Tratamiento de efluentes y desechos – Parte 04
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- El 21 marzo, 2005
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• TRATAMIENTO SECUNDARIO.
• OBJETIVOS.
Este tratamiento debe hacerse cuando las aguas negras todavía contienen, después del tratamiento primario, más sólidos orgánicos en suspensión o en solución que los que puedan ser asimilados por las aguas receptoras.
Se evita así superar la capacidad autodepuradora del curso receptor (río o arroyo) minimizando la agresión al medio ambiente.
Para ello existen, entre otros, dos métodos básicos de tratamiento secundario que pueden aplicarse y que son: LECHOS PERCOLADORES CON TANQUES DE SEDIMENTACIÓN SECUNDARIA Y LODOS ACTIVADOS.
Pueden usarse otras unidades de tratamiento químico, filtros de arena, etc. Cuando se desee un alto grado de tratamiento.
Tanto los lechos percoladores como los lodos activados dependen de los organismos AEROBIOS, por lo tanto se lo llama descomposición aerobia porque la realizan en presencia de oxígeno libre a diferencia del tratamiento primario o anaeróbico.
• LECHO PERCOLADOR O LECHOS DE OXIDACIÓN BIOLÓGICA .
Es la unidad de tratamiento secundario más común. Está constituido por grava gruesa de 1,50 mts, aproximadamente de profundidad y su misión es retener los sólidos disueltos, finamente divididos del líquido cloacal y oxidarlos biológicamente (intervienen bacterias, protozoarios, algas, hongos, gusanos y larvas de insectos), para formar un material más estable y sedimentable.
En el tratamiento del líquido cloacal domiciliario, comúnmente sigue al LECHO, un sedimentador secundario final.
Para tratar con éxito un líquido cloacal en un LECHO PERCOLADOR, son esenciales tres condiciones:
1) Se debe disponer de superficie suficiente para el desarrollo de la vida biológica.
2) Debe suministrarse a los organismos una adecuada provisión de oxígeno.
3) El líquido cloacal debe ser apto para el tratamiento biológico.
El lecho percolador consta de una estructura de retención, un medio oxidante, un sistema de distribución y un sistema de drenaje.
La retención está dada por paredes de hormigón que pueden ser herméticas (que permiten inundar el lecho), o poseer numerosas aberturas (que permiten una mejor ventilación del medio oxidante)
El medio oxidante está constituido por piedras duras, limpias y resistentes de un diámetro de entre 50 y 100 mm.
EL SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN requiere de un mecanismo que uniformice el vertido del líquido sobre la superficie del lecho.
Se utilizan dos tipos:
1) Picos fijos (aspersores).
2) Distribuidores rotativos.
Para los distribuidores de picos fijos, se emplean tanques de dosaje para provocar la descarga. Los picos (toberas y difusores) sobresalen de 15 a 30 cms. Por encima de la superficie.
En el piso del lecho funciona el sistema de drenaje, construidos comúnmente de bloques de hormigón de forma rectangular con ranuras que desembocan en un conducto.
El piso es inclinado para que el efluente pueda circular por los conductos de los bloques hacia un canal central de drenaje; estos drenes, además de alejar el efluente, actúan como tubos de ventilación para permitir el tiraje de aire al lecho.
Entre los trabajos rutinarios del sistema se debe incluir la inspección de las toberas y difusores.
Si están obstruidos se debe retirar el difusor y limpiar la cañería con alambre o varilla. Semanal o quincenalmente se limpiarán las laterales retirando las toberas, lo mismo que las paredes se deberán cepillar con agua a presión.
De las piedras hay que retirar hojas o materiales extraños que se puedan amontonar, para evitar la obstrucción o la interferencia con la distribución y la aeración.
Se debe evitar plantar vegetales de hoja caduca en la cercanía.
• TANQUES DE SEDIMENTACIÓN SECUNDARIA.
Generalmente las prácticas y controles de los sedimentadores primarios se aplican igualmente a los secundarios, colocados después de los lechos percoladores. Es esencial que se extraiga frecuentemente el barro sedimentado por medio de bombas, para evitar que ascienda a la superficie.
El bombeo del barro se realiza retornándolo al sedimentador primario.
• ALGUNAS DIFICULTADES EN EL TRATAMIENTO.
En el lecho percolador, pueden producirse algunos síntomas negativos en cuanto al tratamiento que son dignos de mención:
1) Colmatación de las piedras.
Ocurre cuando los espacios vacíos se llenan de adherencias orgánicas debido a la gran carga proveniente en el líquido.
Este problema se puede curar (debido al fuerte olor que produce) de la siguiente forma:
1) rastrillar si es posible la superficie.
2) Lavar con chorros de agua a alta presión.
3) Aplicar dosis de cloro por períodos de varias horas a intervalos de algunas semanas.
4) Inundar el lecho durante 24 o 48 hs. Cuando existen paredes herméticas (se inundará si el sistema permite el tratamiento en otras unidades) o
5) En último caso y cuando sea inevitable dejar fuera de funcionamiento unos cuantos días, sobre todo cuando hace calor, para que se seque y posteriormente rastrillar los residuos.
2) Moscas.
La Psychoda Alternata o Mosca Gris es muy frecuente su reproducción en lechos de piedra. Su estado larval ayuda en el proceso de purificación del lecho, pero si se reproduce en demasía, ocasiona molestia en los ojos, orejas, bocas, nariz y en viviendas dentro de un radio de acción de 200 mts, aproximadamente.
Su proceso reproductor se ve acelerado en un ambiente caluroso.
Los métodos de prevención y cura son similares al anterior problema, a los que se puede agregar la aplicación por aspersión de algún insecticida.
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