La corrupción no es solamente un fenómeno del Estado….

Hay que ser coherentes, la corrupción no es sólo estatal y en nuestro campo de trabajo la aplicación de metodologías incorrectas de contratación y/o adjudicación de tareas para la ejecución de consultorías y auditorías externas que se generan en la empresa privada pueden desarrollar por acción u omisión, o por complicidad acordada y/o de hecho, pasivos ambientales y/o violación a normas de seguridad que al no ser detectados y/o denunciados y/o corregidos se transforman en grandes pérdidas para los accionistas, directivos y pueden afectar a la imagen, e incluso gravemente a la misma empresa.

Por lo tanto el control y auditoría interna de los métodos de contratación y el seguimiento del funcionamiento de lo acordado, pueden y deberían evitar en el campo ambiental, de la salud y de la seguridad, situaciones similares a las que se vivieron y se viven en grandes companías en el mundo, como lo detalla claramente el extracto del artículo publicado el lunes 8 de Julio de 2002 en el diario Clarín “Los fraudes empresarios mellaron la fe de los inversores en EE.UU.” que a continuación se detalla:

“….En lo financiero, primero reventó la burbuja especulativa en acciones de empresas de Internet y telecomunicaciones, y luego vino la serie de fraudes en emblemas corporativos como Enron, WorldCom, Xerox o la francoamericana Vivendi, muchos de ellos con el sello de la también (ex) prestigiosa auditora Andersen. Y en un país cuya mayoría de habitantes invierte en valores bursátiles y fondos de pensión para asegurarse su futuro, el desplome de la Bolsa de Nueva York y del Nasdaq fue un golpe brutal a sus economías domésticas.

En junio, sólo 16% de la población confiaba en sus grandes empresas, según una encuesta de USA Today y Gallup. Con los nuevos escándalos en otras compañías, el porcentaje seguramente bajó. Además, antes la peor crítica al mundo de los negocios refería al marketing, el medio ambiente, lo laboral o la usura (casos Nike, Shell, tarjetas de crédito). Hoy están directamente en cuestión las finanzas y la contabilidad empresaria, heridas por alevosos hechos de corrupción. En varias declaraciones publicadas en los EE.UU., la gente se pregunta cómo varios altos ejecutivos todavía están libres.

EE.UU. se construyó en una fe ciega en el capitalismo, en una ética para los negocios y en la responsabilidad individual; por eso los fraudes en sus grandes empresas pueden hacer más estragos que posibles nuevos atentados.

La Securities and Exchange Commission (SEC, el equivalente a la local Comisión de Valores) descubrió o investiga varios casos de “contabilidad” dudosa en firmas donde invirtieron millones de personas. O casos de ilícitos en bancos o brokers en contra de sus clientes o a favor -indebidamente- de sus empleados o directivos. En dos años crecieron 31%, a más de 7.000, los arbitrajes entre corredores bursátiles y clientes estafados (se puede encontrar información adicional en www.nasdadr.com).

La consultora Thomson Datastream dijo que en un año y medio el valor accionario de las compañías quebradas o sospechadas cayó de 75 a 99% . Papeles que valían 50, 60 dólares, hoy valen centavos.

El Partido Demócrata acusa a su rival Republicano, hoy oficialista, de haber impulsado la desregulación de las grandes empresas en 1995, cuando la nueva derecha tenía en el líder parlamentario Newt Gingrich a su mejor vocero. Y los republicanos pueden pagar caro electoralmente estos escándalos, pues varios miembros de la administración tienen intereses directos con la “Corporate America” (grandes grupos empresarios de EE.UU.), mundo del que provienen.

Al mismo presidente George Bush se lo investiga por la venta de acciones de Harken -petrolera texana de la que era ejecutivo- a Aloha Petroleum. Bush, asimismo, fue financiado por Enron en su campaña.

Los escándalos no son sólo propiedad de EE.UU., aunque allí las repercusiones son mayores por el peso relativo de su PBI en la economía mundial. En España, por ejemplo, fueron sonoros los casos de Telefónica (las ventajosas opciones en acciones para sus directivos, entre ellos el renunciado Juan Villalonga) y del BBVA (giro de fondos a paraísos fiscales), que aquí controla al Banco Francés.

Y en Argentina, un reciente seminario analizó las acciones judiciales que empresas extranjeras le iniciaron al Estado por cambio de reglas. Una de las más conocidas, una privatizada quejosa por la pesificación de las tarifas, comentó: “Ahora no haremos más negocios por abajo del mostrador”. Señal de que antes los hacían.”

Otro escándalo en EE.UU.: el laboratorio Merck también fraguó sus balances

La empresa farmacéutica estadounidense Merck & Co. asentó en los últimos tres años 12.400 millones de dólares de ingresos de su filial Medco como facturación, aunque esta suma de dinero nunca fue recaudada, informó hoy el diario “Wall Street Journal”.

El diario cita documentos de Merck entregados a la comisión de Valores y Bolsas estadounidense SEC. Tras el informe, las acciones de Merck reaccionaron con una reducción del 3,6 por ciento, a 47,10 dólares.

En tanto, el índice Dow Jones cede 1,20 por ciento, hasta los 9.267,01 puntos, con una merma de 112,49 enteros, y también caen 1,24 por ciento el Standard & Poor’s y 2,23 por ciento el Nasdaq Composite, tras la revelación.

Además, la Bolsa de Valores de Londres cerró a la baja en una sesión caracterizada por el pesimismo de los inversores ante el nuevo escándalo. Así, su índice principal FTSE 100 retrocedió 14,3 puntos para quedar a 4.601, en tanto que el índice intermedio FTSE 250 bajó dos puntos, hasta los 5.389,8 puntos.

Medco funciona como mediador entre seguros de salud de las empresas, muchos grupos de funcionarios y otros grandes clientes para ahorrarles costos en grandes compras de medicamentos.

La sociedad cuenta con 65 millones de miembros y negocia en las empresas farmacéuticas y farmacias descuentos que son pasados en parte a sus clientes.

La filial de Merck asentó como facturación los pagos suplementarios de los pacientes a las farmacias, según el diario, a pesar de que la empresa no recibió este dinero. Estos aportes habrían representado entre 1999 y 2001 casi el diez por ciento de la facturación total de la compañía.

El diario precisó los fondos así asentados para 2001 en 5.500 millones de dólares, para 2000 en 4.040 millones de dólares y para 1999 en 2.840 millones de dólares.

Este escándalo de Merck se suma al de otras grandes compañías de EE.UU. como WorldCom, Enron y, presuntamente, Xerox.

Bush pide cárcel para los que inflen sus registros contables

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, opinó hoy que los directivos que cambian las cuentas de sus empresas y dan informaciones falsas a los inversores y a las autoridades financieras deben terminar en la cárcel.

La opinión del mandatario, suministrada hoy a la prensa por el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, guarda estrecha relación con los problemas ocasionados en el mercado por las empresas Enron, WorldCom y Merck.

“El presidente (Bush) está preocupado por la pérdida de confianza de los inversores, luego de la serie de escándalos que golpeó a la llamada ‘nueva economía’ desde el otoño pasado”, agregó Fliescher.

El vocero agregó que esta preocupación quedará plasmada en un discurso que el Bush pronunciará mañana en Wall Street. De acuerdo a lo adelantado por Fleischer, el discurso será “claro y directo” y se referirá a la necesidad de que las compañías digan la verdad”.