El cambio climático como excusa perfeccionada para perpetuar el subdesarrollo
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- El 29 julio, 2008
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Hoy el tema del “Cambio Climático” está instalado a presión en la opinión pública, contando para esa verdadera campaña transnacional con el constante machacar de los medios de prensa, que repiten comunicados, informes, etc., con lo cual logran la aceptación de esas ideas, eludiendo los análisis previos, las voces de dudas y oposiciones a dichos dogmas; concretándose la psicosis generalizada como “pensamiento correcto” y “gran objetivo a lograr”.
Esa técnica es muy vieja, pero ahora se ha perfeccionado considerablemente, logrando niveles de “lavado de cerebro” masivos, que los grandes centros de poder han desarrollado considerablemente. Esas técnicas de manipulación y control mental tuvieron cierto auge y difusión en las épocas de la Guerra Fría, pero a partir del impetuoso lanzamiento del “Estado Global” que es el objetivo último de la globalización; el tema quedó relegado en un segundo plano.
Instalando un tema en forma de “terrorismo mediático” se logra relegar otros temas tanto o más importantes a escala planetaria y nacional, siendo una cortina de humo que logra perpetuar el viejo proceso que la campechana sabiduría práctica de Jauretche llamó “la colonización cultural”.
Instalando ese pánico colectivo subliminal, que en mentes afiebradas puede adquirir caracteres de “cruzada mística” vinculada con el neopaganismo ecolátrico, se instala la perentoriedad “acuciante”, según la cual algunos colonizados mentales llegan a afirmar con visos de “fe religiosa” que “quedan solo 50 años” antes que todo colapse.
Recordemos que “el padre de esta monstruosa criatura”, el grupo de poder que es el Club de Roma, allá a comienzos de los años ’70 había puesto como fecha tope el 2000 para señalar el “colapso total de los recursos del mundo”. Como buenos chantas seudocientíficos, ahora “alegremente” corrieron la fecha unas cuantas décadas…pero eso –error grueso comprobado- no afecta la dogmática creencia apocalíptica, pues afirman que “ahora si es cierto”. Total, como dijo Keynes, “en el largo plazo estaremos todos muertos”, y alguno que sobreviva seguro no lo recordará.
Mientras tanto, con el “profeta” Al Gore a la cabeza, “santificado” con el tan devaluado Premio Nobel de la Paz (recordar que entre otros lo recibió el genocida Henry Kissinger), siguen machacando con la bandera del IPCC (Panel Internacional del Cambio Climático, por sus siglas en inglés). Recordemos que ese informe seudo científico fue amañadamente armado con “especialistas” cuidadosamente seleccionados…por su adhesión a los postulados del dogma, más que por sus virtudes científicas.
Esas proféticas fechas presuntamente certeras, en plazos efímeros medidos en términos geológicos y ambientales; son de por si un disparate brutal, pero sirven para “cazar bobos” que oficien de dóciles perejiles que sigan los dictados y les hagan el juego a las políticas globalizantes y crudamente neoliberales.
Mientras tapan otros temas prioritarios, como la “nueva política del garrote” que avala las intervenciones militares directas de las potencias del G 7…allí donde convenga a sus intereses. Pero eso si, siempre pretextando la defensa de “la democracia”, “los derechos humanos” y otras figuras retóricas que siempre logran confundir a incautos…y que los mercenarios del periodismo repiten como loros.
También tapan los descomunales gastos militares de EEUU, la UE y otros; tema no menor por la enorme capacidad de agresión masiva; y por el hecho que por una fracción menor de ellos –tal vez el 20 % o menos- podría solucionarse todo el drama del hambre y las endemias del mundo subdesarrollado.
Y también tapan la creciente brecha entre países pobres y ricos, alentada por las políticas fomentadas por el Consenso de Washington, con sus agentes operativos como el FMI, el Banco Mundial, las Naciones Unidas y otros; y la brecha entre pobres y ricos que incluso castiga a las poblaciones de los propios países del G 7.
Como breve recordatorio, algunos de los autores que han descripto parte o todo lo conocido de esa monstruosa política mundial de neocolonización cultural, política y económica; se pueden mencionar a Adrián Salbuchi, a Eduardo Ferreira, a Joseph Stiglitiz, a Naomí Klein, a Eduardo Conesa, a Marcelo Lascano y muchos más; casi todos tratados con sordina por los grandes medios de comunicación. Por supuesto, estoy en esa lista, por convicción y por trayectoria; por más que les moleste a los ecólatras recalcitrantes y sus múltiples tentáculos con funcionales perejiles previamente adoctrinados en el dogmatismo más fanático que se pueda lograr.
Otras políticas igualmente corrosivas, como el indigenismo rencoroso y al ultranza, el fomento de odios internos, la corruptela sistemática de las Universidades Nacionales, la degradación de la enseñanza en general, el fogoneo de medidas anarquistas (como los piquetes ultraecologistas y por los “derechos humanos”, el caos económico y demás; son todas funcionales al objetivo de disolución de nuestra nacionalidad.
En la difusión de estos puñados de verdades, está en juego incluso la unidad política nacional de los países del Tercer Mundo, o excluidos del “club” del G 7 y los desarrollados.
Por: Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de Producción y Ambiente
Cursante de la Maestría en Gestión de la Energía
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