El derrame de petróleo y los silencios de Greenpeace
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- El 12 mayo, 2010
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El gigantesco derrame de petróleo en el Golfo de México, que está provocando serios perjuicios ambientales y económicos en el sur de EEUU, muy “curiosamente” no dio origen a ninguno de los habitualmente vociferantes reclamos y protestas de Greenpeace, ni de World Wild Found.
El derrame petrolífero fue responsabilidad inexcusable de British Petroleum, petrolera británica, y la tercera más grande del mundo.
Para un lector no avisado en el tema, eso puede pasar desapercibido. Pero es importante analizar estos notables “silencios totales” de las transnacionales de la ecología fundamentalista, más siendo un hecho real, constatable, y con terribles consecuencias inmediatas, e inestimables daños futuros.
Pocos años atrás, la petrolera Shell había ocasionado un gran derrame de crudo, que afectó seriamente las costas argentinas, a la altura de Magdalena, en la Provincia de Buenos Aires. Ese hecho, tampoco ocasionó reclamos ni expresiones condenatorias o de “preocupación ambiental”, ni siquiera de las filiales “argentinas” de GP ni de WWF (en esta última su “capítulo argentino” es Fundación Vida Silvestre).
Conociéndose el hecho que tanto Greenpeace como WWF fueron creadas en y por Gran Bretaña y son de hecho manejadas desde ese país, no puede sorprender que sean organismos al servicio de acciones de manipulaciones psicológicas y sociológicas, como también de inteligencia, todo ello al servicio de “su real majestad”.
Por tales graves cargos, fueron expulsadas sin miramientos –dentro de un conjunto de más de un centenar de ONGs “humanistas, ecologistas, etc.”- por la Rusia de Putin.
Paralelamente, varios analistas de reconocida seriedad, hicieron conocer el hecho que esas ONGs pseudo ambientalistas, están básicamente financiadas por las grandes petroleras británicas –o sea Shell y muy posiblemente British Petroleum-.
Conociendo esa realidad no puede sorprender que las transnacionales de la ecología fundamentalista, se cuiden muy bien de “montar los circos mediáticos”, en contra de sus promotores y financista directos (las petroleras citadas, y alguna otra anglosajona), beneficiarios principales de las nada inocentes campañas masivas de “demonización” de actividades e instituciones que a la “Rubia Albión” (Gran Bretaña), le interesa frenar o disolver, tal como ocurre por ejemplo con el muy eficiente Sector Nuclear Argentino.
Los objetivos de esas costosas campañas mediáticas de Greenpeace, de WWF – Fundación Vida Silvestre y alguna otra ONG transnacional – hechas con mucha emotividad y pocas o falseadas fundamentaciones científicas-, buscan “dejar mal paradas” frente a la opinión pública de Argentina y las naciones hermanas del UNASUR y toda Latinoamérica y El Caribe, a actividades, instituciones o iniciativas a las que por objetivos estratégicos o fines meramente económicos, tanto a Gran Bretaña como a otras potencias del Grupo de los Siete, les interesa frenar, entorpecer, o incluso anular.
De esa forma, mientras Greenpeace, WWF – F. Vida Silvestre y otras ONGs, tratan “con suma benevolencia” y “apenas comentan” los derrames de petróleo y otros grandes “desastres ambientales” provocados por las petroleras de Gran Bretaña, de EEUU y eventualmente del G 7; suelen ser apocalípticamente “denunciantes” y desmedidamente acusadores, cuando se trata de “actividades políticamente incorrectas”, como la generación hidroeléctrica y la nuclear, toda la actividad científica nuclear, la minería, los cultivos de soja, las pasteras-papeleras y otros.
Adviértase que esa “doble moral” de ocultar a “los amigos” y escrachar a los supuestos “enemigos del medio ambiente”, es cuidadosamente ocultada por los grandes medios de difusión, que se benefician facturando espacios a las costosas campañas mediáticas de Greenpeace, WWF – Fundación Vida Silvestre y otras ONGs menos conocidas.
Analícese que las usinas hidroeléctricas y nucleares son atacadas por ser competencia directa –a menores costos económicos y ambientales-, que las contaminantes usinas movidas en base a petróleo y gas natural. La soja es demonizada, básicamente por ser el gran motor de las crecientes exportaciones argentinas. La Minería es atacada para impedir el desarrollo integral argentino –sin perjuicio que tenga varios aspectos que cambiar o mejorar-, y las pasteras-papeleras son demonizadas para impedir el desarrollo mayor de esa importante rama industrial en Argentina.
Por supuesto que las acciones psicológicas de desintegración social –que han sido analizadas en otros artículos; abarcan otros ámbitos, como la exaltación fanática y rencoroso del ultra indigenismo (véase la página web de “Mapuche Nation”, basada en Gran Bretaña, entre otros indicios muy claros); y los ataques a instituciones sociales básicas, como la familia, la unidad social, cultural, lingüística y religiosa, y la pretendida desjerarquización y disolución de las Fuerzas Armadas, que pregonan algunos remozados “profetas del odio” y la desintegración nacional.
Por: Carlos A. Ortiz
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
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