Reafirmación de la Cuenca como Espacio Privilegiado de Gestión del Agua

La cuenca, ya sea en forma independiente o interconectada con otras, ha sido reconocida como la unidad territorial más adecuada para la gestión integrada de los recursos hídricos, lo que ha sido enfatizado y recomendado en las grandes conferencias internacionales sobre agua (ver Las cuencas…).

Si tomamos específicamente la última década, podemos identificar al menos seis fuentes principales que trataron el tema, con distinta profundidad, pero que reafirman la idea básica de que la cuenca debe ser privilegiada como la unidad de gestión por excelencia. En primer lugar, la década se corresponde con el Decenio Internacional para la Acción «El agua, fuente de vida» 2005-2015, establecido por Naciones Unidas. El objetivo fundamental del Decenio fue promover los esfuerzos para cumplir con los compromisos adquiridos en materia de agua y saneamiento para 2015, acordados en la Declaración del Milenio, en el Plan de Ejecución de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo y en la Agenda 21. El gran desafío fue dirigir la atención hacia políticas y actividades proactivas que garantizaran a largo plazo una gestión sostenible de los recursos hídricos, en términos tanto de calidad como de cantidad, y que incluyeran medidas de mejora del saneamiento.

Aunque sus objetivos abarcaron varias cuestiones, estuvo muy enfocado al agua potable y saneamiento, por el gran impacto que este tema tiene sobre la salud y la vida de las personas.

Sin embargo, en las conclusiones de la Conferencia Anual de ONU-Agua¹, que realizó una evaluación del Decenio, los expertos consideraron que, luego de abocarse a la organización de comités de cuenca en varios países, es importante evaluar las formas en que estos permitieron obtener los beneficios esperados.

La segunda fuente que abordó el tema cuencas, en este caso con mayor profundidad, fueron los Informes sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, editados por Unesco, cuya primera edición se publicó en 2003 y tuvo cinco ediciones más desde entonces. Por ejemplo, el Capítulo 11 de la edición 2006 afirma: “Los nuevos enfoques de gestión se basarán en principios de cooperación regional, centrándose en las cuencas fluviales y los acuíferos, y haciendo hincapié en las necesidades sociales y la sostenibilidad medioambiental” y, en su última edición de 2015, el informe considera que “es necesario poner mayor énfasis en el uso sustentable y equitativo del agua y adoptar medidas para fortalecer la trasparencia social, administrativa y política”, considerando que muchos países han hecho avances en la organización de organismos de cuenca desde donde abordar estos temas.

En tercer lugar, la Asociación Mundial para el Agua (Global Water Partnership, GWP) ha editado dos publicaciones sobre gestión en cuencas, junto con la Red Internacional de Organismos de Cuenca (RIOC). “La cuenca de un río, lago o acuífero –afirman en una de ellas– es el espacio donde aparecen las interdependencias hidrológicas, sociales, económicas y medioambientales, así como donde la gestión y el desarrollo integrado de los recursos hídricos y de los territorios tienen el potencial para producir el mayor éxito”. En la otra se observa que “el enfoque de la gestión integrada de recursos hídricos (GIRH), que muchos países han introducido en sus políticas nacionales, debe también ser la columna vertebral de la gestión de cuencas transfronterizas”.

La cuarta fuente –relacionada con la anterior– son las directrices sobre gestión integrada de recursos hídricos a nivel de cuencas que también editó Unesco, que apareció casi al mismo tiempo que el elaborado por GWP-RIOC. Ambos trabajos significaron una coordinación de esfuerzos entre las instituciones para que los contenidos del manual y las directrices de Unesco se complementaran entre sí.

La quinta fuente la constituyen los Foros Mundiales del Agua². En todos ellos, con mayor o menor extensión, se hizo mención a la gestión por cuencas. En el Foro de México (2006), la Declaración Ministerial expresó: “La gestión equilibrada del recurso agua debe beneficiarse de una aproximación integrada y de las responsabilidades compartidas entre los distintos niveles de gobernanza.

Debe fundarse en el principio de la gestión territorial integrada por cuencas hidrográficas”.

En el Foro de este año, en Daegu y Gyengju (Corea del Sur) se reafirmó el concepto: “Enfatizamos que la Gestión Integrada de Recursos Hídricos, basado en una apropiada gestión del territorio a nivel de cuencas, es crucial para el manejo sustentable del agua y la planificación hídrica”.

La última fuente considerada es la Expo Zaragoza, por la importancia que tuvo este evento, realizado en 2008, para la gestión del agua. Allí se le dio a las cuencas un protagonismo especial, dedicándole un espacio específico a la temática.

La gestión por cuencas es considerada y reafirmada a nivel internacional en forma permanente, y este listado de fuentes temáticas no agota en absoluto los ámbitos donde este asunto es tratado. Cabe hacer mención como corolario, especialmente, al Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, establecido por Naciones Unidas para 2013, en el que se instó a los líderes a poner el tema del agua en el centro de las agendas, teniéndola como una base para establecer vínculos más fuertes entre las naciones, los Estados y las comunidades. Esos vínculos, es preciso subrayar una vez más, tienen a la cuenca como el espacio idóneo para su concreción.

Por: Víctor Pochat
Presidente del Instituto Argentino de Recursos Hídricos (IARH)

Fuente: Revista Hydria Nº 54

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