09 – Reforma de la política frente a las sustancias

Europa es una de las regiones más grandes para la producción de productos químicos; se utilizan entre 20.000 y 70.000 diferentes sustancias químicas. El uso de estas sustancias no es sostenible porque a menudo se sabe poco de los riesgos que conllevan. Además, muchas de estas sustancias se distribuyen de forma difusa, lo cual hace que sea aún más difícil prever los posibles efectos. Existe una necesidad imperiosa de una nueva política en relación con las sustancias químicas en las que se eliminen las lagunas en el conocimiento.

Veinte años de política nacional e internacional en materia de sustancias químicas han contribuido sin duda a lograr un medio ambiente más limpio y seguro. Lo mismo puede decirse de los esfuerzos del sector industrial, sobre todo en los Países Bajos. Sin embargo, también en los Países Bajos existe la preocupación sobre la seguridad de las sustancias y productos químicos, y sobre las consecuencias de los mismos para el entorno donde se vive y trabaja. El número de sustancias sobre las cuales se conocen bien los riesgos es muy límitado.

LAS AMBICIONES DE LA POLÍTICA DE SUSTANCIAS QUÍMICAS

La reforma de la política de sustancias químicas ha de conseguir que las sustancias químicas supongan un riesgo insignificante o nulo para el ser humano y el medio ambiente. Además, ello ha de ser válido para todo el ciclo vital, desde la materia prima hasta el procesamiento de residuos. En principio, este objetivo es válido para todas las sustancias en todas las aplicaciones (incluidos los medicamentos y los pesticidas), y habrá de realizarse para el año 2020. Siempre que sea necesario y posible, la nueva política se consolidará en la legislación y la normativa.

En la nueva política de sustancias químicas se recalca la responsabilidad legal que tiene el sector industrial hacia la población. Esto significa entre otras cosas que las empresas:

• han de otorgar un lugar claro en su organización a la manipulación segura de sustancias y productos químicos;
• han de reunir datos sobre peligros y riesgos de las sustancias y productos químicos; disponen de personal cualificado;
• en cada fase del ciclo vital han de minimizar los riesgos de las sustancias y productos químicos;
• se ocupan de la garantía de unos procesos de trabajo seguros;
• rinden cuentas públicamente de las medidas que adoptan para limitar los riesgos.

La Administración Pública estimulará al sector industrial para realizar esta mejora de la calidad.

TRES PASOS HACIA EL 2020

En el año 2020, el sector industrial ha de haber tomado las medidas de reducción de los riesgos para todas las sustancias que prescribe la Administración Pública. Ello se llevará a cabo en tres fases:

• Para el 2005: para todas las sustancias que se utilizan en los Países Bajos, la industria realizará a más tardar a finales del 2004 un ‘perfil de sustancia’ verificado y públicamente disponible sobre la base de un ‘quick scan’. Las sustancias se distribuirán en categorías que indican el grado de preocupación (de ‘preocupación extrema’ a ‘ninguna preocupación’). El sector industrial tomará las medidas correspondientes a cada categoría. Se aspira a que los perfiles de sustancias estén listos a finales del 2002 y la distribución en categorías a finales del 2004. Es posible limitar o prohibir el uso (y las emisiones) de las sustancias imposibles de clasificar, después del 2005.
• Para el 2010, el sector industrial ha recogido datos complementarios y en su caso ha evaluado los riesgos de sustancias que dan motivo de preocupación a raíz del ‘quick scan’, y de sustancias de las cuales anualmente se producen grandes cantidades.
• A más tardar en 2015 el sector industrial habrá provisto todas las sustancias que se venden o utilizan en los Países Bajos de datos relevantes y en su caso de una evaluación de riesgos. A más tardar en el 2020, para todas las sustancias, se habrán tomado las medidas necesarias a fin de realizar las ambiciones de la reforma de la política de sustancias químicas.

La Administración Pública sigue desempeñando un papel importante a la hora de decidir cómo se tratan las sustancias; por ejemplo, sopesa los beneficios y las cargas sociales. Si se desconocen cuáles son los riesgos, el principio de previsión implica entre otras cosas que la Administración Pública parte del máximo riesgo imaginable.

La nueva política se llevará a cabo por pasos. El primer paso consistirá en elaborar un programa de implementación. A continuación, la Administración Pública y el sector industrial concertarán acuerdos de ejecución que serán declarados vinculantes. A finales del 2002, se presentará un informe al Congreso de los diputados sobre la implementación de una nueva política de sustancias químicas.

FINACIACIÓN

En la nueva política de sustancias químicas, el sector industrial recibirá la responsabilidad de investigar e informar sobre los efectos de las diferentes sustancias. Por ello, será sobre todo el sector industrial el que asuma los costes de esta reforma de la política. Además la Administración Pública reserva para ello un importe de 45 millones de florines (20,4 millones de euros) hasta el 2010.