Riesgos higiénicos en el tratamiento superficial de metales – Parte 04 – Recubrimiento (cont)

• Estado activo: es el de las superficies que acaban de ser decapadas o pulidas con abrasivos.

• Estado pasivo: mediante la oxidación de la superficie de forma controlada para que el Fe3O4 (óxido ferroso-férrico).

Para el pasivado y pavonado de los aceros se emplea generalmente ácido nítrico diluido. Este proceso debe realizarse inmediatamente después del decapado para evitar la acción del oxígeno del aire.

Puestos en contacto el metal y el ácido, se desprende el hidrógeno que arrastra gotitas de ácido produciéndose nieblas del mismo. También se pueden desprender óxidos nitrosos que provocan, como hemos dicho anteriormente, irritación de ojos y mucosas, entorpecen la oxigenación de la sangre (cianosis) por metahemoglobinemia, puede producir quemaduras, etc.

Anodizado

Al igual que el pavonado, el anodizado es un tratamiento de oxidación controlada de la superficie de las piezas de aluminio, para evitar la corrosión del mismo. El óxido de aluminio o alúmina tiene frente a muchas acciones oxidantes o corrosivas, un comportamiento totalmente diferente al del aluminio

Esta oxidación de la superficie se realiza actuando anódicamente al revés de lo que ocurre en baños de níquel, cromo, cobre, etc., de aquí se denominación anodizado.

Los sistemas de anodizado pueden ser químicos y electrolíticos. Los químicos no son muy utilizados y sólo se usan en preparación de superficies antes de proceder al pintado o barnizado.

Los procedimientos electrolíticos de anodizado que más campo de aplicación han alcanzado son los que emplean ácido crómico, ácido sulfúrico y ácido oxálico.

Previamente se realizará un abrillamiento químico y electrolítico que puede realizarse por inmersión en solución de ácido nítrico o soda cáustica, según se quiera el acabado.

Los riesgos a que están expuestos los trabajadores, son fundamentalmente por inhalación prolongada de aerosoles de ácido sulfúrico que se generan por arrastre de pequeñas gotitas al desprenderse el hidrógeno en el cátodo sulfúrico con el agua pues, si no se realiza con mucho cuidado, esta reacción es muy violenta, llegando a ser explosiva.

El ácido nítrico también es desprendido en forma de aerosoles, o bien en forma de vapores nitrosos NO2, NO.

En soluciones de sosa cáustica, el aluminio es atacado según la reacción:

2 Al + 6 NaOH 2 AlO3Na3 + 3 H2

Este hidrógeno arrastra hacia la atmósfera aerosoles de solución alcalina de NaOH