Percepción Ambiental del Territorio Litoral en Mar del Sud (ARGENTINA)
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- El 6 octubre, 2016
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RESUMEN: El crecimiento de un destino depende, en gran parte, de la preservación del entorno natural, que constituye el recurso que motiva el interés de los propios visitantes. En este sentido, conocer la percepción de los turistas y excursionistas sobre el estado ambiental es fundamental para planificar el desarrollo turístico e identificar posibles problemas ambientales que alteran la calidad del destino. El espacio en estudio corresponde al litoral de Mar del Sud, localidad balnearia ubicada en el sudeste bonaerense de Argentina, donde se aspira analizar la percepción del visitante sobre el estado ambiental del litoral. La metodología incluye el diseño e implementación de encuestas a turistas y excursionistas, implementadas en los meses de enero y febrero del año 2014. El procesamiento de encuestas permitió identificar expectativas, motivaciones y necesidades de los usuarios del litoral. Los resultados constituyen una herramienta para la gestión integral costera mediante un acercamiento a ciertos actores costeros.
INTRODUCCION
El crecimiento de un destino turístico depende de factores naturales, culturales, sociales o económicos. Existe una fuerte tendencia a la búsqueda de diferenciación a partir de la calidad [1] tanto de los productos turísticos como de los servicios brindados. La calidad es identificada como un componente de la satisfacción del consumidor / turista.
En la década de los años noventa del pasado siglo, la gestión estratégica de la calidad se incorporó a las políticas de gobierno, transformándose en un desafío para los funcionarios públicos. En la Argentina, la gestión de la calidad es uno de los campos de actuación del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable (2016), y la calidad, junto con la competitividad y la sustentabilidad, son los principios rectores de la Ley Nacional N° 25.997, conocida como Ley Nacional de Turismo.
El Sistema Argentino de Calidad Turística (SACT) dependiente de la Dirección Nacional de Gestión de la Calidad Turística de la Secretaría de Turismo de la Nación, propone un conjunto de opciones metodológicas que pueden ser adaptadas y adecuadas a las realidades y características de cada destino.
En los destinos litorales la calidad de la playa cobra importancia porque es el recurso fundamental de atracción. En este sentido, la certificación de playas turísticas es una herramienta de evaluación de su calidad. El Esquema de Certificación de Playa (ECP) es un reconocimiento que se hace a una playa por lograr una gestión que asegura su buen desempeño ambiental, a la vez que mantiene la función social y económica de la actividad turística. La implementación es voluntaria y el beneficio se relaciona, no solo con la conservación, sino también con el reconocimiento y diferenciación de la playa como producto turístico.
La certificación es una forma de garantizar que una actividad o producto cumple con ciertos estándares, que pueden ser analizados en seis categorías: ambientales, servicios, seguridad, manejo, información y educación.
Algunos autores [2] proponen el análisis de los siguientes requisitos de calidad en destinos litorales: ambientales (limpieza de playa, infraestructuras ambientalmente amigables, contaminación marina, residuos sólidos, contaminación auditiva, preservación de los ecosistemas costeros y marinos, promoción del reciclaje de residuos sólidos, y tratamiento de aguas servidas), servicios (sanitarios, comerciales, infraestructuras ambientalmente amigables), seguridad (cuerpo de guardavidas, puestos de salud y emergencias médicas, servicio de vigilancia, gestión del riesgo, accesos seguros a la playa).
Entre las ventajas de la certificación analizadas por los mencionados autores, se hallan:
- Contribuye a mejorar el desempeño de los prestadores de servicios.
- Proporciona a los turistas la seguridad de que la playa cuenta con una gestión adecuada, además de ser ambiental y socialmente responsable.
- Ayuda a los gobiernos a crear una marca de calidad de los productos y destinos ofrecidos.
- Constituye un aspecto clave para lograr el objetivo de atraer turistas que se desplazan buscando condiciones ambientales mejores, que las que encontraría en su lugar de procedencia.
En el año 2003 se crea en Uruguay la primera certificación de playas de América Latina (Playa Natural). Para el 2011 existían ocho esquemas diferentes de certificación de playas en once países latinoamericanos. Son ejemplo de ello: Playa Ambiental en Cuba (2008), Premio Ecoplayas en Perú (2006/2008), Bandera Azul en: Brasil, Puerto Rico y República Dominicana (2004/2010). La certificación tiene un período de validez, que puede variar entre una temporada, como el ejemplo de Bandera Azul, un año o hasta tres años como el caso de la certificación colombiana NTSTS-001-2.
En la Argentina se destaca la norma IRAM 42100 (2005) "Gestión de la Calidad, la Seguridad y Ambiental en Balnearios" que surge en respuesta a las demandas planteadas por un grupo de comunidades costeras respecto de la necesidad de proteger sus recursos naturales y culturales ante los riesgos derivados de un turismo no controlado. Actúa como una herramienta para la gestión ordenada, controlada y sistemática de las organizaciones que prestan servicios en balnearios. Los requerimientos actuales de la demanda ponen énfasis en los aspectos medioambientales [3]. Cuando la calidad ambiental alcanza graves niveles de deterioro, se pone en riesgo la propia sostenibilidad del recurso y de la actividad. Por lo cual, la conservación de las geoformas costeras y su calidad ambiental influye en el crecimiento económico de las localidades turísticas litorales, porque constituyen sus atractivos principales.
La calidad ambiental puede distinguirse básicamente dentro de dos formas: calidad objetiva, que involucra realizar una medición cuantitativa, y la calidad percibida. En los últimos años se ha aceptado que la calidad es un concepto personal y subjetivo, es decir que depende de la percepción de los usuarios del recurso natural. De esta manera, los juicios emitidos por los usuarios-consumidores dependen de sus percepciones, necesidades y objetivos particulares.
El espacio de estudio comprende la localidad de Mar del Sud, integra el partido de General Alvarado y se encuentra en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Su localización absoluta corresponde a la latitud 38°20′ 00″ S y a la longitud 57° 59′ 00″ O.
El objetivo general del estudio pretende analizar la percepción del visitante (turista y/o excursionista) sobre uno de los requisitos de la calidad de playas: la calidad ambiental. Para ello, se proponen los siguientes objetivos específicos:
- Establecer la frecuencia de arribo de turistas y excursionistas, y los motivos de selección del destino.
- Identificar la valoración del visitante sobre diferentes cuestiones ambientales del litoral.
- Presentar el estado ambiental de los recursos desde la percepción del turista y excursionista.
- Enumerar los problemas ambientales del litoral que identifican los visitantes.
- Evaluar el impacto de las obras de equipamiento e infraestructura y los servicios turísticos en el litoral.
Se parte de considerar como visitante a toda persona que se desplaza a un lugar distinto de su lugar habitual, ya sea dentro o fuera del país de residencia, por una duración menor de doce meses y cuya finalidad primordial es la de no ejercer una actividad remunerada en el lugar visitado. Los visitantes pueden ser turistas si pernoctan al menos una noche en el lugar visitado y pasan un mínimo de 24 horas fuera de su lugar de residencia habitual, o excursionistas si su estadía es inferior a un día y no pernotan en el lugar visitado [4].
METODOLOGÍA
Desde el punto de vista filosófico, se emplea el método comprensivointerpretativo de la realidad. El estudio de la percepción de la calidad ambiental del litoral se basa en el diseño e implementación de métodos y técnicas cualitativas, con apoyo de técnicas cuantitativas. Dicha unión o integración añade profundidad a un estudio y agrega una perspectiva más completa del tema investigado [5].
La recolección de datos se realiza a través de técnicas cualitativas, seleccionando: la consulta a informantes calificados del sector turístico a través de entrevistas semi-estructuradas, la observación directa de los usos del suelo, el relevamiento fotográfico y la recopilación bibliográfica. Por otro lado, se diseñan e implementan encuestas a turistas y excursionistas, con la intención de obtener datos primarios que respondan a los objetivos planteados.
Se define una muestra de carácter no probabilístico, intencional y casual. El universo de análisis está determinado por los turistas y excursionistas que se encontraron en las playas de Mar del Sud en los meses de enero y febrero del año 2014.El tamaño de la muestra se fijó en 100 encuestas (instrumentadas a 50 turistas y 50 excursionistas), aplicando un criterio de selección del encuestado basado en la relación proporcional entre la densidad de personas por playa y el número de encuestas asignado para cada día de recolección de datos, contemplando una distribución similar entre ambos géneros y diferentes estratos etarios; también se asignaron cuotas homogéneas según días laborables (lunes a viernes) y no laborables (sábado y domingo), y momentos del día (mañana, medio día, tarde).
Se analiza la percepción de los visitantes en base a variables que responden a considerar que el territorio litoral constituye un espacio con alta vocación turística y se convierte en el escenario predilecto de los flujos turísticos en demanda de un espacio acondicionado que caracteriza al turismo de litoral. Esta modalidad turística se basa en la valorización de los recursos naturales que posee un determinado territorio, el cual se transforma y acondiciona en un espacio de ocio. La localización inmóvil de los recursos naturales genera la necesidad de ser consumido en el lugar y motiva el desplazamiento de las personas que desean disfrutar de ese sitio [6].
Para medir la calidad ambiental de la playa se definen las variables que se detallan a continuación, que se transforman en las preguntas del instrumento de recolección de datos:
- Variable 1: Frecuencia de arribos a la localidad; ¿Cuántos años hace que visita Mar del Sud? (expresado en número de años).
- Variable 2: Motivos de elección del destino: ¿Por qué eligió Mar del Sud?: Pregunta con respuesta abierta, reagrupada formando las siguientes categorías: cercanía a su residencia o alojamiento, recurrencia, vivienda,
recomendación, amigos / parientes en el lugar, paisaje, playa, conocer, tranquilidad, gente del lugar, otros (especificados). - Variable 3: Valorización de los recursos del litoral: ¿Podría indicar de las siguientes condiciones de una playa cuál es la que más valora? Pregunta con respuesta cerrada con ocho opciones: Extensión de la playa, calidad de la arena, condiciones del mar, densidad de uso, disponibilidad de equipamientos, calidad de servicios, seguridad y tranquilidad (la respuesta es relevada según el orden de importancia asignado por el encuestado).
- Variable 4: Visión del estado ambiental: ¿Qué opinión le merece el estado de la playa en cuanto a las siguientes cuestiones: agua, aire, arena, paisaje, extensión de la playa, acceso a la playa y densidad de personas? (medido a través de una escala cualitativa: excelente, muy bueno, bueno, regular, malo).
- Variable 5: Identificación de problemas ambientales: ¿encuentra problemas ambientales en el espacio litoral? (si/no, en caso afirmativo: ¿cuáles?).
- Variable 6: Impacto de las instalaciones y servicios turísticos y urbanos: ¿Qué opinión le merecen las siguientes cuestiones: sombrillas, carpas, balnearios, sanitarios/vestuarios, estacionamiento, iluminación, recolección de residuos, música? (medido a través de una escala cualitativa: adecuados, insuficientes, excesivos).
Finalizada la etapa de recolección de datos, con la información relevada durante las visitas de observación, entrevistas y encuestas, comenzó el trabajo en gabinete centrado en la codificación de variables y el uso de herramientas informáticas (planilla Excel) para digitalizar la información.
Para el análisis de la información se utilizó el método univariado, a través de la construcción de tablas de distribución simple para cada variable incluida en los diferentes instrumentos de recolección de datos (registro de observación, entrevista y encuesta); dependiendo del tipo de variable se aplicaron índices estadísticos contemplando la distribución de frecuencias o porcentajes. El análisis de los datos recolectados se basa en un estudio descriptivo y exploratorio, luego se procedió a la interpretación y discusión de los resultados, permitiendo conocer la percepción ambiental de la localidad en estudio a partir de la opinión de los turistas y excursionistas.
Espacio de estudio
El área de estudio comprende la localidad de Mar del Sud, Partido de General Alvarado, provincia de Buenos Aires, cuya ciudad cabecera es Miramar, de la cual dista 17 km. hacia el sur (figura1). Se trata de una localidad marítima especializada en turismo, constituye una villa balnearia caracterizada por un escaso crecimiento poblacional y una actividad turística con desarrollo turístico incipiente [7].
La localidad posee 453 habitantes según el Censo Nacional de Población, Viviendas y Hogares correspondiente al año 2010, cifra que constituye un crecimiento del 15% frente a los 393 habitantes del censo anterior. En la estructura etaria, el grupo dominante es el adulto-joven. El turismo representa la principal fuente de ingresos para la economía local. Durante los meses de verano aproximadamente 5.000 turistas visitan esta localidad (Secretaría de Turismo de Miramar, 2014).
Mar del Sud se proyectó como una ciudad balnearia de importancia nacional. Sin embargo, diversos factores como la crisis económica nacional de 1890, que originó el quiebre del Banco Constructor de la Plata (entidad financiadora del proyecto urbanístico), y la paralización de la extensión de la vía férrea, confluyeron en determinar un escaso desarrollo turístico de la misma.
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El clima responde a la denominación templado húmedo con marcada influencia oceánica. Se caracteriza por temperaturas propias de un régimen térmico de zona templada. La influencia marina genera condiciones de temperaturas medias mensuales moderadas con baja amplitud térmica. La temperatura media anual se sitúa en los 14 ºC, con valores medios máximos mensuales entre 20 ºC y 18 ºC y mínimos entre 7 ºC y 9 ºC (Chacra Experimental de Miramar, Ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires, año 2011). La influencia de la corriente fría de Malvinas predomina durante todo el año reduciendo las temperaturas.
El espacio se halla bajo la influencia de la masa de aire proveniente del anticiclón semipermanente del océano Atlántico. Además, se produce un continuo intercambio de masas de aire entre la interfase tierra-mar (brisas de mar y de tierra) por efecto de las diferencias de calentamiento y enfriamiento que experimentan la tierra y las masas de agua, que dan
lugar a diferentes presiones.
El promedio pluviométrico es de aproximadamente 930 mm. La estación con mayor distribución de precipitaciones es el verano (850 mm.) y la menor, el invierno (77 mm.) (Chacra Experimental de Miramar, Ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires).
El relieve predominante es llano en concordancia con la Gran Cuenca Sedimentaria de la Llanura Pampeana. Se distingue la presencia de la desembocadura de los arroyos La Carolina y La Tigra, los cuales tienen sus nacientes en las Sierras de Tandil. Los mismos son poco caudalosos y están caracterizados por un régimen permanente y un diseño meandriforme. La costa abarca una extensión aproximada de 2 km. y es micromareal. Las olas tienen una altura promedio de 0,90 m. (período de 9,5 s.) pudiendo alcanzar alturas máximas de 2,30 m. [8]. Presenta un conjunto de geoformas originadas por diferentes procesos (erosión y acumulación), formando un paisaje de tipo compuesto con dos sectores diferenciados:
- Zona 1: al norte de la localidad, desde el arroyo La Carolina hasta 50 m. aproximadamente al sur del arroyo La tigra. Se caracteriza por el predominio de procesos de acumulación que dan lugar a la formación de playas y médanos actualmente interferidos y/o extraídos por el avance de la urbanización. La zona está interrumpida por el arroyo La Tigra. Si bien no se produce la formación de bermas, se diferencia una playa distal de una frontal (figuras 2 y 3).
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- Zona 2: hacia el Sur de la anterior, presenta procesos erosivos que se manifiestan en el retroceso de los acantilados que integran el sector. Estos acantilados presentan una dirección noreste-sudoeste, con alturas menores de 10 m., y lateralmente se articulan con plataformas de erosión Se observan salientes rocosas entre las cuales se desarrollan playas de bolsillo que solo quedan expuestas en bajamar (figura 4).
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RESULTADOS Y DISCUSION.
- Variable 1: Frecuencia de arribos a la localidad Entre los visitantes que eligieron Mar del Sud durante la temporada estival 2014 se encuentra, un gran grupo de asiduos residentes temporarios. El 50% de los turistas encuestados hace más de 10 años que visita la localidad; en cambio, entre los excursionistas esta cifra solo alcanza el 34%. Por otro lado, se destaca un grupo menor de nuevos visitantes, que arriban por primera vez a la villa balnearia. Involucra principalmente excursionistas, con 26% de los encuestados; en el caso de los turistas, este indicador es del 14% (figuras 5 y 6).
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- Variable 2: Motivos de elección del destino La selección de Mar del Sud como destino se apoya, en gran parte, tanto en el caso de excursionistas como turistas, en la tranquilidad de la villa, seleccionada por un 24% de turistas y un 14% de excursionistas.
Otros motivos mencionados por turistas es la presencia de parientes o amigos en el lugar, la posesión de vivienda propia o la recurrencia. Es de destacar que los poseedores de segundas residencias son los asiduos residentes temporarios.
En el caso de excursionistas, se menciona el deseo de conocer como el motivo principal, siguiendo el orden de importancia surgen: la cercanía a su lugar de residencia, la playa, coincidiendo esta última opción con aquellos que visitan por primera vez la localidad (figura 7).
Las encuestas revelan que los excursionistas provienen preferentemente de Miramar (56%), Mar del Plata (38%), Otamendi (4%) y Mechongué (2%), cabe destacar que las localidades de Miramar, Otamendi y Mechongué pertenecen al Partido de General Alvarado, es decir al mismo municipio donde se encuentra Mar del Sud.
Dentro de la opción “otras” se incluye: la posibilidad de encontrar en el destino un espacio donde se conjugan el campo y el mar (turistas), la baja densidad poblacional (turistas y excursionistas) y la extensión de la playa (excursionistas).
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- Variable 3: Valorización de los recursos del litoral
La valoración de los recursos del litoral se indagó a través de una pregunta con respuestas múltiples, expresadas por orden de prelación donde las tres primeras opiniones arrojan los siguientes resultados:
– En la primera mención, surge la tranquilidad, con mayor frecuencia en el caso de los excursionistas (figura 8 y 9).
– En una segunda mención cobra jerarquía la extensión de la playa, las condiciones del mar, calidad de la arena y densidad de uso, con mayor frecuencia en los turistas; en tanto que los excursionistas valoran: la
seguridad, la densidad de uso y las condiciones del mar.
– Las condiciones menos valoradas por ambos grupos de encuestados resultaron: la disponibilidad de equipamiento y la calidad de los servicios que quedaron ubicados en las últimas menciones (figura 8 y 9). Es destacable que, en el caso particular de los turistas ninguno de los encuestados consideró la disponibilidad de equipamiento como una de las tres cuestiones más valoradas del litoral.
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Respecto a la calidad de la arena el 69% de los encuestados la consideran como “buena a excelente”. Esta variable tuvo en cuenta las condiciones del material sedimentario, debido a su origen, granulometría, compactación, color, entre otros. Existe un 22% de la muestra que la califica como “regular”, entre las observaciones mencionadas se encuentran: la presencia de rocas en la playa, la invasión de algas, el color oscuro de la arena o la gran pendiente.
La calidad del aire fue considerada, tanto por turistas como por excursionistas como “buena” en un 50%. Esta cifra sumada a quienes la consideran “muy buena” y “excelente”, permite estimar que un 77% tiene una valoración positiva de su estado.
Por su parte, la calidad del agua tuvo en cuenta condiciones del agua de mar como: la temperatura, transparencia, presencia de flora y fauna, entre otros. Este indicador fue valorizado por turistas y excursionistas mayormente como “bueno” y un 70% de los encuestados la consideran “buena a excelente”.
El análisis de los accesos a la playa tuvo en cuenta la presencia o ausencia de caminos de madera y/o cemento. Fue valorizado por turistas y excursionistas mayormente (62%) como “bueno”. El resultado mostró un 79% de los encuestados que lo valorizaron de “bueno a excelente”.
La extensión de la playa tuvo en cuenta la superficie de la playa destinada a usos recreativos. Fue valorizado por turistas y excursionistas mayormente (49%) como “muy bueno” y un 28 % como “bueno”. Obtuvo una cifra de 85% en la elección de “bueno a excelente”, constituyendo una de las cuestiones con mejor estado, desde el punto de vista de los visitantes. Se destaca que en algunos sectores alcanza los 150 m. (tabla 1).
Finalmente, la densidad de las personas en la playa fue valorizada por turistas y excursionistas mayormente (43%) como “buena”, un 25% la consideró como “muy buena” y un 16% “excelente”. Por lo cual, un 84%de los encuestados tiene una percepción positiva de la densidad de personas en la playa.
Variable 5: Identificación de problemas ambientales y cuestiones negativas vinculadas con el ambiente Al recabar información sobre esta variable, algunos encuestados identificaron concretamente situaciones problemáticas, en cambio otros expresaron su disconformidad con cuestiones negativas vinculadas con el ambiente.
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Del total de los encuestados, el 56% identificó alguna problemática ambiental o cuestión negativa vinculada al ambiente, siendo los de mayor frecuencia: la presencia de residuos sólidos en la arena, considerada por un 20% de los excursionistas y un 28% de los turistas; la contaminación del arroyo identificada por ambos tipos de encuestados. En el caso particular de los turistas se menciona su relación explícita con los productos químicos de las fumigaciones realizadas en el área; la contaminación atmosférica debido a la presencia de la planta de pretratamiento de residuos sólidos urbanos y la contaminación auditiva por el tránsito de cuatriciclos en la playa, reconocida tanto por turistas como excursionistas (figuras 10 y 12).
Por otro lado, entre las cuestiones negativas vinculadas al ambiente se mencionan: la presencia de rocas en la playa distal y frontal identificada por un 10% de los excursionistas y un 16% de los turistas (figura 13) y la discontinuidad e interrupción del paso en la playa generada por la presencia del arroyo La Tigra, mencionado tanto en los turistas (16%) como en los excursionistas (6%)(Figura 11). Otras cuestiones mencionadas con menor frecuencia son: la invasión de arena domiciliaria, la erosión de acantilados y la interrupción de accesos al mar debido a la presencia de propiedad privada (identificada sólo por turistas), y la presencia de algas en épocas determinada del año (considera sólo por excursionistas).
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Variable 6: Impacto de los servicios turísticos Para que el recurso natural playa se transforme en un atractivo, es necesario dotarlo de facilidades a través de obras de equipamiento e infraestructura, con la finalidad de satisfacer las exigencias de la demanda [9]. De esta manera, la playa como recurso del espacio natural debido a las obras del hombre se transforma en el espacio construido [10].
Mar del Sud posee un incipiente desarrollo de los servicios turísticos. El eje comercial se centra en la Avenida 100, con diseño perpendicular al mar; en tanto que el Paseo Costanero combina diferentes usos: tanto residenciales como comerciales. Si bien existe una tendencia al crecimiento urbano paralelo a la costa no se observan construcciones hoteleras o habitacionales en altura, que generen conos de sombra en las playas. Sin embargo, en horas de la tarde las instalaciones del balneario principal puede actuar como generador de sombra.
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El cuestionamiento sobre los servicios en el litoral no estuvo posicionado desde el punto vista de su estado, sino desde su impacto ambiental considerando que:
- Las construcciones realizadas con cemento generan compactación de la arena, reducción de la formación de médanos y en consecuencia pérdida de arena en la playa. Mar del Sud posee dos construcciones de cemento pertenecientes a balnearios pero sólo uno en funcionamiento, con la prestación del servicio de sombra a través de carpas y servicio de gastronomía (Coco-Loco).
- La música en volumen elevado y el exceso de iluminación pueden alterar la tranquilidad del lugar y a las comunidades biológicas que allí habitan.
- Existen cuatro especies de lagartijas arenícolas, cuya distribución en la provincia de Buenos Aires está confinada a los médanos arenosos costeros.
Dos de ellas: Liolarmusmultimaculatus y Liolaemuswiegmannii, se encuentran a lo largo de la franja costera entre las localidades de Punta Rasa y Bahía Blanca [11]. Como consecuencia de la remoción de arena y la vegetación de médanos, la flora autóctona de médanos fue reducida, incluyendo las gramíneas nativas Spartina y Panicum, las cuales son seleccionadas por las especies de lagartijas como hábitat [11]. La insuficiente recolección de residuos genera una problemática ambiental cuyas consecuencias en el ambiente está relacionada con los efectos contaminantes en el agua mariana (y sus efectos en las comunidades faunísticas) y en los arroyos La Tigra y La Carolina.
En el caso de los servicios de sombrillas, carpas y balnearios, tanto los turistas como los excursionistas consideran que la disponibilidad de los mismos en la playa es “adecuada”. Incluso existe un porcentaje no despreciable de turistas que los consideran “excesivos”. Por lo cual, el resultado implica que los visitantes no ansían un incremento de los mismos y en algunos casos no desean su existencia. Esto demuestra la búsqueda de naturalidad por parte de los visitantes.
La recolección de residuos es “insuficiente”, principalmente desde la visión de los turistas. En este punto se destaca que la presencia de residuos sólidos en la playa es considerada como una problemática ambiental del litoral que el visitante percibe rápidamente y exige estándares de calidad. En cuanto a la iluminación, el borde costero no presenta iluminación municipal. Por lo cual, este servicio junto con la música dependen del balneario en funcionamiento. Los mismos son considerados mayormente como “adecuados”, aunque una gran parte de los encuestados carece de opinión al respecto (figuras 14 y 15).
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En la discusión de los resultados, las variables 1 y 2 responden a un determinado perfil del visitante que arriba a la localidad en busca de tranquilidad y un paisaje natural, con baja densidad de uso. La conservación de estas características ambientales es fundamental para el desarrollo turístico de la villa balnearia. Un crecimiento de los servicios turísticos (variable 6) y de los usos del suelo del litoral pondría en riesgo la preservación del visitante asiduo.
La escasa diversidad de procedencias se relaciona con la elección “cercanía” como motivo de visita. Mar del Sud carece de grandes vías de acceso, limitándose a la Ruta Provincial N° 11 que la vincula con Miramar.
No tiene acceso desde el sur ni del oeste y su arribo exige el paso por la localidad cabecera del partido de la cual dista 17 km.
La valorización de los recursos del litoral analizada con la variable 3 está basada en la tranquilidad de la villa. La escasa densidad poblacional, la ausencia de un desarrollo urbano concentrado y en altura (las construcciones no exceden los tres pisos), el tránsito vehicular moderado, sumado a la insipiente oferta hotelera y de servicios turísticos, son algunos
de los factores que permiten una imagen de localidad tranquila.
El estado ambiental percibido en Mar del Sud (variable 4) se caracteriza por un buen estado del agua, aire, arena y una muy buena extensión de la playa, densidad de uso y accesos. Sin embargo, existen problemáticas ambientales y cuestiones negativas al ambiente que disminuyen la calidad y ponen en riesgo el estado ambiental (variable 5).
Las áreas litorales atraen, aceleradamente, población, usos y actividades con impactos ambientales de variada magnitud sobre los recursos costeros, debido al desarrollo urbano espontáneo y anárquico, diversidad de actores involucrados, intereses yuxtapuestos, conflictos generados, ausencia de marcos normativos y otros [12]. El turismo puede colaborar en el desarrollo de una región, pero al mismo tiempo genera impactos ambientales en la naturaleza [13].
El borde costero constituye una interfase entre los tres ámbitos bien definidos: la atmósfera, el terrestre y el acuático; por lo tanto, es un espacio singular, específico e integrado con otros sistemas y subsistemas tanto físicos como humanos, que le confieren una gran originalidad y a la vez, una enorme fragilidad [14].
Se entiende como problema del litoral, una disfunción de uno o más de los subsistemas que integran el sistema litoral (físico-natural, económicosocial, jurídico-administrativo) e implique un desarrollo no sostenible del mismo [15]. Debido a que este ambiente se halla en constante interacción y es de gran fragilidad, la alteración producida por el hombre, puede afectar el subsistema físico-natural y convertirse en una problemática ambiental que repercute en los otros subsistemas.
La identificación de contaminación por residuos como problemática ambiental está relacionada con una recolección esporádica de los residuos, la mayor parte del año, debido a que Mar del Sud no posee predio de disposición final propia. La falta de recolección en épocas de intensas lluvias, junto con la rotura de las bolsas de residuos por perros, gatos y chimangos, así como la dispersión de sus restos por el viento, genera gran cantidad de residuos que termina su recorrido en la costa. Igualmente, las escolleras incrementan la persistencia de basura y turbidez en el agua.
Los afloramientos rocosos, identificados como una cuestión negativa del ambiente, se originan en la década de los años ochenta y noventa, cuando se produjo la extracción de arena en la playa y médanos, asociado con la urbanización y el requerimiento de áridos para la construcción. La industrialización de la arena estaba avalada por el Decreto Ley Nº 8758/77, como consecuencia de este marco normativo, las playas perdieron arena y comenzó a aflorar el sustrato rocoso.
La actividad minera finalizó en 1997, pero en la actualidad esta problemática continúa manifestándose en sectores tanto de la playa frontal como distal (figura 12). La principal consecuencia es la interrupción de la continuidad de la playa, con una reducción del ancho de la misma. También es un factor de riesgo de accidentes ocasionados por el material rocoso de gran consolidación, posible generador de cortes, fracturas o esguince en pie [16]. La superficie rocosa visible en la actualidad (enero de 2014) es de 573, 98 m2.
El tránsito vehicular en cuatriciclos, camionetas y autos contribuye a la compactación de arena y disminución de la superficie de la playa. La circulación de vehículos en un área donde las familias disfrutan de la playa, el mar y la tranquilidad del lugar, revela también una incompatibilidad en los usos del suelo, que pone en riesgo la seguridad de la población. Si bien existe una ordenanza municipal (Nº 319/95) que establece como zona permitida para el tránsito en cuatriciclos, al norte del arroyo La Carolina, a través del trabajo de campo realizado es posible afirmar que no se cumple.
A pesar de que las escolleras de las Playas de Mar del Sud fueron construidas en los años 1997 y 2006 con el objetivo de contener los arroyos, durante la temporada del viento Sudestada, ante un aumento de la energía del mar, los arroyos La Carolina y La Tigra aumentan sus caudales imposibilitando el cruce de los mismos. Todos los años al inicio de la temporada estival, el Municipio de General Alvarado, encausa el arroyo para generar un cruce más sencillo del mismo. Sumado a ello, las escolleras generaron erosión en ciertos sectores de la playa e intensifican la superficie ocupada por los afloramientos rocosos.
Para contrarrestar los problemas ambientales y mejorar la calidad ambiental se promueve la definición de un Plan de Manejo Costero Integrado (MCI) entendido como un proceso de regulación y coordinación (planeamiento) de las distintas actividades y usos realizados en la zona costera, a efectos de lograr un uso armónico de los recursos de dichas arenas [17].
Es necesario que las medidas de mitigación sobre el ambiente, enmarcadas en el MCI, surjan desde los principios del Turismo Responsable, basado principalmente en el Código Ético Mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Desde este enfoque, las buenas prácticas consisten en el desarrollo y aplicación de herramientas de gestión.
Se requiere de un plan de información y educación ambiental, para capacitar a los turistas, excursionistas y otros usuarios del litoral. El turismo puede ser el promotor de prácticas de bajo impacto ambiental que respondan a las demandas de los visitantes y así lograr un mejor posicionamiento de la localidad de Mar del Sud dentro de los destinos turísticos de sol y playa.
CONCLUSIONES.
El análisis de la percepción del visitante sobre la calidad ambiental del litoral tuvo en cuenta la frecuencia de arribos de turistas y excursionistas, los motivos de visita, la valoración del litoral, el estado ambiental de los recursos, la identificación de problemas ambientales y el impacto de los servicios turísticos. La calidad ambiental percibida, si bien no es la calidad ambiental objetiva del litoral, permite un acercamiento a su visión desde los visitantes y a partir de ello, establecer los recursos principales de atracción del ambiente litoral y los puntos débiles del estado ambiental.
El diseño, realización y procesamiento de encuestas, identificó expectativas, motivaciones y necesidades de los usuarios del litoral. El desarrollo turístico de Mar del Sud requiere prestar atención a los motivos de elección del destino y a la valoración del ambiente. La conservación de los recursos del litoral y la tranquilidad del destino, son fundamentales porque estos aspectos le otorgan características diferenciales y de competitividad frente a localidades vecinas donde el desarrollo urbano y de los servicios turísticos es mucho mayor.
La percepción que los visitantes tienen de los problemas ambientales, está influida por la experiencia. La presencia de residuos sólidos, afloramiento del sustrato rocoso en la playa debido a una excesiva explotación de la arena y el tránsito vehicular son algunas de las problemáticas que disminuyen la calidad del ambiente natural. En este sentido, cobra importancia un nuevo enfoque de un turismo blando consciente y responsable.
El crecimiento sostenible del destino depende, en gran parte, de la preservación del entorno natural, formado por los recursos que motivan el interés de los propios turistas y excursionistas. Por tanto, los servicios deben planificarse y desarrollarse para mantener las condiciones ambientales del territorio litoral.
Los resultados constituyen una herramienta para la gestión integral costera mediante un acercamiento a ciertos actores costeros y al conocimiento de la percepción de la calidad ambiental que contribuye a conocer la imagen que los turistas y/o excursionistas reales o potenciales que tienen del lugar. La gestión del litoral debe basarse en una visión sistémica, donde los factores naturales, sociales, económicos y políticos confluyen en la comprensión de la calidad ambiental del litoral.
REFERENCIAS.
[1] R. Boullón, Calidad turística en la pequeña y mediana empresa. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Turísticas, Colección Temas de Turismo, 1993.
[2] S. Zielinski y C. Botero Saltarén. Guía básica para certificación de playas turísticas. Magdalena, Colombia: GISISCO, 2012.
[3] V. Yepes, “La explotación de las playas. La madurez del sector turístico”, OP Ingeniería y territorio, 2002, 72-77.
[4] Organización Mundial del Turismo (OMT). Introducción al turismo. Madrid. España, 1998.
[5] R. Hernández Sampieri; C. Fernández Collado y P. B. Lucio, Metodología de la Investigación, 3ª edic. México, D.F.: McGraw-Hill. Interamericana, 2003.
[6] G. Benseny. La zona costera como escenario turístico. Transformaciones territoriales en la costa atlántica bonaerense: Villa Gesell (Argentina). Tesis doctoral, Universidad Nacional del Sur, Argentina. 2011.
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Por: Noelia Aymara Padilla, Graciela Benseny
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Nacional de Mar del Plata.
Buenos Aires, Republica Argentina.
Fuente: Investigación Jóven
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