Ecoterroristas Antinucleares

Pocos días hace (agosto de 2012) que se montó un nuevo capítulo de la persistente y densa campaña mediática terrorista, montada por las transnacionales del ecologismo fundamentalista, y replicada por sus asociadas y vinculadas “argentinas”.

En este caso el foco del ataque fue la eficiente y valiosa central Atucha I, y la excusa –retorcidamente utilizada-, fue un incidente menor en una central nuclear belga, la cual fue temporariamente detenida, para practicársele una revisión preventiva a un componente específico –la vasija de acero- para constatar que no tuviese fallas.

La manifiesta mala fe de la campaña de desprestigio y de terrorismo mediático, quedó en evidencia al constatarse varios hechos superpuestos.

• El “tono catastrófico” de las “denuncias” públicas, buscando instalar el miedo y los escándalos mediáticos.
• El uso de afirmaciones potenciales (sería, podría, habría, etc.), con lo cual no afirman categóricamente nada ni se responsabilizan de nada, demostrando carecer de bases sólidas e irrefutables para avalar sus “denuncias”; o sea, una típica campaña efectista, montada sobre “nubes de humo”, sin nada sólido ni incontrastable para avalarlo.
• La habitual falta de seriedad para instalar temas, metodología usual del terrorismo ecolátrico, que no por casualidad copia las metodologías disolventes de los resentidos sociales (marxistas, trotskystas, gramscianos, anarquistas y nihilistas).
• Con prepotencia esos fundamentalistas de la ecología, se plantan como supuestos “censores absolutos”, asumiendo una supuesta “transparencia” y “honestidad”, que no guarda ninguna relación con la absoluta falta de seriedad, constantes falsedades y brutales tergiversaciones en las que incurren en muchas de sus campañas; actitudes sin duda deleznables que son luego tapadas con densos mantos de silencio y encubrimiento; tarea esta última a la cual colaboran muchos activistas puestos a periodistas, supuestamente “neutros” o “independientes”.
• Su falta de mesura los caracteriza, vociferando falsas “denuncias”, sin antes constatar la total veracidad de las mismas.
• En el tema nuclear, lanzan sus tergiversaciones y mendaces “acusaciones”, sin antes recabar información seria y perfectamente contrastable, como es la emanada de los Entes Oficiales del Sector Nuclear Argentino, los cuales están respaldados con contundencia científica; lo cual es muy diferente a la ligereza y falta de fundamentaciones de los activistas del ecologismo cavernario. Eso es una típica operatoria de agitadores y terroristas mediáticos.

La deshonesta campaña de desprestigio, montada en un hecho supuesto y jamás demostrado, omitió una serie de factores esenciales, cuidadosamente soslayados o según el caso tergiversados o magnificados, por los agitadores del ecologismo cavernario, tal como se detalla seguidamente.

• La Central Nuclear Belga de Doel-3 –sobre la cual se montó el operativo de terrorismo mediático- no estuvo ni está en riesgo comprobado. Tan solo se le están practicando controles preventivos, lo cual es muy diferente…pero no lo aclararon, esos amañados “denunciadores” crónicos.
• Con una ligereza que denota mala fe, los ecoterroristas dejaron entrever –y así lo recogieron algunos irresponsables periodistas- que “Atucha tiene el mismo equipamiento” de Doel-3 (la central cuestionada). Omitieron precisar que no es lo mismo que decir que “el tipo de vasija de acero es similar” (NO “todo” el equipamiento).
• Tampoco tuvieron en cuenta que “existen diferencias en el material y en el proceso constructivo” del elemento cuestionado (léase diferentes tipos de acero y de tecnologías de fabricación); como también omitieron que la vasija de la central belga fue provista por una empresa holandesa (hoy desaparecida), mientras que la de Atucha I fue construida en Alemania, por una empresa que perdura, y de reconocida solvencia técnica como Siemens.
• Lo más grave es presentar como presunta “catástrofe inminente”, a una simple falla potencial, en solo uno de los tres sistemas de seguridad redundantes, omitiendo además todos los sistemas de alarmas existentes, que tornan virtualmente imposible el “desastre” que apocalípticamente anunciaron. Es la más contundente expresión del terrorismo mediático de ese operativo de prensa.
• Es evidente que no se preocuparon en ir a las fuentes serias y científicamente muy bien basadas, del propio Sector Nuclear Argentino (la CNEA y la ARN), prefiriendo magnificar los trascendidos o noticias sin bases sólidas.

Para entender los motivos de semejante falaz montaje periodístico, no debe soslayarse que las poderosas, muy activas y muy solventes transnacionales del ecologismo cavernario –Greenpeace y World Wildlife Foundation-, con otros “sellos de goma” bajo la forma de ONGs que son desprendimientos o vinculadas de aquellas, que desde hace años montaron una persistente campaña de desprestigio del Sector Nuclear Argentino; han sido creadas por Gran Bretaña, potencia a cuyas directivas y prioridades geopolíticas claramente responden sus sesgadas campañas.

No parece casualidad que operen como fuerzas de choque de la guerra mediática, pues una Argentina desarrollada, poderosa y consolidada; es evidentemente un obstáculo a los objetivos expansionistas del vetusto pero aún peligroso imperio británico; el cual no solo sigue usurpando nuestros archipiélagos australes, sino que pretende rapiñar una amplia faja de territorio antártico, además de fogonear actividades de disolución social y política en toda la Patagonia, apostando a los odios y divisiones, actuando con otras ONGs, como la muy “curiosa” Mapuche Nation…con sede en Bristol, e integrantes británicos.

Al atacar al más avanzado núcleo de desarrollo tecnológico argentino, como sin duda es el Sector Nuclear, pretenden retrotraernos a aquella anacrónica y vetusta Argentina pastoril, la cual fue tan funcional al imperio, con la complicidad de los sectores oligárquicos y retardatarios que desde siempre apostaron al “país-estancia”, tan a la medida de la Sociedad Rural y otros sectores ultra conservadores que han mantenido a nuestro país sumido en el subdesarrollo crónico, relegado a un simple papel de colonia de los poderes financieros imperiales de “su graciosa majestad”.

A la vez, esos sectores del ultra ecologismo, son claramente afines a los intereses vinculados con la generación termoeléctrica basada en quemar petróleo y gas (usinas a las que nunca atacan ni parecen molestarles), pretendiendo en cambio cerrar el camino a las alternativas técnicamente válidas para sustituirlas –las usinas nucleares e hidroeléctricas-, con lo cual pretenden mantenernos atados a la crónica dependencia de los combustibles fósiles, como otra de las tenazas del subdesarrollo crónico, al cual pretenden condenarnos…por supuesto bajo la pantalla del “conservacionismo” fanático e irracional.

Otro de los componentes de esa falacia, es presentar como “grandes soluciones” a tecnologías llenas de limitaciones, como la eólica y la solar. Tema ya tratado con amplitud en artículos precedentes.

Por: C.P.N. Carlos Andrés Ortiz

Investigador de temas económicos y geopolíticos Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía  = UNLa – CNEA Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé

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