Riesgos higiénicos en el tratamiento superficial de metales – Parte 01 – Preparado mecánico
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- El 30 enero, 2004
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El desbarbado consiste en la eliminación de rebarbas y roturas de aristas vivas. Son ejemplos de estas operaciones el limado manual, afinado, acabado, cepillado, pulido, etc. Estos procedimientos mecánicos se realizan mediante discos, muelas de afinar y chorreado. Estas herramientas van incorporadas a máquinas fijas o portátiles de formas diferentes según el tipo de pieza y operación a realizar. Existen dos clases de abrasivos:
* Naturales, que se utilizan tal como se encuentran como el cuarzo, esmeril, corindón, diamante.
* Artificiales, que se obtienen sintéticamente como el alundum, conrindón blanco y carborundum, entre otros.
Luego de numerosos estudios se ha llegado a la conclusión que las operaciones de rebarbado genera un elevado riesgo, debido al polvo de sílice que proviene de la arena residual que recubre la pieza después de su moldeo, así como del abrasivo que contiene dióxido de silicio cristalino.
Pulido
El pulido industrial constituye a menudo una parte esencial en la operación de acabado. Existen datos que permiten afirmar que una superficie pulida resiste a la corrosión que otra que no lo ha sido, cuando lleva posteriormente un recubrimiento electrolítico.
Todos los abrasivos generalmente se encuentran inmersos con aglomerantes tales como grasas y ceras de origen animal, vegetal y mineral que dan lugar a formulaciones sólida o líquidas.
Ente los riesgos a detectar en la operación de pulido, es importante tener en cuenta la inhalación de polvo que contiene fundamentalmente sílice libre y metales tóxicos.
El polvo producido proviene del abrasivo empelado, así como del metal de la pieza pulida, sin embargo, las concentraciones detectadas de este último en múltiples análisis realizados, dan niveles muy pequeños, por lo que no se deben tener en cuenta exceptuando cuando se trata de acero inoxidable, caso en que se detectan niveles de concentración apreciable de níquel y cromo.
Arenado
Consiste en la proyección del abrasivo finalmente pulverizado sobre un objeto metálico para limpiar la superficie del mismo. Se emplea mediante tres medios de impulsión:
* Lanzamiento del abrasivo con aire comprimido.
* Lanzamiento del abrasico mediante ruega lanzagranalla.
* Lanzamiento del abrasivo por agua o presión.
Salvo el tercer método, en los dos primeros casos el riesgo higiénico es muy grande por la elevada cantidad de polvo que se genera en el recinto donde se realiza la operación. Además la proyección de arena contiene polvo de sílice, que unido al de los moldes y nodos y del material base o sus recubrimientos, hace que esta operación sea altamente peligroso. Es importante sustituir la arena por otro material que no contenga sílice libre o que su contenido se menor al 5 % y realizar el cerramiento del proceso.
Cepillado
ES el proceso que precede al recubrimiento electrolítico y se realiza mediante cepillos formados por hilos vegetales o metálicos (esparto, acero, latón, níquel).
El riesgo más importante de esta operación proviene del contenido de óxido de sílice, que lleva la pasta de cepillar.
Podemos concluir que los riesgos higiénicos más importantes son la posible inducción a la silicosis debido al óxido de silicio que contiene todos los abrasicos y los potenciales efectos tóxicos producidos por algunos metales que contienen dichos abrasivos.
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