Ultra ecologismo – Herramienta sutil del Imperio
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- El 10 febrero, 2009
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Es conocido que Greenpeace es manejada desde Londres, y su soporte financiero principal lo constituye la petrolera anglo holandesa Shell; siendo a la vez considerada muy funcional a las operaciones del MI 6, la Agencia del Servicio de Inteligencia Británica.
A su vez, la sede principal de World Wild Life (WWL), otra poderosa transnacional de la ecología fundamentalista, está también en Londres, y su primer presidente fue el príncipe consorte Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel. ¡Más que casualidades parecen causalidades!
La Rusia de Putin basó su resurgimiento en dos ejes de acción principales: retomar el manejo propio de la cultura rusa, y reestatizar a todas las empresas petroleras y gasíferas.
En lo primero, para retomar el manejo de la propia cultura, enalteciendo el Ser Nacional, anulando los procesos de colonización cultural, el gobierno de Putin cortó de cuajo las nefastas influencias de las ONGs seudo ambientalistas y similares, cuyas disolventes prédicas sociales servían de pantalla a operaciones de espionaje y disgregación social, de lo cual fueron acusadas directamente, y por esa causa expulsadas sin miramientos más de 100 ONGs transnacionales (básicamente anglosajonas).
Hoy Rusia pasó de una situación de disolución nacional y cretinización de la población asolada por la miseria y las “nuevas ideas” neoliberales; a su actual resurgimiento como actor geopolítico fundamental, fortaleciendo su frente interno al anular las prédicas disolventes de las ONGs, verdaderos voceros de rencores, sembradores de odios, y promotores del subdesarrollo crónico.
En Argentina, Greenpeace montó agresivas y calumniosas campañas para desprestigiar al Sector Nuclear, sembrando mentiras a granel para evitar la exportación del reactor a Australia, para evitar el procesamiento del combustible de dicho reactor, para evitar la explotación de las minas de uranio, mintiendo descaradamente acerca de las falsas “napas de agua radioactivas” de Ezeiza (que después se demostró falso de falsedad absoluta), y un largo etcétera.
También Greenpeace fue fogoneador principal –junto a la variada troupe de ecologistas fanatizados y políticos oportunistas- de la campaña montada respecto a las pasteras radicadas en Uruguay, provocando los absurdos cortes de puentes y otras incoherentes rispideces con el hermano pueblo charrúa, actuando al más puro estilo de Lord Ponsonby, el agente inglés que consumó la secesión de la Banda Oriental, parte histórica de las Provincias Unidas del Río De La Plata.
Pero en cambio Greenpeace guarda un largo silencio respecto al derrame petrolero provocado por un tanquero de Shell, que arruinó playas en Magdalena, provincia de Buenos Aires. ¿Se cuida de provocar las iras de sus “espónsores”?
Por su parte, WWF, por medio de su filial “argentina” Fundación Vida Silvestre, agitó las consabidas banderas del conservacionismo extremo, para intentar echar a la población argentina, que por generaciones vive en el Iberá, y montó una campaña contra la cría de ganado bovino en los alrededores de los esteros, que también es de muy vieja data. ¡Pero se calla ante los avances de los magnates como Tomkins, que se apropian del Iberá, de porciones gigantescas de La Patagonia, y de otros extranjeros en diversas provincias argentinas!
Los métodos de estos “ecologistas” son patoteriles, sumando además generosas inversiones en propagandas televisivas, a las que adosan “caritas lindas” farandulescas, que generalmente tienen poco seso y escasa cultura general, pero buena llegada al público desprevenido.
Ya varias décadas atrás Jauretche describió su asombro al constatar que más de medio centenar de “diplomáticos” británicos viajaban en el mismo transatlántico, con destino a Buenos Aires, justo en plena época del resurgimiento de la influencia de Gran Bretaña en Argentina, en épocas posteriores a “la libertadora”.
En el 2000, un sudafricano blanco anglosajón –Phil Aylward- miembro del Commonwealth fue la “cara visible” de la presentación del amañado y falaz “informe” (en rigor un rejuntado de opiniones sin sustento científico) de la llamada “Comisión Mundial de Represas”, que en sí es un alegato retorcido a favor del subdesarrollo crónico, con lastimero tono “defensor del medio ambiente puro” (léase subdesarrollado, sin industrias, sin energía, sin atención médica avanzada, sin rutas ni aeropuertos modernos).
Ahora está en plena ejecución otra operatoria similar, escudada en el “cuco” del cambio climático, el mismo sobre el que exagera hasta el hartazgo Al Gore y su variopinto “equipo” de colaboradores, …mientras que ¡oh casualidad! se olvida por completo de los males de la miseria y su consecuente atroz contaminación.
A fines de setiembre de 2008 en Clarín, suplemento IEco, pág. 13, se informó que el ministro británico de medio ambiente Phil Woolas puso en acción a 500 (quinientos) diplomáticos (¡¿-del MI 6-?!) para presionar a legisladores y funcionarios con el objetivo de imponer la agenda del cambio climático. Dichas presiones serían muy fuertes sobre Brasil (cien “diplomáticos”) y Argentina; para que en los hechos se acepte resignar en nombre de un abstracto conservacionismo, nuestro derecho al desarrollo sostenido. Es “curioso” que nos presionen a nosotros –muy modestos contaminadores- mientras que respecto a EEUU, causante del 25 % de la polución mundial, “miran para otro lado”.
Es, como alguna vez lo dijo crudamente Fernando Savater, la ecología como excusa para promover el subdesarrollo crónico. Y los subdesarrollados venden sus productos por migajas…
El indigenismo a ultranza está siendo fogoneado ¡oh casualidad! …desde Gran Bretaña, para promover la balcanización de Argentina –principalmente- y otras naciones sudamericanas, promoviéndose odios, rencores y separatismos, buscándose la exaltación paroxística del ultra indigenismo; exaltando engendros como la “nación” mapuche, la “nación” guaraní, toba, wichi, etc. Como muestra véase “Mapuche International Link”, con sede en Bristol (GB), y con casi toda la comisión directiva británica. Vieja técnica de “divide y reinarás” del decadente imperio británico. ¿Y si exaltamos las merecidas independencias de las sojuzgadas Escocia, Gales e Irlanda del Norte?
Ya que mencionan a los mapuches, ¿por que omiten que –según historiadores con poca prensa- es un pueblo trasandino, que invadió nuestro noroeste patagónico exterminando a los autóctonos tehuelches?
¿Por que no crean asociaciones similares en EEUU, donde los británicos y sus “primos” se dedicaron a exterminar –literalmente- a los pueblos nativos? Muy diferente a la política de la España colonial –por cierto no libre de excesos-, pero la cual además de catequizar por convicción de Fe, fomentó las uniones de sus hombres con mujeres nativas, origen este de la mayoría de la población latinoamericana, predominante en nuestro NOA, en Paraguay, en México, en Chile, etc.
Ya que mencionamos a España, ¿Por que la ETA solo promueve el fanático separatismo vasco del lado español y no en Francia, y por que la bandera vasca de reciente creación es casi una copia de la británica? ¿Por qué los “humanistas” británicos no se conmueven ante los crímenes cometidos por la ETA? Sin duda porque les son funcionales, al intentar secesionar parte de España, hoy poderosa competidora del decadente imperio, en el ámbito de la UE.
Como argentino y latinoamericano por supuesto repudio el neocolonialismo económico español, al cual el neoliberalismo en el nefasto menemato dio vía libre en Argentina; pero más preocupante e insidioso es el colonialismo británico, el cual con muchos tentáculos internos sigue trabajando por nuestra desunión y por mantenernos sumidos en el subdesarrollo crónico; enquistado en nuestras Islas Australes, proyectándose en Nuestro Mar Austral y sobre la Antártida Argentina.
Por: Carlos Andrés Ortiz
Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de Producción y Ambiente
Cursante de la Maestría en Gestión de la Energía
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