Novedades energéticas que desmienten mitos ecolátricos
- Creado por admin
- El 3 junio, 2008
- 0
Después de largos años de inacción en el tema (seis años desde la inauguración de la última hidroeléctrica en Argentina) se puso en funcionamiento una nueva central hidroeléctrica. Se trata de la Central Hidroeléctrica Caracoles, ubicada en la Provincia de San Juan, emplazada a 70 Km. al oeste de la capital sanjuanina en la confluencia de los ríos San Juan y Sasso. Tendrá una Potencia Instalada de 125 MW (poco más que la C.H. Urugua-Í de Misiones), una Generación Media Anual de 715 GWH año, e interconectada al SADI –Sistema Argentino de Interconexión- podrá abastecer un importante porcentaje de las necesidades eléctricas actuales de esa provincia.
Sumándose a la C.H. Ullum, es la segunda hidroeléctrica construida en San Juan, previéndose próximamente comenzar la tercera, la C.H. Punta Negra.
Lo objetable es que se le hayan instalado turbinas rusas, existiendo una experimentada fábrica en Mendoza; pero eso no resta valor al importante aporte hidroeléctrico, que al ahorrar generación termoeléctrica disminuirá costos ambientales y económicos.
Si a ello se le suman los casos de Ecuador, Venezuela, Brasil, Perú, México, India, China, Irán, Congo, y un largo etcétera, se demuestra la total falsedad del dogma del ecologismo fundamentalista, según el cual “ya no se construyen presas hidroeléctricas en el mundo”; otra de las tantas mentiras de esos fundamentalistas que responden a la terrible filosofía del “crecimiento cero” –de genocidas consecuencias y de magnitudes potencialmente catastróficas- impulsada como una de las piezas claves de la globalización forzosa y a ultranza.
Adviértase que también es falso el mito ecolátrico según el cual no se construyen ni deben construirse presas hidroeléctricas en regiones tropicales y subtropicales, pues varios de los países mencionados están en zonas tropicales y/o subtropicales; además de lo cual muchos de los países en los que se están construyendo nuevas centrales hidroeléctricas son fuertes productores de petróleo y gas, pero prefieren reservar sus hidrocarburos para la exportación o para el procesamiento petroquímico (con mayor valor agregado), en vez de quemarlo para producir electricidad.
Es paradigmático el caso del Ecuador, país que con el progresista Presidente Correa, impulsa cuatro mega centrales hidroeléctricas (una de ellas con fuerte participación argentina), e incluso pretende percibir una indemnización por parte de los países ricos del G 7, como condición para no explotar un importante yacimiento ubicado en el Amazonas Ecuatoriano, cuyo ecosistema se dañaría sensiblemente si se realizaran las tareas de perforación para extraer los hidrocarburos. Y además planifica poder abastecer con esas centrales todas sus necesidades eléctricas, las cuales hoy dependen de la importación de energía de Colombia
Otro caso muy interesante es Italia, país que bajo el negativo influjo de los “verdes” se negó por más de dos décadas a construir plantas de energía nuclear, por lo que depende en alto grado del suministro de gas ruso, libio y de otros países arábigos del norte africano.
Como todo país desarrollado, Italia no cuenta con posibles emplazamientos para nuevas centrales hidroeléctricas, pues hace muchas décadas explota al máximo posible su potencial hidroeléctrico (dicho de otro modo, no le queda riacho o arroyito por represar, pues ya construyó todo lo que su hidrografía y geografía le permite. Eso desnuda –una vez más- otro de los mitos de las transnacionales de la ecología fundamentalista, que con supuesta suficiencia dicen una verdad a medias, que es la más hipócrita forma de mentir. A voz en cuello vociferan que “los países desarrollados ya no construyen centrales hidroeléctricas”, pero falsean groseramente la cosa cuando pretenden argumentar que eso es “por ser tecnologías superadas”. ¡FALSO! Sigue siendo la mejor tecnología para producir electricidad, más barata, mucho más durable y mucho menos contaminante. Pero Italia, como sus socios del G 7 –repitámoslo- no han dejado ningún lugar donde emplazar nuevas centrales hidroeléctricas.
Por otra parte, hace poco en Italia se puso en marcha un vasto plan para construir cincuenta grandes centrales a carbón, pues es el único hidrocarburo abundante en el territorio de la Unión Europea.
De todo ello se obtiene otra valiosa conclusión: las enormes limitaciones de las mal denominadas “nuevas fuentes” o “tecnologías limpias” para generar energía eléctrica, de todas las cuales las emblemáticas son la eólica y la solar, demostradamente incapaces de abastecer más que fracciones marginales de la demanda, del orden del 5 %, o –en determinados casos, no más del 10 %.
Estratégicamente sigue siendo básico tener fuentes de energía autosuficientes en el propio territorio, o supletoriamente en territorios de aliados de alta confiabilidad, como deben llegar a ser los países de la Unión Sudamericana.
Compárense esas realidades, de fuerte contenido geopolítico, y básicas para todo proceso de desarrollo socio económico, con las incongruentes oposiciones a las obras hidroeléctricas y nucleares, que en nuestro país fogonean los apéndices del Club de Roma (las trasnacionales de la ecología de neto corte fundamentalista), y las barbaridades técnicas que repiten ciertos militantes de probados escasos fundamentos pero en muchos casos ávidos de vana notoriedad (aunque en muchos casos permutan esa notoriedad por cargos políticos y eventualmente otras prebendas o ventajas personales menos transparentes).
Tales los casos de ciertos sectores ecologistas “duros” de Misiones, de Entre Ríos y de Santa Fe, que incluso llegan a pregonar consignas contrarias a la integridad nacional, y como constante son puntas de lanza como oposición sistemática al desarrollo; todo en pos de un difuso conservacionismo in extremis, funcionales a los postulados genocidas del Club de Roma, que pregona … ¡el cese de todo crecimiento económico!, lo que equivale al incremento exponencial de la miseria y el subdesarrollo crónicos. ¡Esas posturas atentan contra el futuro de nuestra Argentina, por lo que deben ser consideradas figuras claras de sedición y traición a La Patria!
Por: Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador – FCE – UNaM = Especialista en la Temática Energética
Cursante de la Maestría en Gestión de la Energía
0 comentarios on Novedades energéticas que desmienten mitos ecolátricos