Preocupa en Alvear el vuelco de efluentes cloacales en un desagüe

Hace años que los vecinos de los barrios del sureste de General Alvear conviven con olores nauseabundos que emanan del desagüe La Marzolina.

Esto pasa hace tantos años, a tal punto que muchos ya perdieron la cuenta de cuántos son, como también dejaron de contabilizar los reclamos realizados por este tema a los distintos gobiernos de turno. Es que la situación no ha cambiado por más que se realicen obras en los alrededores y que esté casi lista la red cloacal, o que se haya licitado y preadjudicado la obra de la planta de tratamiento.

Se trata del vuelco de líquidos aparentemente cloacales a un desagüe que produce mal olor en los alrededores que se agrava con el calor. El desagüe La Marzolina es un cauce que recibe los restos del riego y las lluvias pero el agua que corre por él no se utiliza para riego.

En el lugar se puede observar el líquido saliendo de un caño sobre un cauce turbio y ennegrecido, con olor pestilente. Unos pocos metros antes el agua corre clara, con algunos restos ocasionales de basura como papeles, bolsas o plásticos. A pocos metros de la boca del caño hay una tapa de registro cloacal que confirma el origen del vertido.

El tema no es nuevo y Los Andes publicó en varias ocasiones los problemas que trae aparejado. Ya el 11 de noviembre de 2006, se señalaba: “Los vecinos de por lo menos 12 barrios alvearenses comenzaron una serie de protestas, cansados de convivir diariamente con los desechos cloacales que son vertidos por Obras Sanitarias al colector La Marzolina, cuyo cauce está situado a pocos metros de sus hogares”.


Aire irrespirable

La estampa es la misma. Con estos olores conviven a diario, los pobladores de los barrios Jardín, Florio, Irrigación, 1° de Mayo, Soeva 1 y 2, Alimentación (1, 2 y 3), Cristo Rey, Pellegrini, Santa María y quienes habitan la zona comprendida en las calles, 5, Santa Fe, Diagonal Pellegrini y Marzolina.
 
Todos están cerca del desagüe La Marzolina, que nace en la calle Presidente IIlia, junto al lateral lindero de la planta de Cloacas de Obras Sanitarias Mendoza (OSM). Al igual que ellos, los propietarios de las fincas aledañas aseguran que hay momentos en que el aire se torna irrespirable. Algunas de las mujeres de la zona comentaron que el problema “arrancó en la intendencia de Juri, pusieron esto provisorio y quedó para siempre”.

Desde OSM explicaron que no hay un vuelco directo de líquidos cloacales al desagüe La Marzolina, sino que se vierte allí el resultado de esos líquidos tras el tratamiento en la planta depuradora de la empresa.

“Estamos trabajando por sobre la capacidad”, manifestaron desde el área de Comunicación de la firma intervenida por el gobierno provincial. Aún así -afirmaron- hay intención de afrontar el problema en dos frentes: uno a corto plazo y otro a largo.

En cuanto al primero la idea es utilizar la red ya construida para que los líquidos no se viertan allí a tan escasos metros de la zona poblada, sino que se lleve a unos cinco kilómetros al sur, en la colectora. Mientras tanto se encargan del segundo objetivo, que es el de conseguir fondos para construir la planta de tratamiento ya proyectada.

Aunque al momento de la visita de Los Andes al lugar, personal del Departamento General de Irrigación tomaba muestras del líquido que se vierte en el desagüe, desde esa repartición prefirieron no opinar sobre un tema que no está dentro de su jurisdicción. Es que al no tratarse de un canal de riego sino de un desagüe, señalaron que corresponde a Obras Sanitarias Mendoza y a la comuna.

Desde la comuna, el intendente Juan Carlos De Paolo comentó que el problema es el colapsado sistema cloacal de General Alvear. Agregó que desde que asumió en 2003 reactivaron la obra que estaba parada desde hacía mucho tiempo.
 
Agregó que reproyectaron en un lugar más alejado el sitio donde se harán las piletas de tratamiento. Y también destacó que lograron que se hicieran las cañerías de la red cloacal y el proyecto para licitar la obra de la planta de tratamiento de líquidos cloacales.

Sin embargo, el jefe comunal señaló que por el problema del desagüe La Marzolina propuso un “paliativo que es “conectar la cañería que ya está hecha y que llega al lugar donde van a ir las piletas, para que la boca de vuelco en vez de estar en medio de los barrios esté a 8 kilómetros, en la zona de secano”.

Para esto aseveró que se tienen que autorizar el uso de la obra ya que si bien la última etapa está en perfectas condiciones, “la primera parte presentó algunos problemas y se pidieron las reparaciones y se están haciendo las pruebas para ver si están en condiciones de ser recibidas”. Daniela Larregle [email protected]

Los Andes
Martes 13 de Octubre de 2009

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