Las papeleras y la paradoja social

Para aquellos argentinos que ya hemos pasado los 50, pocas cosas existen en la vida politica de nuestro país que pueda sorprendernos o ruborizarnos. Sin embargo, debo reconocer que el tema de las papeleras me ha conmovido como un joven de 20 al observar aterrorizado ese extraño y repetido rito de la autodestrucción social argentina. Esto lo digo mas allá de los aspectos “técnicos” del problema, donde ambas posturas tienen parte de razón: así sucede con la mayoría de los conflictos. Lo que aquí resulta alarmante son los aspectos políticos y sociales que rodean al conflicto, la manera en que se busca la solución y sobretodo la desvergüenza de nuestros políticos que una vez mas, muestran su ignorancia, su egoísmo y el escaso sentido del deber cívico.

No es acaso temerario y preocupante que 300 o 400 habitantes –comunes y respetables- decidan sobre la Politica exterior argentina y sobre la estrategia de desarrollo del país?. Podemos el resto de los argentinos permanecer impávidos ante esta antidemocrática y patotera forma de protesta, avalada y fomentada por funcionarios de escaso nivel moral y educacional?.
Si detrás de cada “causa justa” nos levantáramos todos los argentinos en piquetes, resultaría imposible vivir democráticamente y ejercer los derechos civiles. Y mucho menos resolver los conflictos en forma equilibrada y contemplando los intereses de la nación.

En el caso que nos ocupa, el depositario de la protesta debería haber sido el gobierno nacional que representa a todos los argentinos, y que tiene -por ley- las herramientas legales, jurídicas y políticas para resolver adecuadamente el conflicto. Esta es la función y el deber de los políticos. Para eso fueron elegidos y para eso les pagamos. Ante ellos deberíamos manifestar nuestro enojo y desazón.

La cuestión de las papeleras es muy serio y preocupante, no solamente porque esta involucrado el derecho internacional sino porque abre un antecedente peligroso y contradictorio para las inversiones que tanto necesita la Argentina y que tanto busca el gobierno.(¿!) Esta paradoja ha sido una constante en la vida social de la Argentina, confirmando que nuestros políticos escriben con una mano….. lo que borran con la otra.

Hay muchos conflictos urgentes y graves en la Argentina: el hambre, la desnutrición, las muertes por colisiones de tránsito, los ancianos, el alquiler de menores, la ignorancia….en fin… demasiados para enumerarlos aquí. Pero debemos buscar un método racional y legal para resolverlos, como hacen en los países desarrollados. Términos como sustentabilidad, desarrollo a largo plazo y estrategia nacional no son puro cuento. Basta observar a Finlandia, Suecia, o Australia, países que se encontraban económica y socialmente por debajo de Argentina hace escasos 50 años atrás. O el caso de Chile e Irlanda, los cuales en breve entrarán –no por decreto sino por una serie de factores en los que el cumplimiento de la ley es el fundamental- en el exclusivo club del primer mundo.

Dejarnos llevar como ovejas por políticos corruptos y oportunistas solo agravará la situación, generando una vez mas la frustración y el resentimiento de los argentinos que –impávidos- observamos como una nueva oportunidad se nos escapa…. como el agua -del rio- entre las manos..

Por: Ing. Oscar Keller
Especialista en Higiene y Seguridad Industrial
Misiones. – Argentina