada haya cambiado? Como dicen los españoles, «los políticos chupan del bote» y que   el pueblo se crea que algun día también podrá hacerlo.
           
           Resulta conmovedor   ver la manera en que todos los políticos, los ecologistas y funcionarios   involucrados en esta gigantesca estafa histórica se compadecen y preocupan por   los países en vías de desarrollo, especialmente por los africanos. Gordas   lágrimas de cocodrilo ruedan por sus mejillas cada vez que hablan de reducir la   pobreza, redistribuir la riqueza, proveer de agua potable, reducir la mortalidad   infantil y la desnutrición… Preparan grandes paquetes de ayuda; miles de   millones de euros, dólares, yens, marcos y coronas pasan de mano (de   funcionario) en mano (de otro funcionario) hasta que llegan a destino. Limosna   que ha sido víctima del Síndrome de los Dedos   Pegajosos, donde los billetes tienen esa mala costumbre de quedarse   pegados. La vieja historia seguirá repitiéndose, aunque la tierra se caliente,   se enfríe o siga igual.
Si tan sólo la gente fuese un poco menos crédula!
Por: Eduardo Ferreyra
           Presidente de FAEC
         
