08 – Medio ambiente, naturaleza y agricultura: Transición hacia una agricultura sostenible
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- El 1 enero, 2000
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La práctica agrícola en los Países Bajos no es sostenible. Está reñida con el desarrollo deseado de la naturaleza y la biodiversidad. La intensificación de la agricultura ha provocado problemas medioambientales y un sistema muy vulnerable. En la ganadería intensiva pueden surgir y propagarse fácilmente enfermedades. La importación a gran escala de pienso para ganado y con ello de minerales provoca saturación en los Países Bajos y agotamiento del suelo en el país de origen. Dado que la agricultura en los Países Bajos trabaja con un número de especies muy limitado, aumenta la vulnerabilidad. Asimismo crecen las dudas al respecto de la seguridad de nuestros alimentos.
La cuestión no es si la agricultura holandesa ha de ser más sostenible, sino cómo ha de conseguirse y con qué rapidez. En la agricultura ya están cambiando muchas cosas. Ello brinda oportunidades, pero es imprescindible que haya también un control gubernamental. El punto de partida es una dependencia mundial de la agricultura y la naturaleza. La naturaleza y los procesos naturales son importantes para la producción agrícola, mientras que a la inversa, la agricultura es importante para el mantenimiento de la naturaleza, la biodiversidad y el paisaje.
LÍNEAS PRINCIPALES PARA LA POLÍTICA
Se trata de restablecer un buen equilibrio entre agricultura y naturaleza. La política con respecto a una agricultura sostenible adquiere forma por dos vías:
- una vía a largo plazo cuyo horizonte es el año 2030, orientada a realizar una agricultura sostenible dentro de las condiciones ecológicas, sociales y económicas esenciales;
- una vía a corto plazo cuyo horizonte es el año 2010 y que hace hincapié en los temas medioambientales y en unos parques naturales grandes y vulnerables. En esta vía se intenta sobre todo reforzar genéricamente las exigencias medioambientales, haciendo hincapié en las exigencias para la agricultura no vinculada al suelo. Además, para los temas desecación, lluvia ácida y fosfato se aplicará la política orientada a zonas alrededor de la Estructura Ecológica Principal.
La agricultura no vinculada al suelo se está convirtiendo cada vez más en un sector económico corriente (como el sector industrial) y será tratado como tal. Dentro de la Estructura Ecológica Principal no hay sitio para esta forma de agricultura. Fuera de la estructura, la agricultura no vinculada al suelo ha de ajustarse al carácter de la zona. Para los sectores que pertenecen a la agricultura no vinculada al suelo, en el próximo periodo de gobierno se establecerán tareas medioambientales integrales para el 2010 y después.
La agricultura vinculada al suelo proporciona, además de productos primarios, servicios verdes, como la gestión de paisajes, la gestión de la naturaleza, el mantenimiento de los cultivos, la biodiversidad y un entorno vital agradable. Dentro de este contexto, la agricultura vinculada al suelo deberá realizar las condiciones medioambientales deseadas. Por ello, las exigencias planteadas a la agricultura vinculada al suelo difieren por tipo de zona.
ENFOQUE
En el caso de la agricultura sostenible se trata de realizar unas buenas condiciones medioambientales para la naturaleza y al mismo tiempo mantener unas buenas perspectivas para la agricultura. La agricultura sostenible es por un lado importante para la calidad de la zona rural y para la naturaleza y la biodiversidad. Por otro lado, la agricultura es importante para contribuir a la producción de alimentos, el empleo y la exportación. Además, los alimentos que produce la agricultura han de ser seguros y los métodos utilizados han de basarse en el respeto por el bienestar de los animales. La agricultura sostenible puede adoptar diferentes formas. No se trata necesariamente de agricultura biológica. Algunos problemas medioambientales (amoniaco, olor, metano) son difíciles de solucionar a través de la agricultura biológica (extensiva y a pequeña escala). La agricultura sostenible también puede ser extensiva y a gran escala o intensiva y de alta tecnología. En este último caso se aprovechan al máximo y se desarrollan cada vez más las posibilidades que brinda la tecnología, al tiempo que se minimiza la presión sobre el medio ambiente en todos los eslabones de la cadena.
Una renovación de la política orientada a zonas ha de aportar en los próximos años una reconstrucción de partes de la zona rural. Se trata de una tarea extensa y compleja. En la medida de lo posible se intenta conectar con las iniciativas y obligaciones existentes. Eliminando las emisiones de amoniaco dentro y alrededor de la Estructura Ecológica Principal es posible aumentar considerablemente la superficie que se protege por completo contra las consecuencias de la lluvia ácida y la contaminación del suelo provocada por el estiércol. En el marco del Acuerdo de gestión de ordenación centrada en la zona rural cooperan diversas administraciones en este contexto.
Los objetivos medioambientales orientativos para el 2030 constituyen el punto de partida en la transición hacia una agricultura sostenible:
- En los Países Bajos, las emisiones de amoniaco (en relación con la lluvia ácida y contaminación del suelo provocada por el estiércol) han de ser genéricamente entre un 75 y 85% más bajos que en 1990. En algunas zonas se aplican normas más estrictas.
- La recuperación de los sistemas hídricos garantiza una solución de la problemática de la desecación. Para ello se espera que sea preciso saturar hídricamente entre 200.000 y 300.000 hectáreas de superficie agrícola.
- Para las emisiones relacionadas con el uso de abono (nitrato, fosfato y metales pesados) se han formulado valores límite y valores ideales para el agua subterránea, el agua superficial y el suelo.
- La exposición a pesticidas ha de reducirse hasta el nivel de un Riesgo Insignificante.
LA AGENDA DE TRANSICIÓN
El NMP4 incluye una extensa agenda de transición para realizar una agricultura sostenible. A continuación se indican los principales puntos.
- Para realizar una agricultura sostenible es necesario contar con una superficie de apoyo entre los agricultores, las organizaciones de protección de la naturaleza y el medio ambiente, los consumidores y las diferentes administraciones. Por ello se establece un debate entre todas las partes en la cadena de producción. Si se quiere hacer más sostenible la agricultura será preciso tener en cuenta toda la cadena de producción hasta el consumo; todas las partes han de asumir su responsabilidad. En este sentido son importantes la salud y la seguridad de los alimentos y que los procesos respeten el medioambiente y a los animales.
- Dentro de diez años, los costes medioambientales deberán correr a cargo del productor. Los Países Bajos defienden también en las negociaciones internacionales una internalización de los costes medioambientales.
- Se examinarán los efectos de la agricultura holandesa en el extranjero. En el contexto internacional es preciso estimular el cierre de ciclos de minerales.
- Se fomentará que la agricultura vinculada al suelo pase a una agricultura sostenible y a una gestión hídrica sostenible.
- En el caso de la agricultura no vinculada al suelo se apoyan las innovaciones que se concentran en una agricultura limpia e intensiva. La Administración Pública quiere además apoyar el desarrollo de parques de producción agrícola a pequeña escala.
- La Administración Pública adoptará los consejos de la Comisión Koopmans sobre la reestructuración de la ganadería vacuna. El objetivo consiste en ampliar rápidamente la ganadería y reducir las emisiones de amoniaco en torno a los parques naturales vulnerables.
- Para apoyar la renovación de la política orientada a zonas se investiga si es posible ampliar la Ley de reconstrucción de zonas de concentración de granjas porcinas a toda la zona rural.
- Los Países Bajos defenderán también a escala europea la práctica de una agricultura sostenible y una política orientada a zonas.
- Se investigarán las posibilidades de reducir la biodiversidad agrícola en la agricultura, entre otras cosas a través de productos específicos de la región y una mejora orientada a la diversidad. Asimismo se realizarán investigaciones sobre la relación entre los temas medioambientales y la normalización a nivel de empresas, sobre la diferenciación de normas por zonas y sobre la desvinculación en la agricultura.
FINANCIACIÓN
Para la transición hacia una agricultura sostenible es preciso que la propia agricultura realice el mayor esfuerzo. Ello también es válido para las inversiones medioambientales procedentes de la política genérica. Los costes para la agricultura se sitúan entre los 17 y 20 mil millones de florines (entre 8 y 9 mil millones de euros) en el periodo hasta el 2010. Los costes de las medidas orientadas a zonas para realizar una zona en torno a los parques naturales no pueden ser soportados por completo por las empresas en dichas zonas. La Administración Pública quiere ofrecer su apoyo. Se calcula que en los próximos diez años serán necesarios en total entre 4.000 y 4.500 millones de florines (entre 1.815 y 2.040 millones de euros), de los cuales 450 millones (204 millones de euros) proceden de recursos existentes. Para la inversión adicional pueden utilizarse los créditos de la comisión ICES por un importe total de 2.000 a 2.500 millones de florines (entre 910 y 1.130 millones de euros). Esta problemática forma parte de la más amplia consideración de la comisión ICES, sobre la cual decidirá el siguiente gobierno. Los 1.500 millones de florines que faltan (680 millones de euros) se aportarán en la preparación del presupuesto del 2003 y forman parte de la toma de decisiones sobre el nuevo programa de gobierno. Para investigación y experimentos se necesita hasta el 2010 una aportación adicional de 50 millones de florines (23 millones de euros), que puede ser financiada en el marco de la infraestructura de conocimiento de la comisión ICES.
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