12 – Reforma de la política medioambiental para el entorno vital
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- El 1 enero, 2000
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La política medioambiental contribuye a mejorar la calidad del entorno vital. La manera en que las personas experimentan su entorno vital depende entre otras cosas de cómo se soluciona la contaminación del suelo, el aire y el agua, los riesgos para la seguridad, la actividad, las molestias a causa del ruido y la recogida de desechos. Además también desempeñan un papel aspectos como la oferta de viviendas, empleo y servicios, así como las zonas verdes, la naturaleza y la variación de zonas características.
DISTRIBUCIÓN DE TAREAS ENTRE LAS ADMINISTRACIONES
Para reforzar la contribución de la política medioambiental a la calidad del entorno vital, el gobierno realiza tres cambios:
- aumenta la conexión entre la política medioambiental y territorial;
- aumenta la conexión entre la política de diferentes administraciones;
- aumenta la responsabilidad de otras administraciones para el entorno vital local.
A menudo, la administración local puede contribuir más que la Administración del Estado a la calidad del entorno vital. Por ello ha de recibir más libertad y la máxima responsabilidad integral para el entorno vital local. La premisa en este caso es que ello conlleva una mejora de la calidad del entorno vital. El Estado determina un límite inferior fijo para la calidad del medio ambiente y en colaboración con las demás administraciones se encargará de vigilar dicho límite en la ejecución y el mantenimiento. Conjuntamente se formulan calidades medioambientales para diversos tipos de zonas; la distribución en tipos de zonas se toma del Quinto Documento sobre Ordenación del Territorio. Los acuerdos administrativos se centrarán entre otras cosas en el cumplimiento y mantenimiento, la participación de los ciudadanos, una toma de decisiones clara y las posibilidades profesionales para los interesados.
Al formular la calidad de zona hay otros valores, aparte del medio ambiente, que han de desempeñar un papel. En algunos casos es socialmente justo realizar una mayor calidad en lugares donde los problemas sociales, económicos y medioambientales se refuerzan mutuamente. Asimismo habrá que prestar más atención al ajuste de los intereses nacionales, como la Estructura Ecológica Principal y la infraestructura estatal. Para la provincia y el Estado ya se ha fijado la obligación legal de elaborar un plan de política medioambiental. Ahora que los municipios reciben más tareas estratégicas en el ámbito de la calidad medioambiental, es necesaria una visión de política municipal sobre la calidad deseada para una zona. Un municipio puede dar esta visión en forma de un plan de política medioambiental independiente o como parte reconocible de un plan de entorno. En la revisión de la Ley sobre gestión medioambiental se establecerá una base legal para ello.
En nuestro país hay muchos lugares que aún no han satisfecho las condiciones de calidad medioambiental mínimas. Ello provoca entre otras cosas pérdida de la salud a causa de la contaminación del aire, molestias a causa del ruido o unos riesgos excesivos de catástrofes. Para lograr la calidad deseada, habrá que adherirse todo lo posible a la reordenación de las zonas urbanas y rurales que se desprende del Quinto Documento sobre Ordenación del Territorio.
NUEVOS OBJETIVOS PARAN EL RUIDO
El NMP3 señalaba ya que el objetivo para la política de ruido (que en el 2010 ya no hubiera personas que sufrieran molestias graves) era demasiado ambicioso y que era preciso revisarlo. El NMP4 incluye un nuevo objetivo para la política en materia de ruido: lograr una calidad acústica en el 2030 que se ajuste a la función de la zona en cuestión. Calidad acústica significa que se oyen los ruidos propios de la zona y que éstos no son tapados por otros ruidos que no son propios de la zona. Para lograrlo, en el año 2010 no se podrán superar los 70dB(A) en las cercanías de las viviendas. Además, en el 2010 la calidad acústica en las zonas urbanas habrá mejorado considerablemente por medio de adaptaciones en la infraestructura del Estado debido a que se habrán saneado el 50% de las situaciones con un nivel superior a los 60 dB(A). En el 2010, la calidad acústica en la Estructura Ecológica Principal no podrá haber empeorado en comparación con el 2000.
Para lograr los objetivos en las zonas urbanas y en la Estructura Ecológica Principal se sigue un enfoque orientado a zonas. En el marco de los acuerdos administrativos sobre el entorno vital, las administraciones implicadas determinarán, a más tardar en el 2005, qué calidad acústica desean en su propia zona.
En un ambicioso programa de innovación se movilizan todos los conocimientos nacionales e internacionales sobre las molestias generadas por el ruido. Se presta atención a la mejora de las medidas en el origen, como la utilización de un asfalto más silencioso. El enfoque se concentra en situaciones donde, a consecuencia de un aumento imprevisto del tráfico, la carga de ruido de las viviendas es más elevada de lo que las administraciones habían acordado. Este problema se plantea tanto a lo largo de las carreteras como a lo largo de las vías férreas. En las vías, los ruidosos trenes de viajeros serán reemplazados gradualmente por material más silencioso. La carga por ruido provocada por los trenes de mercancías se soluciona a través de mejoras técnicas y nuevos métodos de mantenimiento.
El principio de que los costes que tienen que ver con la carga medioambiental se cargan a quien la provoca, también es aplicable a la política en materia de ruido. La eliminación de los escollos y un crecimiento imprevisto del tráfico exige una considerable inversión por parte del Estado.
CONTAMINACIÓN TRANSFRONTERIZA
Las deposiciones ácidas y de nitrógeno en los Países Bajos proceden en un cuarenta y en un treinta por ciento respectivamente del extranjero. En lo que respecta al ozono y al polvo fino, la influencia extranjera es aún más grande. Por consiguiente, la calidad medioambiental en los países individuales de Europa no depende tan sólo de las emisiones en el propio país, sino también de la de otros países. Por esta razón, los Países Bajos siguen una política de dos vías: a nivel nacional, se reduce al máximo las emisiones, mientras que a nivel internacional se alienta sobre todo a los países vecinos a realizar reducciones de gran envergadura.
En el protocolo de Gotenburgo, 31 países, entre ellos todos los Estados miembro de la UE, concertaron acuerdos sobre techos de emisión para el año 2010. La mayoría de los países de la UE prometieron limitar algo más sus vertidos de lo que exigía el protocolo, a fin de poder cumplir las obligaciones internacionales también en caso de surgir contratiempos. Además, los objetivos de mayor alcance se ajustan al papel impulsor que quieren desempeñar los Países Bajos junto con diversos países europeos. Una reducción de mayor envergadura (concretamente del amoniaco) ofrece además una protección adicional a la naturaleza holandesa.
El alcance de los riesgos para la salud de la actual contaminación del aire es de tal envergadura que si en el 2010 se consiguen los objetivos de calidad del aire formulados, se puede lograr una mejora considerable de la salud. Asimismo, una mayor reducción puede proteger a la naturaleza de los Países Bajos. Ello se aplica sobre todo al amoniaco.
Sobre las principales sustancias contaminantes puede observarse que:
- Los óxidos de nitrógeno (NOx): En el 2003, la industria empezará con el comercio de emisiones de NOx. Ello ha de desembocar en un enfoque rentable de estas emisiones.
- Dióxido de azufre (SO2): En los combustibles para el tráfico rodado y la navegación interior se reducirá el contenido de azufre. En el 2010, las refinerías, la industria y el sector de la energía han de reducir las emisiones de dióxido de azufre a 30 kilotoneladas. También se puede conseguir una mayor reducción incluyendo a los buques atracados.
- Amoniaco (NH3): La reducción del amoniaco se basa en una combinación de política genérica y una política orientada a zonas. La sobrecarga de un parque natural debido al nitrógeno y la deposición ácida disminuye si no tienen lugar más emisiones de amoniaco por parte de la ganadería dentro de una determinada zona en torno al parque natural. Si se trasladan a otro lugar las emisiones de amoniaco por parte de la ganadería en una zona de aproximadamente 500 metros alrededor del parque natural, en el año 2010 se reducirá la sobrecarga de ácido y nitrógeno en un promedio de entre un treinta y cuarenta por ciento. Además, la protección de la superficie de parque natural puede aumentarse considerablemente a través de una política orientada a zonas.
FINANCIACIÓN
En situaciones en que se superan las normas mínimas para el entorno vital, otras administraciones pueden recibir ya una aportación financiera para solucionar los problemas específicos. Habrá que investigar si estos fondos pueden aunarse en una regulación integral para abordar los problemas medioambientales. Algunas actividades sociales (como el transporte, la movilidad o las actividades empresariales) provocan costes adicionales para mantener la calidad del entorno vital. En principio, estos costes han de incidir en los precios de las actividades sociales. El Estado ampliará el apoyo financiero para la reforma urbana, porque en este marco es preciso lograr una mejor calidad medioambiental. Para esta política se ha presentado un crédito de inversión de la comisión ICES de 5.200 millones de florines (2.360 millones de euros). Los costes para hacer frente a los problemas en materia de ruido en la infraestructura estatal se estiman en 4.800 millones de florines (2.180 millones de euros). Se estima que el programa de innovación para nuevas medidas más eficaces contra el ruido cuesta 345 millones de florines (157 millones de euros). Ambos importes forman parte de la comisión ICES. Esta problemática forma parte de una consideración más amplia de la comisión ICES, sobre la cual decidirá el siguiente gobierno.
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