Riesgos higiénicos en el tratamiento superficial de metales – Parte 05 – Recubrimiento (cont)
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- El 27 marzo, 2004
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TRATAMIENTO DE LA SUPERFICIE POR RECUBRIMIENTO
Pintado
La pintura en una mezcla de sustancias capaces de recubrir una superficie mediante capas sucesivas, con el fin de proteger y decorar.
Suele estar en forma líquida y llevar generalmente aglutinantes, pigmentos, solventes, cargas y aditivos. En el caso de barnices o lacas, la única diferencia es que no lleva pigmentos o si los llevan, éstos son solubles en el barniz y por tanto, éste se presenta como líquido homogéneo y transparente.
Entre los aglutinantes de pintura más utilizados está: resinas acrílicas, poliésteres, alquil formaldehídos, poliuretanos vinílicos, aceites de linaza, epóxidos, etc.
Los pigmentos suelen ser óxidos, carbonatos, silicatos, sulfatos, de metales. Uno de los más utilizados todavía recientemente era el plomo. Hoy en día se utiliza poco, pudiendo encontrarse en la preparación de superficies metálicas, como óxido de plomo rojo Pb3O4 o como carbonatos de plomo (amarilla y verdes).
Otros pigmentos como el óxido de zinc, cromo, dióxido de titanio, ferrocianuro férrico, sulfato de bario, Silicato de magnesio, etc. Componen las diversas sustancias que dan color a las pinturas.
Los disolventes son líquidos volátiles que sirven como vehículo para la aplicación de la película de pintura. En general, los disolventes suelen ser mezclas de hidrocarburos, alcoholes, ésteres, acetonas, glicoles, etc.
Cargas son sustancias empleadas para dar cuerpo y aumentar la resistencia. Entre ellas destacamos la barita, sílice, creta, amianto y en general compuestos blancos o poco coloreados.
Los aditivos pueden ser sustancias muy diversas para fines específicos, por ejemplo impedir el desarrollo de organismos vivos, se le aplica a la pintura un aditivo a base de mercurio, pentaclorofenol y compuestos orgánicos. Como inhibidor de la corrosión se emplean partículas de zinc o aluminio. El tricresil-o-fosfato se utiliza como plastificante, mejorando la flexibilidad de la pintura una vez seca y endurecida.
La pintura se puede aplicar de varias maneras:
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A mano, mediante pincel, brocha o rodillo, se pueden pintar objetos cuando el acabado de éstos no requiere una uniformidad excesiva en su superficie.
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Por inmersión de piezas en una batea de pintura. Esta operación puede ser efectuada a mano o mecánicamente.
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Método de cortina, haciendo pasar la pieza a una velocidad controlada a través de una cortina de pintura.
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Método de pistola aerográfica. El aire impulsado a presión empuja a la pintura y al pasar a través de una cortina de pintura y al pasar a través de la boquilla de la pistola forma una neblina que proyectada contra la pieza la recubre totalmente.
Método Air-less. En este caso la presión se ejerce directamente sobre la pintura la cual al pasar por la boquilla es pulverizada en forma de niebla. -
Método electrostático. Estableciendo una diferencia de potencial entre la pistola y el objeto que se pinta. De esta forma, toda la pintura es atraída por electricidad estática hacia la pieza.
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Método por electroforesis. Se consigue introduciendo la pieza en una cuba, donde la pintura tiene un potencial y la pieza que actúa de ánodo otro diferente. Variando la intensidad de la corriente, de deposita la pintura con más o menos velocidad.
Los riesgos en las operaciones de pintado provienen en general, de la inhalación de polvos, aerosoles, gases y vapores, del contacto con la piel con las pinturas y los disolventes, así como de la posible ingestión de los mismos.
Para preparar la superficie metálica se suelen emplear aparejos de plomo ( pintado de coches) que pueden suponer un riesgo elevado en la operación de lijado y aislado.
En el pintado aerográfico, se producen rebotes de partículas (aerosoles) que pueden ser la causa de que el operario inhale pigmentos, sobre todo cuando se realiza el pintado de grandes piezas.
La toxicidad de estos pigmentos varía según los compuestos siendo los más peligrosos el plomo (poco utilizado hoy en día), cromo, cadmio y mercurio.
El disolvente de la pintura aplicada en una superficie, se evapora con una velocidad proporcional al área libre.
En general, todas las técnicas de pintado descriptas anteriormente, efectuadas en recintos cerrados, pueden ser peligrosas pero el riesgo de intoxicación aumenta considerablemente al utilizar el pintado por pulverización.
La magnitud de riesgo depende además del tipo de disolvente utilizado. Actualmente ya no se emplean ni el benceno, tetracloroetano ni tetracloruro de carbono entre los disolventes, aunque sí se emplean otros hidrocarburos clorados y aromáticos, así como éteres que tienen una toxicidad relativamente alta. Otros disolventes utilizados, como hidrocarburos alifáticos, alcoholes y cetonas, poseen una toxicidad más baja.
El riesgo de dermatitis está más directamente relacionado con la manipulación de los disolventes para la limpieza de pistolas y otros utensilios que con el pintado mismo. Para su prevención se deben tomar medidas relativas al aseo personal y proporcionar información sobre los efectos en la manipulación de los productos tóxicos utilizados.
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