Vuelcos
- Creado por admin
- El 1 enero, 2000
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Los volcamientos de los fluidos cloacales y de los efluentes industriales han sido desde siempre una de las mayores causas de degradación producida por la acción antrópica sobre el medio ambiente.
Dejaremos de lado el funcionamiento del sistema cloacal, que debería ser resorte del estado o de sus concesionarias, para referirnos brevemente a la problemática de los efluentes industriales.
Sabido es que existen, al menos en la provincia de Buenos Aires, normas que rigen la disposición de los fluidos de deshecho de la actividad industrial, pero no se observa un ordenamiento eficaz ni un contralor eficiente.
La prueba inequívoca de lo que antecede es el alarmante grado de deterioro en que se encuentran la mayoría de los arroyos y cursos de agua superficiales que atraviesan zonas pobladas.
Ahora bien, ¿Cuantos empresarios cumplen con las disposiciones?, ¿cuantos cuentan con un asesoramiento adecuado?, y además ¿con que periodicidad realizan los monitoreos y el control de las instalaciones de tratamiento?.
Y en contrapartida ¿con que agilidad liberan los trámites en la Autoridad de Aplicación? ¿son razonables los costos de las tasas? ¿tienen un cronograma de inspecciones coherente?
En fin, el tema es muy amplio y da para mucho, pero estos y muchos interrogantes más son tratados en forma específica en otras secciones.
Finalmente, como breve ejemplo, daremos una semblanza de uno de los principales ductos de volcamiento del conurbano bonaerense, el Arroyo Morón.
El Arroyo Morón – Su evolución y degradación
El Arroyo Morón tiene sus nacientes dentro del partido homónimo, en las inmediaciones de la ex brigada aérea y cerca de su límite con Merlo.
Corre entubado en su tramo superior y, aunque luego escurre a cielo abierto, su cauce ha sido desviado y modificado hasta deformar totalmente sus condiciones naturales.
Atraviesa el partido de Morón, sirve como límite al nuevo distrito de Hurlingham y, antes de su desembocadura, interesa también los partidos de Tres de Febrero y San Martín.
La cuenca topográfica tiene una extensión de 91,66 Km.2 y se desarrolla de sur a norte formando parte de la sección inferior del Río Reconquista.
Son, mayormente, terrenos llanos con pendientes suaves que no superan el 1 % . Las máximas alturas, de 30 m.s.n.m. están en el sur y las menores, de 5 m.s.n.m. en su llegada al colector principal.
Actualmente el arroyo y su cuenca presentan un deterioro constante, sus aguas son más bien mezclas de efluentes industriales y domésticos con un alto grado de contaminación y su dinámica y aspecto estético están muy lejos de lo natural.
El entubamiento, pongamos por caso, tiene una capacidad de 50 m3/seg., es decir que cuando las lluvias son intensas no se alcanzan a evacuar los caudales de drenaje y se suceden fenómenos de inundación y reflujo en zonas densamente pobladas.
Se han construido aliviadores, como el Casullo y el Quintana para paliar estos efectos, pero los aportes se suceden indiscriminadamente y hacen muy difícil lograr un régimen regular. Por ejemplo de su margen izquierda recibe los aportes del llamado “Zanjón Martinez” que trae aguas pluviales, industriales y domiciliarias de una subcuenca cuya área supera las 1000 hectáreas y a esto se suma la descarga de los vuelcos de la zona del barrio Luna, que no solamente arrastran pluviales de la localidad de Tesei, sino también desagües de industrias de gran envergadura.
En su margen derecha se acopla, entre otros, un aliviador proveniente de la Base Aérea El Palomar que recibe a su vez las descargas de la parte norte de la localidad de Haedo, Ramos Mejía y conductos varios del partido de la Matanza.
Concluyendo, podemos decir que a lo largo de todo su trayecto se incorporan volúmenes importantes de líquidos de distintas génesis que solo sirven para aumentar su contaminación orgánica, inorgánica y biológica.
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