Guía para el diseño… 09 Administración y Control. Parte 1
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- El 10 julio, 2007
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..:: Una solución para la disposición final de
residuos sólidos municipales en pequeñas poblaciones ::..
OPS/CEPIS/PUB/02.93
Original: español
Jorge Jaramillo
Universidad de Antioquia, Colombia
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Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente
División de Salud y Ambiente
Organización Panamericana de la Salud
Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la
Organización Mundial de la Salud
2002
9.1 Administración
Es imprescindible que el relleno sanitario cuente con una adecuada administración si se quiere garantizar que este sea construido y operado de conformidad con las especificaciones y recomendaciones dadas en el estudio o informe final del proyecto, así como para tener la certeza de que se cumplan los objetivos propuestos. Siendo la disposición final de RSM la última actividad operacional del aseo, es obvio que el relleno debe estar a cargo del administrador de este servicio público. Generalmente, se trata de un funcionario de la oficina de limpieza o bien de otros servicios u obras públicas del municipio. No obstante, la construcción, operación y mantenimiento podría ser asumida por un operador particular.
La administración del relleno sanitario debe considerar las relaciones públicas como un factor prioritario tanto durante su construcción como después de su clausura, ya que la opinión pública juega un papel decisivo en la promoción y divulgación de las bondades de esta obra de saneamiento básico.
El administrador o responsable de la limpieza pública siempre debe estar al tanto de las operaciones del servicio de aseo urbano y, por supuesto, velar por la calidad del relleno sanitario.. |
9.1.1 Recursos
En los pequeños municipios, uno de los problemas administrativos más comunes es la falta de planificación del abastecimiento de materiales, de lo que depende todo buen trabajo de construcción, operación y mantenimiento de las obras.
De ahí que el administrador tiene que prever los recursos necesarios en el diseño del presupuesto anual de municipio. En él se debe incluir el costo de las herramientas, piezas y otros materiales de trabajo que se requieren en el relleno sanitario, así como un rubro de gastos mínimos para atender situaciones especiales e imprevistos.
9.1.2 Supervisión
A fin de mejorar la calidad del servicio de aseo en los municipios pequeños, se recomienda contratar a un tecnólogo o promotor de saneamiento, quien se desempeñará como jefe o supervisor de limpieza.
Esta persona se encargará de coordinar tanto las operaciones del relleno sanitario como todo el servicio de limpieza y servirá de interlocutor entre los usuarios, los trabajadores y la administración.
Si el relleno sanitario manual no cuenta con una buena supervisión para su operación y mantenimiento ni se le destinan los recursos necesarios, muy pronto se convertirá en un botadero a cielo abierto. |
Entre las diversas actividades que el supervisor de limpieza realizará, figuran:
- Dar las instrucciones y distribuir adecuadamente las tareas asignadas sobre la base de la programación definida por la dirección en lo que respecta a cada una de las actividades del servicio (recolección, transporte y disposición final de la basura).
- Velar por la eficiencia y calidad del servicio, planificando el abastecimiento y el mantenimiento de materiales, herramientas y equipos necesarios para el buen desempeño de las labores.
- Aplicar los controles del caso tanto en la recolección y el transporte como en el propio relleno sanitario.
- Informar periódicamente sobre el desarrollo de las actividades y anomalías que se presenten.
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Hay que tratar de conservar para el servicio a las personas que hayan recibido capacitación en las distintas actividades de la limpieza urbana, especialmente en la construcción y operación del relleno sanitario; de lo contrario, su falta se traducirá en bajas eficiencias y mayores costos.
9.1.3 Salud y seguridad de los trabajadores
El contacto de los trabajadores del relleno sanitario con los RSM es una actividad que merece toda la atención del administrador a fin de proteger su salud y seguridad. Las causas de riesgo pueden tener dos orígenes: condiciones inseguras de trabajo y negligencias del propio trabajador.
Las principales condiciones de inseguridad en el trabajo son:
- Recoger residuos con las manos, sin el empleo de guantes, puede producir cortaduras si se tropieza con vidrios rotos u objetos punzocortantes.
- Trabajar en jornadas excesivamente largas, con la consiguiente fatiga de los trabajadores.
- No llevar ropa adecuada ni equipos personales de protección.
- No realizar el aseo personal al terminar la jornada de trabajo.
- Ingerir alimentos en el frente de trabajo y no lavarse las manos con agua y jabón.
Entre los actos de negligencia más comunes del propio trabajador se encuentran:
- No usar la ropa ni el equipo personal de protección.
- Ingerir bebidas alcohólicas durante la jornada de trabajo o llegar embriagado.
- Levantar en forma indebida objetos pesados.
- No prestar atención a la descarga del camión recolector de residuos.
- No dar un buen mantenimiento a los equipos y herramientas de trabajo.
- Permitir el ingreso de personas ajenas al relleno sanitario.
- Recibir RSM no previstos en el proyecto de relleno sanitario, que por sus peligrosas características pueden afectar a los trabajadores y al ambiente.
- Usar la ropa y el equipo de seguridad personal fuera del sitio de trabajo.
- Quemar los RSM.
- Usar los RSM para alimentar animales.
- Fumar durante la jornada de trabajo.
Se deben identificar cuidadosamente todas las condiciones inseguras y las causas más comunes de accidentes de trabajo a que está expuesto el trabajador con el objeto de darles la solución adecuada.
Recomendaciones para minimizar los problemas anteriores:
- Evaluar las causas de accidentes más comunes y adoptar las medidas preventivas del caso.
- Elaborar normas de seguridad de trabajo, con las respectivas indicaciones para el uso de equipo.
- Proveer al personal de un vestuario y duchas donde asearse y cambiarse de ropa después de la jornada de trabajo, a fin de no llevar a sus hogares algún tipo de contaminación.
- Establecer un programa de exámenes médicos para identificar, prevenir o curar las posibles enfermedades que se relacionan con su actividad.
- Mejorar la calidad del equipo y herramientas de trabajo.
- Dotar a los trabajadores de los implementos mínimos de protección personal, tales como guantes, botas, gorra o sombrero y, por lo menos, dos uniformes al año.
- Llevar un registro sencillo de los accidentes y contingencias laborales en el que se expliquen sus causas con el objeto de prevenir hechos similares en el futuro
El supervisor controlará el cumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo. |
9.1.4 Indicadores de productividad
Para mantener un adecuado manejo de las distintas actividades, el administrador del servicio de limpieza tendrá que analizar dos aspectos fundamentales: los costos y la productividad.
En el caso del servicio de limpieza, es necesario tener algunos indicadores que permitan establecer comparaciones en el tiempo del rendimiento y mejoramiento alcanzados en las distintas actividades. En tal sentido, el relleno sanitario, como obra
en permanente construcción y operación que es, también debe contar con esta herramienta administrativa, a fin de evaluar rendimientos y costos, y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Es necesario, pues, realizar una serie de medidas y controles que permitan detectar las fallas, aplicar correctivos y evaluar su eficacia, con el propósito de obtener los mejores rendimientos y prestar un buen servicio al menor costo posible.
En el cuadro 9.1 se presentan algunos indicadores útiles para dirigir y administrar el relleno sanitario.
9.2 Controles del relleno sanitario
A pesar de la poca magnitud de esta obra de saneamiento básico, es muy importante la gestión de RSM que permite. De ahí que deba ser evaluada periódicamente para que pueda operar en las mejores condiciones.
Cuadro 9.1
Algunos indicadores de gestión de los RSM y disposición final
9.2.1 Control de la construcción
Es importante mantener el alineamiento y la altura de las plataformas, así como los niveles señalados para las alturas de las celdas, los cuales podrán ser controlados con base en los planos de diseño del proyecto o simplemente observándolos con la
ayuda de estacas en el terreno. Las pendientes de los taludes deben brindar la estabilidad requerida de acuerdo con la topografía del terreno (figura 9.1).
Figura 9.1
Estacas en el terreno para controlar la construcción de los terraplenes
9.2.2 Control de operaciones
- Ingreso de RSM y tierra.
- Cantidad (peso y volumen estimados).
- Procedencia (sector del área urbana).
- Tipo de residuos (domésticos, comerciales, mercado, etc.).
- Tipo de transporte (compactador, volquete, tracción animal, etc.).
No se recibirá RSM que no hayan sido autorizados por la administración del relleno sanitario manual.
- Ingreso de vehículos y visitantes.
- Horario del personal empleado.
- Mantenimiento de las herramientas.
- Ocurrencias extraordinarias (atascamiento del vehículo recolector, incendio, aguaceros, etc.).
Cada trabajador es responsable de sus herramientas e implementos de |
9.2.3 Control de costos
Uno de los aspectos que los administradores municipales suelen descuidar es el relativo a la recolección y el análisis de rendimientos y costos del servicio de limpieza. Esta omisión es un gran problema ya que se trata de un subsidio que en no pocas ocasiones devora gran parte del limitado presupuesto del municipio.
Por lo tanto, es necesario enfatizar la importancia de recolectar este tipo de información, tanto durante la etapa de inversión como de construcción, operación y mantenimiento, puesto que su análisis nos permite buscar los máximos rendimientos con una mayor economía.
Por otro lado, lo que el municipio invierte en el relleno sanitario manual oscila entre 10 y 20% del presupuesto general para limpieza, lo cual sirve para demostrar que los costos de esta obra no son los elevados que muchos administradores locales creen.
Es fundamental llevar cuentas separadas de cada servicio público municipal y, en lo posible, de cada actividad correspondiente al aseo urbano. De esta forma, se podrá calcular el valor de su tarifa sobre la base de costos reales. Esto es vital para garantizar la solvencia económica, la calidad y la sostenibilidad de este servicio. |
Factores para estimar los costos operacionales
- Operación y mantenimiento (personal, infraestructura, mantenimiento de equipos, herramientas, construcciones auxiliares, etc.).
- Herramientas (adquisición y reposición).
- Transporte de material de cobertura.
- Arriendo de equipo para adecuación del sitio, apertura del camino de acceso, excavación de zanjas.
- Piedras, alambre, materiales de construcción, agua.
- Costos indirectos (administración, supervisión, etc.).
Todo usuario del servicio de aseo urbano debe pagar una tarifa de |
9.2.4 Control del ambiente
- Control de la calidad de las aguas subterráneas y superficiales. Es recomendable establecer un programa de muestreo de la calidad de las aguas. Las muestras se pueden extraer mensualmente y, de ser posible, antes, durante y un año después de terminada la vida útil del relleno. Si después del primer año de operación se confirma que no hay contaminación, se podrá disminuir la frecuencia del muestreo e incluso suspenderlo. Los parámetros que se analizarán serán aquellos exigidos por la autoridad local o regional de control de la contaminación de las aguas (cf. capítulo 5, numeral 5.10.2).
- Salida de gases. Las chimeneas o tubos de ventilación deben ser observadas permanentemente para verificar su funcionamiento.
- Armonía con el paisaje natural. La construcción del relleno sanitario debe tener un buen aspecto para no deteriorar el paisaje local.
- Control de quemas e incendios. En el relleno se debe evitar la quema de materiales combustibles como papel, cartón, plásticos, caucho o cualquier otro elemento, ya que pueden generar incendios, además de malograr su aspecto.
Los incendios deben ser sofocados con tierra.
Conviene recordar que la descomposición de la basura produce metano, que es un gas combustible, y que cuando se enciende fuego o se fuma cerca de los drenajes de gases y lixiviados, puede haber serios accidentes.
- Control de insectos, roedores y aves. Para combatirlos no se deben utilizar insecticidas o rodenticidas, ya que su empleo contamina el ambiente y a la larga hace que estos bichos desarrollen una mayor resistencia a los agentes químicos, lo que a largo plazo dificulta su control; de ahí que su uso será mínimo. En realidad, la mejor forma para controlar estos vectores es cubrirlos con tierra (figura 9.3).
Figura 9.3
Control de vectores de interés sanitario
Las moscas y los roedores suelen llegar en los vehículos recolectores de basura, por lo que en un primer momento se recomienda, como práctica excepcional, fumigar y colocar rodenticidas en el área del relleno.
La presencia de estos insectos y roedores, al igual que la de aves, que se alimentan de desperdicios y carroña, es un indicador de la falta de la cubierta de tierra y de la deficiente calidad en el mantenimiento del relleno sanitario.
- Control de la estabilidad de taludes. Los terraplenes conformados con la basura y la cubierta de tierra tienden a moverse hacia abajo debido a la fuerza de la gravedad, lo que se capta a simple vista observando los taludes. Por lo tanto, si se detecta pérdida de cobertura, afloramiento de basura, abultamiento de la superficie del talud o un avance del terraplén en su base inferior, se debe corregir esto removiendo el material suelto y volviendo a cubrir y compactar dicho talud. En algunos casos se puede utilizar un muro de gaviones o llantas usadas amarradas con cuerdas plásticas y, también, sembrar vegetación.
Figura 9.4
Controles para la estabilidad de taludes con llantas de automotores
- Control de asentamientos diferenciales y condiciones de la cubierta. Esta actividad se desarrollará tan pronto como se hayan terminado los terraplenes o el mismo relleno con el objeto de identificar alguna falla (deslizamiento) en la estabilidad, agrietamientos o depresiones en la superficie. Tanto las depresiones como las grietas favorecen la acumulación de las aguas de lluvia sobre la superficie del relleno y permiten su infiltración, lo que constribuye a la generación de lixiviado. En consecuencia, se debe nivelar la superficie y restaurar la vegetación (figura 9.4).
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