Guía mejores técnicas disponibles en España del sector de tratamiento de superfícies metálicas y plásticas. Parte 08
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- El 3 mayo, 2013
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Guía mejores técnicas disponibles en España del sector de tratamiento de superfícies metálicas y plásticas
4. Capítulo 4. Las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) en España y valores de emisión asociados (VEA)
4.1 Introducción
La Directiva 96/61/CE del Consejo, de prevención y control integrados de la contaminación (IPPC), tiene el propósito de alcanzar un elevado nivel de protección ambiental en su conjunto. Por ello, la base legal de la Directiva está vinculada a la protección del Medio Ambiente. A nivel estatal, esta Directiva es incorporada al ordenamiento interno español mediante la Ley 16/2002, de 1 de julio, de prevención y control integrados de la contaminación.
La implantación de estas normas, por otro lado, debe enmarcarse en otros objetivos comunitarios tales como la competitividad del sector industrial y, por tanto, contribuir al desarrollo sostenible.
El objetivo final de tal integración debe ser la mejora en la gestión y control de los procesos industriales, asegurando un alto nivel de protección ambiental en su globalidad. Dentro de esta línea, el artículo 3 de la Directiva establece, como principio general, que los agentes implicados deben adoptar todas aquellas medidas preventivas apropiadas contra la contaminación, en particular, mediante la aplicación de las mejores técnicas disponibles (MTDs) permitiéndoles desarrollar su mejora ambiental.
El concepto “mejor técnica disponible (MTD)”, tal y como lo define el artículo 2(11) de la citada Directiva, se establece como: la fase más eficaz y avanzada de desarrollo de las actividades y de sus modalidades de explotación, que demuestre la capacidad práctica de determinadas técnicas para constituir, en principio, la base de los valores límite de emisión destinados a evitar o, cuando ello no sea practicable, reducir en general las emisiones y el impacto en el
medio ambiente. También se debe entender por:
- Técnicas: la tecnología utilizada, junto con la forma en que la instalación esté diseñada, construida, mantenida, explotada y paralizada;
- Disponible: las técnicas desarrolladas a una escala que permita su aplicación en el contexto del sector industrial correspondiente, en condiciones económicas y técnicas viables, tomando en consideración los costes y los beneficios, tanto si las técnicas se utilizan o producen en el Estado miembro correspondiente como si no, siempre que el titular pueda tener acceso a ellas en condiciones
razonables; - Mejores: las técnicas más eficaces para alcanzar un alto nivel general de protección del medio ambiente en su conjunto. En la determinación de las mejores técnicas disponibles se han tomado especialmente en consideración los elementos que se enumeran en el Anexo IV del citado documento.
Todavía encontramos, hoy en día en España, dentro del sector de tratamientos de superficie, instalaciones industriales que generan corrientes residuales que no siempre son tratadas o gestionadas de la forma más adecuada. Esta circunstancia es responsable de que, en estos casos, no pueda alcanzarse un buen nivel de calidad de proceso, de competitividad, ni de protección laboral y del medio ambiente.
Evidentemente, no todas las técnicas que se presentan a continuación deben ser necesariamente apropiadas para todas las instalaciones aunque sí deben servir de guía para establecer las oportunas medidas técnicas. Debido a que un amplio rango de variables afecta las características físicas y químicas de los baños de proceso y de los enjuagues, la determinación del tipo de MTD a implantar deberá tenerse en consideración según lo dicho. Variables específicas del sector que inciden en la determinación final del tipo de MTD a implantar son, entre otras la composición, concentración y temperatura de los baños de proceso, el tipo de piezas a procesar, la carga de trabajo, la geometría de las piezas, las especificaciones de calidad de tratamiento, la cantidad y calidad del agua disponible, la calidad de enjuagues necesaria, la disponibilidad de espacio, etc. El estudio detallado y específico de cada caso sobre la viabilidad técnica y económica de la MTD deberá determinar su adecuación o no a la instalación en cuestión.
Las técnicas presentadas en este documento deben tenerse en consideración para alcanzar un elevado nivel de protección ambiental. En este sentido, se incluyen medidas tales como los sistemas de gestión empresarial, las técnicas integradas en el proceso y las técnicas de tratamiento final. En determinados casos, como por ejemplo aquellos que se refieren al almacenamiento de materias primas, la manipulación de materiales, la segregación de residuos o, muy específicamente, la gestión de las emisiones, ciertas MTD’s tienen además la condición de obligación legal. En ningún caso, la recomendación técnica hecha en forma de MTD debe confundirse con la obligación legal aunque, en todos estos casos, la coincidencia es completa.
Asimismo, se consideran los procedimientos de prevención, control, minimización y reciclaje, así como la reutilización de materiales y energía.
Cabe recordar, no obstante, que en la fijación de valores límite de emisión deben tenerse en consideración las prescripciones del artículo 7 de la Ley 16/2002, es decir, no sólo las mejores técnicas disponibles, sino su consideración conjunta con la implantación geográfica de la empresa, las características técnicas de las instalaciones, su implantación geográfica y las condiciones locales del medio ambiente, la naturaleza de las emisiones y su potencial traslado de un medio a otro, los planes nacionales aprobados para dar cumplimiento a compromisos establecidos en la normativa comunitaria o en tratados internacionales suscritos por el Estado español o por la Unión Europea, la incidencia de las emisiones en la salud humana potencialmente afectada y en las condiciones generales de la sanidad animal y, finalmente, los valores límite de emisión fijados, en su caso, por la normativa en vigor.
Cuando se indica un valor de emisión asociado a una MTD vinculada a un proceso productivo es preciso tener en cuenta que no puede utilizarse de forma directa para el establecimiento de valores límite de emisión debido a que, con frecuencia, existen procesos de homogeneización, mezcla, tratamiento, etc. de emisiones residuales posteriores (y, por tanto, la emisión asociada a los mismos no puede considerarse vertido final). Por ello, y debido además a la variabiliad de las condiciones de trabajo, se ha preferido indicar para la mayoría de casos valores expresados en porcentaje de
reducción.
Como se desprende del capítulo 3 de este documento, el sector de industrias de tratamiento de superficies metálicas y plásticas, consume una gran variedad de materias primas, muchas de las cuales son peligrosas, así como una importante cantidad de energía y de agua en los enjuagues de proceso. En consecuencia, genera un volumen importante de aguas residuales y unos baños concentrados que contienen metales pesados, cromo hexavalente, cianuros, sulfatos, cloruros, nitratos, boro, etc; el tratamiento de estas aguas genera, a su vez, lodos residuales que, en la mayoría de los casos, son considerados residuos peligrosos y que, por tanto, deben ser gestionados externamente a través de empresas autorizadas.
Hasta hace unos años, se consideraba que los elevados consumos de materias primas y agua, eran un factor imprescindible para el buen funcionamiento de la empresa y garantizaban una producción de calidad; por otro lado, no suponían un costo excesivo para su economía. Una depuradora al final del proceso aseguraba, en el mejor de los casos, un justo cumplimiento de la normativa ambiental aplicable pensando que, probablemente, esa era la mejor solución en relación al medio ambiente.
Como consecuencia de todo ello, se observan aún en la actualidad, instalaciones de tratamiento de superficies mal diseñadas, con unas fuertes necesidades de agua y de materias y con una problemática ambiental importante que dista mucho de ser la deseable.
Como se verá a lo largo del presente capítulo, el principal responsable de la problemática ambiental del sector es el arrastre. El arrastre, líquido que se retira de los baños y enjuagues con el movimiento de las piezas de una cuba a otra, es la fuente más significativa de pérdida de materias primas y del consumo de agua; por ello, es el principal causante de la mayor parte de aguas residuales y residuos en forma de baños de proceso agotados o contaminados; estas aguas residuales y residuos son depurados, en la mayoría de los casos, en plantas depuradoras físico-químicas, siendo transformados en lodos, residuos peligrosos, también en su mayoría. Por todo ello, buena parte de las MTD’s para el sector, se basan en la reducción y recuperación de este arrastre. Cuando dos alternativas técnicas puedan entrar en contradicción porque, por ejemplo, afectan a dos vectores ambientales diferentes, se dará prioridad a aquella que suponga una reducción o recuperación del arrastre, planteándose soluciones alternativas al otro vector afectado.
Otras fuentes menos importantes de contaminación ambiental son debidas a la generación de emisiones a la atmósfera y mucho menos al ruido.
Fundamentalmente, las MTD’s que se describen a continuación se centran en la reducción en origen (reducción de arrastres, optimización de sistemas de enjuague, substitución de materias primas por otras menos contaminantes…) como eje prioritario; en segundo lugar, se platean técnicas orientadas a la recuperación y reciclaje in situ (recuperación de arrastres, alargamiento de la vida útil de los baños, reciclaje de aguas residuales…); finalmente, se hace una descripción de las principales técnicas de tratamiento de final de línea, aportándose alternativas a procesos finalistas. Para aquellas MTD’s que se considera oportuno, se incluye una tabla resumen que engloba los aspectos más significativos de la técnica. Los niveles de emisión asociados a las MTD’s vendrán referidos como porcentaje de reducción del aspecto en cuestión (consumo de agua, consumo de materias, primas, volumen de aguas residuales, etc.).
Algunas de las medidas y opciones que se proponen tendrán un impacto económico pequeño o insignificante para la empresa; otras, supondrán unos niveles de inversión importantes, que requerirán de un detallado estudio de viabilidad económica previo a su implantación, así como de otras consideraciones limitantes previas.
Por otro lado, algunas de las MTD’s orientadas a la reducción del consumo de agua de proceso, en contrapartida, tienen como consecuencia el incremento de la conductividad y de algunas sales solubles, de difícil precipitación y eliminación en el proceso de tratamiento de efluentes posterior. Este aspecto, como se verá, es trascendente para el sector puesto que puede limitar la aplicación de alguna de estas MTD’s como consecuencia de posibles incumplimientos normativos. En este sentido, a modo introductorio, algunas sales como sulfatos, nitratos, boro, fluoruros, de tratamiento y eliminación limitados, se verán concentrados en el efluente final generado si se opta por una reducción del consumo de agua en línea. La conductividad también se verá afectada de forma directa por estas MTD’s. En cambio, otras MTD’s también dirigidas a reducir el consumo de agua, serán técnicamente viables y no implicarán una reconcentración de sales. Su adopción o no estarán en función de cada caso específico.
El apartado correspondiente a las buenas prácticas profesionales es, por otro lado, muy importante, ya que la mayoría de las operaciones que se llevan a cabo en la empresa dependen, en buena medida, de la actuación y decisiones de operarios y responsables; las buenas prácticas profesionales harán incidencia sobre todos estos mismos conceptos, al tratarse de medidas de carácter horizontal. Debido a su bajo coste, en algunos casos nulo, y a la gran repercusión que tienen sobre la minimización de la contaminación y el ahorro de materias y aguas, estas MTD’s se proponen en detalle. Por todos es sabido que, muchas veces, las buenas prácticas profesionales son de las soluciones más fáciles de asumir y, a la vez, más difíciles de implantar y mantener en el tiempo.
El desarrollo e implantación de sistemas de gestión ambiental en la empresa, ya sean certificados o no, va a permitir que todas estas alternativas y soluciones se engranen en el conjunto de instalaciones y actividades de la empresa y se mantengan y optimicen en el tiempo.
Finalmente, como se ha dicho, se proponen alternativas a los sistemas de tratamiento y de gestión finalistas, dada la importancia que ello representa para las empresas. El sector es plenamente consciente de las dificultades que existen ante determinado tipo de contaminantes: la precipitación de metales complejados (Cu, Ni,…), la eliminación de algunos aniones (B-, NO3 -, Cl-, SO4 2-…), la concentración salina del efluente final depurado, etc. son problemas y dificultades ante el reto de conseguir un proceso productivo eficiente y ambientalmente respetuoso. En este aspecto, serán necesarios acuerdos y compromisos entre Administración y sector.
Para finalizar esta breve introducción, concluir que el sector de tratamientos de superficie metálicas y plásticas dispone, como veremos en detalle, de una gran variedad y número de alternativas y soluciones ambientales, que le posibilitará economizar el consumo de materias primas, agua y energía, así como reducir la generación de las corrientes residuales, garantizando un comportamiento ambiental adecuado a las exigencias de la sociedad actua.
4.2 Técnicas de gestión
Existen numerosas técnicas relacionadas con la mejora continua del comportamiento ambiental. Todas ellas van ligadas a las buenas prácticas en las áreas de diseño, montaje, funcionamiento y mantenimiento de una instalación para su eficiencia óptima.
Asimismo, estas técnicas proveen el marco de trabajo para garantizar la identificación, adopción y observancia de las opciones contenidas en las MTDs. Además, estas técnicas de gestión a menudo previenen las emisiones.
4.2.1 Sistemas de gestión ambiental
Se recomienda implantar un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) en la empresa, que incorpore todos los elementos propios de dichos sistemas: definición de una política ambiental, planificación y establecimiento de los procedimientos necesarios, auditoría del funcionamiento de la empresa y adopción de las medidas correctoras, revisión del sistema por la Alta Dirección de la empresa.
Aunque no se considera imprescindible, se recomienda que dicho Sistema sea auditado externamente por un organismo acreditado, disponga de una declaración ambiental (si es posible validada) que describa todos los aspectos ambientales significativos y que permita, anualmente, la comparación entre objetivos y metas y, finalmente, sea voluntariamente adherido a un sistema internacional (tales como EMAS e EN ISO 14001), para dar mayor credibilidad al mismo; en particular, se recomienda EMAS puesto que supone un mayor nivel de protección y mejora ambientales.
A pesar de ello, los sistemas no estandarizados también son considerados efectivos, en una fase inicial, siempre y cuando sean diseñados e implementados adecuadamente.
De forma específica para las empresas del sector, se recomienda que el SGA tenga en consideración los siguientes factores:
- El impacto ambiental de un eventual desmantelamiento de la planta, en el momento del diseño de una nueva instalación
- Tener en consideración el desarrollo y uso de tecnologías más limpias
- Si es posible, obtener datos de otras instalaciones como referencia, incluyendo actividades de eficiencia energética, elección de materias primas, emisiones al aire, al agua, consumo de agua y generación de residuos
4.2.2 Control de calidad y especificación de proceso
El desarrollo y cumplimiento de los procedimientos operativos contribuye de manera eficaz en el control de calidad global de la empresa y en la prevención de la contaminación. Aunque no es objeto del presente documento, la empresa debería tener en consideración la posibilidad de que este control se enmarcara también dentro de un Sistema de Gestión de la Calidad y, a ser posible, estuviera también certificado bajo alguna norma internacional.
Se recomienda implantar un programa de prácticas profesionales y de mantenimiento,que incluya la formación y las acciones preventivas que los operarios necesitan para minimizar los riesgos ambientales específicos.
La existencia de documentos y procedimientos de operación escritos que recojan todos los datos, operaciones e instrucciones llevados a cabo en los diferentes procesos y actividades, aseguran que todas las tareas estén bien definidas y, además de mejorar la eficacia en la producción, contribuyen a reducir la generación de contaminantes. En otro caso, tendrá lugar un excesivo consumo de materias primas y agua, procesos productivos deficientes, etc. que, en su conjunto, contribuirán a un menor rendimiento productivo y a una mayor generación de corrientes residuales. Entre otros, hay que procurar minimizar el reprocesado de piezas mediante sistemas de gestión que supongan un control de calidad y especificación de proceso consensuado con el cliente.
Es especialmente importante, para la elaboración e implantación de estos procedimientos de actuación, la implicación de todos los niveles operativos, cada uno en su parcela de responsabilidad.
Como recomendaciones concretas, en primer lugar, hay que seleccionar los procedimientos normales de operación de aquellos procesos realizados con mayor frecuencia. Es recomendable entrar a detallar aquellas operaciones y actividades
que puedan tener mayor repercusión ambiental, como son:
- Procesos de fabricación,
- Operaciones de mantenimiento,
- Limpieza de equipos e instalaciones,
- Almacenamiento y trasvase de materiales,
- Actuación frente a derrames y vertidos, entre otros aspectos.
En el anodizado y lacado de perfil de aluminio encontramos, como ejemplos, las marcas de calidad “Qualanod” y “Qualicoat”, respectivamente.
4.2.3 Otras herramientas de gestión
Es importante que cada procedimiento escrito incorpore la descripción de los procesos en su conjunto y que se definan los trabajos de forma individualizada, detallando las tareas a realizar por parte de cada responsable, el método de actuación, los medios previstos, etc.
Siempre que sea factible, es importante también considerar otras empresas del sector (o valores de referencia) en e funcionamiento de la instalación o incluso en la resolución de determinados problemas. El objetivo es monitorizar y extraer conclusiones sobre algo que ya funciona. Las áreas clave que deben considerarse son:
- Uso de la energía
- Uso del agua
- Uso de materias primas
- Tratamiento de aguas residuales
- Gestión de residuos
En el caso de obtener datos de otras instalaciones, asegurarse de que son considerados adecuadamente en nuestra empresa; esto es, son comparables.
4.3 Diseño de la instalación, montaje y operación
4.3.1 Planificación, diseño, montaje y otros sistemas
Las empresas del sector de tratamientos de superficie metálicas y plásticas tienen la necesidad de almacenamiento de productos químicos que son consumidos directamente en sus procesos industriales. Se consideran MTDs el diseño, la construcción y el funcionamiento de la instalación mediante la identificación de riesgos y oportunidades, el establecimiento de riesgos potenciales y la implantación de un plan de acción de tres fases para la prevención de la contaminación:
-Primarias:
- Dimensionar suficientemente la planta, teniendo en cuenta el consumo de agua y la reducción del arrastre, equipos auxiliares, etc.
- Mantener estructuras lineales o en forma de “U”
- Sellar las áreas con riesgo de vertido con materiales apropiados
- Asegurar la estabilidad de las líneas de proceso y de sus componentes
-Secundarias:
- Disponer de cubas con doble pared para almacenar materiales con riesgo,
- Ubicarlos en cubetos de retención
- Es preferible, siempre que sea posible, utilizar cubas de proceso fabricadas con materiales resistentes a los productos y a la corrosión; en general, los materiales más apropiados para las cubas son PVC, polipropileno y fibra de vidrio (en según que casos)
- Dotar las cubas de proceso con elementos de retención impermeabilizados
- Disponer de cubas de capacidad suficiente al bombear líquidos entre cubas
- Inspeccionar tanto el sistema de identificación de derrames como las áreas impermeabilizadas regularmente, como parte del programa de mantenimiento
- para ello es importante ubicar las cubas de proceso, como recomendación general, unos 30 cm del suelo, para permitir la inspección por debajo de ellas, así como su limpieza y mantenimiento
-Terciarias:
- inspeccionar de forma regular y desarrollar programas de ensayo
- disponer de planes de emergencia para accidentes potenciales
Los planes para accidentes potenciales deben incluir:
- los planes adecuados al emplazamiento para los principales incidentes
- los procedimientos de emergencia para vertidos de aceites y productos químicos
- las inspecciones de los elementos de contención
- las pautas de gestión de residuos para actuar ante derrames
- la determinación de que el equipo necesario está disponible y en buenas
condiciones de uso - la garantía de formación y entrenamiento del personal para actuar en caso de
derrames y accidentes - la identificación de las tareas y responsabilidades del personal implicado
Llegado el momento del desmantelamiento de la instalación, tras la paralización de la actividad, hay que mantener los materiales dentro de las zonas selladas o aisladas, empleando las técnicas de diseño de la operación, prevención de accidentes y manipulación descritas.
Por ello, debido al elevado riesgo existente, se recomienda colaborar en el desmantelamiento de la planta:
- Registrando la historia (lo más lejana posible) en el uso de los productos
químicos tóxicos prioritarios, y dónde fueron usados y almacenados. - Actualizando esta información anualmente, en línea con el sistema de gestión
ambiental - Tomando medidas de remediación ante una potencial contaminación del agua
subterránea o del suelo.
Finalmente, usar la información obtenida para colaborar en la parada de la instalación, retirada de equipos, edificaciones y residuos del emplazamiento.
4.3.2 Almacenamiento de materias primas
Como ya se ha dicho, las empresas del sector precisan el almacenamiento de materias primas, principalmente productos químicos, para el desarrollo de sus procesosindustriales.
Todos los procesos desarrollados por la empresa incluyen el almacenamiento de materias primas, productos, subproductos y residuos, así como su transferencia de una zona de la fábrica a otra. El correcto almacenamiento de todos ellos es, por tanto, una posibilidad clara de minimización.
Como recomendación general, los almacenes deben ubicarse lo más cerca posible de los puntos de consumo de las materias. Pueden ubicarse distintos almacenes aunque, para favorecer su gestión, lo más recomendable es tener un único almacén.
Evidentemente, el almacén deberá situarse en un emplazamiento fácilmente accesible al transporte.
Como principio general, al almacén debería tener acceso sólo determinado número de personas las cuales, entre otros aspectos, deberían tener la suficiente formación e información básica relativa a las características y peligros que comportan las sustancias almacenadas.
Es importante, también, hacer una distribución de las materias evitando su mezcla, mediante su etiquetado visible, la instalación de cubetas separativas de retención de derrames, etc.
También se recomienda la preparación de fichas sobre cada stock almacenado, que permitan controlar las entradas y salidas de productos del almacén, reduciendo el riesgo de quedarse sin un aprovisionamiento adecuado de productos o de su caducidad.
Un almacenamiento deficiente de los materiales es una fuente potencial de generación de residuos, incrementándose el riesgo de vertidos y de accidentes.
Dentro de este apartado, y de forma específica para el sector, se proponen las siguientes MTD’s:
- Reducir el riesgo de incendio almacenando por separado inflamables y agentes químicos oxidantes.
- Reducir el riesgo de incendio almacenando en condiciones de sequedad ambiental, y separadamente de los agentes oxidantes, aquellos productos químicos que se inflaman espontáneamente cuando entran en contacto con el agua. Señalizar adecuadamente el área de almacenamiento para estos productos para evitar el uso de agua en caso de incendio.
- Disponer de áreas separadas y adecuadas de almacenaje para materias primas, productos y residuos. Estas zonas deben estar protegidas de las inclemencias del tiempo –luz, lluvia, calor-, para evitar el deterioro de los envases y depósitos, o del mismo producto, disponiendo de una superficie de hormigón hidrófugo y de un sistema de retención y recogida de aguas residuales independiente. La zona, además, deberá estar debidamente señalizada e iluminada.
- Mantener el orden establecido en el almacén y las distancias entre los materiales, de forma que se permite el acceso e inspección. Además, habrá de mantenerse las distancias entre los productos químicos incompatibles. Los diferentes almacenamientos deberán ordenarse según su peligrosidad y grado de utilización, facilitándose su carga y descarga. Todos los materiales estarán perfectamente etiquetados, con indicación de sus características y normas especiales de manipulación. Es importante, como norma general, almacenar los diferentes productos de acuerdo con las indicaciones del envasador o fabricante.
- En caso de tener que apilar materiales, disponer siempre los líquidos bajo los sólidos, manteniendo bien cerrados los recipientes.
- Limpiar las superficies a tratar justo antes de su procesado, evitando que se ensucien durante el período de almacenamiento.
- Establecer un sistema de gestión del stock de aquellas materias primas susceptibles de caducar, según el sistema FIFO (first-in-first-out), que garantice que los materiales almacenados más antiguos sena los primeros en ser consumidos.
- Utilizar recipientes de dimensiones adecuadas al uso previsto y a las características del producto, procurando efectuar compras en contenedores reutilizables, excepto en aquellos materiales de vida corta o que no se consumen en grandes cantidades. Todas estas recomendaciones van dirigidas a reducir el número de envases así como del material adherido a las paredes del recipiente.
Asimismo, es recomendable utilizar contenedores reutilizables, que puedan ser devueltos y reutilizados.
4.3.2.1 Manipulación de materiales
Durante las operaciones de manipulación, transporte, transvase, etc., tanto de materiales como de residuos, se deben adoptar una serie de medidas para evitar los derrames, contaminación de materiales, etc. que comporten pérdidas y generen corrientes residuales. Por ejemplo, la contaminación de un residuo con otro producto por causa de una incorrecta manipulación o segregación puede generar un volumen superior de residuos, disminuyendo las posibilidades de valorización o comportar su clasificación como residuo peligroso.
Entre otras, se recomiendan las siguientes prácticas:
- Las zonas de carga y descarga deben estar bien iluminadas, perfectamente señalizadas, limpias y sin obstáculos, especialmente en las zonas de paso.
- Establecer procedimientos escritos para todas las operaciones de carga y descarga y trasvase, con detalles de la manipulación de materiales (envases, contenedores, bombas, etc.). Es importante comprobar e inspeccionar los equipos a utilizar –bombas, filtros, juntas, válvulas, etc.- antes de iniciar cualquier operación de trasvase, sobretodo cuando se manipulen productos líquidos peligrosos.
- Por otro lado, es necesario disponer de procedimientos escritos sobre las operaciones de mantenimiento y revisión periódica de las instalaciones utilizadas en la carga, descarga y trasvase de productos: conexiones, juntas, válvulas, mangueras, bombas, etc.
- Disponer los depósitos y recipientes de forma que se prevenga su rotura y se facilite la detección de grietas o fisuras, o su corrosión sin son metálicos. Los bidones metálicos, por ejemplo, deben aislarse del suelo para evitar la corrosión.
- Utilizar los recipientes siguiendo las instrucciones del fabricante o envasador, y sólo para su uso original; establecer un programa de control y mantenimiento de envases (especialmente para aquellos dotas de elementos de llenado y vaciado) y de que están permanentemente en buenas condi
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