Trabajo a Turnos y Nocturno
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- El 1 enero, 2000
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El tiempo de trabajo es uno de los aspectos de las condiciones de trabajo que tiene una repercusión más directa sobre la vida diaria.
El número de horas trabajadas y su distribución pueden afectar no sólo a la calidad de vida en el trabajo, sino a la vida extralaboral. En la medida en que la distribución del tiempo libre es utilizable para el esparcimiento, para la vida familiar y para la vida social, es un elemento que determina el bienestar de los trabajadores.
El trabajo a turnos es el desarrollado por distintos grupos sucesivos de personas, en el que cada grupo cumple una jornada laboral, de manera que se abarca un total de entre 16 y 24 horas de trabajo diarias. Legalmente, en el Estatuto de los Trabajadores, se define el trabajo a turnos como “toda forma de organización del trabajo en equipo, según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo, según un cierto ritmo, continuo o discontinuo, implicando para el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un periodo determinado de días o de semanas”.
El trabajo nocturno, también según el Estatuto de los Trabajadores es el que tiene lugar entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y un trabajador nocturno es el que invierte, como mínimo, tres horas de su trabajo diario, o al menos una tercera parte de su jornada anual, en este tipo de horario.
El trabajo a turnos se puede organizar de las siguientes formas:
- Sistema discontinuo: el trabajo se interrumpe normalmente por la noche y el fin de semana. Supone, pues, dos turnos, uno de mañana y uno de tarde.
- Sistema semi-continuo: la interrupción es semanal. Supone tres turnos: mañana, tarde y noche, con descanso los domingos.
- Sistema continuo: el trabajo se realiza de formas ininterrumpida. El trabajo queda cubierto durante 24 horas del día y durante todos los días de la semana. Supone más de tres turnos y el trabajo nocturno.
Inconvenientes del trabajo nocturno
- Alteración del equilibrio biológico: El trabajo a turnos, especialmente el trabajo nocturno, fuerza a la persona a invertir su ciclo normal de actividad-descanso, obligándole a ajustar sus funciones al periodo de actividad nocturna
- Alteración de la hábitos alimentarios: Las personas que trabajan a turnos se ven afectadas por la alteración de los hábitos alimentarios. La calidad de la comida no es la misma, se suelen tomar comidas rápidas y en un tiempo corto e inhabitual, los alimentos se reparten mal a lo largo de la jornada y, en ocasiones, no son correctos en cuanto al equilibrio nutricional
- Alteraciones del sueño: En el trabajo a turnos el sueño suele verse alterado, tanto en la cantidad de horas dormidas como en la calidad del sueño que tiene lugar.
- Alteraciones de la vida social: El trabajo a turnos, especialmente el turno de la noche y el de tarde, dificulta las relaciones sociales debido a la falta de conciencia con los demás
- Incidencia en la actividad profesional: La baja actividad del organismo durante la noche puede provocar que se den una serie de recuperaciones negativas sobre la realización del trabajo: acumulación de errores, dificultad en mantener la atención, en percibir correctamente la información o de actuar con rapidez.
Normas básicas
A continuación presentamos una serie de recomendaciones que pueden ayudar a cumplir con este cometido:
- Establecer los turnos respetando al máximo el ciclo del sueño: debe evitarse que el turno de mañana empiece una hora demasiado temprana. Los cambios de turno pueden situarse, por ejemplo, entre las 6 y las 7 horas, las 14 y las 15 horas y las 22 y 23 horas.
- Dar facilidades (comedores, salas de descanso, ect.) para que los trabajadores a turnos puedan comer de forma equilibrada, ingerir alimentos calientes y disponer del tiempo suficiente para realizar las comidas.
- La elección de los turnos será discutida por los interesados sobre la base de una información completa que les permita tomar decisiones de acuerdo a sus propias necesidades individuales.
- Los turnos de noche y de tarde nunca serán más largos que los de mañana, preferiblemente serán más cortos
- Realizar ciclos cortos en cada turno (2 ó 3 días), puesto que así los ritmos circardianos apenas llegan a alterarse. Al cambiar los ciclos vigilia / sueño, estos ritmos se desequilibran, pero se recuperan al volver a un horario normal.
- Aumentar el número de periodos en los que se puede dormir de noche, acumular días de descanso y ciclos de rotación distintos a lo largo del año, etc.
- Disminuir el número de años de trabajo nocturno continuado en función de la edad u otros factores que puedan afectar a la salud. (La OIT recomienda que a partir de los 40 años el trabajo nocturno continuado sea voluntario)
- Reducir o evitar, en lo posible, una carga de trabajo elevada en el turno de noche. Programar aquellas actividades que se consideren imprescindibles e, igualmente, evitar tareas que supongan una elevada atención entre las 3 y las 6 horas de la madrugada. La baja actividad del organismo durante la noche y la acumulación de fatiga por un sueño deficiente provocan un menor rendimiento en el trabajo. Entre dichas horas, la capacidad de atención y la toma de decisiones es más reducida.
- Dar a conocer con atención el calendario con la organización de los turnos, de modo que exista la posibilidad de planificar actividades extralaborales y se favorezcan las relaciones sociales.
- Establecer un sistema de vigilancia médica que detecte la falta de adaptación de los trabajadores al trabajo a turnos y que pueda prevenir problemas irreversibles de salud. Según el art. 36 del Estatuto e los Trabajadores, “los trabajadores nocturnos a los que se reconozcan problemas de salud ligados al hecho de su trabajo nocturno, tendrán derecho a ser destinados a un puesto de trabajo diurno que exista en la empresa y para el que sean profesionalmente aptos”.
- Desarrollar una estrategia individual para mejorar el sueño: conseguir el soporte de familiares y amigos, elegir espacios oscuros y silenciosos para dormir, mantener un horario regular de comidas, evitar tomar comidas pesadas antes de acostarse, evitar tomar cafeína, estimulantes y alcohol en general 2 o 3 horas antes de acostarse, y hacer ejercicio regularmente
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