Rocas sedimentarias – 2º Parte
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- El 1 junio, 2004
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En el capítulo anterior definimos los tres tipos de metamorfismo. Ahora veremos que se manifiestan en forma diferente de acuerdo a la mayor o menor intensidad de los controles.
Tomemos por ejemplo al metamorfismo regional, donde las condiciones no son las mismas en la parte superior que en la inferior.
En esta última, necesariamente, la temperatura y la presión van a ser mayores y consecuentemente las asociaciones minerales serán distintas.
Esto se confirma con la presencia de minerales típicos para cada zona, así por ejemplo, en la parte superior tendremos silicatos pesados con moléculas de hidroxilos y en la inferior, con presión y temperaturas mayores, los silicatos serán distintos y sin hidratación.
De acuerdo a esto Grubenmann y Niggli han definido tres zonas: superior o epizona, intermedia o mesozona e inferior o catazona.
En la superior las temperaturas y presiones son bajas y se observan elementos hidratados y minerales como la sericita, clorita, talco, etc.
La intermedia, con controles moderados, se caracteriza por la presencia de micas, hornblenda y granate almandino.
Finalmente la catazona con controles muy rigurosos, muestra a la sillimanita, olivinos e hiperstenos como minerales típicos.
Si bien este ejemplo es para el metamorfismo regional, se lo considera válido también para el de contacto y el dinámico, según sea la proximidad con la fuente magmática o con el área de fricción respectivamente.
Modernamente en geología se han sofisticado estos conceptos y se habla de “facies metamórficas”. En estas se definen con mayor precisión las asociaciones minerales y su correlación con los controles en los distintos tipos de metamorfismo, pero su análisis excede los objetivos de esta publicación.
Es fácil deducir que, además del cambio químico, en estos fenómenos se suceden también alteraciones en la forma y disposición de los cristales por eso se habla de estructuras y texturas típicas de rocas metamórficas.
Entre las estructuras tenemos por ejemplo:
Foliación: alternancia de capas de elementos claros y oscuros (en geología leucocráticos y melanocráticos) o de elementos planares y no planares.
Esquistosidad: es la disposición de los nuevos minerales según una dirección definida por los controles.
Entre las texturas más características podemos nombrar a la granoblástica, que es aquella que muestra componentes en forma de grano con tamaños más o menos semejantes y a la porfiroblástica que presenta cristales mayores dispersos en una masa más fina.
Finalmente, para una mejor visualización, se incluye un cuadro demostrativo.
Geólogo Ricardo Timón
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