Recomponer lo que falta y trabajar en prevención
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- El 1 febrero, 2017
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Una década atrás, la obra pública estaba en el nivel más bajo de la historia. En aquel momento las consultoras teníamos muchas expectativas, porque habíamos tocado fondo y entonces había un solo camino por transitar: el crecimiento.
Efectivamente ese crecimiento se dio y la consultoría argentina lo pudo acompañar con gestión y trabajo. En la última década se concretó la obra de la Ruta Nacional 14 y las de varias autovías en distintas provincias; las obras de saneamiento del Norte Grande; la pavimentación de la Ruta Nacional 40; la reactivación de los ferrocarriles Belgrano Cargas, Buenos Aires-Mar del Plata, Rosario- Buenos Aires, etcétera; la terminación del Sistema Interconectado Nacional; los gasoductos en el NOA y en el NEA, la finalización de Yacyretá llevándola a su cota máxima de producción; los acueductos en la provincia de Chaco y Santa Fe; entre otras obras.
El objeto de la consultoría es planificar, analizar y proveer las mejores soluciones a los problemas planteados por la infraestructura de un país, realizando el estudio, planificación, diseño y dirección de proyectos, siendo el vínculo entre el comitente, el Estado o una empresa particular, y la constructora. La meta es lograr que los proyectos se cumplan en
tiempo y forma, resolviendo los problemas que en toda obra se presentan, lo que significa un gran ahorro para las partes. En términos generales, la consultoría en Argentina trabaja en una gran proporción con la obra pública, por eso los planes de desarrollo de infraestructura básica son tan importantes para el sector. También lo hace con el sector privado, como la industria del petróleo –que tiene mayor tradición en la contratación de consultoría– y con el sector de granos y puertos privados.
La consultoría en Argentina
La Cámara Argentina de Consultores en Ingeniería está formada por 40 empresas asociadas que, en conjunto, realizan la mayor parte de la consultoría del país. En la actualidad, y respondiendo a una vieja tradición entre nuestras empresas, también se desarrollan tareas de consultoría en el exterior. Nuestros principales clientes son los países de Centro América y América del Sur. Hoy CADECI es socio activo de la Federación Panamericana de Consultoras (FEPAC), ocupando la vicepresidencia de la Federación.
Si bien los proyectos, y posteriormente las obras, se ejecutan en todo el país, la consultoría está concentrada en pocas ciudades, especialmente en Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Neuquén y Mendoza.
En los últimos años, la Cámara ha realizado reuniones fuera de Buenos Aires, incluso en provincias donde no hay empresas de consultoría –tal el caso de Jujuy, donde se llevó a cabo la Jornada Federal de CADECI en el mes de setiembre– con el objetivo de federalizar la actividad.
En la última década, el principal contratante ha sido el estado nacional, porque fue el que concentró en mayor medida la inversión para la ejecución de obra pública, aunque los estados provinciales –en distintas escalas– también han ejecutado proyectos y han demandado trabajo de consultoría.
Existen, además, algunas firmas de consultoría extranjeras que, en parte brindan servicios en el país pero que mayormente ocupan a ingenieros argentinos para desarrollo de proyectos en el exterior.
Panorama de una década y las perspectivas de futuro
En la última década se han realizado proyectos en todos los rubros relacionados con el agua: presas, redes de agua y saneamiento, plantas de tratamiento, acueductos, canales, etc. Además, se ha planificado la continuidad del desarrollo de la infraestructura básica, tanto en temas hídricos como en los demás, lo que permite suponer una continuidad de la obra pública en el futuro.
Si bien estimo que en los próximos años –ya con un nuevo gobierno– la profundización de la expansión y recomposición vial y un mayor desarrollo del ferrocarril serán los principales ejes de las obras, en temas hídricos queda aún mucho por hacer, en particular la construcción de presas, que suelen ser postergadas por ser “proyectos de largo plazo”, cuando en realidad, justamente por este motivo, debería priorizarse la decisión de llevarlas adelante.
Pero tanto en saneamiento como en obras de mitigación de inundaciones, estimamos que la inversión será también importante, de modo tal de cumplir con las metas de cobertura de servicios y de tratamiento de efluentes, como para reducir el impacto de las crecidas, que es el tipo de catástrofe con mayor impacto social y económico en nuestro país.
Si en esta década se avanzó en compensar los años de abandono de la infraestructura básica, en los próximos deberíamos trabajar en la prevención. Este concepto es tan válido tanto para los servicios de agua y saneamiento como para las inundaciones, en este caso considerando particularmente las nuevas vulnerabilidades que implican los cambios en el régimen de precipitaciones.
En el futuro, deberíamos enfocar las inundaciones desde la prevención, en vez de atender la emergencia una vez ocurrida, tanto con obras de infraestructura como con medidas no estructurales.
El aspecto humano
La ingeniería necesita de ingenieros. Esta verdad de Perogrullo fue un obstáculo a sortear cuando el trabajo comenzó a crecer. Tuvimos más de una generación de estudiantes que no elegía la ingeniería, porque vivían en un país que construía poco.
Con incentivos del estado, en los últimos años ha aumentado significativamente la matrícula en algunas universidades del país (en La Plata, por ejemplo, casi se duplicó), por lo que en parte se ha avanzado en un aspecto que, necesariamente, lleva tiempo recomponer.
Pero más allá del número de profesionales, hay otros factores que han cambiado. Hoy es más difícil que los ingenieros jóvenes quieran ir a trabajar en las inspecciones de obra, cuando éstas se ubican en zonas aisladas o con menor disponibilidad de servicios. Entiendo que esto se inscribe en un marco de cambios sociales más generales, como también la altísima rotación de personal, que dificulta la conformación de equipos de trabajo consolidados.
Lo expuesto es más característico de la ciudad de Buenos Aires y su zona de influencia, con importantes diferencias con el interior. Es por ello que algunas empresas están ubicando oficinas en algunas provincias, lo que potencialmente ayudará a federalizar más la actividad.
Dado el significativo impacto que la obra básica de infraestructura tiene en la calidad de vida de la población, tanto la consultoría en ingeniería como la industria de la construcción tienen un rol fundamental en un país que aspira a consolidar y mejorar sus niveles de vida y desarrollo.
Por: Jorge Pinto
Presidente de la Cámara Argentina de Consultores en Ingeniería (CADECI)
Fuente: Revista Hydria
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