“La corrupción que tiene la Argentina choca con la credibilidad”

¿Qué frase no? Las pronunció una Sra. Myma Alexander (juramos que no la conocemos) y fue recopilada por nosotros a través de Clarín.com el 09/05/02 y es transcripto literalmente.

La elección de encabezar este editorial con las lapidarias palabras vertidas por esta señora no implica bajo ningún punto de vista una “simpatía” personal con los organismos multilaterales de crédito a los que por lo menos consideramos corresponsables de la actual situación Argentina.

Todos los que visitan nuestro sitio, por cierto, en una cantidad que nos asombra y las decenas de miles que se incorporan a la navegación de nuestro portal saben y deben saber, de la enorme responsabilidad que sentimos por intentar enriquecer el mismo cada día, por prestar mejores servicios y por mantenernos al lado de todo el espectro productivo, profesional y de servicios de nuestra Patria. Deben saber también que todo ello es posible por vuestra participación y la de innumerables colaboradores (Profesionales, Académicos, Científicos, etc.) que colaboran con nosotros en cada artículo, en cada comentario, en el desarrollo de temas puntuales.

Pero también saben y deben saber que mantenemos una coherencia interpretativa de la realidad nacional que a todos nos comprende y que nos llevó a la elección de esta frase pronunciada por la representante del Banco Mundial ¿Por qué? Porque nos sirve para recopilar nuestros editoriales y artículos ligados con el mismo concepto, pero motivados en necesidades distintas. Nosotros hablamos por los Industriales, Empresarios, Profesionales, Obreros, Estudiantes que sufren la corrupción y por ello nos permitimos por lo menos intentar ser modestos interpretes de la situación que nos rodea y entonces recordamos que:

1) Ya decíamos en ” La Industria Sometida a la Corrupción I “, mencionando nuestro artículo “Exigencias sobre documentación de Efluentes Líquidos” y otras posiciones asumidas públicamente que “Liquidar a los corruptos no sólo es un deber moral sino realmente colaborar con la mejora del medio ambiente; generar empleo propiciando bajar el llamado costo argentino, confrontar mejor y erradicar definitivamente a aquellos que hacen de su llegada a un puesto público la oportunidad de generar un enriquecimiento personal.

2) Reafirmábamos esto con ejemplos concretos con 11 puntos en “La Industria Sometida a la Corrupción II.”

3) Nos indignábamos en “Basta de robar “cuando descubríamos juntos que hay 2.000.000 de “parásitos que roban a 35.000.000 de Argentinos.

4) Lo reiterábamos en “Solo hay salida sin corrupción” o cuando escribíamos que si habíamos encontrado “un piso – Sin Corrupción- el mismo podía ser una plataforma de despegue ” mencionando que nuestros obispos habían tenido que bajar la cabeza porque les dijeron directamente que éramos ladrones y corruptos y sosteníamos que no hay salida técnica que valga ante este enorme desastre en que habían convertido a nuestra patria.

5) Nos esperanzábamos cuando leíamos “Efluentes Gaseosos una barbaridad más y van…” o nuestra propia opinión en” “acerca de las exigencias sobre documentación de efluentes líquidos en industrias”, o aquel sobre que ” los funcionarios públicos deben responder personalmente por lo daños que ocasionan”.
Y tuvimos solidaridad, comentarios, participación, discensos lógicos en el marco de la democracia y, muchas veces nos preguntaron si estábamos seguros, u nos plantearon lo difícil que era analizar de este estado general de cosas.

Pero ahora esta señora dijo lo que dijo y nos encontramos con dos opciones :

1) Al que le quepa el sayo que se lo ponga .
2) O que alguien le diga a esta señora lo que a veces nos dicen a nosotros sobre lo que afirmamos de la corrupción en nuestro País.

Lo que reiteramos es que nuestra crisis es política, de idoneidad , de transparencia, que a su vez trascurre en un envenenamiento masivo y continuo de corrupción estructural.
La salida será técnica pero si cuenta con una estrategia simple y precisa que olvide los compromisos de “política barata” y deje funcionar a las fuerzas productivas, intelectuales, de servicios, latentes en nuestro País. Nuestro pueblo puede y podrá salir de esto. Estamos seguros. No hay que ponerle trabas y los intereses de una clase dirigente no deben estar por sobre la Nación.