La nacesaria planificación energética

Hace escasos seis meses, una opinión de dudosa fundamentación técnica estimaba que la demanda de energía eléctrica de Misiones en una década se incrementaría en 65 %.

A comienzos de mayo publiqué un artículo –reproducido en varios medios de la región- en el que puse en serias dudas esa estimación, la cual además de carecer de alguna base concreta de cálculos o de los necesarios fundamentos de estadísticas de al menos un par de décadas anteriores, parece no haber tenido en cuenta los múltiples factores que hacen esperable un crecimiento mucho mayor de la demanda.

En mérito a la brevedad, me remito a aquel artículo, titulado “El Crecimiento de la Demanda Eléctrica de Misiones”; pero otro suelto periodístico reciente, que afirma que “la demanda eléctrica crecerá al 12 % anual”, hace pertinente realizar algunos análisis y reflexiones.

Aquella dudosamente fundamentada estimación del 65 % de crecimiento de la demanda eléctrica en una década, implica poco más del 5 % anual acumulativo.

Ese porcentaje estimativo peca en defecto, y posiblemente mucho, por los siguientes motivos.

• Según estadísticas semi oficiales de nivel nacional, la tasa de crecimiento de la demanda eléctrica es superior al 5% anual (se elaboran con datos de CAMMESA, que no incluyen generaciones propias de varias provincias, por caso la de la Hidroeléctrica Urugua-Í, que es muy relevante para Misiones; ni las importaciones directas de electricidad, tal como lo hace Misiones con ANDE – Paraguay). Este año el crecimiento del consumo eléctrico nacional indicado por CAMMESA  concretamente es del 5,4 º hasta el mes de setiembre.
• Es de enfatizar que las estadísticas de CAMMESA son incompletas, y por eso erróneas si se las considera como totales o nacionales, pues solo incluyen la energía que esa empresa comercializa como intermediaria.
• Es recurrente que la demanda tiende a incrementarse porcentualmente bastante más en las provincias más atrasadas, al verificarse procesos de desarrollo económico, tal como el actual en el que estamos inmersos. Eso se debe al acceso a mejores condiciones de vida de vastos sectores de población, lo que se acentúa si existen políticas oficiales proactivas a favor del desarrollo industrial, el cual es gran demandante de electricidad.
• Puede preverse que en Misiones aumentarán los consumos electrointensivos, tanto en el aún muy reducido sector industrial, como en el creciente sector del turismo y sus múltiples actividades conexas.
• Los antecedentes históricos, con sus bien basadas estadísticas del consumo, demuestran que en épocas de bonanza económica, y al ampliarse la oferta eléctrica (por ampliaciones o mejoras de redes y por disponibilidad de potencia disponible), el incremento del consumo llegó a ser marcadamente más alto que la media nacional, tal como sucedió por ejemplo en Misiones en los años ’60 y la primera mitad de los ’70.

Contradiciendo abiertamente aquella peregrina estimación de un incremento del 65 % por década –equivalente al 5 % anual acumulativo-, recientemente se publicó otra estimación periodística, según la cual el crecimiento de la demanda eléctrica en Misiones sería del 12 % anual, lo cual llevaría el crecimiento decenal al 390 %, lo cual es una tasa explosiva, pero totalmente posible, existiendo antecedentes históricos incluso superiores.

Puede verse que el crecimiento ahora estimado, del 390 %, no tiene ninguna relación lógica con la otra estimación de hace escasos seis meses, del 65 % en una década.

Para completar el cuadro de desajustes estadísticos, según FUNDELEC –Fundación para el Desarrollo Eléctrico- en octubre de 2011 el consumo de energía en Misiones bajó 2 %…pero claro está, esa fundación utiliza para sus evaluaciones las estadísticas publicadas por CAMMESA, las que como se dijo, adolecen de serias omisiones.

Ese desbande de estadísticas incompatibles e impresentables, demuestra que pese a los notables esfuerzos concretamente realizados para revertir el desmadre total del cuarto de siglo neoliberal –en particular de los fatídicos años ’90-, quedan por sanear o reconstruir muy estratégicas áreas vinculadas con las elaboraciones de estadísticas eléctricas confiables, las cuales son las imprescindibles bases coherentes para realizar las planificaciones a mediano y largo plazo, estas últimas herramientas insustituibles para el desarrollo socio económico.

Pruebas concretas de esa fuerte reversión para superar la anomia y desinversión de finales de los ’90 y comienzos de esta década, y para salir paulatinamente de las tenazas de una matriz eléctrica patológicamente centrada en el consumo de petróleo y gas, son las muy fuertes inversiones anuales que vienen concretándose, del orden de 7.000 millones de dólares anuales; habiéndose incluso terminado obras paradigmáticas y de enorme valor estratégico, como Yacyretá, Atucha II, 10.000 Km. de redes de alta y media tensión, etc.

Pero las estimaciones de la Secretaría de Energía de la Nación, respecto a la evolución de la demanda eléctrica, son ridículamente bajas, evidenciándose con ello la preponderancia que siguen teniendo tecnócratas neoliberales, los mismos que han sido causantes de las sucesivas crisis eléctricas argentinas.

Todos estos bien fundamentados datos de la realidad, reafirman lo que expresé en precedentes artículos: Argentina necesita un Ministerio de Energía, o al menos una muy sólida Secretaría de Energía, que elabore estadísticas y planificaciones bajo rigurosas normas técnicas y científicas; y Misiones necesita una Secretaría de Energía, dotada de rango ministerial y constituida según criterios de excelencia científica, profesional y técnica.

Otras provincias, como Santa Fe, han evidenciado semejantes carencias, y existen opiniones favorables a las creaciones de las respectivas Secretarías de Energía provinciales, entes necesarios para la adecuada planificación y control del estratégico Sector Energético.

Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mboror

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