Las mentiras de las energías alternativas
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- El 18 mayo, 2012
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Ya la propia denominación de “energías alternativas” es una falacia, pues algo “alternativo” es lo que puede funcionar como reemplazo, y las mal llamadas energías alternativas, en realidad fungen como meros complementos marginales, condicionadas a ello por sus insalvables limitaciones técnicas.
Es decir que lo “alternativo” tiene que ser capaz de funcionar como opción, y tal como lo explicaré resumidamente, las usualmente presentadas como “energías alternativas” no pueden reemplazar a las energías convencionales en su rol principal, es decir son incapaces de funcionar como energías de base de cualquier sistema eléctrico.
Las únicas tecnologías aptas para funcionar como Energías de Base son la termoelectricidad (quemando combustibles fósiles), la hidroelectricidad y la núcleo electricidad o energía nuclear.
Estas tecnologías son las únicas que aseguran previsibilidad; funcionamiento constante no limitado por factores climáticos, horarios, etc.; y el suministro del vital fluido eléctrico con voltaje y frecuencia constante, es decir libres de picos o “serruchos” incontrolables; además de todo ello, siguen siendo las tecnologías más económicas en función del producto final, o sea el KWh.
Por no poder asegurar un abastecimiento de electricidad previsible, constante, libre de oscilaciones de voltaje, frecuencia y otros indicadores técnicos, las mal llamadas “energías alternativas” solo cumplen el rol de complementos marginales en las respectivas matrices de los Estados Nacionales u otros Sistemas Interconectados mayores.
Las mal llamadas “alternativas” dependen de factores naturales impredecibles y marcadamente inconstantes. Por caso, el sol alumbra unas pocas horas por día, y con acentuadas diferencias entre el mediodía respecto al amanecer y al ocaso; y en regiones como el NEA, los días lluviosos o nublados, también son factores que afectan a la nada eficiente energía solar. Y en el muy promocionado caso de la energía eólica, aún en las regiones ventosas –como La Patagonia- la velocidad de los vientos varía segundo a segundo. Por ello, si se inyectara directamente en la red la energía eólica, haría quemar todos los equipos (electrodomésticos, motores industriales, etc.), siendo necesario para estabilizar la electricidad que funcionen en paralelo con usinas convencionales. ¡Y en el NEA no hay vientos constantes, por lo que pensar en eólica en gran escala en nuestra región, es un disparate sin fundamento!
De allí que por ejemplo los proyectos hidroeléctricos Cóndor Cliff y La Barrancosa, son imprescindibles para dar viabilidad operativa a los parques eólicos en proceso de instalación en el sur continental argentino, para estabilizar la energía eólica a ser producida. En países o regiones densamente poblados, los sistemas de mallado eléctrico operan como respaldos estabilizadores de las eólicas. Eso lógicamente no es viable por las enormes distancias y la muy escasa población que caracterizan a la Patagonia Argentina.
Por otra parte, los rendimientos efectivos de las energías solar y eólica son muy bajos, factor real muy negativo, al que se agrega la muy corta vida útil de los artefactos respectivos, y las dificultades y costos de desmontaje de las estructuras al término de sus vidas útiles.
Téngase en cuenta, que para producir hipotéticamente la misma cantidad de energía que genera anualmente una central nuclear o hidroeléctrica (en este caso una ubicada en un río de gran caudal y notable regularidad, como el Paraná), se debe cuadruplicar la Potencia Instalada eólica, y decuplicar la Potencia Instalada solar, siempre en los casos de las falsamente “alternativas” produciendo electricidad de menor calidad (fluctuante, imprevisible, inconstante).
Dicho en criollo, se deben instalar 4.000 MW eólicos para generar el equivalente a 1.000 MW hidroeléctricos; y 10.000 MW solares para generar la misma cantidad que producen 1.000 MW hidroeléctricos…pero en ambos casos de las falsamente “alternativas”, produciendo energía de menor calidad y cargada de condicionamientos desfavorables.
Son tan caras las energías solar y eólica, que solo pueden ser insertadas en las matrices eléctricas (comercializadas) en base a muy fuertes y costosos subsidios. De otro modo no son competitivas. Pero como sea, los costos de esos subsidios, los pagamos todos los ciudadanos. Energía cara, no apta para funcionar de base de los sistemas eléctricos, de menor calidad, falazmente presentadas como “alternativas”, y además nada limpias, pues también producen contaminación, si bien es encubierta, pues las ONGs ecologistas y los grupos empresarios que las promocionan, se cuidan muy bien de mostrar esas contaminaciones de la solar y la eólica.
Queda en claro que las otras tecnologías de energías falsamente “alternativas”, como el hidrógeno, la geotermia, la energía de las olas, la mareomotriz u otras; o son aún totalmente inmaduras y solo experimentales, o tienen costos siderales por KWh.
Y mencionar como “energía alternativa” la minucia que malamente puede ser producida por micro centrales hidroeléctricas, es simplemente un desatino total. Es como querer reemplazar una gigantesca pala mecánica de 100 toneladas de carga útil, con pequeñas palitas plásticas de juguetes, de esas que los niños usan en las playas…¡una incoherencia absurda!
Básicamente son energías complementarias, y solo como tales deben ser tomadas. Como simples complementos, funcionan en todo el mundo…pero solo donde existen condiciones naturales favorables para sus instalaciones.
Pensar en eólicas, solares o micro centrales hidroeléctricas en el NEA, para pretender reemplazar a las grandes hidroeléctricas, es un simple delirio sin ningún sustento técnico. Y eso termina abonando el terreno para que se terminen instalando más centrales termoeléctricas, que queman valiosos y escasos hidrocarburos, además de ser muy contaminantes.
¿Acaso desconocen esas elementalidades los ecologistas fanáticos que siguen atacando a las hidroeléctricas y a las nucleares, y los políticos muy desinformados o muy deshonestos, que prestan oídos y son funcionales a esos dislates, y toman como referencias a esos agentes al servicio del subdesarrollo crónico, que son los personeros de las transnacionales del ecologismo ultra, y sus “perejiles” locales?
Por: C.P.N. Carlos Andrés Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
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